El tema se discutió en una mesa redonda en Roma, con el foco puesto en la utilidad de la dieta mediterránea.
Roma, Italia | EFA News | Todo El Campo | Dietas y producción animal, implicaciones éticas, ambientales y de salud. Este fue el tema del encuentro “Comer según la naturaleza: la ciencia confirma que somos omnívoros”, que tuvo lugar en Roma. Los protagonistas del evento fueron el veterinario y divulgador científico español Juan Pascual, autor del libro “Por qué ser omnívoros” (Edizioni Lswr, 2024) y Elisabetta Bernardi, bióloga, nutricionista, profesora de biología nutricional en la Universidad de Bari y autora del libro “Comer según la ciencia” (Edizioni Dedalo, 2024).
Pascual explicó por qué son importantes los productos de origen animal: “No cabe duda de que cada uno debe elegir libremente cómo vivir y qué comer, pero cuando se trata de una alimentación saludable hay que evitar soluciones arbitrarias” basadas en prejuicios, ideologías o emocionalidades.
“Debe ser la ciencia, no las creencias de algunas organizaciones, la que defina lo que determina o no determina el bienestar”, agregó.
Además, según un estudio publicado en Psychology Today, entre las personas que adoptan el estilo de vida vegetariano y vegano en todo el mundo, hasta el 84% lo abandona por razones como la dificultad para implementar la dieta o, más frecuentemente, el deterioro de la salud. En Italia, según los últimos datos de Eurispes, el 93,4% de la población es omnívora.
Como explica Elisabetta Bernardi, “limitar demasiado o exagerar con un nutriente puede optimizar o dificultar algunos procesos. Muchas de nuestras predisposiciones están escritas en nuestro ADN, sin embargo hay una especie de interruptor que activa o desactiva un gen, una característica, una predisposición, y los estilos de vida, el entorno en el que vivimos y lo que comemos juegan un papel fundamental. De hecho, una mala nutrición puede conducir a la reducción de nuestra respuesta inmunitaria al aumentar la susceptibilidad a las enfermedades y comprometer el desarrollo físico y mental. Por no hablar de los riesgos concretos que puede provocar una dieta baja en proteínas. Cuando el cuerpo necesita proteínas o aminoácidos y no obtiene suficientes de la dieta, puede comenzar a descomponer las proteínas musculares para obtener los aminoácidos necesarios (el corazón también es un músculo). Este proceso se denomina catabolismo proteico y es una de las razones por las que una dieta insuficiente en proteínas puede provocar la pérdida de masa muscular, comprometiendo la fuerza, la función física y la tasa metabólica basal”.
La ganadería, por tanto, forma parte con pleno derecho de la economía circular y “los animales transforman lo que nosotros no somos capaces de transformar residuos vegetales que no tienen ningún valor para nosotros, pero que convierten en proteínas de alto valor biológico”, dijo Pascual.
¿QUÉ PASARÍA SI TODOS NOS VOLVIÉRAMOS VEGANOS?: “UNA CATÁSTROFE TOTAL”.
Por lo tanto, ser omnívoros también es un recurso para el planeta, los animales se convierten en una parte fundamental de este ecosistema, ayudándonos a limitar los residuos. Entonces, ¿qué pasaría si todos nos volviéramos veganos? “Una catástrofe total, ambiental, sanitaria y nutricional”, confirmó el académico español.
Durante el debate se destacó el hecho de que la malnutrición sigue siendo uno de los flagelos de la humanidad. De hecho, según la FAO, más de 733 millones de personas, más de 1 de cada 10 en todo el mundo, sufren desnutrición severa y hasta 2.000 millones de personas tienen dificultades para ingerir regularmente todos los nutrientes necesarios. Y la situación empeora a nivel pediátrico: entre los niños menores de 2 años, solo un tercio recibe la cantidad adecuada de alimentos. La Organización Mundial de la Salud recomienda que los niños de esta edad consuman carne y huevos a diario porque son ricos en hierro y zinc. Sin embargo, solo 1 de cada 3 niños consume carne o pescado a diario, y solo 1 de cada 5 tiene acceso a huevos.
FARMACOPEA ANIMAL.
Otro de los temas abordados durante el debate fue el de la farmacopea animal: sin animales nos veríamos obligados a prescindir de algunos fármacos, aunque salven la vida de millones de personas cada año. El caso más emblemático es el de la heparina, un compuesto natural que se encuentra en las mucosas de algunos animales (porcino y vacuno), utilizado en el tratamiento de enfermedades circulatorias como la trombosis.
Por último, pero no menos importante: la vigencia inextinguible de la dieta mediterránea. En este sentido, se citó un reciente estudio estadounidense publicado en Nature, que confirma la presencia de ácido transvaccénico en la dieta de carne de vacuno y oveja, así como en la leche y el queso: esta sustancia es la más eficaz para promover la inmunidad anticancerígena.
“Los resultados de este estudio”, subrayó Bernardi, “reiteran la importancia de una dieta completa de todos los alimentos, como la dieta mediterránea, porque lo que comemos influye en nuestra salud y sería una pena privarnos de ciertos alimentos, tal vez como resultado de creencias equivocadas”.
“Con bienestar hay menos estrés y mejores producciones. Los granjeros quieren animales en buenas condiciones. La ley y las inspecciones al respecto son muy severas”.
Montevideo | Todo El Campo | Cada vez es más evidente y se asume más conciencia sobre la importancia que tiene el bienestar animal en la producción en los establecimientos que trabajan con ganadería.
Esa es una gran noticia, porque aunque sea un valor en sí mismo, si el bienestar animal significa mayor y mejor producción, estamos ante la motivación perfecta para que cada productor actúe de la mejor manera en relación a los animales que posee, sean de gran o pequeño porte.
Juan Pascual es veterinario. Nació en Barcelona en 1967, estudio en la universidad de Zaragoza y recientemente escribió sobre el bienestar animal en sus redes sociales.
EL PRODUCTOR BUSCA EL BIENESTAR DE SUS ANIMALES.
“El bienestar animal es clave en las granjas. Las razones son múltiples”, aseguró en X @JuanPascual, y de esas razones mencionó: “Con bienestar hay menos estrés y mejores producciones. Los granjeros quieren animales en buenas condiciones. La ley y las inspecciones al respecto son muy severas”.
Pero más que las inspecciones “severas”, el productor es consciente de lo necesario que es el bienestar animal, además porque “sus animales son importantes económica y emocionalmente. Verlos sufrir o morir es muy duro para ellos”.
La pregunta clave es “¿qué medidas se toman para garantizar/mejorar ese bienestar?”. La respuesta que da Pascual es “muchísimas”, y agrega que “las guías de auditorías tienen cientos de páginas con todos los aspectos a revisar”, además de los “estrictos controles” que deben pasar las grajas “para obtener alguno de los sellos de bienestar”.
¿QUÉ MIDE EL BIENESTAR ANIMAL?
Los controles miden: gases como CO2 y amoníaco, si la cantidad pasa cierto umbral se toman medidas; la alimentación, si el consumo baja se monitoriza la salud de los animales; medición del movimiento que se hace con cámaras para anticipar cualquier patología.
“Espacio, temperatura, alimentación, ausencia de ruidos o estrés, calidad del agua, presencia o no de enfermedad, actividad y viveza de los animales, todo esto y más se mide de forma cotidiana en todas las especies”, agregó Pascual.
USO DE CÁMARAS.
El uso de cámaras en plantas frigoríficas es una opción adecuada para observar cómo se trabaja, y garantizar que se conservan las filmaciones por varios días. De esa manera “nos podemos asegurar que la faena se lleva a cabo sin dolor ni estrés para el animal”, garantizando “la humanidad del proceso además de redundar en una mejor calidad de la carne”.
EL BIENESTAR EN UNA CIENCIA.
Pascual recuerda que “el bienestar es una ciencia” y “como tal se estudia en las facultades de Veterinaria. Muchas veces no es intuitiva ni fácil. Las cosas no son siempre lo que parecen”.
La ganadería bien practicada es una salvaguarda que previene la depredación como la destrucción de especies sensibles; también es una barrera frente a la expansión de virus.
Montevideo | Todo El Campo | La ganadería, además de ser una actividad económicamente rentable para las personas y los países que la practican, es una fuente inigualable de proteínas, fundamental para combatir el hambre en el mundo.
Además, cuando se la realiza con los cuidados de bienestar y salud animal mínimos y de acuerdo a los estándares contemporáneos, protege a la humanidad de enfermedades conocidas como desconocidas. Esas son las conclusiones a las que se llega después de leer uno de los últimos hilos publicados por el veterinario y escritor Juan Pascual Beitia (*) en su cuenta de X.
El profesional hace un recorrido desde la Universidad de Stanford hasta África, haciendo una parada en el gigantesco aeropuerto francés Charles De Gaulle, todo para mostrar que además de alimentación segura y buena, la ganadería es una herramienta clave para proteger la salud humana, porque a la humanidad le gusta la carne y si se llegara a prohibir o reducir a tal punto que fuera insuficiente, proliferarían mercados ilegales, con caza de animales salvajes que poseen una alta carga de patógenos transmisibles, un detalle que no hace falta explicar demasiado porque todos hemos leído sobre cómo el Sida saltó a la especie humano, y más recientemente el Covid.
El siguiente es el hilo del Dr. Pascual, con algunas de las ilustraciones que él mismo publicara. El texto posee pequeñas adecuaciones para Todo El Campo.
A PESAR DE TODO, SEGUIMOS COMIENDO CARNE.
Juan Pascual Beitia | Es evidente que nos gusta comer productos de origen animal: leche, huevos, carne o pescado.
A pesar de la mala prensa de la ganadería el consumo de carne sigue aumentando en Europa y en el mundo, y eso tiene su explicación
Les invito a un viaje desde la Universidad de Stanford hasta el corazón de África, con una parada en el aeropuerto Charles De Gaulle de París. ¿Me acompañan?
Si analizamos la cantidad de proteína que consumimos, ésta puede tener origen animal o vegetal. A nivel mundial, comemos de media más proteína vegetal (50 g/persona/día) que animal (33 g/persona/día). En España 42 gr. de proteína vegetal y 58 gr proteína animal.
A MEJOR NIVEL ADQUISITIVO, MÁS CONSUMO DE CARNE.
Obsérvese que el aumento de la proteína animal ha sido mucho más marcado que el de la proteína vegetal. Parece que hay una correlación entre aumento del PIB o riqueza y consumo de proteínas animales. ¿Mera hipótesis?, vayamos a Stanford para conocer al economista Merril K Benett.
El Ec. Merril K Benett desarrolló la ley de Benett que dice lo siguiente: conforme la capacidad adquisitiva aumenta, se come menos vegetales altos en energía (tubérculos o cereales) y más nutrientes densos como carne.
Fijándonos tan sólo en el poder adquisitivo y la proteína animal, obtenemos la gráfica siguiente.
LA CAZA Y LA SALUD.
¿Pero qué pasa cuando el poder adquisitivo es bajo, pero es posible hacerse con proteína animal? Esta situación la encontramos en numerosos países en los que mucha gente opta por salir a cazar. Vámonos al corazón de África: tan sólo en Camerún, esta actividad ocupa a más de medio millón de personas; en el Congo se consumen por persona/año hasta 51 kg de este tipo de carne; en la cuenca amazónica llega a 63 kg/h/año (1).
Eso supone un doble problema: Por una parte, se pone en riesgo la fauna salvaje y su hábitat; y por otra, se abre la puerta a virus potencialmente muy peligrosos. Varias enfermedades han saltado al ser humano debido a esta caza, por ejemplo el SIDA, ébola o el reciente Covid (2).
Al contrario de lo que ocurre con los animales domésticos que tienen una carga de patógenos transmisibles relativamente baja, los simios, roedores y murciélagos la tienen muy alta.
TERRITORIOS LEJANOS, EN UN MUNDO CADA VEZ MÁS PEQUEÑOS.
Y aunque esos territorios nos parezcan muy lejanos, lo cierto es que todo puede llegar a países como el nuestro. Miles de toneladas de esta carne son detectadas y confiscadas en Estados Unidos o en el aeropuerto Charles De Gaulle en París, como muestra en la siguiente fotografía.
Al gusto por esta carne, se añaden prácticas rituales que la tienen como protagonista.
Por todo lo anterior, mal que les pese a algunos, la ganadería -con adecuado control veterinario- es una salvaguarda que previene este tipo de caza y la destrucción de especies sensibles, así como una barrera frente a la expansión de virus.
Cuando se practica bajo control veterinario, la ganadería es una salvaguarda frente a pandemias porque ¿quién sale a cazar murciélagos pudiendo comprar un pollo por unas pocas monedas?
Y en Europa, a pesar de las campañas, activistas y prensa que se posicionan contra la carne, su consumo en los últimos 10 años ha seguido aumentando.
EL AUTOR. Juan Pascual Beitia es veterinario y autor del libro “Razones para ser omnívoro. Por tu salud y la del planeta”, un libro que indaga en la condición omnívora de los humanos, analiza los grandes desafíos a los que se enfrenta el mundo para erradicar el hambre, estudia la producción de alimentos necesarios para una creciente población, y todo ello desde el obligado respeto al bienestar animal: Razones para ser omnívoro. Por tu salud y la del planeta (n/a): Pascual Beitia, Juan: Amazon.es: Libros
1/ Es evidente que nos gusta comer productos de origen animal: leche, huevos, carne o pescado. A pesar de la mala prensa de la ganadería el consumo de carne sigue aumentando en Europa y en el mundo. Tiene su explicación Les invito a un viaje desde la U. de Stanford hasta el… pic.twitter.com/Q89vaqxtNS
Especialistas analizan y advierten sobre los supuestos documentales que muestra Netflix, que en realidad son sesgados a favor de la comida vegetal en perjuicio de los alimentos de origen animal.
España | European Livestock Voice* | Todo El Campo | A lo largo de los últimos años, hemos visto varios documentales, algunos incluso pueden decir ‘docuficciones’, que presentan el sector ganadero y el consumo de carne de forma negativa y generalizada. Pero ¿a qué se debe esto?
¿Podría deberse a que un tema tan candente atrae fácilmente al público y a los inversores? Los llamados documentales como «Cowspiracy», «Seaspiracy», «At the Fork», «The Meat Lobby: Big Business Against Health?», etc., por mencionar solo algunos, han sido promocionados a través de diferentes servicios de streaming y la última miniserie en Netflix, titulada «Eres lo que comes» es solo un ejemplo de ello. El objetivo siempre parece ser el mismo: provocar una reacción de los espectadores al revelar aparentemente verdades no dichas por parte de la siempre presente industria grande y mala.
METODOLOGÍAS INESTABLES, PUNTOS DE VISTA DE ACTIVISTAS POR LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES Y GIROS EN LA TRAMA.
Todas estas películas o series contienen los mismos ingredientes: una mezcla de metodologías inestables, puntos de vista de activistas por los derechos de los animales y algunos giros aleatorios en la trama que pueden ser difíciles de seguir. «You Are What You Eat: A Twin Experiment» es un documental en el que gemelos genéticamente idénticos cambian sus dietas y estilos de vida durante ocho semanas en un experimento para ver cómo ciertos alimentos afectan al cuerpo (spoiler: los de origen vegetal ocupan un lugar central). Pero, ¿cuál es la base científica?
Algunos nutricionistas y expertos en salud animal recurrieron a las redes sociales para compartir sus puntos de vista sobre estos últimos esfuerzos.
Presentado como seguimiento de un estudio dietético en gemelos, el tiempo dedicado a la prueba de “eres lo que comes” es marginal, insuficiente para producir resultados sólidos. Juan Pascual, veterinario, experto en sanidad animal y autor del libro Razones para ser omnívoro, señala que “la producción está financiada por la Fundación Vogt, cuyo objetivo es promover una dieta basada en plantas. Además, el médico a cargo del estudio, Christopher Gardner, se describe a sí mismo como mayoritariamente vegano y admite en el artículo publicado que ha recibido financiación de Beyond Meat, la empresa de hamburguesas a base de plantas.
“Desde un punto de vista puramente científico, el estudio está lleno de errores metodológicos” -comenta Juan Pascual- “Durante las primeras cuatro semanas, la comida que se da a los participantes del estudio está controlada, pero después de eso, cada participante cocina su comida, lo que hace que el estudio sea inexacto. Cada par de gemelos tiene diferentes objetivos, como ganar masa muscular o perder grasa visceral. No se dice nada sobre el resto de comportamientos de los participantes: tabaquismo, sedentarismo, etc., que son factores importantes, además de la dieta, que tienen un gran impacto en la salud”.
“Era injusto y deshonesto que cada vez que los expertos de la película mencionaban la carne, mostraban una imagen de comida rápida”, comenta la nutricionista Diana Rodgers. “La carne no significa comida ultraprocesada. Hay muchas maneras saludables de equilibrar un plato que incluye carne. Un bistec con ensalada y brócoli asado difiere de una hamburguesa de comida rápida con papas fritas, salsas y un refresco grande, sin embargo, a menudo estamos condicionados a pensar que la carne equivale a comidas poco saludables. Los seres humanos han estado comiendo carne durante unos 3,5 millones de años. Sin embargo, es solo en el último siglo que nos hemos visto inundados con tanta comida chatarra ultraprocesada, ‘hiperpalatable’ y alta en calorías. Está muy lejos de lo que comían nuestros antepasados. Por esta razón, deberíamos encontrar las causas de nuestro reciente y dramático aumento de enfermedades relacionadas con el estilo de vida, como la diabetes tipo 2 y la obesidad, en las dietas modernas, incluidas las veganas”.
«Además, el fundador de una empresa de quesos veganos dice a los espectadores que el queso es tan adictivo como algunos medicamentos, lo cual no es cierto, y son comunes las afirmaciones falsas de que una dieta vegana puede prevenir la diabetes, el Alzheimer o el ictus”, continúa Juan Pascual. Todas las películas distribuidas por los servicios de streaming de entretenimiento intentan exponer las «tácticas ocultas» de los lobbies de la industria alimentaria para proteger sus ganancias, revelando alguna “verdad oculta” detrás de las industrias cárnica y láctea que nadie te dirá. En definitiva, se trata de una lista de falsedades y contradicciones propias de la propaganda. La pesca y la acuicultura también están desacreditadas para asegurarse de que todos los seres vivos y sintientes reciban una mención.
Desde el punto de vista científico, los resultados del estudio no son definitivos. El colesterol LDL es más bajo en la dieta basada en plantas, pero también pierden mucha más masa muscular, lo cual es bastante malo, y los triglicéridos son más altos en los participantes basados en plantas. El grupo vegano también tuvo una disminución en la vitamina B12 en un 25% y el colesterol HDL, que son todos cambios negativos que son factores de riesgo conocidos para el aumento de las enfermedades cardíacas. En otras palabras, el experimento intercambia un cambio bueno (LDL) por dos cambios malos (HDL y triglicéridos).
LA MAYORÍA DE LAS PERSONAS PREFIEREN UNA DIETA OMNÍVORA
“Todos estos cambios duraron solo ocho semanas, por lo que no sabemos si estas tendencias continuarán”, agrega Diana Rodgers. “La vitamina B12 también es un nutriente crítico para la función cerebral, y las deficiencias pueden conducir a la depresión, que es más común en las poblaciones veganas que en las omnívoras. No existen fuentes reales de B12 en una dieta vegana, y las deficiencias son bastante graves, especialmente para las mujeres embarazadas y los niños, causando daño cerebral permanente en los recién nacidos. ¿Por qué no se menciona esto en la película?”
La mayoría de los veganos también estaban en camino a una grave deficiencia de vitaminas, y aunque el grupo vegano perdió peso, perdieron principalmente músculo, no grasa. Para perder grasa corporal y mantener o ganar músculo, es necesario comer más proteínas, lo que favorece el crecimiento muscular, y eso es lo que sucedió en el grupo omnívoro, no en los veganos. Con base en estos hechos, los nutricionistas y profesionales de la salud deben instar a sus pacientes a no volverse veganos porque carecemos de evidencia que lo respalde. Curiosamente, la mayoría de las personas preferían la dieta basada en carne, y solo un participante vegano en el grupo dijo que continuaría siguiendo una dieta vegana después del estudio, ya que los veganos informaron que no estaban satisfechos con esta dieta deficiente.
“Eso dice que los humanos son omnívoros, y una verdadera dieta omnívora es para lo que estamos diseñados para prosperar”, concluye Diana Rodgers.
'Cowspiracy', 'At the Fork', and now 'You are What You Eat'... What's the motivation behind these #food and #livestock related 'documentaries'? And what do experts think?
(*) EL AUTOR. Artículo de European Livestock Voice (La voz ganadera de Europa), un grupo multilateral de socios de la UE con ideas afines en la cadena de valor ganadera que decidió unirse para recuperar un debate equilibrado en torno a un sector que está desempeñando un papel esencial en el rico patrimonio y el futuro de Europa. Las asociaciones, que representan a sectores que van desde la salud animal hasta la alimentación, pasando por la cría y la ganadería, los agricultores y las industrias productoras, tienen como objetivo informar al público sobre el valor social de la producción ganadera y su contribución a los desafíos globales, ofreciendo otra perspectiva en los debates en curso.
El veterinario Juan Pascual presenta los aspectos positivos de la ganadería. Positivos para la biodiversidad y la salud humana entre otros.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | ¿Cuáles son las contribuciones que la pecuaria hace a la biodiversidad? En momentos en que la ganadería es cuestionada al extremo de que algunos países apuestan -erróneamente- a su sustitución bajo consignas ambientalistas, la pregunta planteada es de gran relevancia, porque sin importar toda la publicidad que se invierta para poner a la ganadería y la carne en una posición de desventaja, hasta ahora siempre ha resultado que la carne es el mejor alimento, y el ganado es el mejor amigo del cuidado ambiental, si se produce bien.
Juan Pascual, el veterinario español autor del libro “Razones para ser omnívoro”, escribió en sus redes sociales que quienes acusan a la ganadería de amenazar la biodiversidad “omiten las muchas contribuciones que hace la producción pecuaria que favorecen la biodiversidad”.
Sobre la caza de animales salvajes dijo que “en muchos países del tercer mundo, la caza de animales salvajes es una necesidad para millones de personas que de otro modo no pueden acceder a esos nutrientes”; sin embargo, generan “dos riesgos muy serios”.
El primero de esos riesgos es el impacto que la caza tiene sobre poblaciones de animales salvajes, “como en el caso del pangolín en serio riesgo de extinción”; y el segundo es de tipo sanitario: “La posibilidad de entrar en contacto con microorganismos que se adapten al ser humano, como ha sido el caso del SIDA, Ébola o Covid”, tres enfermedades “con origen en la caza de animales silvestres”.
Ese es un riesgo “mucho más alto en animales cazados” como primates y especialmente murciélagos, “que de animales domésticos pues albergan muchos más virus con potencial patógeno”, destacó el Dr. Pascual.
Por tanto y “como afirma un portavoz de la Wildlife Protection Society, es necesario que las personas que cazan puedan abastecerse de animales producidos en granjas. Quien puede adquirir carne, leche, huevo o pescado por unas cuantas monedas, no sale a cazar murciélagos”, aseguró.
Hasta aquí es claro que la ganadería es una solución para prevenir/evitar los problemas mencionados.
El profesional agrega que también es importante “la contribución que hace a la biodiversidad el ganado con su papel en la prevención de incendios. Allá donde pasta el ganado hay menos incendios y menos graves”, un dato no menor considerando lo destructivo del fuego y los efectos que tiene en la diversidad y el medio ambiente.
Por otra parte, “el ganado genera al 50% de los fertilizantes del planeta. Y en muchos lugares aún hoy es el combustible de elección. Sin animales se utilizarían muchos más combustibles fósiles”, aseguró.
Otro factor positivo es que “donde pasta el ganado, el suelo gana y retiene más carbono”, por ejemplo “en Canadá el CO2 equivalente a 3,6 millones de vehículos”.
Además, Pascual menciona otros elementos positivos de la ganadería, que parecen menores, aunque no lo son, como las ovejas que transportan semillas en la lana contribuyendo a la biodiversidad vegetal; las razas caninas que “desarrollan todo su potencial cuando están con el ganado”; o lo que sucede en Escocia con las vacas que consumen hierbas duras y secas permitiendo “la aparición de numerosas especies de flores que atraen multitud de mariposas”. Ese mismo factor “hace que se conserve la pradera en Norteamérica y que numerosas aves sigan nidificando en ellas”, cosa que no podrían hacer en campos cultivados.
Concluyó señalando que a todo lo anterior se suma “las innumerables razas de animales domésticos que la ganadería preserva”, porque en caso contrario seguramente ya habrían desaparecido.
1/ Algunos acusan a la ganadería de ser una actividad que amenaza, en ciertos contextos, la biodiversidad. Pero se omiten las muchas contribuciones que hace la producción pecuaria que favorecen la biodiversidad. Veamos el reverso de la moneda. Abro hilo: 👇 pic.twitter.com/vJmT3oOghK