Montevideo | Todo El Campo | Investigadores de la Universidad de Copenhague, la más antigua y grande de Dinamarca, se aproximaron a la eliminación de las sustancias amargas de la colza, lo que podría facilitar el camino para una nueva fuente de proteínas de consumo humano.
El siguiente es el resumen de un artículo en el cual la citada casa universitaria explica los avances de sus investigadores.
UNA COLZA APROPIADA PARA LOS HUMANOS.
La mitad de las proteínas vegetales en la Unión Europea (UE) provienen de plantas de colza. Hasta ahora, la planta solo se ha utilizado para aceite y alimentación animal, ya que es amarga e insegura para el consumo humano. Un nuevo estudio publicado en la revista científica Nature, investigadores de la Universidad de Copenhague señalaron que se han acercado a la eliminación de las sustancias amargas de la planta, y al hacerlo, están allanando el camino para una nueva fuente de proteínas para el ser humano.
En Dinamarca, más de 200.000 hectáreas de colza se cultivan para producir aceites comestibles e industriales, y como suplemento proteico para la alimentación animal, pero no como fuente directa de alimento para los seres humanos. Si bien el alto contenido de sustancias defensivas amargas de la planta de colza mantiene a raya a las enfermedades y los herbívoros, también hacen que la planta no sea comestible para los humanos.
Ahora, un equipo de investigadores científicos del Departamento de Ciencias Vegetales y Ambientales de la Universidad de Copenhague ha identificado las proteínas que ayudan a almacenar las sustancias amargas en las semillas de berro thale, una planta modelo y pariente cercana de la colza.
El conocimiento logrado se puede utilizar para eliminar estas proteínas y, al hacerlo, el sabor amargo de la semilla, los que ofrece una gran cantidad de oportunidades.
De hecho, la mitad de las proteínas vegetales cultivadas localmente en la UE ya provienen de plantas de colza.
La Prof. Bárbaa Ann Halkier, que dirigió la investigación, dijo que “la crisis climática exige que reduzcamos el consumo de carne y comamos más plantas, que es donde la colza tiene un gran potencial como nueva fuente de proteína vegetal en la transición verde. Los últimos resultados de nuestra investigación nos acercan un paso crítico a hacer un uso completo de la colza”.
Hasta ahora, los investigadores han demostrado que su método funciona en berro thale (Arabidobsis thaliana), una planta modelo estrechamente relacionada con la planta de colza.
“La siguiente tarea es demostrar que podemos transferir nuestro resultado de Arabidopsis a la planta de colza estrechamente relacionada, en la que ahora estamos trabajando”, señaló el Dr. Deyang Xu, autor principal del nuevo estudio.
La investigación que condujo a este descubrimiento es el resultado de un largo recorrido posible gracias a una subvención de 10 años de la Fundación Nacional de Investigación Danesa al Centro DynaMo en el Departamento de Ciencias Vegetales y Ambientales de la Facultad de Ciencias.
“No puedo enfatizar lo suficiente lo importante que ha sido esta subvención a largo plazo para que podamos obtener este importante resultado de investigación. Realmente nos ha dado tiempo para sumergirnos en los detalles y geek, lo que ha valido la pena”, agregó Barbara Ann Halkier.
Colza uruguaya camino a Chile. “Estamos buscado es área y lo hacemos directo con los productores y colegas que se están acercando”, dijo Juan Foderé.
Colonia | Todo El Campo | El miércoles 12 de abril, en Fadisol, rutas 12 y 55 (Ombúes de Lavalle), se realizará el acuerdo de abastecimiento de colza para la empresa Agrotop de Chile.
Juan Foderé, referente de Fadisol, dijo que Agrotop es una empresa familiar -de la familia Von Baer- ubicada al sur de Chile, muy similar a Fadisol aunque más grande.
“Desde hace mucho tiempo trabajamos en genética con ellos y hace dos años vinieron a Uruguay y plantearon si podíamos abastecerlos con colza uruguaya”, a partir de ahí “empezamos a trabajar” porque Chile no podía importar colza desde nuestro país. Las autoridades uruguayas avanzaron con rapidez pero las de Chile demoraron un año, luego del cual recién se autorizó que Uruguay exportara colza “y en setiembre de 2022 se nos informa que estaba todo autorizado”, contó Foderé.
El comienzo fue con un plan piloto de 6.000 toneladas que se envió en camón, “enlenteciendo la logística que es de 5 a 10 camiones semanales”. Sin embargo “estamos trabajando para hacer un suministro mucho más importante y en los primeros días de marzo pudimos terminar el acuerdo de abastecimiento por 5 años” con envíos que en parte serán en barco y en parte de forma terrestre.
La dinámica de Fadisol para hacerse de la colza, consistirá en “contratar área para lo cual habrá diferentes modalidades de fijación de precios”, agregó Foderé, y en caso de no cumplir con el área que se requiere de 30.000 o 35.000 hectáreas “vamos a salir al mercado a buscar el volumen. Pero lo primero que estamos buscado es área y lo hacemos directo con los productores y colegas que se están acercando”. Consideró que la colza es un cultivo nuevo cuya área más importante de producción será la zona núcleo, pero también es un cultivo que “se ha probado en diferentes zonas, incluso en el noreste y anduvo muy bien”, y el promedio estimado de rendimiento “es de 1.800 o 2.000 kilos por hectárea”.
Montevideo | Todo El Campo | En Uruguay el área de colza ronda las 345.000 hectáreas, según el proyecto de teledetección del cultivo que realiza Urupov.
Según datos aportados por Urupov, total del área sembrada es de 345.000 hectáreas, de las cuales, el 65% se centra en 4 departamentos: Soriano 79.618 hectáreas (23% del total); Río Negro 50.501 hectáreas (14,6%); Colonia 49.282 hectáreas (14,3%); y Paysandú 44.373 (12,9%).
Otros departamentos suman 121.169 hectáreas (35,2%).
La colza sigue creciendo y lo hace de forma destacada: la siembra estimada es de 267.000 hectáreas, 100.000 hectáreas más.
El Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), a través de Estadísticas Agropecuarias (DIEA) informó el resultado de la Encuesta Agrícola Invierno 2022 realizada en agosto.
Se aportan datos sobre los cultivos de verano (área sembrada y la producción con destino a grano seco para el año agrícola 2021-2022); y de los cultivos de invierno (superficie sembrada y a sembrar para el año agrícola 2022-2023).
En cultivos de verano 2021-2022 con destino grano seco, la siembra fue de 1.171.344 hectáreas (8,63% más respecto a las 1.078.254 hectáreas de la zafra anterior).
La soja representa el 85% del área de verano, 991.899 hectáreas sembradas. La producción de soja estimada es de 2.776.194 toneladas (62% más que la zafra anterior). El rendimiento estimado es de 2.799 kilos por hectárea (49% superior al rendimiento de la zafra anterior).
La soja regada es de 17.000 hectáreas con 3.818 kilos de rinde por hectárea en los cultivos de primera; y de 3.102 kilos por hectárea los de segunda.
En maíz, destino grano seco, son 152.359 hectáreas, rendimiento promedio de 5.753 kilos por hectárea, un aumento en 400 kilos más por hectárea frente a la zafra anterio.
El área regada de maíz es de 21.431 hectáreas, unas 2.000 hectáreas más. El rendimiento promedio del maíz con riego está en 10.286 kilos por hectárea para los cultivos de primera.
La producción de maíz alcanzó las 878.020 toneladas (14% más, respecto a la zafra anterior).
El sorgo, área sembrada para grano seco se estimó en 19.416 hectáreas, 4.346 kilos por hectárea de rendimiento.
El girasol tuvo una superficie sembrada de 7.670 hectáreas, con una producción de 13.938 toneladas, rendimiento 1.817 toneladas por hectárea.
CULTIVOS DE INVIERNO 2022: ÁREA, CRECIMIENTO DEL 20%.
Sobre los cultivos de invierno, el área con intención de siembra para grano seco está en 756.522 hectáreas, 20% más que en la zafra anterior que fueron 632.000 hectáreas.
La superficie sembrada de trigo estimada fue de 287.710 hectáreas (21% más que la campaña anterior).
En cebada, el área de 182.000 hectáreas implica 36.000 hectáreas menos que la siembra anterior.
La colza sigue creciendo y lo hace de forma destacada: la siembra estimada es de 267.000 hectáreas, 100.000 hectáreas más.
Sobre la siembra, la colza está implantada en más del 50% del área con la primer urea aplicada. “Son colzas invernales que se sembraron en marzo” y vienen muy bien.
Las lluvias han retrasado las cosechas de las sojas, pero es importante no impacientarse porque “la idea es no romper” las chacras. Si fuera “por la ansiedad ya estaríamos cosechando hacía días, pero hay que controlarla y esperar, para no marcar las chacras porque tenemos que sembrarlas enseguida y no tenemos tiempo para arreglarlas”, dijo el Ing. Agr. Alexis González de Dalmas Agro al referirse al tema.
Agregó que al momento el área cosechada de la soja de primera es del 29% y la de segunda 9%, “es lo que logramos avanzar, más no pudimos hacer” y la expectativa es que “tengamos 15 o 20 días más cosecha, porque además está el traslado de las máquinas, no es solo la cosecha en sí sino que hay que mover la maquinaria de una chacra a otra y eso también lleva tiempo”.
A su vez hay que considerar que cuando la cosechadora sale de la chacra hay que ingresar con la sembradora.
Sobre la siembra González dijo que la colza está implantada en más del 50% del área con la primer urea aplicada. “Son colzas invernales que se sembraron en marzo” y vienen muy bien.
Ahora “hay que comenzar con las primaverales de las que se sembraron 20 hectáreas el domingo pasado pero luego vino el agua” y hubo que parar.
El trigo está en una situación similar: “A partir del primero de mayo podemos empezar con algunos trigos de ciclo largo”.
LA COLZA ES EL CULTIVO QUE MÁS CRECE.
Consultado sobre el área de la colza, el Ing. González dijo que “hay un crecimiento total del área de invierno, y lo que más crece es la colza. El área final se estima en 200.000 hectáreas dependiendo de las semillas disponibles y cómo evoluciones el tiempo. Se anuncian días sin lluvias, se podría sembrar y el área se va a poder cumplir”, estimó.
Agregó que “los cultivos de verano se han atrasado, el ciclo se estiró y la cosecha va un poco más lenta”.