El Ec. Deagosto explica qué es ser anarco capitalista, como se define Milei, y por qué aplicaría una política minarquista. También mencionó cuatro problemas que tiene la dolarización.

Montevideo | Todo El Campo | Javier Milei, el candidato a la presidencia de Argentina que llevó la mayor cantidad de votos en las pasadas internas y que ahora compite en las elecciones nacionales por la Presidencia contra el oficialista Sergio Massa (actual ministro de Economía del kirchnerismo) y la también opositora Patricia Burlich (Juntos por el Cambio), ha puesto sobre la mesa la dolarización de la economía de su país. Esa es una de las propuestas más potentes que ha planteado y defendido, aunque según comentarios de prensa del país vecino la posibilidad de que gane ha llevado al candidato a moderar su postura.

El Ec. German Deagosto analizó la propuesta de dolarizar Argentina en su columna en Tv Ciudad.

¿QUÉ ES EL MINARQUISMO DE MILEI?

Comenzó explicando donde se ubica Milei en el abanico de la filosofía política. Dijo que Milei “se define como anarco capitalista, pero en la práctica se ubica como minarquista”.

El minarquismo es una forma de reducción del Estado que está en el otro extremo del liberalismo clásico. Los liberales clásicos entienden que el mercado es el mejor asignador de recursos, pero también dan lugar al Estado para algunas funciones como la educación, infraestructura o para subsanar las fallas del mercado.

Partiendo de los liberales clásicos en un proceso de reducción del peso del Estado llegamos a los minarquistas que son aquellas personas que “entienden que el Estado debe ser mínimo y reducido a la defensa -Policía y Ejército- y a la justicia; y si avanzamos un poco más llegamos al Estado nulo que es donde están los anarco capitalistas” que defienden que no haya “ningún tipo de función para el Estado”.

Milei filosóficamente se ubica en este extremo anarco capitalista, pero en la práctica entiende que debe haber un Estado mínimo “porque según él la tecnología no es suficiente, pero aspira y tiende hacia un Estado nulo”.

El candidato argentino permanentemente desplega ese tipo de posiciones y “el fundamento moral es decir ‘yo soy mi propio dueño, tengo un derecho natural a disponer de mí como yo quiera’”. Ese argumento “supone que puedo venderme fraccionado y ahí se insertan las polémicas” de las cuales ha participado Milei “sobre la venta de órganos o el canibalismo donde una persona se vendió a otra para ser comida”. Este ejemplo del canibalismo “es un caso real”, aclaró Deagosto, y refiere al Caníbal de Rotemburgo que se puede encontrar fácilmente en internet.

Pero la interpretación política económica de Milei se aplica a que cada uno es dueño de los frutos de su trabajo. “Eso supone que si el Estado me grava está violando mi libertad y se convierte en mi amo. Poner impuestos a las personas es una violación de la libertad y es equivalente al trabajo forzoso”.

DEL MINARQUISMO A ELIMINAR EL BANCO CENTRAL.

“Una de las consecuencias prácticas” de esa posición ideológica de Milei es que “hay que eliminar el Banco Central y por ende hay que dolarizar”, dijo el economista. Y “¿para qué dolarizar?, las palabras de Milei son ‘para terminar con la maquinita de emitir billetes’”, porque entiende que “siempre y en todas partes la inflación es un fenómeno monetario y la solución drástica es eliminar el Banco Central, eliminar la maquinita de hacer billetes y eliminamos la inflación”.

En ese escenario “el dólar pasa a ser la moneda oficial de Argentina, y el Banco Centra de Argentina pasaría a ser el Banco Central de Estados Unidos que es el que emite los dólares”.

LOS CUATRO PROBLEMAS DE DOLARIZAR.

Esa propuesta tiene por lo menos cuatro problemas.

Un primer problema que es que “Argentina no tiene los dólares suficientes para dolarizar”, por el contrario “debe dólares” por lo que dolarizar “llevaría a una devaluación tan grande que generaría una hiperinflación por el tipo de cambio tan alto que necesita para hacer la equivalencia entre el peso y el dólar, porque para dolarizar el país debe cambiar todos sus pesos a dólares”.

“El segundo problema es que la inflación es básicamente un problema fiscal, porque Argentina emite (pesos) porque tiene que financiar el déficit fiscal que es la diferencia entre los ingresos y egresos públicos”. En el caso de Uruguay y los países normales financian su déficit fiscal emitiendo deuda, pero a Argentina nadie le presta porque técnicamente es un default serial y por eso nadie le presta, solo el FMI. Entonces emite dinero, pero el problema no es la emisión en sí sino lo que origina la emisión de dinero que es el déficit fiscal. Por eso dolarizar sería una solución”.

América Latina tiene el ejemplo de Ecuador que dolarizó su economía pero sigue con problemas fiscales y tuvo que recurrir al FMI, recordó.

“El tercer inconveniente es que Argentina perdería la capacidad de hacer política monetaria que es una de las cosas que hacen los bancos centrales, es una de las herramientas para gestionar el ciclo económico, subiendo o bajando la tasa”. Per los problemas de Argentina y Estados Unidos no son lo mismo, por tanto no se pueden gestionar con la mismas herramientas lo que haría que Argentina sería dependiente de lo que suceda en Estados Unidos, explicó.

Cuarto problema, es que en términos prácticos es una medida irreversible, por lo que correspondería tomar antes otras medidas no tan radicales.

De todas formas, se da la paradoja de que “si Argentina hace todo lo que debería hacer para dolarizar, la dolarización no sería necesaria”, concluyó.

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