En lugar de fomentar, la estrategia de los diputados firmantes del proyecto es reglamentar para limitar o prohibir con el argumento de impulsar o preservar lo que creen que es bueno.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Existe la tentación muy humana de querer fomentar determinadas cosas buenas con medidas que acaban siendo reduccionistas, restrictivas, prohibitivas o hasta destructivas de otras que no necesariamente son malas pero que se cree que tendrían alguna afectación sobre aquello que se quiere cuidar.
Para decirlo más claro: se apela a la reglamentar para limitar o prohibir con el argumento de impulsar o preservar lo que creemos que es bueno.
Lo estamos viendo en lo local con el proyecto de ley que se está estudiando y debatiendo en la Cámara de Diputados, y que busca proteger el campo natural.
El error no es querer cuidar y preservar el campo natural, sino la forma elegida para hacerlo. No hay una sola institución ni persona física que sabiendo qué es el campo natural, no considere importante conservarlo. Eso está fuera de toda discusión y por eso a lo largo de los años ese bien ha ocupado un lugar privilegiado, en especial a partir de la toma de conciencia sobre su importancia.
El problema es que con ese fin tan loable se pretenda recorrer un camino que perjudica a otros sectores o actores del medio rural y que son fundamentales para el desarrollo y la economía del país. Así lo han advertido diferentes gremiales y actores de la actividad productiva.
A la producción hay que fomentarla, empujarla hacia adelante, no restringirla.
Nos arriesgamos a que mañana, desde alguna oficina instalada en el centro de alguna ciudad, lejos del campo y por personas lejanas a él o que no lo entienden, decidan que determinada forma de producir es negativa o perjudicial para el campo natural y limiten la libre actividad empresarial de un agricultor, ganadero, granjero o productor lechero.
Los impulsores del proyecto de ley se han apurado a decir que eso no es lo que se busca y que se está lejos de ese extremo, y seguramente es así. Pero si la ley se aprueba se presta para eso, y quizá en el futuro los gobernantes de turno o los burócratas del momento piensen de otra manera y apliquen la ley con criterios diferentes a los que se redactó, porque deja las puertas abiertas a que eso suceda.
LA “PARTICIPACIÓN SOCIAL”.
Y no solo gobernantes y burócratas, también algún colectivo social. Y menciono especialmente el “colectivo social” porque el proyecto establece, en el artículo 5° la “participación social”, la que será “promovida”, entre otras cosas en la “definición de prioridades para la conservación y preservación del campo natural” según la ley 17.283, artículo 6, literal D.
Pues bien, el artículo 6/D de la ley 17.283 expresa textualmente: “La protección del ambiente constituye un compromiso que atañe al conjunto de la sociedad, por lo que las personas y las organizaciones representativas tienen el derecho-deber de participar en ese proceso”.
Para que se entienda, lo del título: si el proyecto se aprueba, promoverá la participación de personas e instituciones (y esto podría incluiría a personas e instituciones ajenas al tema) para diseñar políticas y definir prioridades.
Tal vez, lo más sabio sea legislar generando incentivos para que cada productor cuide -más de lo que lo hace ahora- el campo natural, y sepa que al hacerlo logra beneficios extras para su emprendimiento.
El premio logra y gana más que la limitación, prohibición, reglamentación y un sin número de herramientas burocráticas que al Uruguay le gusta tanto.
El presidente de la FR dijo que una ley no es necesario “porque en Uruguay el campo natural participa de los sistemas de producción en todo el país”; y el vicepresidente de ACA comentó que hace siglos que el campo natural está ahí y sigue estando porque el productor cuida de él.
Montevideo | Todo El Campo | La Comisión de Ganadería, Agricultura y Pesca de la Cámara de Diputados está discutiendo un proyecto de ley denominado “Conservación y preservación del campo natural”. Como su nombre lo indica tiene como fin proteger el campo natural de prácticas productivas incorrectas, un objetivo que así dicho es positivo, pero que desde el sector productivo se advierte que será contraproducente, porque esa no es la mejor manera de fomentar el cuidado de ese bien nacional.
Firman el proyecto, legisladores del Frente Amplio, Cabildo Abierto y el Partido Nacional: Ubaldo Aita, Nelson Larzábal, Sylvia Ibarguren, Gonzalo Onetto y Rafael Menéndez.
Jorge Andrés Rodríguez, presidente de la Federación Rural (FR) advirtió que una norma de esa naturaleza no es necesaria ni buena. “No es necesaria porque en Uruguay el campo natural participa de los sistemas de producción en todo el país”, agregó.
En declaraciones a El Observador dijo que son los productores los que han conservado el campo natural en sus sistemas.
Por otra parte, la Asociación Rural del Uruguay (ARU) y la Federación Rural divulgaron un video en el que aseguran que “el proyecto restringe la libertad de los productores agropecuarios para manejar su tierra”.
Agrega: “No apoyamos el proyecto de regulación del campo natural”.
Y finaliza asegurando que “al campo natural lo cuidamos y lo seguiremos cuidando los productores rurales”.
En la misma línea, el Ing. Agr. Rafael Normey , vicepresidente de la FR, aclaró que conservar el campo natural no es algo que sea bueno en sí mismo porque “cuando está mal manejado, ambientalmente puede llegar a ser un desastre”.
En declaraciones al programa Dinámica Rural, Normey dijo que una ley como la propuesta es “una herramienta incorrecta”.
“No es por el lado legal” que se puedan alcanzar los objetivos buscados, aseguró, y cuestionó la creación de un fondo para que toda la sociedad aporte al campo natural. Esa “es una visión equivocada de conservación. Tendría que ser por otros mecanismos, por otros caminos, y no pagándole a los productores para no generar determinado desarrollo”. Medidas así “podría encorsetarlos a una rentabilidad baja”, advirtió.
Desde el sector arrocero, el vicepresidente de la Asociación de Cultivadores de Arroz (ACA), el Ing. Agr. Guillermo O’Brien, dijo a La Mañana que en Uruguay hay 10 millones de hectáreas que son de campo natural (de 16 millones). A lo largo de los años esa área se mantiene “porque el mismo productor ganadero considera que lo mejor que puede hacer es tenerlo así y conservar el campo natural”.
Si en 16 millones de hectáreas, 10 son de campo natural, “lo que debemos preguntarnos es por qué siguen siendo de campo natural y en todo caso pensar los mecanismos de producción que ayuden a mantenerlo como bien de la biodiversidad y sustentabilidad”, planteó. También expresó que en nuestro país el campo natural no está el peligro: “El productor ganadero uruguayo es el que mejor lo conserva y después de 2000 años o más de su surgimiento el campo natural sigue estando en áreas muy importantes. ¿Por qué hoy sigue estando?, porque hay un modelo que sabe que es conveniente y al que le sirve tenerlo”.
Una pregunta planteada con reiteración, que ahora tiene respuesta clara.
Montevideo | Todo El Campo | Es una pregunta frecuente. ¿Se regenera el campo natural después de la forestación? UPM asegura que sí y que hay estudios de la Universidad de la República (Uelar) que lo demuestran: “El campo natural tiene una alta capacidad de regenerarse luego del uso forestal. Incluso, la recuperación es más rápida que en los casos de agricultura intensiva”.
Sobe la importancia del campo natural uruguayo, la empresa forestal con importante presencia en nuestro país, entiende es el “principal ecosistema natural” de Uruguay, “tanto por su extensión como por su diversidad biológica y su aporte al ecosistema”.
“Exceptuando la pesca, casi todo el desarrollo productivo del país se ha realizado a expensas del campo natural, con procesos de transformación impulsados inicialmente por la agricultura extensiva, hace más de un siglo”, afirma, y hay “muchos estudios que investigaron el funcionamiento del campo natural, entre ellos muchos analizan los cambios en la composición de la vegetación luego de que el suelo es intervenido por la producción agropecuaria (pastoreo o rotación para cultivos agrícolas)”.
Sin embargo, por ser una actividad más reciente, los estudios sobre el impacto en campos utilizados para la forestación, son menores; pero los estudios concluyen que el campo natural tiene una alta capacidad de regeneración.
Iván Grela, coordinador de Biodiversidad de UPM Uruguay, dijo que la empresa tomó la decisión de “estudiar este aspecto tan relevante para la sostenibilidad del sistema. Desde hace diez años, en conjunto con la Universidad de la República, evaluamos diferentes situaciones de sistemas forestales que se revierten hacia sistemas pastoriles”. Es así que en colaboración de la Facultad de Agronomía, “monitoreamos siete predios -cinco en el litoral oeste del país y dos en el departamento de Tacuarembó-”.
El proyecto busco determina el potencial del campo natural para regenerarse luego del uso forestal, para lo que se estudió la evolución de la vegetación en áreas de cobertura forestal de Eucalyptus o Pinus durante 12 y 20 años; y se comparó con zonas adyacentes de campo natural.
CONCLUSIÓN DE LAS INVESTIGACIONES.
El resultado es que todos muestran una tendencia a que la vegetación herbácea se regenera de forma similar a la de un campo natural restablecido.
La particularidad es que en comparación con la agricultura y después de la cosecha, en el área forestal aumenta más rápido en la riqueza, diversidad y cobertura de especies perennes nativas.
En conclusión, es posible un restablecimiento de la vegetación de campo natural luego de al menos dos turnos de plantaciones forestales para celulosa, sin necesidad de medidas especiales de manejo luego de la cosecha.
Tacuarembó | Todo El Campo | La celebración del Día Nacional del Campo Natural que en primera instancia se iba a realizar este fin de semana, se postergó para el día miércoles 15 de noviembre de 2023.
El cambio de fecha se debe al anuncio de lluvias.
JORNADA SOBRE HERRAMIENTAS PARA EL MANEJO DE PRECISIÓN.
INIA Tacuarembó y la Mesa de Ganadería sobre Campo Natural invitan a una jornada de campo sobre Herramientas para el manejo de precisión del campo natural.
La actividad se desarrollará a partir de las 09.00 horas en el establecimiento La Abuelita, ruta 5 km 364 (Batoví).
Tacuarembó será el escenario de las celebraciones.
Tacuarembó | Todo El Campo | Los días viernes 10 y sábado 11 de noviembre se celebrará el Día Nacional del Campo Natural, a través de diferentes actividades que tendrán lugar en departamento de Tacuarembó.
VIERNES 10 DE NOVIEMBRE: CEREMONIA PASPALUM DE ORO 2023.
A partir de las 18.30 horas tendrá lugar en INIA Tacuarembó (ruta 5 km 386, Campus Interinstitucional de Tacuarembó), la cuarta edición del reconocimiento Paspalum de oro a aquellas personas que han realizado una contribución significativa a la ganadería sobre campo natural.
La actividad es organizada por La Mesa de Ganadería sobre Campo Natural junto con el Plan Agropecuario, INIA Tacuarembó y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca. La actividad cuenta con el apoyo de Conciencia Agropecuaria y el Instituto Nacional de Carnes (INAC).
Los organizadores agradecen confirmar participación a través del correo: secretariadgrn@mgap.gub.uy
SÁBADO 11 DE NOVIEMBRE – JORNADA SOBRE HERRAMIENTAS PARA EL MANEJO DE PRECISIÓN.
INIA Tacuarembó y la Mesa de Ganadería sobre Campo Natural invitan a una jornada de campo sobre Herramientas para el manejo de precisión del campo natural. La actividad se desarrollará a partir de las 09.00 horas en el establecimiento La Abuelita, ruta 5 km 364.