Mundo. La escasez de alimentos es un peligro para la estabilidad mundial.

Mundo. La escasez de alimentos es un peligro para la estabilidad mundial.

Es necesario invertir en sistemas de producción locales.

Leo Bertozzi | Italia | Clal News | Todo El Campo | Con el aumento de los precios, el peligro para la estabilidad mundial se convierte en escasez de alimentos.

Según el Banco Mundial, cada aumento del 1% en los precios mundiales de los alimentos lleva a que 10 millones de personas vivan en la pobreza extrema. La grave escasez de alimentos tiene una serie de efectos en cascada, como la angustia social, la inestabilidad política, los disturbios y la migración masiva.

Las protestas que tuvieron lugar en 2022 en Indonesia, Pakistán, Perú, Sri Lanka y aún continúan son solo la punta del iceberg, dado que las condiciones actuales son mucho más duras que las protestas de la Primavera Árabe en 2011 y la crisis financiera en 2008, cuando 48 países fueron sacudidos por protestas y disturbios. Se trata de un problema grave con repercusiones a gran escala, que requiere un enfoque común.

Sin embargo, en la última reunión del G7, como se indica en el comunicado final, se prestó poca atención a la cuestión de la seguridad alimentaria, mientras que se colocó una gran retórica sobre el conflicto en Ucrania con respecto a la dependencia de los combustibles fósiles y la transición verde para combatir el cambio climático.

Más que nunca, existe un contraste entre la necesidad de responder a la demanda de alimentos de los países pobres y la de utilizar materias primas agrícolas para producir más biocombustibles para las necesidades de los países ricos. Los líderes del G7 se han comprometido a invertir 4,500 millones (4.500.000.000) de euros en ayuda alimentaria, pero el Programa Mundial de Alimentos de la ONU ha solicitado $ 21,500 millones solo en 2022 para hacer frente a la situación de hambruna que se manifiesta con la combinación del cambio climático y la invasión rusa de Ucrania.

Los sistemas alimentarios del mundo se basan ahora en un pequeño número de productos agrícolas obtenidos en grandes cantidades, comercializados por unos pocos operadores. El grueso de los subsidios públicos se dirige a estas producciones, que según la ONU ascienden a 540.000 millones de dólares al año, equivalentes al valor del 15% de la producción agrícola mundial.

El efecto distorsionador sobre la competencia internacional, así como sobre la ocupación de tierras agrícolas, es evidente.

Se destaca claramente la necesidad de la seguridad alimentaria como condición básica para la paz social. Por lo tanto, sería urgente que los líderes del G7, además de los compromisos para la sostenibilidad ambiental y para poner fin a los conflictos, también consideren cómo dirigir mejor las inversiones para evitar escenarios catastróficos en los países más débiles y densamente poblados, con graves repercusiones en los avanzados.

Por lo tanto, es imperativo apoyar mejor los sistemas de producción locales, que son más resistentes a la adversidad, y abordar los sistemas de fijación de precios de los productos alimenticios, contrarrestando la falta de transparencia y el acaparamiento por parte de los especuladores que se benefician de las situaciones de inestabilidad.

EL AUTOR. Leo Bertozzi es agrónomo, experto en la gestión de la producción agroalimentaria de calidad y la cultura lechera.

Mitos sobre los alimentos ecológicos. No hay que creer todo lo que dicen.

Mitos sobre los alimentos ecológicos. No hay que creer todo lo que dicen.

Los alimentos orgánicos o ecológicos no son todo lo bueno que se dice bueno de, lo seguro es que son más caros y que por tanto no pueden ser consumidos por la mayoría de la población.

Montevideo | Todo El Campo | La demanda de alimentos ecológicos u orgánicos está creciendo rápidamente en todo el mundo. El periodista Darío Pescador escribió un artículo en elDiario.es (de España) en el que se ocupa del tema. Pescador es director de la revista madrileña Quo, divulgador científico y autor de libros que tratan sobre los últimos descubrimientos en nutrición.

En su artículo dice que en el caso español, desde 2019 a 2020, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, el consumo de alimentos orgánicos por persona fue de 53,41 euros. Un total que no es mucho, solo un 2,48% del gasto total en alimentos, pero representa un crecimiento del 6,10% respecto del año anterior.

Pero España es solo un ejemplo, la realidad es que el consumo de alimentos orgánicos es una tendencia global que se va esparciendo a todos los mercados del mundo, a todas las poblaciones y que tiene un margen de crecimiento importante. Por eso es bueno poner luz y aclarar que no todo lo que se dice sobre ellos es verdad.

Lo primero para decir es que parece lógico pensar que lo mismos argumentos que mueven e impulsan a los alimentos vegetarianos y veganos son los que mueven e impulsan a los alimentos orgánicos. También que como con los vegetarianos y veganos, hay un fuerte interés de la juventud por consumirlos.

Lo que Darío Pescador plantea en el artículo de elDiario.es es que los alimentos orgánicos “plantean muchas cuestiones y son objeto de mitos propagados por igual por productores y consumidores”.

Una de las cosas que más se dice y que se toma por cierto es que son alimentos “más saludables, mejores para el medio ambiente, producen menos emisiones y no utilizan pesticidas. Sin embargo, muy pocas de estas afirmaciones tienen una sólida evidencia científica. Solo una cosa es cierta: los productos orgánicos son más caros”, escribió.

Nadie dice que los orgánicos sean alimentos malos, “todo lo contrario: hay estudios que les atribuyen algunos beneficios nutricionales y medioambientales. Pero estas ventajas son mínimas, y la publicidad y las afirmaciones exageradas que popularmente se hacen sobre ellos están alejadas de la evidencia”.

LOS MITOS MÁS COMUNES Y UNA MENTIRA CAMUFLADA.

El artículo responde algunos de los mitos más escuchados en Europa, continente que se ha puesto al hombro (o ha pretendido hacerlo) la bandera de lo natural. Los mitos tratados son: Solo los productos orgánicos están libres de hormonas; los alimentos orgánicos están libres de pesticidas; los alimentos orgánicos son más saludables; solo los lácteos y la carne orgánicos están libres de antibióticos; los alimentos orgánicos saben mejor; y la verdad a medias (¿una mentira camuflada?) de que los alimentos orgánicos son más sostenibles.

MITO: SOLO LOS PRODUCTOS ORGÁNICOS ESTÁN LIBRES DE HORMONAS – Ese es el primer mito abordado por Pescador. La realidad es que no solo los orgánicos están libres de hormonas.

“El uso de hormonas en el ganado está prohibido desde 1981 en toda la Unión Europea, en todo tipo de productos, así como la importación de productos animales tratados con hormonas. Por tanto, en Europa no tiene sentido afirmar que la leche ecológica es mejor porque no contiene hormonas”, escribió. Respecto a Uruguay, está prohibido el uso de hormonas y no se permite en medicamentos veterinarios.

MITO: LOS ALIMENTOS ORGÁNICOS ESTÁN LIBRES DE PESTICIDAS – Esto es el no uso de pesticidas ni herbicidas sintéticos, pero sí se empleen pesticidas llamados “naturales”, pero no significa que no causen algún tipo de daño.

Pescador menciona algunos permitidos y usados por los agricultores orgánicos: boro (tóxico para el cerebro, el hígado y el corazón); ácido acético (vinagre concentrado al 90%, que puede quemar los ojos y mata a las abejas); sulfato de cobre (se usa como fungicida y es corrosivo para la piel y los ojos, puede dañar el hígado, afecta gravemente a peces, anfibios, cangrejos, moluscos, aves, hámsters y ratas; además, se acumula en el medio ambiente); peróxido de hidrógeno (agua oxigenada, es altamente tóxico para las abejas); azufre calcáreo (muy tóxico para las lombrices); azadiractina (usada como acaricida, muy tóxica para las abejas); extractos concentrados de citronella, eucalipto, ajo (tóxicos para las abejas).

Un dato curioso es que en la Unión Europea, “para la mayoría de los pesticidas orgánicos no se requieren test de toxicidad, cosa que todos los pesticidas sintéticos sí tienen que pasar antes de ser aprobados”, precisa, añade: “En el último análisis de la UE sobre los residuos de pesticidas en los alimentos, incluyendo los no orgánicos, se encontró que solo un 3,6% de entre las miles de muestras superaban los niveles permitidos. Es decir, la inmensa mayoría de los productos agrícolas no orgánicos en Europa son seguros”.

MITO: LOS ALIMENTOS ORGÁNICOS SON MÁS SALUDABLES – Ante la creencia de que la agricultura ecológica produce alimentos más saludables y nutritivos, Pescador asegura que “la ciencia no ha podido encontrar hasta la fecha ninguna prueba definitiva de que los alimentos ecológicos sean más saludables que los no ecológicos, y eso que los científicos llevan más de 50 años comparándolos”.

Por el contrario, se “encontró que la contaminación por aflatoxinas (toxinas cancerígenas del moho) y la contaminación bacteriana es más común en la agricultura ecológica, y que los estudios consultados no encontraban que la calidad sensorial y nutricional fuera superior a los alimentos convencionales”.

Además, un estudio de 2017 señala que “las diferencias entre los alimentos orgánicos y convencionales eran mínimas”.

“Los alimentos orgánicos tenían un contenido superior en fenoles en frutas y vegetales, menos cadmio en los cereales, y más omega-3 en los lácteos y carnes, pero en ningún caso en cantidades suficientes para ser significativas nutricionalmente”.

MITO: LOS ALIMENTOS ORGÁNICOS SABEN MEJOR – Cuando se pregunta a la gente suele contestar que los alimentos orgánicos son más sabrosos, además de más sanos y nutritivos. “Pero cuando se han realizado catas ciegas los participantes no pudieron distinguir entre los alimentos orgánicos y los convencionales de una calidad similar, y en ocasiones prefirieron los convencionales por su sabor. Otro estudio tampoco había encontrado diferencias al comparar la leche orgánica con la convencional”.

CIERTO A MEDIAS: LOS ALIMENTOS ORGÁNICOS SON MÁS SOSTENIBLES – Aunque se diga lo contrario, “los pesticidas utilizados en la agricultura orgánica también son perjudiciales para los polinizadores, como las abejas, y otros insectos beneficiosos, y tóxicos para los agricultores que trabajan con ellos”.

Un dato importante es que “la agricultura ecológica tiene un rendimiento un 20% inferior a la convencional. Esto supone un 20% menos de biomasa por unidad de superficie, y un 20% menos de captura de carbono, que podría estar retirándose de la atmósfera”.

“Por último, la agricultura ecológica pierde todo el sentido cuando no es local. Las paltas orgánicas de Chile y los espárragos orgánicos de Perú han provocado muchas más emisiones en su transporte que la producción convencional de los mismos productos cerca de casa”, concluye Pescador.

Para acceder a todos los artículos de Darío Pescador: Darío Pescador (eldiario.es)

Hoy se celebra el Día Internacional contra la pérdida y el desperdicio de alimentos.

Hoy se celebra el Día Internacional contra la pérdida y el desperdicio de alimentos.

“Uruguay puede producir para 20 veces la cantidad de sus habitantes, pero debemos hacerlo en forma sostenible”, dijo el ministro Peña.

Ya está en funcionamiento el Comité Nacional para la Prevención y Reducción de las Pérdidas y los Desperdicios de Alimentos (PDA) que liderará el Ministerio de Ambiente con la secretaría técnica de la Organización de la Alimentación y la Agricultura (FAO), y administrará y financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El relanzamiento del Comité se concretó en el marco de un nuevo Día Internacional de la Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, que se celebra este jueves 29 de setiembre.

El ministro de Ambiente, Adrián Peña, dijo que “el desperdicio de alimentos es un problema de ineficiencia, productivo y económico, pero además es un problema ético y de inequidad” porque hay “800 millones de personas en el mundo sufren inseguridad alimentaria”.

“Uruguay puede producir para 20 veces la cantidad de sus habitantes, pero debemos hacerlo en forma sostenible”, agregó el jerarca.

En Uruguay se pierde o desperdicia, por año 1 millón de toneladas, o sea el 11% del total de alimentos disponibles para el consumo humano.

PÉRDIDA Y DESPERDICIO.

La FAO define y explica los conceptos de pérdidas y desperdicios de alimentos.

Las pérdidas de alimentos se producen al inicio de la cadena, desde la producción agropecuaria y la cosecha de vegetales, el sacrificio o la captura de animales hasta que los alimentos llagan al minorista, pero sin incluirlo”.

El desperdicio de alimentos se produce en la venta al por menor y en el consumo, doméstico y de servicios gastronómicos públicos o privados, en los últimos eslabones de la cadena alimentaria”.

Uruguay pierde el 11% del total de alimentos disponibles para consumo humano, cerca de 1 millón de toneladas al año.

Uruguay pierde el 11% del total de alimentos disponibles para consumo humano, cerca de 1 millón de toneladas al año.

Nuestro país se moviliza contra la pérdida y el desperdicio de alimentos. El país contará con un ámbito interinstitucional para coordinar la lucha contra pérdidas y desperdicios alimentarios.

El lunes 26 de setiembre quedará reactivado el Comité Nacional para la Prevención y Reducción de las Pérdidas y los Desperdicios de Alimentos en lo que será la apertura de una semana de actividades en el marco Día Internacional de la Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cada 29 de setiembre.

Liderado por el Ministerio de Ambiente, con secretaría técnica de la Organización de la Alimentación y la Agricultura (FAO) y financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Comité Nacional para la Prevención y Reducción de las Pérdidas y los Desperdicios de Alimentos (PDA) en Uruguay quedará oficialmente conformado este lunes, en el marco de una actividad de lanzamiento prevista en la Torre Ejecutiva de 15.30 a 18.30 horas y que contará con la participación de: Adrián Peña, ministro de Ambiente; Fernando Cuenin, jefe de Operaciones del BID; Gonzalo Kmaid, asistente representante de Programa y Oficial a Cargo de la FAO; Natalia Basso, coordinadora de Gestión de Calidad del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de Argentina; Chiara Fioretto y Cynthia Lima, ambas del Ministerio de Ambiente.

PÉRDIDA DE ALIMENTOS DESDE EL INICIÓ DE LA PRODUCCIÓN.

Las pérdidas de alimentos se producen al inicio de la cadena, desde la producción agropecuaria y la cosecha de vegetales, el sacrificio o la captura de animales hasta que los alimentos llagan al minorista, pero sin incluirlo.

El desperdicio de alimentos se produce en la venta al por menor y en el consumo, doméstico y de servicios gastronómicos públicos o privados, en los últimos eslabones de la cadena alimentaria.

La reducción de las pérdidas y desperdicios de alimentos es una prioridad global acordada en los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) definida en 2015 y acordada entre todos los países miembros de la Organización de Naciones Unidas.

La meta 12.3 del ODS 12 Producción y Consumo Sostenible propone: “reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha”.

Uruguay no es ajeno a la problemática asociada a las PDA, ya que las primeras estimaciones con respecto a la generación de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos indican que aproximadamente el 11% del total de alimentos disponibles para consumo humano se pierde o se desperdicia anualmente, lo que equivale a cerca de 1 millón de toneladas al año.

OTRAS ACTIVIDADES.

Además del relanzamiento del Comité, la FAO organiza desde su sede regional en Santiago de Chile un seminario virtual de Conmemoración del Día Internacional, el mismo jueves 29 de setiembre de 12.00 a 13.30 horas de Uruguay, con participación del representante para América Latina y el Caribe y subdirector general de la FAO, el uruguayo Mario Lubetkin, y el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, en ejercicio de la presidencia protempore de la Red de Ciudades Intermedias y sistemas agroalimentarios.

Además, el viernes 30 está prevista una actividad en la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM), en la que participará el ministro de Ambiente, junto a autoridades y referentes de la FAO, la Intendencia de Montevideo y la UAM.

También el viernes, se realiza el lanzamiento del Concurso Nacional de Recetas “Cocina sin desperdicios”, en el que la FAO participa como jurado, a través de una especialista regional.

Este conjunto de actividades se enmarca en la semana de Concientización sobre Pérdidas y Desperdicio de Alimentos en Uruguay, impulsada por el Ministerio de Ambiente, con apoyo de la FAO y el BID.

La agenda completa está disponible en el enlace a continuación: Lanzamiento Comité Nacional para la Prevención y Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos (PDA) en Uruguay | Ministerio de Ambiente (www.gub.uy)

Nutricionista chilena: La leche llamada vegetal aporta hasta 6 veces menos proteína que los lácteos que intenta imitar.

Nutricionista chilena: La leche llamada vegetal aporta hasta 6 veces menos proteína que los lácteos que intenta imitar.

La leche tiene propiedades especiales y es capaz de prevenir enfermedades complejas, cosa que no logran las bebidas que suelen ser llamadas leche vegetal.

Las bebidas de origen vegetal que utilizan el nombre genérico de leche, y cuyo volumen de ventas se ha disparado en el último lustro, aportan cinco o seis veces menos proteínas de alto valor biológico que los lácteos, dijo la nutricionista Carla Leiva, académica de la Pontificia Universidad Católica (Chile), quien advirtió que las proteínas que entrega la leche no pueden ser reemplazadas por este tipo de productos.

En Chile, la última Encuesta Nacional de Consumo Alimentario indicó que el 95% de la población requiere modificaciones importantes en su dieta para hacerla más saludable. A esto se suma la falta de vitamina D en la población, que puede ser suministrada gracias a la leche. En ese país, uno de los mayores productores de leche del cono sur, la población consume 30 litros menos que la recomendación de la FAO.

La leche es un alimento completo que tiene propiedades benéficas para la salud, que van más allá de las nutricionales (vitaminas, proteínas, minerales, y otros). De hecho, puede prevenir el cáncer y otras enfermedades, según diversos estudios, como el de World Cancer Research Fund que concluye que existe una fuerte evidencia de que los lácteos tienen un rol protector contra el cáncer de colon.

Nicolás Pizarro, investigador del chileno Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y parte del Comité Científico de Lácteos del Programa “Gracias a la Leche”, explica que este producto es muy relevante para las personas y que debería consumirse mucho más.

El especialista comenta que la leche tiene en su composición ácido linoleico conjugado (CLA por sus siglas en inglés), que es una sustancia funcional para la alimentación humana.

“Los compuestos funcionales causan un efecto positivo que va más allá de la nutrición. Y este ácido graso produce efectos que son anticancerígenos, antiinflamatorios, anti diabetes, anti artritis, anti asma, entre otros”, destaca.

“Estamos en promedio cerca de los 160 litros de leche al año por persona”, un nivel bajo considerando las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), agregó.

El especialista indica que los niños es el segmento que más se consume lácteos, ya sea en leche, postre o todo tipo de quesos, pero con la adultez va decreciendo.

LAS LECHES QUE NO SON LECHE.

Las bebidas de origen vegetal que utilizan el nombre genérico de leche (sin serlo), aportan cinco o seis veces menos proteínas de alto valor biológico que los lácteos. Así lo explicó la nutricionista Carla Leiva, académica de la Pontificia Universidad Católica, quien advirtió que las proteínas de la leche no pueden ser reemplazadas por este tipo de productos.

La leche y sus derivados son fundamentales para que los seres humanos tengan una dieta equilibrada. Son, en este sentido, un alimento de alto valor biológico. Las proteínas con esta condición son fundamentales, por ejemplo, para los niños, entre ellas vitaminas del complejo A, la B y la D, también el calcio, dijo.

Los sustitutos no son leche, porque el reglamento sanitario chileno de alimentos declara que la leche es todo aquel alimento producido por mamíferos”, sostuvo la académica, que aclaró que la soja es buena fuente de proteínas.

Esos sustitutos vegetales, “cuando vemos el detalle de la información nutricional, especialmente de sus proteínas, nos damos cuenta de que el jugo de almendra, de coco o arroz, contienen un bajo aporte de proteínas. De hecho, ni siquiera alcanzan a un gramo por 100 ml., lo cual es realmente un bajo aporte”, advirtió.

DESINFORMACIÓN QUE NOS HACE MAL.

La nutricionista de la PUC apuntó que, en la actualidad, también se han multiplicado los mensajes de desinformación, como que la leche no es buena para la salud o que no está “diseñada” para los seres humanos. “Si bien los mamíferos estamos genéticamente creados para ser alimentados por leche materna, esto es especialmente importante los primeros años de vida del niño. Luego, la leche, la carne y el huevo, son una excelente fuente de proteínas de alto valor biológico para los seres humanos”, añadió la académica.

El valor nutricional de los lácteos contribuye al desarrollo integral y a prevenir condiciones tanto de salud como de carácter social, puntualizó Carla Leiva.

La leche, contiene los 20 aminoácidos que necesitamos los humanos para sintetizar proteínas, especialmente los aminoácidos esenciales considerados limitantes de la síntesis proteica cuando no están presentes. A diferencia de otros alimentos como lentejas o cereales que sí tienen aminoácidos limitantes y que por tanto no permiten por si solas llegar a un score de aminoácidos del 100% como si posee la leche”, destaca.

La especialista aseguró que evidencia reciente da cuenta de que incluso podemos aumentar masa muscular a través de una dieta que incluya las porciones adecuadas de proteínas a través de productos lácteos. Por eso, lo califica como “un tremendo vehículo” para mantener a la población saludable, en especial a aquellos más vulnerables, como las personas mayores. En el caso de los adolescentes, en tanto, el consumo de productos lácteos tendrá impactos a largo plazo.

En base a artículo de El Mostrador, medio digital chileno; con adaptaciones para Todo El Campo. Artículo original difundido por la Asociación de Productores de Leche de la Región de Los Ríos, Chile.

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