Reforma del PIT-CNT llevará a Uruguay a un espiral de gastos inabordables a mediano y largo plazo.

Reforma del PIT-CNT llevará a Uruguay a un espiral de gastos inabordables a mediano y largo plazo.

El Ec. Zunino (Cinve): Si se aprueba el plebiscito se “genera una trayectoria del gasto previsional que en pocas décadas se tornaría inabordable para la sociedad uruguaya”.

Montevideo | Todo El Campo | Aunque el PIT-CNT dijo haber alcanzado el total de firmas necesarias para habilitar el plebiscito para modificar el sistema de seguridad social, el plazo vence hoy sábado 27

A partir de ahora, y en caso de haber alcanzado el total mínimo, lo importante no es el número total de firmas, sino el debate que se inicia y que obliga a los economistas, líderes políticos, formadores de opinión y medios de comunicación, a informar con la debida claridad, sin engaños -porque me consta que durante la recolección de firmas los hubo- y con la verdad sobre la mesa, respecto a los beneficios y los problemas que implicaría su aprobación.

Discursivamente, como deseo y objetivo está muy bien trabajar para que todos podamos jubilarnos lo más pronto posible y con jubilaciones muy superiores a las que tenemos ahora. Pero todo eso, además de ser un buen ideal a perseguir, tiene que ser posible de realización y a un costo que no destruya otras áreas de la sociedad.

Sobre el tema el Ec. Gonzalo Zunino escribió en el blog económico SUMA (independiente) una columna de análisis en la que llega como “principal conclusión” que en el caso de aprobarse el plebiscito se “genera una trayectoria del gasto previsional que en pocas décadas se tornaría inabordable para la sociedad uruguaya”.

“La reforma propuesta introduciría al país en una trayectoria de gastos inabordable a mediano y largo plazo. Es decir, si este año se aprueba esta reforma, más tarde o más temprano se realizará otra, cuando la sociedad se enfrente al incremento de las necesidades de financiamiento y comprenda cabalmente la magnitud del esfuerzo que debe realizar para poder cubrirlo, agrega.

Zunino doctor en Economía por la Universidad Autónoma de Madrid; director del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), y coordinador del Observatorio de Seguridad Social de Cinve.

TRES CONSIDERACIONES CLAVES.

Zunino repasa los cambios “más importantes que propone el texto” impulsado por el PIT-CNT: “i) Incremento de las jubilaciones y pensiones mínimas hasta coincidir con el monto del salario mínimo nacional (SMN); ii) fijación de la causal de jubilación común en una combinación de 60 años de edad y 30 años de contribuciones (cómo la existente en la Ley 16.713, previo a la reciente reforma); y iii) eliminación del pilar de ahorro individual”.

I) “Desde el punto de vista del gasto en pasividades los puntos señalados son expansivos respecto a la situación actual (Ley 20.130), pero también respecto al régimen previo (Ley 16.713). El incremento de las pasividades mínimas, incluyendo no solo las jubilaciones sino también las pensiones presionaría el gasto desde el mismo momento en que entrara en vigencia la reforma”, escribió.

Actualmente la jubilación mínima “se ubica en un punto prácticamente equivalente al SMN líquido”, pero equipararla al SMN nominal, “en términos de los ingresos líquidos, implica ubicar la jubilación mínima aproximadamente un 18% por encima de los ingresos líquidos obtenidos por una persona que cobra el SMN”.

II) La reforma del PIT-CNT “determina el retorno a la situación existente en el régimen previo a la reciente aprobación de la Ley 20.130”, y “el impacto sobre el gasto en pensiones de la reciente reforma opera principalmente vía la postergación del retiro que surge como consecuencia del incremento de la edad mínima jubilatoria. En este sentido, este aspecto eliminaría cualquier efecto a la baja sobre el gasto previsional incorporado en la Ley 20.130”.

III) Eliminar “el pilar de ahorro individual también tiene un efecto expansivo sobre el gasto en pasividades”. El economista explica que “los parámetros de cálculo de las jubilaciones en el pilar de reparto generan para la muy amplia mayoría de las personas en Uruguay subsidios implícitos en las jubilaciones”. Por eso el reparto del BPS es mayor al del ahorro individual.

Si se elimina el ahorro individual se genera “una mayor recaudación inicial para el sector público (aumentan los aportes dirigidos a BPS) pero con la contrapartida de la generación de un pasivo previsional (obligación de pagar las prestaciones futuras) que, debido a estos subsidios implícitos, supera ampliamente al primer efecto”.

Por tanto, “incluso pensando en algún diseño institucional que elimine cualquier riesgo de que los activos actualmente acumulados en las AFAPs sean utilizados para cualquier otro fin diferente al pago futuro de jubilaciones, dichos fondos, no serían suficientes para hacer frente al incremento proyectado del déficit del sistema. Mientras que los activos acumulados en las AFAPs representan aproximadamente un 27% del PIB actual, el incremento del déficit acumulado en los próximos 75 años del sistema debido a la aprobación del plebiscito se ubicaría en un nivel mínimo de 40% del PIB”.

En conclusión, de aprobarse el plebiscito, los ingresos del BPS tendrán un incremento al comienzo, pero luego caerán por un menor número de cotizantes debido al envejecimiento poblacional.

Los egresos en cambio crecerán fuertemente y “por partida doble”, con cada vez más jubilados “por el envejecimiento poblacional, y por el incremento de la jubilación promedio (inicialmente por el aumento de las jubilaciones y pensiones mínimas y posteriormente por la eliminación del pilar de ahorro individual)”.

Imagen de Veronique de Miguel de Pixabay.

Acceda al artículo completo del Ec. Zunino: El plebiscito de la seguridad social en números: proyecciones de déficit y gasto en caso de aprobación de la propuesta. – SUMA

“La economía del mundo está complicada” y “todos tenemos que adaptarnos un poco”.

“La economía del mundo está complicada” y “todos tenemos que adaptarnos un poco”.

Ante las críticas de la oposición política, de economistas y del empresariado, el senador Jorge Gandini explicó el alcance de la decisión del Gobierno y defendió el equilibrio de la política económica y salarial en momentos de crisis e incertidumbre.

Hébert Dell’Onte | El lunes 18 de abril el presidente Luis Lacalle anunció el aumento de sueldos a empleados públicos y de pasividades, en un 2% y 3% respectivamente, a partir del 1° de julio. Aunque la medida había sido planteada por algunos referentes del Frente Amplio, como el senador Daniel Olesker (Partido Socialista), fueron muchas las voces que se levantaron en contra, coincidiendo en la crítica con algunos empresarios y economistas que generalmente la izquierda repudia por sus posiciones.

Para seguir con el ejemplo de Olesker, el senador escribió en sus redes sociales que “hace un mes dijimos que el Gobierno debe decretar un aumento de salarios del sector público y de jubilaciones en el mes de julio y convocar consejos de salarios para aplicar correctivos por inflación”. En ese momento “se cuestionó su validez, pero la realidad es más fuerte que la teoría”, recordó.

Agrega el legislador: “Hoy (por el lunes 18) el Gobierno que cuestionó (mi propuesta), la decreta”, con lo cual se reconoce “que la pérdida era muy grande y que, como dijimos, sin un cambio en la política salarial no hay solución posible”.

Sin embargo, el Frente Amplio, economistas del perfil de Javier de Hedo y empresarios han manifestado sus críticas por la decisión del Gobierno.

LA POLÍTICA SALARIAL DIRIGIDA A “MANTENER EL PODER DE COMPRA DE LOS SALARIOS”.

El martes 19, el senador Jorge Gandini (Movimiento Por La Patria, Partido Nacional) fue consultado en rueda de prensa sobre los anuncios del presidente Lacalle y opinó que la condiciones en que está el mundo han obligado al Gobierno a tomar decisiones que no estaban previstas con el fin de mantener el poder adquisitivo de los uruguayos, y que ese es el objetivo junto con la generación de empleos. Los dichos del legislador están en clara consonancia con lo expresado por el presidente y la ministra de Economía, Azucena Arbeleche.

“Hoy tenemos una pérdida del poder adquisitivo de los salarios por una inflación que estamos importando, y que es mayor de lo que estaba pensado, entonces se corrigen salarios antes del 1° de enero del próximo año”.

“Se da un aumento a los jubilados del 3%, que no es índice medio, es directo 3% a todos los jubilados y pensionistas; y un 2% para todos los públicos”. Paralelamente “se exhorta a los privados que no acordaron ajustes en esta época para que lo hagan”.

“Eso es política salarial” y va dirigida a “mantener el poder de compra de los salarios”, enfatizó.

Explicó que el comunicado del Poder Ejecutivo es claro cuando dice que es un “aumento adicional a mitad de año, o sea que no es un adelanto de lo que debería ajustarse el 1° de enero. En ese momento se analizará cuál es el aumento que corresponde por la inflación proyectada y se hará el correctivo que pueda haber por perdida de salario y recuperación como dice la Ley de Presupuesto”.

“No hay que olvidarse que durante la pandemia hubo un sacrificio de todos los sectores y se perdió salario, pero la ley establece que en 2022, 2023 y 2024 tiene que recuperarse” y equipararse con los guarismo de 2020.

LOS EMPRESARIOS CUESTIONAN EL CAMBIO EN LAS REGLAS DE JUEGO.

Algunos sectores empresariales criticaron la media. El presidente de la Cámara de Industrias, Alfredo Antía, opinó que la decisión sorprendió y es disruptiva. También se ha mencionado que hubo un cambo en las reglas de juego.

Al respecto Gandini dijo que “las reglas de juego han cambiado para el mundo entero. Que en EE.UU. haya 9% de inflación no se vio nunca, España tiene una inflación que solo tuvo en el año 85” y que toda Europa está de esa forma. “No quiero hablar de Argentina que ni siquiera tiene recursos de gas y petróleo para su propia producción y ya está violando el acuerdo que hizo con el FMI”.

Comentó que “la economía del mundo está complicada, entonces todos tenemos que adaptarnos un poco” para que no sigan perdiendo quienes viven de ingresos fijos, quienes tienen salarios mayoritariamente bajos. “Así que creo que todos vamos a tener que adaptarnos”.

En esa adaptación “el Gobierno va a tener que poner más de cien millones de dólares de aquí a fin de año por el aumento salarial y de pasividades” del 2% y 3%. “Eso no estaba pensado, hay que poner más de lo que pensábamos. Sí, a todos nos cambia un poco”, reflexionó Gandini.

EL EMPLEO ES LA PRIORIDAD.

Sobre las prioridades, el senador dijo que “una de las prioridades es el empleo”.

Describió a la economía como un equilibrio: “Si usted aumenta salarios, sobre todo en el sector privado, puede estar generando desempleo. Entonces hay que mantener el empleo y hacerlo crecer”, pero también “hay que recuperar el salario para que no se pierda poder de compra” y “hay que tratar de contener precios de productos de la canasta básica que aumentan en todo el mundo por la situación pospandemia y por la guerra”. Son “perillas” que “hay que mantener”, pero también “hay que dar confianza para que los inversores sigan creyendo en el país, sigan generando empleo y actividad”, finalizó.

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