Es la quinta emergencia en lo que va del período de Gobierno. En esa zona se pasó de la peor sequía a una de las mayores inundaciones de la historia.
Montevideo | Todo El Campo | En conferencia de prensa de 16 minutos, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, dijo que la emergencia agropecuaria es para una zona de 1,2 millones de hectáreas, seis seccionales de Treinta y Tres y seis de Rocha, incluyendo los rubros afectados: “Ganadería, agricultura y algo de lechería”.
Agregó que el arroz lleva una cosecha “avanzada” y que también está la cosecha de soja. Los excesos de agua afectan “la calidad del grano y la productividad”, explicó, y sobre la ganadería dijo que “los productores tienen que retirar el ganado a las zonas más altas para salvarlo y darle alimento”.
También hizo referencia a la caminería rural, tema que escapa al Ministerio de Ganadería, pero al cual éste no puede ser ajeno. La emergencia vial declarada permitirá “sacar la cosecha”, y advirtió sobre “la falta de disponibilidad de camiones y la suba de los fletes” que se suma a las precipitaciones y crecidas de ríos y arroyos.
La declaración activa el uso del Fondo Agropecuario de Emergencia (FAE) permitiendo facilidades a los productores que comprende, como “apoyo financiero con alguna ayuda no reembolsable, además se plantearán contingencias forrajeras para compensar las pérdidas de peso de los ganados por la falta de disponibilidad de alimentos”; y los que están por fuera “cuentan con la banca privada y el BROU que dispondrán de sus propias líneas”.
Se declara así “la quinta emergencia en lo que va del período de Gobierno con 18 postergaciones de plazo”, en años con permanentes desafíos climáticos: “Primero por sequía y ahora por exceso de agua”.
El año pasado la ayuda fue de unos US$ 40 millones para productores “en créditos subsidiados, tenemos que seguir porque es la forma en que el productor puede acceder a dinero de rápida y libre disponibilidad y que tiene un retorno con plazos acordados e intereses subsidiados”.
Uruguay no tiene preparación para enfrentar los eventos climáticos.
Mattos comentó que “no estamos preparados para enfrentar situaciones que alternan episodios cada vez más frecuentes y de mayor intensidad”, y enfatizó en que “esta misma zona que está inundada, hace 4 o 5 meses estaba en sequía.
Mencionó la Estrategia Nacional para el Desarrollo Agropecuario (Senda) donde “hay un componente de desarrollo de riego como política de Estado que nos permita enfrentar de la mejor manera la situación”. De cualquier manera, “las inundaciones son muy difíciles de arreglar, las medidas que podemos tomar son fundamentalmente por falta de agua”.
Lo que pasó en Río Grande do Sul, a pocos kilómetros de Uruguay, pudo haber pasado acá y puede pasar en algún momento, por lo que “tenemos que cuestionarnos si tenemos la capacidad y si estamos preparados para afrontar esta emergencia”, planteó el ministro.
“Eso nos puede pasar”, reiteró, “y es un tema que hablamos en todos los foros. La causa del cambio climático es la acción humana, especialmente en los países desarrollados, que se comprometieron a derivar recursos a los países en desarrollo que cada vez son más vulnerables”.
URUGUAY SIGUE CRECIENDO.
A pesar de esa vulnerabilidad y que “el año pasado Uruguay tuvo la peor sequía de la historia, en todo el territorio nacional y con todos los rubros afectados, tuvimos un crecimiento económico de 0,4%, y este año proyectamos tener del 3,5% al 4%”.
“La suerte de nuestra economía tiene que ver con el clima, con el cambio climático y la adaptación que tengamos”, enfatizó.
Por último, Mattos dijo que “las pérdidas están evaluándose” y que el problema es en una zona puntual, porque en la zona núcleo “vamos a tener muy buenos rindes y la calidad no está afectada”.
El sector estaba en proceso de recuperación de las lluvias de 2023, recibiendo este año un nuevo y más duro golpe. Productores estiman que este año no habrá producción.
Montevideo | Todo El Campo | Según Globo Rural y el sitio informativo Terra, el estado de Rio Grande do Sul representa el 15% de la producción de miel de todo Brasil, ahora se espera que a causa de las inundaciones cambien los parámetros productivos de las abejas para este y los próximos años ya que además de afectarse la vegetación se han perdido colmenas.
Las abejas están entre las especies que tardarán más años en volver a la normalidad en cuanto al número como la productividad.
Según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IGBE), en 2022 el estado produjo el 15% de la miel de Brasil, con 9.000 toneladas y cuenta con 37.000 de las 100.000 propiedades dedicadas a la apicultura en el país.
Patric Luderitz, vicepresidente de la Federación de Apicultura y Meliponicultura de Rio Grande do Sul, dijo a Globo Rural que la realidad para el sector es “catastrófica”, y que a las inundaciones de 2023 se agregan ahora las de mayo de 2024.
Se perdió el 10% de la población de abejas, agregó, y explicó que la apicultura de Rio Grande do Sul tardará al menos dos años en recuperarse, “dependiendo del clima y de los recursos” que tengan para invertir en el sector.
También financieramente el daño es bastante impactante. Se estima que el valor de la producción brasileña de miel alcanza los mil millones de reales.
Asimismo, preocupa la llegada del invierno, porque sin alimentación las abejas afrontarán la temporada muy debilitada, lo que puede incrementar las pérdidas.
Abner Furtado, presidente de la Asociación Gaucha de Apicultores, dijo a Globo Rural que los trabajadores ya están “pensando que este año no habrá producción”.
Se extenderá por 120 días y abarca 12 seccionales policiales en los departamentos más afectados por el exceso hídrico.
Treinta y Tres | Todo El Campo | El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, firmó la declaración de emergencia agropecuaria por 120 días para las zonas afectadas por exceso hídrico, comprendiendo parte de los departamentos de Rocha y Treinta y Tres.
De acuerdo a la resolución, teniendo en cuenta las actuales condiciones y pronósticos y las evaluaciones realizadas por los técnicos y el Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), que actúan como órgano asesor del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) en la Comisión de Emergencia Agropecuaria, el ministro Mattos firmó la resolución.
El texto declara en emergencia algunas seccionales policiales de los departamentos de Rocha y Treinta y Tres.
Las seccionarles de Rocha son 2a, 3a, 4a, 5a, 6a y 9ª; y las de Treinta y Tres 1a, 2a, 3a, 7a, 9a y 10a.
Los productores comprendidos en esas seccionales podrán acceder al Fondo de Emergencia Agropecuaria que queda activo una vez declarada la emergencia.
El MTOP informó que “el puerto de Bella Unión ya ha vuelto a operar tras estar inhabilitado por dos semanas debido a la crecida del río Uruguay, que alcanzó los 9 metros”.
Ahora se están realizando labores de limpieza en las instalaciones.
“En La Charqueada, el nivel del agua ha descendido a 4 metros, permitiendo la restauración de la luz en las instalaciones y la reactivación del muelle”.
En cuanto al puerto de Mercedes sigue en situación crítica, con oficinas evacuadas y funcionando temporalmente en la calle Rodó.
Villa Soriano aún no ha reanudado completamente sus operaciones en el muelle.
Los pasajes de balsa en el río Negro, como los de Picada de Ramírez, de San Gregorio de Polanco, siguen inhabilitadas.
La situación ha generado inquietud en la población, afectando a productores, trabajadores y estudiantes, y se han recibido numerosas consultas al respecto.
Se espera que en las próximas 48 horas los servicios puedan reanudarse, garantizando la seguridad de las personas y los recursos materiales.
Los bloqueos y la dificultad de acceso impiden el transporte de animales y la llegada de alimento a las propiedades.
Brasil | Todo El Campo | La mayoría de los negocios en las regiones afectadas por las lluvias han suspendido o suspenderán sus actividades. Los bloqueos y la dificultad de acceso impiden el transporte de animales y la llegada de alimento a las propiedades.
Con las carreteras bloqueadas y el aumento del nivel del agua, el procesamiento de alimentos se ha visto afectado en Rio Grande do Sul, y el impacto debería aparecer pronto en los supermercados, con una reducción en el suministro. Al menos esa es la proyección que hace la Asociación Avícola Gaucha (Asgav), ya que las empresas del sector tienen sus operaciones reducidas o suspendidas. La cantidad exacta aún se está planificando, pero el informe indica 12 unidades con una suspensión de muerte de un turno o más.
El presidente de Asgav, José Eduardo dos Santos, dijo “la Serra está totalmente interdicta, el Valle de Taquari también. Si no buscamos una salida alternativa, es posible que ya tengamos algún tipo de dificultad. No habrá escasez total, pero creo que habrá una reducción de la oferta en los próximos dos o tres días”.
Además de las unidades que se encuentran inundadas, los bloqueos y aislamientos de diferentes puntos del estado impiden el transporte de animales y también la llegada de alimento a las propiedades, razones por las cuales se estima esta dificultad en el abastecimiento.
En Roca Sales, en el Valle de Taquarí, JBS tuvo que cerrar las actividades de la planta de alimentos listos para consumir porque el agua llegó al lugar.
Una situación similar se percibe en las empresas porcinas. Además de los mataderos con problemas por inundaciones, no es posible acceder a diferentes regiones del estado. Tampoco es posible tomar alimentos. Esto debería conducir a un aumento en el número de animales en las granjas.
Rogério Kerber, presidente de la Unión de Industrias de Productos Porcinos del estado (SIPS), observó: “No es posible ir al interior para sacar la producción del campo. Cada día que pasa, hay un problema adicional”.
También está el drama de los empleados, que se enfrentan a inundaciones y pérdidas en el lugar donde viven. Todo esto hace imposible que las unidades funcionen.
“No depende de las empresas, depende de la infraestructura pública para quitar barreras, recuperar puentes caídos. Eso es cosa que llevará días”, reflexionó el titular de SIPS.
En las industrias lácteas, según Sindilat/RS (sindicato lácteo), el 40% de la leche recolectada en el estado está teniendo problemas de retraso, recepción o imposibilidad de recolectar volúmenes en las propiedades.
Guilherme Portella, presidente de Sindilat/RS señaló: “La situación es súper compleja, las empresas están hora a hora tratando de cooperar, para poder tomar la leche más cerca de sus plantas y fábricas, haciendo este intercambio entre ellas, para que se llegue al mayor número de productores, para que todos puedan usar la leche” que producen.