La aplicación de la ley europea de deforestación, que busca cerrar el mercado a productos procedentes de tierra deforestada, debe retrasarse un año para permitir a las empresas adaptarse.
Europa | Todo El Campo | Ante la inquietud entre los Estados miembros, terceros países, proveedores y operadores sobre las dificultades para adaptarse a la normativa si se aplica desde final de 2024, la Comisión propuso aplazar un año la fecha de aplicación de la ley. El pleno aprobó en octubre de 2024 tramitar la propuesta a través del procedimiento de urgencia. El jueves 14 respaldó posponerla y añadió varias enmiendas al texto, con 371 votos a favor, 240 en contra y 30 abstenciones.
Según lo votado por el pleno, los grandes operadores tendrán que respetar las obligaciones derivadas del presente Reglamento a partir del 30 de diciembre de 2025, mientras que las pequeñas empresas y las microempresas tendrán hasta el 30 de junio de 2026.
El Parlamento también acordó la creación de una nueva categoría de países «sin riesgo» para la deforestación, además de las tres categorías existentes de riesgo «bajo», «estándar» y «alto».
Los países clasificados como «sin riesgo», definidos por un desarrollo estable o creciente de zonas forestales, se enfrentarían a requisitos mucho menos estrictos, al considerar que presentan un riesgo insignificante o inexistente de deforestación. La Comisión tendrá que finalizar un sistema de evaluación comparativa por país a más tardar el 30 de junio de 2025.
El Parlamento devolvió el texto a la comisión de Medio Ambiente para abrir negociaciones interinstitucionales. Para entrar en vigor, la normativa acordada debe ser respaldada tanto por el Parlamento como por el Consejo y publicada en el Diario Oficial.
PÉRDIDA DE BOSQUES.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés) estima que entre 1990 y 2020 se perdieron 420 millones de hectáreas de bosque —una superficie mayor que la de la UE— debido a la deforestación. El consumo de la UE representa alrededor del 10% de la deforestación mundial, más de dos tercios del cual se deben al consumo de aceite de palma y de soja.
El nuevo reglamento, adoptado por el Parlamento el 19 de abril de 2023, busca luchar contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad mediante la prevención de la deforestación relacionada con el consumo de productos de ganado vacuno, cacao, café, aceite de palma, soja, madera, caucho, carbón vegetal y papel impreso. En vigor desde el 29 de junio de 2023, sus disposiciones debían empezar a aplicarse el 30 de diciembre de 2024.
Por Uruguay participó una delegación liderada por el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos.
Montevideo | Todo El Campo | En la Expo Palermo que se realizó en Argentina y finalizó el domingo pasado (28 de julio) se reunió el Consejo Agropecuario del Sur (CAS) que Uruguay integra junto a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile y Paraguay, oportunidad en que suscribieron una declaración en la que piden a la Comisión Europea postergar la implementación del Reglamento 1115/2023 de la Unión Europea que comenzará a regir el 30 de diciembre.
Por Uruguay participó una delegación liderada por el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos.
Uno de los temas centrales tratado por CAS fue la pronta puesta en funcionamiento del Reglamento 1115/2023 sobre deforestación que exige cadenas libres de deforestación para habilitar las exportaciones con ese destino.
Los firmantes aseguran en la región se adoptan buenas prácticas de producción agrícola y tecnologías para mejorar la producción agroindustrial.
Advirtieron que si el Reglamento 1115 entra en vigencia sin una discusión más amplia, puede impactar negativamente en el comercio agroalimentario y afectar particularmente a los pequeños y medianos productores de los países de la región.
INCREMENTO DEL PROTECCIONISMO.
Sergio Iraeta, secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de Argentina y presidente pro tempore del CAS dijo que “el crecimiento de las regulaciones al comercio agroalimentario marca un incremento del proteccionismo. Son temas que trascienden las fronteras nacionales y requieren un abordaje regional. Estamos plenamente convencidos de que nuestros sistemas de producción están llamados a ser parte de la solución a los desafíos que enfrenta la humanidad”.
El ministro Fernando Mattos agregó que los países del CAS juegan un rol fundamental para el futuro de un mundo que busca asegurar la provisión de alimentos. “Los desafíos productivos dependen mucho de la investigación y la innovación y eso es lo que hay que poner en primer plano”, consideró.
En la declaración firmada por los ministros, estos advirtieron que la complejidad y los costos de los mecanismos del Reglamento sobre Deforestación podrían excluir a los pequeños productores de las cadenas de valor.
También señalaron que la clasificación de riesgo de deforestación y degradación forestal de países que prevé realizar la Comisión Europea podría ser incompatible con las obligaciones asumidas ante la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Con datos del Ministerio de Ganadería de Argentina y comunicado de IICA.
Con campos de cría en Corrientes y terminación en Córdoba, participó de la prueba piloto de Quickfood/Marfrig para exportar a Europa con el nuevo requisito. La iniciativa, realizada a través de la plataforma Visec, fue presentada esta semana en Bruselas. Hoy los protagonistas cuentan su experiencia.
Argentina | Todo El Campo | El lunes 3 de junio se degustó en la embajada argentina en Bruselas el primer lote de carne libre de deforestación, certificada a través de Visec, una iniciativa privada que busca cumplir con la legislación de la Unión Europea que exigirá este estándar para el producto importado a partir del 1° de enero de 2025.
El Ing. Agr. Martín Reitú, gerente de El Jagüel, y la Ing. en Alimentos Teresa Senosiain, gerente de calidad de Marfrig, contaron a Valor Carne cómo se verificó que no hubo desmonte en los campos donde estuvo la tropa y de qué manera se garantizó la trazabilidad del embarque. Una muestra de que la ganadería argentina es sustentable y puede demostrarlo.
“Hace tiempo que queríamos certificar la calidad del novillo pesado que hacemos a pasto, no es tan común. Le trasladé la inquietud a la gente de Quickfood y tiempo después salió esta oportunidad”, dijo Reitú, recordando la motivación que lo llevó a ser el primero en el país en lograr el ‘libre de deforestación’. Y agregó: “Marcelo Malisani, jefe de Compra de Hacienda de Marfrig, vino a visitar nuestros campos, nos propuso hacer la prueba piloto y trabajamos en conjunto”.
‘El Jagüel’ hace el ciclo completo de hacienda Braford en cinco establecimientos distribuidos en dos provincias, especializados en las distintas etapas productivas. El de cría, con pastizales naturales y monte, está en Sauce, centro-sur de Corrientes, y los de recría y terminación en Devoto, noreste de Córdoba.
“La cría se hace en bajos, media loma y lomas muy productivos, mediante un manejo respetuoso del ambiente y del bienestar animal. Destetamos con 120-150 kg y los terneros van a un campo cordobés donde hacemos una primera recría sobre alfalfas, con apoyo de grano de maíz de producción propia. Luego se llevan a otro campo para completar el crecimiento del animal, también sobre alfalfa y suplementación estratégica con silo. Y por último pasan a los de terminación con estos mismos recursos forrajeros para salir con 580 kg”, describió.
Desde hace varias décadas la firma vende tres a cuatro jaulas de novillos por mes para cuota Hilton a la planta de Quickfood, Santa Fe, de Marfrig Argentina.
Describió el trámite de la siguiente manera: “Nos inscribimos en Visec, subimos los cinco Renspa (Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios) y les pasamos la geolocalización de cada uno. Con esta información, desde la plataforma hicieron el seguimiento satelital entre 2020 y la fecha del despacho, que es lo que pide la nueva legislación. Teníamos todo en regla y el visto bueno salió rápido”, destacó Reitú, refiriéndose a que sus animales resultaron elegibles para la Unión Europea.
“No hubo que hacer ningún cambio productivo ni invertir para lograr el ‘libre de deforestación’. Se puede cumplir con esta reglamentación”, subrayó.
EN EL FRIGORÍFICO.
Para Senosiain, esta prueba piloto que se hizo exclusivamente con hacienda de “El Jagüel” también fue una experiencia “amigable”.
“Desde la compañía ya veníamos monitoreando campos libres de deforestación por nuestra política interna y para cumplir con algunos clientes específicos de la UE. Pero esta nueva legislación pide garantizar todos los establecimientos donde estuvo el animal y hasta ahora era sólo el de terminación”, recordó. Y planteó: “el desafío era poder mapear esos campos desde el origen hasta la llegada al frigorífico”.
Respecto a la gestión explicó: “Nos registramos en la plataforma Visec y el productor hizo lo propio. A través de los Renspa, se obtuvieron las coordenadas y el perímetro de sus cinco campos; y una empresa privada aportó las imágenes satelitales al día del despacho y las comparó con las del mismo período a 2020”, contó.
Luego, cuando la tropa llegó al frigorífico, los primeros días de mayo, se subió el documento de tránsito electrónico (DTE), las características de la producción en planta y el certificado sanitario de exportación.
“A partir de ahí una empresa certificadora verificó toda esa documentación. El objetivo era validar no solo que la carne que estaba dentro de las cajas provenía de este frigorífico, de esa tropa y de esos campos, sino también que las imágenes satelitales demostraban que no hubo degradación forestal. Tras la comprobación se emitió el certificado de libre deforestación”, expuso.
Sobre la trazabilidad Senosiain apuntó: “La llevamos igual que siempre para todos los embarques con destino a la Unión Europea, sea para Hilton, 481 o extra-Hilton, es decir, por tropa”.
En tal sentido, cuando la hacienda llega a la planta ya está identificada a través del DTE y durante el procesamiento, incluyendo faena, maduración, cuarteo, despostada, empaque, enfriamiento y carga, se lleva esa información hasta el rótulo de la caja. Entonces, en el mercado de destino, tomando un corte, se puede conocer la tropa y los campos de origen.
“En concreto, para nosotros, dentro del frigorífico, el ‘libre de deforestación’ es prácticamente lo mismo que hacemos todos los días para la Unión Europea. La única diferencia es el chequeo ambiental previo de los campos a través de Visec”, aseguró.
La pregunta que surge es si será así de sencillo para otros productores, a lo que respondió: “Creo que es un requisito más, como en su momento fue que los campos estén inscriptos para UE. Hay que tener un diálogo fluido con los ganaderos, porque cuando se habla de una plataforma pareciera que es algo súper complejo, pero acompañándolos resulta fácil. Y por supuesto hay que estar alineados con el cliente europeo, que en definitiva es el responsable del cumplimiento de la normativa”.
En cuanto al embarque consistió en dos toneladas de cortes de alta calidad, enfriados, envasados al vacío, marca Quickfood. “Todo el contenedor se certificó como libre de deforestación. Una parte se comercializó con un cliente habitual de Alemania y otra se degustó en el evento de la Embajada”, pormenorizó.
Para finalizar, Senosiain resaltó que la nueva legislación es indicativa de una sociedad cada vez más atenta a las prácticas sustentables. “Para seguir exportando es fundamental que el productor, la industria y el importador hagan su parte de modo que toda la cadena garantice el cumplimiento y que esta certificación no termine siendo una traba para la ganadería argentina”, concluyó.
Artículo de la Ing. Agr. Liliana Rosenstein, editora de Valor Carne; voto de portada e interiores de Valor Carne.
No es que Etiopía contribuya a la deforestación o contamine, sino que no posee la infraestructura tecnológica para demostrar que cumple con los requerimientos.
Montevideo | Todo El Campo | ¿Qué consecuencias generará la normativa verde de la Unión Europea en los terceros países? Habrá que esperar a ver cómo funciona y qué resultados tiene, pero es lógico advertir que algunos países no podrán cumplir con las exigencias que la norma impone, causando importantes perjuicios en sus economías y en sus poblaciones.
Es el caso de Etiopia.
La normativa de cuidado ambiental elaborada por la Unión Europea y que comenzará a regir en enero de 2025 pone en un punto de amenaza a Etiopía, ya que sus exportaciones de café comenzaron a reducirse por su incapacidad de cumplir con la obligación de demostrar que no incurre en deforestación.
Etiopía es un país sin salida al mar, ubicado en el Cuerno de África, con más de 100 millones de personas y un alto índice de pobreza. Con la economía número 63 por volumen de PIB, con una deuda del 46,41% del PIB, y una deuda per cápita es de 509 euros por habitante, los etíopes tienen un bajísimo nivel de vida, dice el portal Expansión.
Su principal exportación es el café y su principal destino es Europa, pero no podrá seguir colocando ese producto allí,
Un artículo de Le Monde (Francia) pone la mirada en el tema. Pero no es que Etiopía contribuya a la deforestación o contamine, sino que no posee el acceso a Internet adecuado ni posee la infraestructura tecnológica para cumplir con los requerimientos exigidos.
El siguiente es el artículo de Le Monde donde explica la situación. Fue escrito por Noé Hochet-Bodin (corresponsal de Le Monde en Nairobi, Kenia), y publicado el 25 de mayo de 2025.
EL CAFÉ ETÍOPE ESTÁ AMENAZADO POR LAS REGULACIONES EUROPEAS DE DEFORESTACIÓN.
¿Tendrán que prescindir los europeos del café etíope? El país del Cuerno de África donde, según la leyenda, se descubrieron por primera vez las cerezas de café hace mil años y donde su cultivo se generalizó a partir del siglo XVI, podría verse gravemente perjudicado por la nueva normativa de la Unión Europea (UE) destinada a combatir la deforestación en todo el mundo que entrará en vigor el 1 de enero de 2025.
La ley, votada en Bruselas en 2023, se dirige específicamente a los cultivos de soja y aceite de palma, identificados como las dos mayores amenazas para los bosques tropicales. En unos meses, sin embargo, también obligará a los importadores de café a demostrar que sus cadenas de suministro no contribuyen a la deforestación utilizando datos satelitales y coordenadas geográficas.
Estas regulaciones son especialmente preocupantes en Kaffa, la región de origen del café que da nombre a la bebida, y en todo el sur de Etiopía. Proporcionar estudios geográficos precisos es un desafío para estos aproximadamente 5 millones de pequeños agricultores: la cobertura de Internet es deficiente en las aldeas, los registros de tierras son inexistentes y las disputas por la tierra son legión. Según varios diplomáticos y exportadores etíopes, el cumplimiento de las nuevas normas europeas podría llevar hasta cinco años.
LOS COMPRADORES YA SE ESTÁN ALEJANDO.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), alrededor de 10 millones de hectáreas de bosque desaparecieron en todo el mundo cada año entre 2015 y 2020. Por su parte, el Parlamento Europeo estima que el consumo de alimentos en Europa, en particular el aceite de palma y la soja, es responsable del 10% de la deforestación mundial.
Pero la contribución del cultivo del café a la destrucción de los bosques de Etiopía es en realidad muy limitada. “La gran mayoría crece en sistemas agroforestales. Se talan algunos árboles, pero es marginal”, aseguró un conocedor radicado en Etiopía desde hace una década que prefirió permanecer en el anonimato. “Y el 90% de los productores respetan las regulaciones”, estimó, destacando que en las plantaciones se utilizan pocos insumos químicos. Sin embargo, si no pueden proporcionar esta información necesaria a los importadores, los productores corren el riesgo de perder a sus principales clientes.
Además, la UE exigirá una trazabilidad completa desde el momento en que se cosechan las cerezas y su llegada a suelo europeo. “Las cosechas de cientos de agricultores se mezclan durante el secado, luego el lavado y nuevamente durante las diversas etapas de reventa y transporte. Un solo contenedor de café en ruta a Europa puede contener granos de mil productores, lo que significa que tendrías que proporcionar mil coordenadas GPS cuando llegue a Europa”, dijo Peter Horsten, asesor de AgUnity, una plataforma que ayuda a los pequeños agricultores en economías emergentes.
“Más de la mitad de las exportaciones etíopes a Europa están en riesgo”, continuó. “Los importadores recurrirán a las granjas de Brasil, por ejemplo, porque la trazabilidad es más fácil de hacer”. Las empresas europeas cuyas importaciones no cumplan con los nuevos estándares se enfrentan a fuertes sanciones, que ascienden al menos al 4% de sus ventas en la UE. Como resultado, los compradores ya se están alejando de Etiopía. “No veo forma de comprar cantidades significativas de café etíope en el futuro”, dijo Johannes Dengler, ejecutivo de la tostadora alemana Dallmayr, en una entrevista con Reuters.
LUCHA POR DIVERSIFICAR SU BASE EXPORTADORA.
Descrito como “oro negro”, el café es adorado en Etiopía -las ceremonias del café son omnipresentes- y su exportación genera inmensos beneficios financieros. Las cerezas de café son el principal producto de exportación (37% en valor) y la principal fuente de divisas. Su principal destino no es otro que Europa.
Bruselas se negó a conceder una prórroga al Gobierno etíope, lo que le obligó a anunciar un plan para modernizar su sector cafetalero. Addis Abeba desea financiar este programa con la ayuda de socios internacionales. Una fuente anónima dentro de la UE indicó que los fondos de Bruselas podrían asignarse a la transición de Etiopía si el Gobierno de Abiy Ahmed diera señales de buena voluntad: “Incluso en comparación con otros actores africanos, Etiopía se está quedando atrás. No ha protegido ni regulado su cadena de suministro. ¿Es culpa de los europeos?”.
Ante la inflexibilidad de la UE y el riesgo de que sus exportaciones caigan en picado, el país de 120 millones de habitantes se encuentra entre la espada y la pared y luchando por diversificar su base exportadora. Aunque la demanda china de café está experimentando un fuerte crecimiento, se trata de productos especiales y premium, que son escasos en Etiopía.
Foto del artículo original: cosecha de café en Etiopía.
El director ejecutivo de Forestal Caja Bancaria, Carlos Sarazola, entiende que todos los ministerios involucrados tendrían que aunar esfuerzos con esa finalidad.
Montevideo | Todo El Campo | La Unión Europea comenzará a exigir que todo lo que se exporte a ese destino no debe tener ningún tipo de vínculo con la deforestación. El director ejecutivo de Forestal Caja Bancaria, Carlos Sarazola, dijo que respecto a eso “todo Uruguay está muy bien posicionado”, y planteo que “el Gobierno debería apoyar a todo el Uruguay forestal” en la obtención del certificado” en cuestión porque Uruguay tiene condiciones “en su totalidad”.
El 15 de abril el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) informó sobre la primera exportación de Uruguay de madera aserrada, con lo que se marcó un hito luego de que comenzara a regir la nueva normativa de la Unión Europea sobre productos libres de deforestación,
Según publicó este portal en el artículo titulado Exportación de madera aserrada cumpliendo normativa europea sobre deforestación | Todo El Campo, la reglamentación europea vigente desde el 31 de diciembre de 2024 exige que los productos enviados con ese destino provengan de áreas sin deforestación, afectándose, “inicialmente, a productos clave como carne de vacuno, soja y madera. Dese Uruguay, el MGAP, junto con la Agencia Uruguaya de Cooperación Internacional, ha liderado un proyecto financiado por AL-INVEST Verde; un programa respaldado por la UE que busca implementar un sistema de certificación pública para garantizar el manejo sostenible de los bosques.
Esa nueva normativa demanda una trazabilidad completa de los productos. En colaboración con Forestal Caja Bancaria, se realizó una experiencia piloto que resultó en un embarque de madera aserrada hacia Estados Unidos, cumpliendo con todos los requisitos de la regulación europea.
LA NORMATIVA COMENZARÁ A REGIR EN ENERO DE 2025.
El sábado 27, Carlos Sarazola, explicó en el programa Diario Forestal (CX 4 Rural) que la norma europea EUDR comenzará a regir desde el 1° de enero de 2025 abarcando varios productos agropecuarios como madera, carne, soja, etc., y que exige que todo lo que se exporte a la Comunidad Europea va a tener que cumplir el requisito de cero deforestaciones.
Frente a eso el MGAP y la Dirección General Forestal comenzaron a trabajar en el tema por varias líneas, una de ellas involucra a una empresa española que contrató técnicos uruguayos, y se seleccionó como piloto una empresa de chips y otra de madera aserrada que es Forestal Caja Bancaria.
Respecto a esta última, Sarazola dijo que la empresa fue auditada “para ver si cumplíamos con todos los requisitos” que “básicamente son cuatro”, pero “básicamente lo que la norma exige es que a partir del 31 de diciembre de 2020 no se haya deforestado”. “Uruguay está muy bien posicionado y cumple ese requisito ampliamente, con una ventaja comparativa respecto a otros países”, agrego.
El aspecto legal es uno de los requisitos, esto es las leyes, tratados y acuerdos internacionales; otro consiste sobre las medidas de evaluación de riesgo y las formas de reducción de ese riesgo; y otro requisito el tema de la trazabilidad.
Sarazola señaló que “el 90% de las plantaciones forestales de 1,3 millones de hectáreas que tiene Uruguay, tienen el sello de algunas de las certificaciones conocidas, por lo que estamos bastante bien preparados, todas las empresas forestales y el país, para dar cumplimiento a la norma”.
La auditoría consiste en un exigente proceso de control y verificación de todos los datos desde la plantación, lo que había antes en ese predio, la cosecha, pasando por la industria y llegando al embarque. Eso “se verifica en documento y en verdad terrestre”, subrayó.
Todo el proceso Forestal Caja Bancaria lo sorteó muy bien porque “todo Uruguay está muy bien posicionado”, aseguró, y planteo que “el Gobierno debería apoyar a todo el Uruguay forestal” en la obtención del certificado EUDR por Uruguay tiene condiciones “en su totalidad”.
En Uruguay no hay deforestación como en otros países, añadió y ya hay experiencia en las exigencias europeas: “Uruguay exporta madera aserrada a un fabricante de muebles vietnamita y ésa exporta a Europa. Quien compra el mueble en Europa le exige al fabricante de Vietnam que muestre la evidencia de cumplimiento del certificado EUDR, y el fabricante que es nuestro cliente nos pide esa evidencia”. Hasta ahora Uruguay hablaba directamente con el cliente final europeo, “pero con un certificado va a ser más fácil”, comentó.
Las certificaciones forestales, por lo general valen por cinco años y anualmente se hace una evaluación de seguimiento, pero en este caso “fue un piloto” para un embarque puntual. De aquí en más se tendrá que ver si se hace un certificado país o cómo se continúa, pero todos los ministerios relacionados (de Ganadería, Ambiente, Relaciones Exteriores) deberían aunar esfuerzos para rápidamente sacar beneficio, hablar con la Comunidad Económica Europea y tratar de acordar un protocolo de un certificado”.
Para la forestación “no va a ser tan complicado, pero para la carne no imagino como será porque esa carne que salió de ese ganado, hay que ver por donde anduvo el animal, que no hubo deforestación”, dijo Sarazola.