A pesar de la guerra, la Unión Europea continúa importando petróleo y gas natural desde Rusia.
Montevideo | Todo El Campo | El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avanzó en su imposición de aranceles. Dijo que esta semana se conocerán los correspondientes a los semiconductores, aunque admitió que su administración, en estos momentos, tiene que “mostrar cierta flexibilidad”.
También señaló que los productos farmacéuticos serán incluidos en la guerra arancelaria.
Mientras tanto, el Departamento de Comercio realiza investigaciones sobre los posibles “efectos en la seguridad nacional” que dichas medidas podrían tener.
Paralelamente, Scott Bessent, secretario del Tesoro, informó que progresan las negociaciones con distintos países que quieren llegar a acuerdos comerciales, pero no dio detalles al respecto. También fue poco preciso al referirse a China al señalar que con ese país asiático “hay un gran acuerdo por hacer”, pero sin que profundizara en sus comentarios.
Los aranceles de Trump sobre China son del 145%, lo que generó una respuesta del Gobierno chino imponiendo aranceles de 125% a las importaciones desde Estados Unidos.
El viernes pasado Washington anunció suspensiones temporales a la aplicación de aranceles a teléfonos inteligentes, computadoras portátiles, semiconductores y otros productos electrónicos que China exporta.
IMPORTACIONES RESIDUALES DE LA UE DESDE RUSIA.
Por otra parte, a pesar de la guerra, la Unión Europea continúa importando petróleo y gas natural desde Rusia. No ocurre lo mismo con el carbón, producto que ya estaba a punto de desaparecen del comercio Rusia/UE, y a partir de 2022 cae a cero.
Los envíos de petróleo y gas natural desde Rusia a la UE tuvieron una marcada caída en 2022 como consecuencia de la invasión rusa a Ucrania, hecho ocurrido el 24 de febrero de ese año, y de cual se cumplieron tres años.
Sin embargo, aunque en muy menor medida, las compras de la UE de petróleo y gas natural ruso, continúa. Especialmente de este segundo, pero en cantidades muy inferiores a las realizadas antes de la guerra (ver gráfico, elaborado por El Economista de España).
La advertencia fue hecha por la Unión Nacional de Agricultores (NFU), de Estados Unidos.
Montevideo | Todo El Campo | La guerra arancelaria causa y causará problemas en todo el mundo y en muchos campos de la actividad humana.
Matt Lekstutis, de la consultora Efficio dijo que “las cadenas de suministro odian la incertidumbre, y el nivel de incertidumbre se ha disparado hasta alcanzar proporciones épicas”, publicó AgFunderNews (AFN)*.
En la misma nota se agrega que una cosa es segura, según predice el presidente de la National Farmers Union (NFU), Rob Larew: “Los agricultores y ganaderos familiares estadounidenses serán los más afectados por esta guerra comercial mundial”.
La administración Trump ha excluido de los aranceles las vacunas veterinarias, varios ingredientes de pesticidas, fertilizantes que contienen potasa, turba, aceites y grasas lubricantes, según la Federación Estadounidense de Oficinas Agrícolas. Sin embargo, en general, los agricultores y ganaderos pagarán más por muchos de los productos que compran, desde semillas para horticultores hasta tractores y otros equipos fabricados o que requieren de acero.
NFU y 17 organizaciones agrícolas estadounidenses, enviaron una misiva a la Casa Blanca instando a un enfoque comercial que fortalezca la agricultura estadounidense en lugar de desestabilizarla (*).
Previamente y en ese mismo sentido, la NFU había señado que los aranceles “a los productos lácteos perjudican a los agricultores familiares”.
OPORTUNIDADES.
Sin embargo, como en cualquier crisis, también hay oportunidades, señala Nadav Berger, del inversor en tecnología alimentaria en fase inicial PeakBridge.
Berger se refiera a que las inseguridades y vacilaciones van a colocar la seguridad alimentaria en el lugar que le corresponde, y eso es bueno: “Esto hará que la seguridad alimentaria sea una prioridad urgente para muchos más países, incluso más rápido de lo que se pensaba anteriormente”.
(*) AFN es un sitio web de noticias que publica información original sobre la industria de capital de riesgo y las startups de agtech y foodtec.
La guerra de aranceles recién empezó, China ya jugó su carta: desde hoy los aranceles a los productos estadounidenses serán del 84%.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | La guerra arancelaria que se ha desatado en el mundo a partir de las acciones del presidente estadounidense, Donald Trump, promete mantenernos atentos y despabilados por mucho tiempo. No solo por los efectos que los aranceles tienen en el comercio y por tanto en la vida cotidiana de todos los ciudadanos del mundo, sino porque en su estrategia, Trump está dispuesto a avanzar o retroceder en cualquier instante, sin previo aviso, sumergiéndonos a todos en una incertidumbre profunda, mayor a la que había hace 12 o 24 horas.
Juan Negri, analista internacional argentino, dijo que con Trump nunca se sabe y que la guerra arancelaria continuará: “No lo veo a Trump sacando el pie del acelerador porque es del estilo de los que aceleran en las curvas”, graficó.
Y así ha sido en las últimas semanas, cuando la curva significaría una disminución de la velocidad, Trump acelera sin mayores miramientos, convencido de que su país tiene la fuerza y la robustez suficiente para aguantar las consecuencias.
Ayer Todo El Campo publicó palabras del secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, asegurando que los aranceles se mantendrían por semanas y explicaba las razones, pero al día siguiente Trump matizó esa afirmación al levantar los aranceles a todos los países que se han acercado a negociar, y mantiene el 125% para China, lo que lleva a pensar que el objetivo mayor en toda esta movida arancelaria es el gigante asiático.
La orden ejecutiva de Trump llega a los pequeños paquetes enviados desde China, para los cuales los aranceles saltaron del 30% al 90%, golpeando a los compradores de productos de bajo costo.
Negri dijo que en ese escenario “China tiene resto para resistir”. De hecho está resistiendo, aunque la guerra de aranceles recién comenzó: ayer miércoles 9 Beijín impuso aranceles del 84% a los productos estadounidenses.
El Ministerio de Comercio chino se pronunció el miércoles en un comunicado diciendo que “la tasa de aranceles aduaneros adicionales (…) se elevará del 34% al 84%”, comenzando a regir a la medianoche de hoy jueves 10.
Desde China, Global Times publicó un editorial que expone la posición del Gobierno chino.
Dice que ese país se ha mantenido “firme incluso en tiempos de pobreza y debilidad”, y que ahora “no cederá a la hegemonía actual”.
En comparación con la guerra comercial de 2017 “hoy tenemos una capacidad mucho más fuerte para resistir la presión, una experiencia más rica en el manejo de luchas y una preparación integral para enfrentar los desafíos”.“El sistema industrial y la autonomía tecnológica de China han mejorado significativamente, su mercado interno y su estructura económica continúan optimizándose, y su cooperación multilateral y asociaciones comerciales se han vuelto más diversas”, agrega, y cita una nota de Bloomberg: “China ya ha blindado su economía a prueba de guerras comerciales”.
Foto de portada: puerto de Tianjin, en Tianjin, en el norte de China | Xinhua.
En la Casa blanca aseguran que China quiere negociar, pero no sabe cómo empezar a hacerlo.
Washington, EE.UU | Todo El Campo | La guerra comercial finalmente se desató e ingresó en una escalada arancelaria que llega a niveles insospechados: Estado Unidos anunció que impondrá a China aranceles del 104%.
El anuncio fue hecho por la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. Este martes 8, dijo que Estados Unidos cobrar aranceles de un 104% en algunos productos chinos.
La medida es de aplicación inmediata, rigiendo desde hoy miércoles 9.
Previamente, Estados Unidos había impuesto a China aranceles en un 34%, a lo que China respondió con más aranceles a Estados Unidos. Frente a esa actitud desafiante, Donald Trump multiplicó la apuesta y elevó los aranceles a un 104%, desdibujando totalmente el mercado entre ambos países.
La comunidad internacional mira con preocupación hacia ambos países, los más poderosos del planeta, con temor de que se genere un crecimiento desmedido -más aún- de una guerra comercial que tendrá efectos devastadores sobre varias economías del mundo.
Leavitt comentó que “Trump tiene una resistencia de acero y no se va a quebrar”, y agregó sobre China: “Los chinos quieren llegar a un acuerdo; solo que no saben cómo”, agregó.
Antes de evaluar qué hacer respecto a las medidas arancelarias de EE.UU., Uruguay debe entender que no responden a un capricho de Trump, sino a una estrategia. Comprendiendo esa estrategia, podremos negociar.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Las medidas arancelarias de Estados Unidos son más que una caprichosa medida radical que sacude el tablero comercial mundial y rompe con el statu quo. Con ellas, el presidente Donald Trump busca abrir instancias de negociación con distintos países, además de poder tomar medidas que favorezcan la seguridad integral de los estadounidenses.
Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense dijo que desde la conferencia de prensa de la semana pasada en que Trump informó la imposición de aranceles, ya son más de cincuenta los países que piden renegociar exenciones arancelarias.
En entrevista concedida a NBC (*), Bessent dijo ayer domingo que Trump no ha pensado en revertir la política arancelaria que decidió transitar mientras la comunidad internacional no asuma posición y ofrezca una negociación que sea de utilidad para su país.
Agregó que, contrariamente a como se ha dicho por varios economistas y analistas del mundo entero, el Gobierno estadounidense no cree que la política arancelaria golpe al país llevándolo a una recesión: “No veo motivo alguno para calcular una recesión”, enfatizó Bessent.
“Los datos nos respaldan. El plan del presidente Trump reindustrializará Estados Unidos, revitalizará el sector privado y aumentará los salarios de los estadounidenses trabajadores”, vaticinó.
Además, a partir del anuncio de los aranceles, son más cincuenta los países que contactaron al Gobierno para comenzar a negociar de manera bilaterales. El jerarca no detalló a qué países se refiere.
Como se desprende de los dichos de Bessent, la administración Trump ve el problema de los aranceles más allá del sacudón comercial en el mundo. Es una estrategia para lograr una posición beneficiosa al momento de negociar los aranceles, las importaciones y las exportaciones.
En concordancia con algunos comentarios que ha realizado Trump, Bessent reconoció que hay una suerte de castigo para con los países que han tenido malas actitudes para con Estados Unidos. Entre esos países hay algunos declaradamente adversos o enemigos, como otros que se llaman amigos.
“Esperaremos a ver que se nos ofrece y si nos lo creemos”, porque “después de décadas de mal comportamiento uno no puede hacer borrón y cuenta nueva”, advirtió, para añadir que las negociaciones durarán mucho tiempo, y mientras se dan, regirán los aranceles anunciados por el mandatario.
LOS ARANCELES Y LA PANDEMIA, ¿QUÉ TIENEN QUE VER?
¿Qué tienen que ver los aranceles con la pandemia que sufrió el mundo hace cinco años? El secretario del Tesoro explicó que los aranceles y el comercio son “un problema de seguridad nacional”, que quedó en evidencia con la pandemia cuando se pudo ver cómo impactó “en nuestras cadenas de suministro”.
La primer Presidencia de Trump fue de 2017 a 2021, debiendo enfrentar los primeros casos de coronavirus y trabajar en las primeras medidas sanitarias y de garantía en el abastecimiento de los alimentos y medicamentos.
En Estados Unidos el primer caso de Covid se registró el 21 enero de 2020; desde ese momento se enfermaron más de 11 millones de personas y hubo más de 1,2 millones de fallecidos.
A partir de esa trágica situación, “el presidente Trump decidió que no podemos correr el riesgo de estar dependiendo de países extranjeros para nuestros medicamentos, semiconductores y envíos”, expresó Bessent por lo que relaciona las políticas comerciales y arancelarias con la independencia y la seguridad del país.