En Argentina “la burocracia estatal ya no tendrá el poder de decidir quién importa un bien y quien no”, aseguró el ministro de Economía de la Nación.
Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | Tal vez ningún Gobierno latinoamericano implementó tantos cambios tan rápidamente como los que está llevando a cabo el presidente Javier Milei que asumió hace apenas 17 días.
Una de las medidas fue la implementación del Sistema Estadístico de Importaciones (SEDI) y la supresión del Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA), que equivale a decir que liberalizó las compras en el exterior, lo que representa un paso clave en la transformación del país.
El ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, publicó en su cuenta de X @LuisCaputoAR que la medida “normaliza el proceso de importaciones que se encontraba absolutamente trabado, generando mayor presión inflacionaria y desabastecimiento”.
A su vez, defendió la emisión del nuevo bono Bopreal, “que ayudará a los importadores a saldar sus obligaciones atrasadas”.
La primera medida asegura que cualquier emprendedor podrá importar sin esperar el visto bueno estatal como ocurría hasta ahora en una medida que no tiene lugar ni razón de ser en un mundo donde el libre movimiento de mercadería debería ser la norma y no la excepción; y la segunda pone al día a los importadores con sus pagos para que los proveedores vuelcan a confiar en las empresas y en el país.
Caputo comentó en X que “por el lado del flujo” y “después de 15 años, dejan de existir las SIRAs y cualquier otro permiso de importación. La burocracia estatal ya no tendrá el poder de decidir quién importa un bien y quien no”.
Además, la medida “tiene un impacto directo en las PYMES, que van a tener previsibilidad en sus operaciones, ahorrando tiempo y costos, ya que van a tener certeza a la hora de importar”.
“A partir de hoy (26 de diciembre) se podrá importar sin cupos ni prohibiciones de productos”, aseguró.
UNA DEUDA DE US$ 54.000 MILLONES.
El analista financiero y operador de granos, Ec. Salvador Vitelli, elaboró un informe para Romano Group en el que señala que la deuda de los importadores “asciende a US$ 54.000millones, compuesta por US$ 43.000 millones por parte de importadores de bienes y US$ 11.000 millones de servicios”.
“El stock que más ha crecido en este último tiempo es el de bienes, con un aumento del 96% frente a diciembre de 2021 y 30% servicios”, precisó.
BARTESAGHI: “UN CAMINO MÁS CLARO”.
Sobre la resolución del Gobierno argentina, el uruguayo Ignacio Bartesaghi, director del Instituto de Negocios Internacionales (INI) de la Universidad Católica (UCU) opinó que el SIRA era un “sistema que controlaba y restringía las importaciones en Argentina”, por lo que “es muy buena noticia para Uruguay que el país vecino pueda importar libremente”.
“Si bien todavía quedan muchas otras distorsiones al comercio, el camino parece más claro”, acotó.
BONO BOPREAL.
Sobre el bono Bopreal (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre) mencionado por Caputo, el 22 de diciembre el Banco Central de la República Argentina (BCRA) informó que “con el objetivo de proveer previsibilidad a los pagos asociados con el stock de deuda comercial de importadores acumulada hasta el 12 de diciembre de 2023” se creó ese instrumento financiero.
Esos bonos “serán ofrecidos como vehículos para canalizar la demanda de divisas de los importadores de bienes y servicios con deudas comerciales por operaciones con registro aduanero o servicio efectivamente prestado hasta el 12 de diciembre de 2023”.
De esa forma, el BCRA “ofrecerá una solución ordenada para resolver la crisis generada por la acumulación de deudas comerciales de importadores a niveles inmanejables en el corto plazo con el stock de reservas disponible, funcionando como nexo puente con la acumulación de reservas asociadas al superávit de balanza comercial proyectado para los próximos años”.
“Los importadores tendrán la posibilidad de adquirir estos instrumentos con la liquidez en pesos que tienen a disposición para hacer frente a sus compromisos con el exterior y recibirán a cambio un flujo de divisas cierto por parte del BCRA”, explicó el banco monetario.
El Ec. Deagosto explica qué es ser anarco capitalista, como se define Milei, y por qué aplicaría una política minarquista. También mencionó cuatro problemas que tiene la dolarización.
Montevideo | Todo El Campo | Javier Milei, el candidato a la presidencia de Argentina que llevó la mayor cantidad de votos en las pasadas internas y que ahora compite en las elecciones nacionales por la Presidencia contra el oficialista Sergio Massa (actual ministro de Economía del kirchnerismo) y la también opositora Patricia Burlich (Juntos por el Cambio), ha puesto sobre la mesa la dolarización de la economía de su país. Esa es una de las propuestas más potentes que ha planteado y defendido, aunque según comentarios de prensa del país vecino la posibilidad de que gane ha llevado al candidato a moderar su postura.
El Ec. German Deagosto analizó la propuesta de dolarizar Argentina en su columna en Tv Ciudad.
¿QUÉ ES EL MINARQUISMO DE MILEI?
Comenzó explicando donde se ubica Milei en el abanico de la filosofía política. Dijo que Milei “se define como anarco capitalista, pero en la práctica se ubica como minarquista”.
El minarquismo es una forma de reducción del Estado que está en el otro extremo del liberalismo clásico. Los liberales clásicos entienden que el mercado es el mejor asignador de recursos, pero también dan lugar al Estado para algunas funciones como la educación, infraestructura o para subsanar las fallas del mercado.
Partiendo de los liberales clásicos en un proceso de reducción del peso del Estado llegamos a los minarquistas que son aquellas personas que “entienden que el Estado debe ser mínimo y reducido a la defensa -Policía y Ejército- y a la justicia; y si avanzamos un poco más llegamos al Estado nulo que es donde están los anarco capitalistas” que defienden que no haya “ningún tipo de función para el Estado”.
Milei filosóficamente se ubica en este extremo anarco capitalista, pero en la práctica entiende que debe haber un Estado mínimo “porque según él la tecnología no es suficiente, pero aspira y tiende hacia un Estado nulo”.
El candidato argentino permanentemente desplega ese tipo de posiciones y “el fundamento moral es decir ‘yo soy mi propio dueño, tengo un derecho natural a disponer de mí como yo quiera’”. Ese argumento “supone que puedo venderme fraccionado y ahí se insertan las polémicas” de las cuales ha participado Milei “sobre la venta de órganos o el canibalismo donde una persona se vendió a otra para ser comida”. Este ejemplo del canibalismo “es un caso real”, aclaró Deagosto, y refiere al Caníbal de Rotemburgo que se puede encontrar fácilmente en internet.
Pero la interpretación política económica de Milei se aplica a que cada uno es dueño de los frutos de su trabajo. “Eso supone que si el Estado me grava está violando mi libertad y se convierte en mi amo. Poner impuestos a las personas es una violación de la libertad y es equivalente al trabajo forzoso”.
DEL MINARQUISMO A ELIMINAR EL BANCO CENTRAL.
“Una de las consecuencias prácticas” de esa posición ideológica de Milei es que “hay que eliminar el Banco Central y por ende hay que dolarizar”, dijo el economista. Y “¿para qué dolarizar?, las palabras de Milei son ‘para terminar con la maquinita de emitir billetes’”, porque entiende que “siempre y en todas partes la inflación es un fenómeno monetario y la solución drástica es eliminar el Banco Central, eliminar la maquinita de hacer billetes y eliminamos la inflación”.
En ese escenario “el dólar pasa a ser la moneda oficial de Argentina, y el Banco Centra de Argentina pasaría a ser el Banco Central de Estados Unidos que es el que emite los dólares”.
LOS CUATRO PROBLEMAS DE DOLARIZAR.
Esa propuesta tiene por lo menos cuatro problemas.
Un primer problema que es que “Argentina no tiene los dólares suficientes para dolarizar”, por el contrario “debe dólares” por lo que dolarizar “llevaría a una devaluación tan grande que generaría una hiperinflación por el tipo de cambio tan alto que necesita para hacer la equivalencia entre el peso y el dólar, porque para dolarizar el país debe cambiar todos sus pesos a dólares”.
“El segundo problema es que la inflación es básicamente un problema fiscal, porque Argentina emite (pesos) porque tiene que financiar el déficit fiscal que es la diferencia entre los ingresos y egresos públicos”. En el caso de Uruguay y los países normales financian su déficit fiscal emitiendo deuda, pero a Argentina nadie le presta porque técnicamente es un default serial y por eso nadie le presta, solo el FMI. Entonces emite dinero, pero el problema no es la emisión en sí sino lo que origina la emisión de dinero que es el déficit fiscal. Por eso dolarizar sería una solución”.
América Latina tiene el ejemplo de Ecuador que dolarizó su economía pero sigue con problemas fiscales y tuvo que recurrir al FMI, recordó.
“El tercer inconveniente es que Argentina perdería la capacidad de hacer política monetaria que es una de las cosas que hacen los bancos centrales, es una de las herramientas para gestionar el ciclo económico, subiendo o bajando la tasa”. Per los problemas de Argentina y Estados Unidos no son lo mismo, por tanto no se pueden gestionar con la mismas herramientas lo que haría que Argentina sería dependiente de lo que suceda en Estados Unidos, explicó.
Cuarto problema, es que en términos prácticos es una medida irreversible, por lo que correspondería tomar antes otras medidas no tan radicales.
De todas formas, se da la paradoja de que “si Argentina hace todo lo que debería hacer para dolarizar, la dolarización no sería necesaria”, concluyó.
Las resoluciones incluyen plazos más flexibles para la determinación de la mora y la posibilidad de acceder a las líneas de crédito subsidiadas.
Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció medidas para atender a los productores rurales que han sido afectados por la situación de sequía que golpea al sector productivo.
Las resoluciones incluyen plazos más flexibles para la determinación de la mora y la posibilidad de acceder a las líneas de crédito subsidiadas.
En un comunicado conocido en las últimas horas se señala que “los productores agropecuarios alcanzados por la Ley de Emergencia Agropecuaria, tendrán hasta el 31 de diciembre de este año plazos más flexibles en el conteo de la mora para considerar su situación crediticia, según lo establecido en la norma sobre Clasificación de Deudores”.
Además, la nueva norma “suma 45 días a las primeras tres categorías de deudores para aliviar a los productores agropecuarios”, y aclara que el tratamiento que se dispense en el marco de esta disposición no podrá implicar mejoramiento de la clasificación asignada al cliente en función de su situación individual previa a la declaración de emergencia, ni su aplicación extenderse más allá de la vigencia fijada para ella.
Por otra parte, aquellos productores incluidos en la declaración de emergencia que vendieron su soja “podrán acceder a todas las líneas de créditos que se ofrezcan en el sistema financiero”.