Ante las críticas de la oposición política, de economistas y del empresariado, el senador Jorge Gandini explicó el alcance de la decisión del Gobierno y defendió el equilibrio de la política económica y salarial en momentos de crisis e incertidumbre.
Hébert Dell’Onte | El lunes 18 de abril el presidente Luis Lacalle anunció el aumento de sueldos a empleados públicos y de pasividades, en un 2% y 3% respectivamente, a partir del 1° de julio. Aunque la medida había sido planteada por algunos referentes del Frente Amplio, como el senador Daniel Olesker (Partido Socialista), fueron muchas las voces que se levantaron en contra, coincidiendo en la crítica con algunos empresarios y economistas que generalmente la izquierda repudia por sus posiciones.
Para seguir con el ejemplo de Olesker, el senador escribió en sus redes sociales que “hace un mes dijimos que el Gobierno debe decretar un aumento de salarios del sector público y de jubilaciones en el mes de julio y convocar consejos de salarios para aplicar correctivos por inflación”. En ese momento “se cuestionó su validez, pero la realidad es más fuerte que la teoría”, recordó.
Agrega el legislador: “Hoy (por el lunes 18) el Gobierno que cuestionó (mi propuesta), la decreta”, con lo cual se reconoce “que la pérdida era muy grande y que, como dijimos, sin un cambio en la política salarial no hay solución posible”.
Sin embargo, el Frente Amplio, economistas del perfil de Javier de Hedo y empresarios han manifestado sus críticas por la decisión del Gobierno.
LA POLÍTICA SALARIAL DIRIGIDA A “MANTENER EL PODER DE COMPRA DE LOS SALARIOS”.
El martes 19, el senador Jorge Gandini (Movimiento Por La Patria, Partido Nacional) fue consultado en rueda de prensa sobre los anuncios del presidente Lacalle y opinó que la condiciones en que está el mundo han obligado al Gobierno a tomar decisiones que no estaban previstas con el fin de mantener el poder adquisitivo de los uruguayos, y que ese es el objetivo junto con la generación de empleos. Los dichos del legislador están en clara consonancia con lo expresado por el presidente y la ministra de Economía, Azucena Arbeleche.
“Hoy tenemos una pérdida del poder adquisitivo de los salarios por una inflación que estamos importando, y que es mayor de lo que estaba pensado, entonces se corrigen salarios antes del 1° de enero del próximo año”.
“Se da un aumento a los jubilados del 3%, que no es índice medio, es directo 3% a todos los jubilados y pensionistas; y un 2% para todos los públicos”. Paralelamente “se exhorta a los privados que no acordaron ajustes en esta época para que lo hagan”.
“Eso es política salarial” y va dirigida a “mantener el poder de compra de los salarios”, enfatizó.
Explicó que el comunicado del Poder Ejecutivo es claro cuando dice que es un “aumento adicional a mitad de año, o sea que no es un adelanto de lo que debería ajustarse el 1° de enero. En ese momento se analizará cuál es el aumento que corresponde por la inflación proyectada y se hará el correctivo que pueda haber por perdida de salario y recuperación como dice la Ley de Presupuesto”.
“No hay que olvidarse que durante la pandemia hubo un sacrificio de todos los sectores y se perdió salario, pero la ley establece que en 2022, 2023 y 2024 tiene que recuperarse” y equipararse con los guarismo de 2020.
LOS EMPRESARIOS CUESTIONAN EL CAMBIO EN LAS REGLAS DE JUEGO.
Algunos sectores empresariales criticaron la media. El presidente de la Cámara de Industrias, Alfredo Antía, opinó que la decisión sorprendió y es disruptiva. También se ha mencionado que hubo un cambo en las reglas de juego.
Al respecto Gandini dijo que “las reglas de juego han cambiado para el mundo entero. Que en EE.UU. haya 9% de inflación no se vio nunca, España tiene una inflación que solo tuvo en el año 85” y que toda Europa está de esa forma. “No quiero hablar de Argentina que ni siquiera tiene recursos de gas y petróleo para su propia producción y ya está violando el acuerdo que hizo con el FMI”.
Comentó que “la economía del mundo está complicada, entonces todos tenemos que adaptarnos un poco” para que no sigan perdiendo quienes viven de ingresos fijos, quienes tienen salarios mayoritariamente bajos. “Así que creo que todos vamos a tener que adaptarnos”.
En esa adaptación “el Gobierno va a tener que poner más de cien millones de dólares de aquí a fin de año por el aumento salarial y de pasividades” del 2% y 3%. “Eso no estaba pensado, hay que poner más de lo que pensábamos. Sí, a todos nos cambia un poco”, reflexionó Gandini.
EL EMPLEO ES LA PRIORIDAD.
Sobre las prioridades, el senador dijo que “una de las prioridades es el empleo”.
Describió a la economía como un equilibrio: “Si usted aumenta salarios, sobre todo en el sector privado, puede estar generando desempleo. Entonces hay que mantener el empleo y hacerlo crecer”, pero también “hay que recuperar el salario para que no se pierda poder de compra” y “hay que tratar de contener precios de productos de la canasta básica que aumentan en todo el mundo por la situación pospandemia y por la guerra”. Son “perillas” que “hay que mantener”, pero también “hay que dar confianza para que los inversores sigan creyendo en el país, sigan generando empleo y actividad”, finalizó.
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