Los aviones de extinción de incendios están arrojando agua del océano en los incendios de Los Ángeles (Estados Unidos), pero el uso de agua salada suele ser el último recurso.
Montevideo | Todo El Campo | Los Ángeles, Estados Unidos, vuelve a ser noticia por sus incendios forestales, y el uso de agua dulce para combatirlos ha sido un problema por la limitación en la disponibilidad. Los bomberos debieron acudir al agua de océano, y aprovechan la disminución del viento para verterla con precisión en los puntos claves y estratégicos de los incendios.
Los profesionales del fuego prefieren no usar agua salada porque corroe los equipos y daña los ecosistemas: pequeñas cantidades de sal utilizadas como fertilizantes no daña las plantas, pero las sales excesivas pueden estresar y matar las plantas.
CIENTÍFICOS ESTUDIAN LOS EFECTOS DEL AGUA SALADA EN LOS MONTES.
Si bien las consecuencias de agregar agua de mar a los ecosistemas aún no se comprenden bien, podemos obtener información sobre qué esperar al considerar los efectos del aumento del nivel del mar, señala un artículo publicado en The Conversation el 13 de enero, cuyo autor Patricio Megonigal, ecólogo de ecosistemas, investigador de Global Change Research Wetland y especialista en Ecología de Ecosistemas, Biogeoquímica, Ciencia del Suelo, Ecología de Humedales, Ecología Forestal, Ciencia del Cambio Climático y Ciencia del Carbono Azul. (Más información en Centro de Investigación Ambiental del Smithsonian).
En su calidad de ecólogo, Megonigal dirige un novedoso experimento llamado Tempest (*) que fue diseñado para comprender cómo y por qué los bosques costeros históricamente libres de sal reaccionan a sus primeras exposiciones al agua salada.
“El aumento del nivel del mar ha aumentado en un promedio de aproximadamente 8 pulgadas (unos 20 cm) a nivel mundial durante el último siglo”, y esa situación “ha empujado el agua salada a los bosques, granjas y vecindarios de EE.UU. que anteriormente solo conocían agua dulce. A medida que se acelera el ritmo de aumento del nivel del mar, las tormentas empujan el agua de mar cada vez más lejos en la tierra firme, lo que finalmente mata árboles y crea bosques fantasmas (**), como resultado del cambio climático que está muy extendido en los EE.UU. y en todo el mundo”, escribió Megonigal.
En los estudios de Tempest se bombea agua saldada que se esparce en la superficie de bosques saturando el suelo por diez horas, “esto simula una oleada de agua salada durante una gran tormenta”.
Los investigadores “están tratando de comprender todos los factores que limitan la tolerancia del bosque al agua salada y cómo nuestros resultados se aplican a otros ecosistemas como los del área de Los Ángeles”, agregó, y advirtió que la sal causó que “la arcilla y otras partículas se dispersaran y se movieran en el suelo. Tales cambios en la química y la estructura del suelo pueden persistir durante muchos años”.
El artículo concluye: “El agua del océano puede ayudar a combatir incendios”, sin embargo “hay razones por las que los funcionarios de bomberos prefieren las fuentes de agua dulce, siempre que la haya disponible”.
“Mientras tanto, las costas de Estados Unidos se enfrentan a una exposición más extensa y frecuente al agua salada a medida que el aumento de las temperaturas globales acelera el aumento del nivel del mar que ahoga bosques, campos y granjas, con riesgos desconocidos para los paisajes costeros”.
La empresa forestal presentó innovaciones que aseguran la vigilancia continua mediante un sistema satelital, que complementa las cámaras y patrullaje aéreo para reforzar la detección y respuesta ante incendios, con una inversión total de US$ 2,5 millones en 2024.
Montevideo | Todo El Campo | Con el objetivo de reforzar sus medidas de prevención y detección de incendios forestales, Montes del Plata emplea la vigilancia satelital en el 100% de sus áreas forestales. Esta iniciativa asegura que toda su extensión de bosques y áreas naturales esté monitoreada las 24 horas del día, complementando un sistema integral de prevención, detección y respuesta rápida que la compañía optimizó con esta innovación, de cara a la temporada de incendios.
Montes del Plata protege actualmente más de 300.000 hectáreas, 100.000 ha son de áreas naturales como pastizales, montes nativos, palmares y humedales, distribuidas en 16 departamentos del país, con un conjunto de tecnologías avanzadas de detección.
La incorporación del sistema satelital, que opera de manera continua las 24 horas, se complementa con una red de 65 cámaras con inteligencia artificial gestionadas en conjunto con la Sociedad de Productores Forestales (SPF), permitiendo identificar humo o fuego en tiempo real. Además, se realizan rutas con aviones de observación para llegar al cien por ciento de la superficie protegida.
De esa forma, Montes del Plata se posiciona a la compañía como empresa líder en prevención de incendios en la región.
LOS TRES PILARES.
Juan Bide, gerente de Patrimonio y referente del área de Gestión de Incendios de Montes del Plata, comentó que el “plan se basa en tres grandes pilares: prevención, detección y respuesta. El cambio climático es una realidad, por eso año a año trabajamos en un proceso de mejora continua para incorporar nuevas herramientas y reforzar estos tres pilares”,
“Desde 2021, en Montes del Plata hemos invertido en nuevas tecnologías para la prevención como es el sistema satelital que se suma a las 65 cámaras de detección; y el combate los 5 aviones y 3 helicópteros que están disponibles durante la temporada estival en un trabajo en conjunto con la SPF. Contamos, además, con 5 equipos forestales con bombas de 10.000 litros de agua, Sistemas de comunicación y georreferencia avanzados y 8 brigadas con personal especializado en diferentes puntos de país”, agregó.
Destacó que ese año se sumó “un dron térmico y un simulador de incendios, lo que nos permite predecir el comportamiento del fuego. Las capacitaciones tanto de los colaboradores de Montes del Plata, de las empresas contratistas son muy importantes para nosotros por lo que hemos capacitado a más de 1.200 personas”.
“Pero no es solo el trabajo a la interna de la empresa. Además, hemos realizado capacitaciones a más de 1.500 personas de las comunidades vecinas que nos han pedido capacitarse”, añadió Bide.
DATOS. DEL PLAN DE PREVENCIÓN.
Algunos datos del plan de prevención, detección y combate de incendios forestales de Montes del Plata:
PREVENCIÓN:
• Más de 1200 personas capacitadas de MdP y contratistas.
• Más de 15.000 kms de cortafuegos limpios (8 veces el contorno del Uruguay) .
• 1,500 personas de la comunidad capacitadas.
• 1190 fuentes de agua relevadas, georreferenciadas y acondicionadas.
DETECCIÓN:
• 100% de los predios cubiertos con satélites.
• 65 cámaras con inteligencia artificial (En conjunto con SPF).
• 2 rutas aéreas de detección (En conjunto con SPF).
• WhatsApp Montes del Plata te escucha: 091623300.
RESPUESTA:
• 18 depósitos de herramientas distribuidos en todo el Uruguay.
• 50 frentes de trabajo con herramientas.
• 5 equipos forestales cargados con bombas de 10.000 litros.
• 20 camiones regadores con tanque de 10.000 litros.
• 20 motoniveladoras.
• +40 fire-chief.
• +70 cisternas de agua.
• 8 brigadas profesionales de combate distribuidas en Uruguay.
• Simulador de incendios.
• Dron térmico.
• 5 aviones (3 de ataque +2 coordinación) (En conjunto con SPF).
• 3 helicópteros con brigada de bomberos (En conjunto con SPF).
• 34 pistas de avión con fuentes de agua (En conjunto con SPF).
• Más de 1300 fuentes de agua para helicópteros (En conjunto con SPF).
En 2023, hubo unas mil intervenciones por este tipo de incendios, que afectaron 2.705 hectáreas.
Montevideo | Todo El Campo | El 1 ° de noviembre se presentó el Plan Nacional de Protección Integral frente a Incendios Forestales y de Campo de la temporada 2024-2025, que coincide con la entrada en vigor de la prohibición de realizar fuegos o quemas al aire libre hasta el próximo 30 de abril.
En la actividad, participaron el director del Sistema Nacional de Emergencias, Santiago Caramés; el titular de la Dirección General Forestal, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Carlos Faroppa; el director de Meteorología y Clima, del Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet), Néstor Santayana; el encargado de la Dirección Nacional de Bomberos (DNB), Richard Barboza; y la presidenta de la Sociedad de Productores Forestales (SPF), Lucía Basso.
Caramés valoró el apoyo del sector privado y las organizaciones sociales que “hacen más fuerte y más largo el brazo del Estado”.
Barboza por su parte sostuvo que la coordinación interinstitucional ha permitido alcanzar un resultado muy bueno. Asimismo, recordó la reciente adquisición de herramientas tecnológicas destinadas a la detección de incendios forestales en etapa inicial, compuesta por un sistema de 20 cámaras ubicadas en la franja costera, desde Colonia hasta La Coronilla. A eso se suma la compra de dos drones, la instalación de un centro de monitoreo y la incorporación de vehículos urbano-forestales.
PREVENIR INCENDIOS.
Se trata de procura prevenir la ocurrencia de incendios forestales y de campo y, en caso de que sucedan, asegurar su detección de forma precoz, así como una inmediata respuesta. En el marco de la ejecución del mencionado programa, se construirán cortafuegos, se realizarán monitoreos permanentes de las situaciones, y se efectuarán simulacros y capacitaciones, entre otras medidas.
Desde el viernes 1° de noviembre y hasta el 30 de abril de 2025, se encuentra vigente lo dispuesto en el decreto 436/007, del 19 de noviembre de 2007, que prohíbe la realización de fuegos o quemas al aire libre en todo el territorio nacional.
La normativa establece, asimismo, que se debe mantener limpios los terrenos y extremar el cuidado en el uso de fuegos artificiales.
En 2023, hubo 1.002 intervenciones por incendios forestales y de campo, que afectaron 2.705 hectáreas.
El cambio climático obliga a vender el ganado a mitad de precio, eso ayuda a quitar carga de los campos y generar ingresos para invertir en alimento y mantener el rodeo local.
Santa Cruz de la Sierra, Bolivia | Todo El Campo | La sequía en Bolivia obliga a los productores a vender el ganado a mitad de precio, al hacerlo quitan carga a campos que ya no brindan alimento, además de que se ahorran la compra de ración. La venta también les permite contar con efectivo para atender a ganados mejor conservados.
El diario cruceño El Deber publicó el caso de Estanislao, un productor que en varios años de experiencia no había visto una cosa igual, y que se aprestaba a vender parte de su ganado en US$ 600 cuando en circunstancias normales lo habría hecho en US$ 1.200.
Es la falta de alimento para los animales lo que obliga a vender, la situación es desesperante.
“Lo que se está vendiendo es porque no hay pasto, y para que no se chiflen, es mejor ir sacándolo”, explicó Estanislao con establecimiento en Pailas. La expresión “chiflar” refiere a que el ganado adelgace por falta de alimento, lo que pondría en riesgo la salud de los animales.
Otros establecimientos de otras regiones ganaderas de Santa Cruz (Tres Cruces, Mora y San Ignacio de Velasco) pasan por lo mismo y los productores rematan sus ganados ante el temor de que mueran por la fuerte sequía, y la pérdida sea total.
Los vendedores suelen ser los más desprotegidos y débiles, productores de menor espalda que dispersan a otros que sí pueden asumir los costos de la alimentación.
“Si la vaca está flaca solo la compra quien tiene alimento suficiente para engordarla”, dijo un técnico ganadero a El Deber.
El problema es la naturaleza y las variaciones que está teniendo en todas partes del mundo, en algunos sitios con más gravedad que en otros. En el caso de Santa Cruz de la Sierra este año no se cumplió con el ciclo climático que hasta ahora garantizaba precipitaciones entre enero y abril, seguido de un período seco a partir de mayo. Las lluvias no se dieron y la sequía se está haciendo sentir gravemente en todo sentido: falta de pasto y de producción de granos utilizados como alimento animal.
Por otra parte, los insumos se encarecieron en un 114,29% al pasar de 140 a 300 bolivianos (Bs), que es la moneda local; es decir US$ 17,32 a US$ 43,30, aproximadamente).
Así, la alimentación balanceada, el maíz y otros insumos que se usan para engordar al ganado, subieron fuertemente encareciendo el proceso de producción y, por ende, la carne en el mercado.
A su vez, la suba de la carne en el mercado local por las razones dichas se ve agravada por acción de los intermediarios, según un comunicado de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), lo que genera una situación perjudicial para los extremos de la cadena, el productor y el consumidor final. El primero produce y vende a un precio determinado, y el segundo paga valores disparados por acción de operadores intermediarios.
CONTEXTO.
Para comprender lo que verdaderamente está pasando, cabe recordar que en julio de este año la gobernación de Santa Cruz declaró la emergencia por sequía e incendios forestales.
En setiembre el país registró más de 70 incendios forestales en los departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando, y en aquel momento se advertía que el fuego había devorado tres millones de hectáreas de importante riqueza natural en pastizales, bosques naturales y vida silvestre.
Foto de portada: AgroSinergia. Con datos de El Deber e información propia de Todo El Campo.
La DGF tiene como misión garantizar una gestión eficiente y sostenible de los recursos forestales del país, y la prevención de incendios es una parte crucial de ese esfuerzo.
Montevideo | Todo El Campo | En un esfuerzo por fortalecer la prevención de incendios forestales, la directora de la División de Manejo Forestal Sostenible de la Dirección General Forestal (DGF), Patricia Escudero, ofreció, una presentación clave en el marco “Vigías: Red de Mujeres Rurales y del Agro para el Cambio Climático”, donde se discutieron los desafíos actuales y las acciones que se están implementando para prevenir incendios en los bosques de Uruguay
Vigías es una red de mujeres rurales que reciben formación estructurada en cuatro ejes temáticos: i) nociones sobre ambiente y cambio climático, ii) acceso a información climática, iii) políticas sectoriales e incidencia ciudadana, y iv) género e incidencia.
El objetivo es preparar a las participantes para influir en las políticas ambientales y de cambio climático a nivel territorial, sectorial y nacional.
La DGF tiene como misión garantizar una gestión eficiente y sostenible de los recursos forestales del país, y la prevención de incendios es una parte crucial de ese esfuerzo. Escudero destacó la reciente ley N° 20.238, que regula la prevención y combate de incendios forestales, promulgada en diciembre de 2023.
Actualmente, esa ley se encuentra en proceso de reglamentación y apunta a generar un marco legal más robusto que permita proteger tanto los bosques nativos como los explotados para la producción forestal.
CORTAFUEGOS Y SILVICULTURA PREVENTIVA.
Uno de los principales enfoques de la presentación fue la importancia de los cortafuegos y la silvicultura preventiva, como el raleo y la limpieza periódica de los bosques. La DGF ha establecido medidas que deben seguirse en todos los predios forestados, tanto públicos como privados, para minimizar el riesgo de incendios, subrayando la necesidad de un trabajo interinstitucional y la coordinación con el consorcio privado (PAIF de la SPF) dedicado a combatir incendios.
Entre los hitos más recientes, Escudero mencionó la creación en 2022 de la Mesa de Análisis en Incendios Forestales (MAIF), que agrupa a diversas instituciones del país para trabajar de manera conjunta en la elaboración de estrategias de prevención. Asimismo, destacó la labor del Grupo de Expertos en Fuegos Forestales de Latinoamérica y el Caribe (GEFF LAC), en el cual Uruguay juega un rol activo a nivel regional.
El público presente también recibió información sobre los procedimientos para las inspecciones de campo, los planes de protección contra incendios que se exigen a los predios forestados y la importancia de las campañas de sensibilización que promueve la DGF para alertar a la población sobre los riesgos asociados con la quema de campo y la necesidad de estar preparados durante la temporada de mayor riesgo, que se extiende desde noviembre hasta abril.