Antes de evaluar qué hacer respecto a las medidas arancelarias de EE.UU., Uruguay debe entender que no responden a un capricho de Trump, sino a una estrategia. Comprendiendo esa estrategia, podremos negociar.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Las medidas arancelarias de Estados Unidos son más que una caprichosa medida radical que sacude el tablero comercial mundial y rompe con el statu quo. Con ellas, el presidente Donald Trump busca abrir instancias de negociación con distintos países, además de poder tomar medidas que favorezcan la seguridad integral de los estadounidenses.
Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense dijo que desde la conferencia de prensa de la semana pasada en que Trump informó la imposición de aranceles, ya son más de cincuenta los países que piden renegociar exenciones arancelarias.
En entrevista concedida a NBC (*), Bessent dijo ayer domingo que Trump no ha pensado en revertir la política arancelaria que decidió transitar mientras la comunidad internacional no asuma posición y ofrezca una negociación que sea de utilidad para su país.
Agregó que, contrariamente a como se ha dicho por varios economistas y analistas del mundo entero, el Gobierno estadounidense no cree que la política arancelaria golpe al país llevándolo a una recesión: “No veo motivo alguno para calcular una recesión”, enfatizó Bessent.
“Los datos nos respaldan. El plan del presidente Trump reindustrializará Estados Unidos, revitalizará el sector privado y aumentará los salarios de los estadounidenses trabajadores”, vaticinó.
Además, a partir del anuncio de los aranceles, son más cincuenta los países que contactaron al Gobierno para comenzar a negociar de manera bilaterales. El jerarca no detalló a qué países se refiere.
Como se desprende de los dichos de Bessent, la administración Trump ve el problema de los aranceles más allá del sacudón comercial en el mundo. Es una estrategia para lograr una posición beneficiosa al momento de negociar los aranceles, las importaciones y las exportaciones.
En concordancia con algunos comentarios que ha realizado Trump, Bessent reconoció que hay una suerte de castigo para con los países que han tenido malas actitudes para con Estados Unidos. Entre esos países hay algunos declaradamente adversos o enemigos, como otros que se llaman amigos.
“Esperaremos a ver que se nos ofrece y si nos lo creemos”, porque “después de décadas de mal comportamiento uno no puede hacer borrón y cuenta nueva”, advirtió, para añadir que las negociaciones durarán mucho tiempo, y mientras se dan, regirán los aranceles anunciados por el mandatario.
LOS ARANCELES Y LA PANDEMIA, ¿QUÉ TIENEN QUE VER?
¿Qué tienen que ver los aranceles con la pandemia que sufrió el mundo hace cinco años? El secretario del Tesoro explicó que los aranceles y el comercio son “un problema de seguridad nacional”, que quedó en evidencia con la pandemia cuando se pudo ver cómo impactó “en nuestras cadenas de suministro”.
La primer Presidencia de Trump fue de 2017 a 2021, debiendo enfrentar los primeros casos de coronavirus y trabajar en las primeras medidas sanitarias y de garantía en el abastecimiento de los alimentos y medicamentos.
En Estados Unidos el primer caso de Covid se registró el 21 enero de 2020; desde ese momento se enfermaron más de 11 millones de personas y hubo más de 1,2 millones de fallecidos.
A partir de esa trágica situación, “el presidente Trump decidió que no podemos correr el riesgo de estar dependiendo de países extranjeros para nuestros medicamentos, semiconductores y envíos”, expresó Bessent por lo que relaciona las políticas comerciales y arancelarias con la independencia y la seguridad del país.
(*) Entrevista en NBC, en inglés: Treasury Sec. Bessent says ‘there doesn’t have to be a recession’: Full interview
Foto captura de pantalla en el programa Meet the Press de la cadena estadounidense NBC.
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