La inteligencia artificial y el talento humano.

La inteligencia artificial y el talento humano.

Si hay algo que debemos asumir es que la inteligencia artificial vino para quedarse, resistirnos no es una opción.

Buenos Aires, Argentina | PwC Argentina | Todo El Campo | Las herramientas digitales disponibles hoy en día, impulsan a diferentes áreas de la gestión empresarial a asumir un rol más estratégico dentro de las organizaciones, tanto a través de la automatización de funciones meramente operativas, como de la disposición de información cuantitativa y de calidad oportuna que facilitan la toma de decisiones.

En este contexto la inteligencia artificial (IA) ha ganado protagonismo en la búsqueda de eficiencia en el logro de los objetivos en un entorno de cambio constante. La Emerging Technology Survey 2023 de PwC US muestra cuán valiosa ha sido una IA diferenciadora, con capacidad para acumular nuevos datos rápidamente, analizar patrones y luego proporcionar información y orientación predictiva. Así mismo, se puede indicar que la IA utiliza técnicas que tratan de imitar la forma en que los seres humanos aprendemos, procesamos la información y tomamos decisiones.

En la 27ª Encuesta Global de CEOs de PwC, el 70% de los directores ejecutivos aseguran que, a largo plazo, la IA tendrá un efecto material en la forma en la que sus empresas crean y captan valor.

Considerando todo lo descrito, una de las áreas que más podría beneficiarse es la de gestión de talento humano. Hoy en día, ya existen innovaciones que se han originado y que están orientadas para mejorar los procedimientos que intervienen en cada una de las etapas de proceso de gestión del talento humano como la selección del personal, experiencia del empleado, gestión del desempeño y desarrollo.

Comenzando desde el reclutamiento y selección de talentos, encontramos la automatización de este proceso donde la IA puede analizar currículums, identificar candidatos relevantes y preseleccionar perfiles según nuestras indicaciones previas. De este modo, puede colaborar en la identificación de perfiles ajustados a determinada posición que se encuentren en búsqueda activa de empleo, y también a los que no, pero que podrían ser valiosos para la organización. A través de “chatbots” se puede automatizar una primer entrevista de “screening”, o de conocimientos técnicos que ofrezca como resultado un breve informe que permita tener un mejor acercamiento a los postulantes, optimizando los tiempos del proceso y permitiendo a los evaluadores trabajar directamente con los postulantes más ajustados a la posición y a la organización.

Si pensamos en su aplicación con la experiencia del empleado se están implementando “chatbots” y “asistentes virtuales” que responden preguntas frecuentes, proporcionan información sobre beneficios y políticas, y promueven la mejora de la comunicación interna. En esta misma línea también se ha pensado en la implementación de encuestas de evaluación de clima, entre otras, con mayor periodicidad y que ayuden a solucionar problemas.

Por otro lado, la IA puede proporcionar análisis de desempeño en tiempo real, permitiendo la identificación de problemas antes de que afecten gravemente la productividad y aplicación de medidas de remediación para que el impacto sea el menor posible.

Algo fundamental y que no puede faltar en la gestión del talento es el desarrollo. En este sentido, las IA pueden ayudarnos a analizar competencias, evaluar habilidades y diseñar planes de capacitación y desarrollo, teniendo en cuenta los objetivos organizacionales y también los de los colaboradores. Es decir que, además, con la ayuda de la IA, se puede aumentar el grado de satisfacción y retención de talento mediante nuevas y personalizadas experiencias de formación y desarrollo.

La IA dejó de ser un dominio exclusivo de los expertos en datos y de los ingenieros de software ya que está altamente disponible, lo que permite que todo aquel que quiera, pueda participar de este proceso de creación y captación de valor.

Si bien los beneficios que puede generar la aplicación de la IA en el área de talento humano son significativos, es importante ofrecer a los empleados incentivos, no sólo para utilizar la nueva tecnología, sino también para redefinir sus puestos de trabajo con el objetivo de redireccionar sus esfuerzos luego del uso de IA. Otro aspecto importante es que resulta indispensable contar con colaboradores que desarrollen capacidades de IA de manera responsable a modo de incrementar la confianza en este tipo de herramientas.

ÍNDICE LATINOAMERICANO DE INTELIGENCIA ARTIFICIAL: URUGUAY 54,99 PUNTOS.

Es importante mencionar además que a nivel regional el desafío es el desarrollo de la IA en profundidad. Según el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA) elaborado por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial de Chile (Cenia), “la penetración relativa de habilidades tecnológicas y disruptivas”, vinculadas a la IA, es menor en América Latina (2,16%) que en el resto del mundo (3,59%).

Este índice se centra en cinco aspectos, que incluyen los elementos necesarios para que se desarrolle un sistema de IA robusto en cada país, los niveles de investigación y desarrollo, además de la gobernanza.

Es así que como parte de este índice se otorgó 73,21 puntos a Chile y 65,31 a Brasil. Uruguay figura con 54,99 puntos. Seguido por Argentina (54,76 puntos), Colombia (53,18 puntos), México (48,55 puntos), Perú (41,66 puntos), Costa Rica (38,97 puntos), Panamá (24,66 puntos), Ecuador (22,17 puntos), Paraguay (18,82 puntos) y Bolivia (15,10 puntos).

La inteligencia artificial no garantiza la eficacia frente a los retos en la gestión de talento humano, ni tampoco en otras áreas. Su uso debe estar gestionado con base en el análisis y monitoreo de la información, y debe estar en revisión constante teniendo en cuenta los posibles sesgos de quienes realizan las configuraciones.

Es importante entender que es una herramienta y, como tal, depende de nosotros el uso que le demos.

Si hay algo que debemos asumir es que la IA vino para quedarse, resistirnos no es una opción. Su desarrollo y evolución continuará, nos subamos o no a su barco. Incorporar soluciones con IA permitirá a las empresas avanzar hacia el futuro de forma ágil y permanecer.

Referencias:

PwC US – Emerging Technology Survey 2023: 2023 Emerging Technology Survey: PwC

PwC – Encuesta Anual Global de CEOs: 27° Encuesta Anual Global de CEOs – Capítulo Uruguay (pwc.com.uy)

Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial: Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial | IA para el desarrollo sostenible de América Latina (indicelatam.cl)

Los desafíos de la inteligencia artificial.

Los desafíos de la inteligencia artificial.

En muchos aspectos la IA es un desafío grave y delicado, para el agro es una puerta a las oportunidades.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | La humanidad debió haberlo imaginado, o quizá lo hizo pero no creyó en su asombroso desarrollo. Asombroso porque no tiene límites, y por la velocidad en que se dan los cambios y avances. Cuando las personas apenas asimilan los últimos logros de la inteligencia artificial (IA), ésta redobla la apuesta y genera nuevos desafíos. No hay singularidad más rara: el ser humano, creador de esa tecnología, también corre detrás de ella sin poder alcanzarla.

La pregunta que todos se hacen en foros y exposiciones de todo nivel es si hay un límite, si después de haber llegado a determinado punto ya no habrá un escalón más, un giro de tuerca que nos ponga otra vez ante el abismo.

Solo el ser humano es capaz de poner un freno a la carrera infinita de la IA, y podrá hacerlo con un fuerte sentido de la ética, anteponiendo la humanidad a su insaciable deseo de cambiar, innovar, descubrir y llegar más allá. La mala notica es que la ética humana no parece estar en sus mejores niveles.

En noviembre de 2023 Estados Unidos se convirtió en el primer país en emitir un decreto que tenía como finalidad controlar el desarrollo de sistemas de IA. Esa es la única respuesta que tienen los países, las normas legales que fomentan, prohíben o controlan como en este caso, pero sabemos bien que los límites legales no resultan si el atractivo o el beneficio que se obtiene por la actividad en cuestión es mayor que la pena. Ni siquiera así, porque donde hay pena de muerte también hay delincuentes. Las personas no dejan de cometer delitos por temor a la ley, sino por una decisión ética en su fuero interno. Es una decisión moral, no legal. Lo mismo ocurre y ocurrirá con la IA.

Portales y publicaciones especializados advierte sobre un explosivo crecimiento del fraude impulsado por la IA, incluyendo documentos falsos, usurpación de identidad, deepfakes (falsificaciones pornográficas). El mes pasado 447 intelectuales de Australia, Brasil, Canadá, China, Estados Unidos, Italia, Japón, México, Reino Unidos y Venezuela, publicaron una carta abierta pidiendo a los gobiernos de todo el mundo que tomen medidas sobre estos temas, principalmente contra los deepfakes.

Otro problema de la IA es su uso indebido en campañas políticas interviniendo, desvirtuando y afectando seriamente la calidad democrática de los países y los ciudadanos. En Uruguay ya se han levantados voces advirtiendo sobre la necesidad de plantear regulaciones, pero difícilmente eso sea efectivo.

EL GIRO AGROPECUARIO.

Pero no todo es malo. En el agro hay una utilidad creciente de la IA, siempre buscando mejorar la producción, desde una semilla que se convierte en planta, o un embrión que luego será un animal de producción mejor que los anteriores. Inclusive un chip en una máquina garantiza una mejor funcionalidad, y todo redunda positivamente en favor de la principal actividad económica del país.

Los ejemplos de IA aplicada a la agropecuaria pueden ser tantos como los que ofrezca el buscador de Google si escribimos inteligencia artificial en agricultura y ganadería.

Al inaugurarse una nueva Expoactiva, Edgardo Rostán, presidente de la Cámara Uruguaya de Servicios Agropecuarios (CUSA) dijo que entre 2000 y 2005 Uruguay tuvo un “gran quiebre” en la adopción de tecnologías. “Primero con maquinaria usada que se fue incorporando, para luego comenzara a adquirir equipos nuevos que modificaron totalmente la forma de producir”.

En declaraciones a radio Uruguay agregó que incorporar sistemas digitales, satélite y también IA generó un giro agropecuario “propiciado velocidad, eficiencia y mayor cuidado del medio ambiente”.

Antes “todo era mecánico, hoy es digital” mejorando la producción y la forma de trabajo del personal.

Precisamente, es en la preparación del personal lo que representa “hay un problema” para el agro: “La capacitación es un debe”, observó.

Hacia eso debemos apuntar.

Los desafíos de la inteligencia artificial.

En tiempos de sostenibilidad y cuidado energético preocupa el alto consumo de ChatGPT.

“El consumo energético de ChatGPT es un llamado de atención. Al compararlo con los consumos cotidianos de hogares, fábricas y vehículos, la magnitud de su impacto ambiental se revela de manera elocuente”.

Montevideo | Todo El Campo | La inteligencia artificial deslumbra a la humanidad. Es tanto lo que se puede hacer con esa herramienta que todos miramos hacia ella encandilados con su brillo, como antes, hace algunos cientos de años, los americanos originarios se encandilaban con los espejitos y vidrios de colores que les ofrecían algunos europeos.

Lo paradójico es que eso mismo que nos maravilla también nos asusta, porque nos sentimos vulnerables ante el desarrollo vertiginoso de esa herramienta que parece no tener límites.

Por otra parte, se advierte que además de esos desafíos que vaya a saber a dónde nos llevan, el uso de la inteligencia artificial implica un importante consumo de energía, rompiendo con la sostenibilidad y el cuidado energético que tanto se reclama en todo el mundo.

Resulta que ChatGPT, esa aplicación de chatbot de inteligencia artificial desarrollado el año pasado por OpenAI, en un día consume lo mismo que 150 viviendas al año, lo que no pasa desapercibido ni es ambientalmente inocuo.

Durante su fase de entrenamiento el modelo ChatGPT-3 requirió hasta 78,437 kWh de electricidad, que es una cantidad igual al consumo eléctrico de una vivienda promedio en España durante aproximadamente 23 años.  

Así de importante es el consumo de energía asociada a ChatGPT.

Un análisis de World Energy Trade compara el consumo de ChatGPT con el de otras actividades humanas.

“Si llevamos esa comparación al ámbito industrial y contrastamos el consumo de ChatGPT con el de una fábrica promedio, los números revelan una historia sorprendente. Mientras que una fábrica puede requerir 500 MWh al día, ChatGPT equipara este consumo diario”, dice el texto.

Si vamos al transporte y comparamos el consumo de ChatGPT con el de un automóvil eléctrico eficiente, “la discrepancia es asombrosa. Una sola interacción con ChatGPT podría consumir más energía que conducir un automóvil eléctrico por 500 kilómetros”.

Esos datos desencadenan “interrogantes sobre la viabilidad de las herramientas de IA en un contexto industrial que demanda eficiencia energética”. La pregunta es ¿hasta qué punto estamos dispuesto avanzar en la inteligencia artificial si tan es su costo energético y por lo tanto ambiental?

Como conclusión se señala: “El consumo energético de ChatGPT trasciende las métricas; es un llamado de atención. Al compararlo con los consumos cotidianos de hogares, fábricas y vehículos, la magnitud de su impacto ambiental se revela de manera elocuente”.

Con datos de World Energy Trade | Foto de portada Sergeitokmako – Pixabay.

La inteligencia artificial genera “creciente huella de carbono”.

La inteligencia artificial genera “creciente huella de carbono”.

La huella de carbono de la IA es tan alta como la del sector de la aviación, y se espera que las emisiones de CO2 crezcan considerablemente en los próximos años.

Montevideo | Todo El Campo | La inteligencia artificial, que llegó para revolucionar la tecnología moderna y futura, es una fuente de contaminación ambiental de un costo que comienza a ser observado por los profesionales y académicos.

La Facultad de Ciencias de la Universidad de Copenhagen (Dinamarca) señaló que la inteligencia artificial “tiene un costo”, precisamente por ser inteligente.

“Se estima que la huella de carbono del sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones ya es al menos tan alta como la del sector de la aviación, y con cada vez más digitalización y soluciones de IA que consumen mucha energía, se espera que las emisiones de CO2 crezcan considerablemente en los próximos años”, expresa la casa de estudios.

Debemos ser conscientes del coste medioambiental de la implementación de la inteligencia artificial, planteó Raghavendra Selvan, profesor adjunto que no aboga por limitar el uso de soluciones inteligentes, sino por encontrar formas de hacerlas más ecológicas y, al mismo tiempo, obtener beneficios en diferentes aplicaciones.

“A menudo hablamos de cómo utilizar los métodos de inteligencia artificial (IA) para avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, pero rara vez hablamos del hecho de que la IA en sí misma tiene una gran huella de recursos subyacentes, incluido un alto consumo de energía. Incluso cuando una tecnología se utiliza para una aplicación ecológica, no debería impedirnos preguntarnos si la tecnología en sí es ecológica o no”, dijo el docente.

ALTO COSTE ENERGÉTICO = ALTA HUELLA DE CARBONO.

En una investigación, Selvan busca la forma de reducir la huella de carbono del aprendizaje automático y crear conciencia sobre los costos de los datos, lo que denomina IA consciente del clima.

“A nivel micro, podemos hacer que los algoritmos sean más rápidos y eficientes, lo que reduciría su uso de recursos. Por ejemplo, se podría ver cómo reducir el número de bits utilizados para hacer los cálculos, y cómo reducir los cálculos que son redundantes”, explicó.

Además, “debemos evaluar continuamente si necesitamos todos los datos que tenemos almacenados. La noción de ‘datos oscuros’ se refiere a los datos que se generan pero que nunca se vuelven a mirar. Algunas estimaciones sugieren que más de la mitad de los datos almacenados en los centros de datos son esos ‘datos oscuros’. Este tipo de datos inactivos en los centros de datos consumen energía, y eso es redundante”.

TODO COMIENZA CON LA TOMA DE CONCIENCIA.

Selvan espera que informar sobre los costos ambientales del desarrollo y la implementación de tecnología de uso intensivo de energía, como la IA, pronto se convierta en una realidad en muchas industrias. Especialmente para las industrias intensivas en datos, donde la aplicación de tecnología verde podría convertirse en una certificación importante, incluso exigida por las leyes.

“Algunos centros de datos y servicios en la nube ya están anunciando sus productos para que sean más ecológicos. Estamos viendo que los clientes que se preocupan por su impacto ambiental optan por usarlos. Pero otros sectores de datos no han comenzado a hacer esto, en primer lugar porque las herramientas para medir y reportar no están lo suficientemente maduras, y en segundo lugar porque hay una falta de conciencia”, reflexionó el docente.

La humanidad ya tiene “mucha conciencia de volar menos, pero cuando se trata de datos, aún no es de conocimiento común. Espero que el trabajo que mis colegas y yo estamos haciendo ayude a que los investigadores, la industria y el público sean conscientes de esto. Hace que sea mucho más fácil actuar sobre algo si estás informado”, concluyó.

Imagen de portada: djovan | Pixnio.

Uruguay ocupa la tercera posición en el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial.

Uruguay ocupa la tercera posición en el Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial.

Con un puntaje de 54,99, Uruguay se encuentra en el tercer lugar del Índice.

Montevideo | Todo El Campo | El 11 de agosto se conoció el primer Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA), que posicionó a Uruguay en un lugar de relevancia.

Publicado en la sede de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), es el primer estudio que revela la situación de la Inteligencia Artificial (IA) en Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Colombia, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Brasil y México, informó la Agencia de Gobierno electrónico y Sociedad de la Información y el Conocimiento (Agesic).

Las posiciones del índice se establecen en función del análisis de cinco dimensiones:

i) factores habilitantes (elementos que son necesarios para se desarrolle un sistema de IA robusto en el país).

ii) investigación, desarrollo y adopción.

iii) gobernanza (nivel de desarrollo del entorno institucional).

iv) percepción (tópicos dominantes en redes sociales y medios digitales).

v) futuro (tendencias académicas y visión de los expertos del impacto social).

Con un puntaje de 54,99, Uruguay se encuentra en el tercer lugar del Índice y obtiene los mejores puntajes en la dimensión Investigación, desarrollo y adopción, con un promedio de 75,95 puntos. Esta dimensión incluye las subdimensiones: Investigación, I+D y Adopción. Nuestro país se destaca especialmente en la subdimensión I+D, que considera los siguientes aspectos: el desarrollo de software en plataformas Open Source y la cantidad de patentes obtenidas; y el número y tamaño de las inversiones entrantes en IA.

Gráfico con los resultados de los indicadores Desarrollo e Innovación de los países: Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Colombia, Uruguay, Paraguay, Costa Rica, Ecuador, Panamá, Brasil y México.

Durante la presentación del ILIA, José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de Cepal, destacó que “los datos obtenidos evidencian importantes diferencias regionales en la subdimensión de Innovación y Desarrollo de IA. Uruguay lidera la tabla a gran distancia de Chile, que ocupa el segundo lugar, con prácticamente el doble de puntaje. En este sentido, afirmó que “el liderazgo de Uruguay se manifiesta tanto en los indicadores de Desarrollo como en los de Innovación. La dispersión de esta subdimensión refleja de buena forma la heterogeneidad del panorama observado a nivel regional”.

Acceda al Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (indicelatam.cl)

El primer Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial fue elaborado por el Centro Nacional de Inteligencia Artificial de Chile, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) y la Organización de los Estados Americanos (OEA), con la asistencia técnica de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y el HAI de Stanford.

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