El kirchnerismo consagró a Argentina como el único país con más de 200% de inflación.

El kirchnerismo consagró a Argentina como el único país con más de 200% de inflación.

Argentina no solo es el líder de la inflación en el mundo, sino que también tiene el horrible privilegio de ser el único país con un guarismo que supera el 200%.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Argentina terminó 2023 con la mayor inflación del mundo, superando a Líbano, Venezuela y Turquía, según los datos oficiales dados a conocer el lunes 22.

Analistas económicos señalaron que la noticia no los sorprende, solo se confirmó lo que ya se sabía, y sobre lo cual el ciudadano común tenía información o la presunción de que alcanzaría ese doloroso primer puesto.

El ranking global 2023 lo encabeza Argentina con 211,4%, le sigue Líbano con 192%, más abajo está Venezuela con 190% según datos oficiales del Gobierno de Nicolás Maduro, pero que el Observatorio Venezolano de Finanzas ubica tres puntos por arriba, en el 193%.

LA GUERRA PERDIDA Y DEL 54% A MÁS DEL 200%.

Medios de comunicación argentinos han observado que Argentina no solo es el líder de la inflación en el mundo, sino que también tiene el horrible privilegio de ser el único país con un guarismo que supera el 200%, luego de la administración kirchnerista encabezada por Alberto Fernández y Cristina Fernández, y Sergio Masa como ministro de Economía desde agosto de 2022.

El 15 de marzo de 2022, Alberto Fernández se había comprometido a declararle la guerra a la inflación. El anuncio no fue más que un discurso sin ninguna acción que avalara sus dichos: “Yo les prometo que va a empezar otra guerra, la guerra contra la inflación en la Argentina. Vamos a terminar con los especuladores y vamos a poner las cosas en orden”, dijo al inaugurar la estación de ferrocarriles Tortuguitas, en Buenos Aires.

Tres días después, en un mensaje grabado en la residencia presidencial de Olivos, Fernández dijo que el país lleva “diez años consecutivos con una inflación de dos dígitos” y recordó que cuando asumió en funciones, “en diciembre de 2019, Argentina registraba una inflación que orillaba el 54% anual”, lo que obviamente era considerado como un indicador negativo heredado de su antecesor, Mauricio Macri. Por eso insistió en el compromiso de “resolver el problema de la inflación”, lo que “exige revisar nuestra experiencia, comprender la complejidad que tiene y darnos un camino de salida en el que todos nos comprometamos”.

Sin embargo, el proceso inflacionario no se detuvo, no podía detenerse debido múltiples factores, entre ellos las políticas populistas y asistencialistas que desarrolló el kirchnerismo, negando todo manual básico antiinflacionario.

El resultado fue que se superara ampliamente los índices de los anteriores gobiernos, los kirchneristas -de Néstor Kirchner y Cristina Fernández- como el tan criticado macrista.

La evolución de la inflación argentina en los últimos diez años fue la siguiente. 2013: 14,7%; 2014: 28,2%; 2015 (año en que asumió Mauricio Macri): 17,1%; 2016: 34,5%; 2017: 24,8%; 2018: 47,6%; 2019 (año en que asumió Alberto Fernández): 53,8%; 2020: 36,1%; 2021: 50,9%; 2022: 94,8%; 2023: 211,4%.

Argentina y Brasil, ¿dan la espalda a la agropecuaria?

Argentina y Brasil, ¿dan la espalda a la agropecuaria?

El “Plan de acción para el relanzamiento de la alianza estratégica Argentina – Brasil” firmado por los presidentes de ambos países no considera al agro.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Los presidentes de Argentina y Brasil, Alberto Fernández y Luis Lula da Silva, respectivamente, parecen desconocer la realidad de sus países.

Los mandatarios de dos potencias mundiales en la producción agropecuaria mantuvieron este lunes 26 de junio un encuentro en Brasil, en cuyo marco emitieron un comunicado titulado “Plan de acción para el relanzamiento de la alianza estratégica Argentina – Brasil” de 18 páginas, 30 ítems y casi 4.500 palabras que, si uno busca, no encuentra ni una sola vez la palabra “agro”, “agricultura”, “ganadería”, “agropecuaria” ni nada referente a esa importante actividad productiva y económica. Tampoco aparece la expresión “seguridad alimentaria”, “TLC”, ni libre comercio.

Sí se puede leer 50 veces la palabra “Comercio”, pero sólo para mencionar, al argentino “Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto”, nada más.

El texto comienza señalando que el lunes 26 Alberto Fernández visitó Brasil por invitación de Luis Lula da Silva conmemorando los 200 años de las relaciones diplomáticas entre los dos países. En esa oportunidad ambos “acordaron acciones a desarrollar en el marco del compromiso asumido en la Declaración Conjunta del 23 de enero último, del Relanzamiento de la Alianza Estratégica”.

Entre los ítems tratados se encuentran, entre otros: “Infraestructura y transporte”, “Energía y minería”, “Ciencia, tecnología e innovación”; “Cooperación espacial”; “Cooperación nuclear”; “Defensa”; “Seguridad”; “Paz y seguridad”; “Educación”; “Cultura”; “Deporte”; “Turismo”; “Medio ambiente”; “Recursos hídricos”; Derechos humanos”; “Mujeres”; “Igualdad racial”; “Desarrollo social”; y “Desarrollo urbano”.

No hay ni una sola mención a la agropecuaria, en ningún sentido, a pesar de que en 2022 Argentina tuvo un récord de exportaciones agroindustriales de casi US$ 60.000 millones, un 8,5% más que en el 2021.

Respeto a Brasil, en 2022 tuvo un superávit en su balanza comercial de US$ 62.310 millones, lo que fue un nuevo récord anual y un 1,47% superior al saldo positivo de 2021. De acuerdo con los datos del Gobierno de Lula, el año pasado las exportaciones brasileñas subieron 19,3%, totalizando US$ 335.007 millones, marcando un nuevo récord. Las exportaciones del sector industrial saltaron a US$ 181.870 millones de dólares, y las del sector agropecuario fueron por US$ 75.050 millones, 36,1% más que en 2021.

¿Cómo es posible que en la región agropecuaria del mundo, que países como Argentina y Brasil elaboren un “plan de acción” para relanzar una “alianza estratégica Argentina – Brasil” prescindiendo del agro? Difícil de responder, pero real.

Argentina anunció la licitación del canal Magdalena, se abre un nuevo desafío para la política portuaria nacional.

Argentina anunció la licitación del canal Magdalena, se abre un nuevo desafío para la política portuaria nacional.

El presidente argentino dijo que con el Magdalena su país gana en soberanía y avanza en competitividad. En respuesta, es importante que el puerto de Montevideo se convierta definitivamente en un centro logístico regional.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Todo El Campo | El jueves 20 de abril el Gobierno argentino anunció la licitación del canal Magdalena, un hecho que en Uruguay no tomó la consideración noticiosa que el caso se merece, casi no fue mencionado por la prensa nacional y si se publicó en alguna parte pasó inadvertido. Como si no hubiera existido.

Quienes no tienen duda de esa importancia son los argentinos, en especial sus gobernantes, y dieron cuenta de eso cuando la semana pasada hicieron el anuncio en un acto encabezado por el presidente Alberto Fernández junto al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof; los ministros de Transporte, Diego Giuliano, y de Defensa, Jorge Taiana; la secretaria de Gestión de Transporte, Jimena López; y los intendentes de Ensenada, Mario Secco, y de Berisso, Fabián Cagliardi. Tanta autoridad junta es una forma de marcar jerarquía.

Es que dragar el canal Magdalena, además de ser una importante inversión que genera mano de obra, es un acto de soberanía. Así lo han expresado Fernández como sus ministros, y ciertamente lo es, porque los puertos argentinos dejarían de depender de Uruguay.

Cuando el dragado se complete Argentina habrá mejorado sus condiciones marítimas, por esa razón desde el Gobierno de Fernández se ha dicho que es imprescindible avanzar y corregir el nivel de profundidad que actualmente tiene el canal, para que los buques pueden acceder a los puertos fluviales de los ríos De la Plata, Paraná y Uruguay a través de la infraestructura argentina.

Actualmente, si un buque pretende ingresar a puertos fluviales argentinos a través del Río de la Plata, debe esperar en una zona ubicada en aguas de uso común con Uruguay. Un canal adecuado para las exigencias marítimas contemporáneas significa reducir costos logísticos, además de que Argentina podrá reabastecer y ofrecer los servicios que hoy brinda Uruguay.

José María Lojo, presidente de puerto La Plata, dijo el martes 25 que actualmente los buques que pasan para Uruguay para entrar a los puertos argentinos dejan en Montevideo, la suma de US$ 150 millones anuales. Eso ya no será así.

Agregó que gracias al canal Magdalena “los productos que se exporten desde Argentina van a ser más competitivos, y las importaciones van a ser más económicas”.

En el acto de lanzamiento de la licitación, Fernández hizo hincapié en “la trascendencia que tiene hoy la navegabilidad en el mundo” y la necesidad de “viabilizar caminos navegables, ríos, mares, para poder transportar la producción que va de un hemisferio al otro, del este al oeste, y que hacen a la construcción de la economía de un país y al desarrollo de una sociedad”.

El ministro de Transporte, Diego Giuliano, enfatizó que la licitación es el inicio de “la construcción de una obra emblemática de Argentina que tiene que ver con el ingreso y egreso soberano a las aguas del océano Atlántico, que se planificó en el 2013” y que hoy se retoma, aplicando “nuestro concepto de una vía navegable amplia, que también conecta a través del canal Magdalena a los puertos marítimos del sur, de la provincia de Buenos Aires y de la Patagonia Argentina”. “Queremos una Argentina grande”, definió.

“Quienes todavía enfrentan los puertos fluviales y marítimos, no comprenden el beneficio de la multimodalidad del transporte y la expansión regional, y por eso el Ministerio de Transporte ratifica su posición de la gestión nacional de la vía navegable troncal amplia y desarrollada, que conecta producción y trabajo en nuestro país”, concluyó Giuliano.

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Ángel Kicillof, defendió la obra porque “va a reducir las demoras, que va a significar un canal más ancho, más barato y por lo tanto también que nos va a traer ganancias en competitividad. El canal Magdalena es nuestra puerta de acceso a un futuro mejor y a una historia más grande”.

EL IMPACTO EN EL PUERTO DE MONTEVIDEO.

La obra, tan positiva para Argentina, también debe ser mirada desde Uruguay y comprender qué significa para nuestro país.

En primer lugar, lo ya dicho por Lojo: Uruguay dejará de recibir US$ 150 millones anuales, y se perderán fuentes de trabajo por los servicios que ya no se prestarán.

Además, implicaría dejar de usar canal Punta Indio ubicado del lado uruguayo, con el detalle no menor de que su mantenimiento dependerá únicamente de Uruguay

Por eso y ante ese escenario, es importante que el puerto de Montevideo se convierta definitivamente en un centro logístico regional, y para eso tiene que seguir siendo un activo protagonista.

Hace unos meses, el subsecretario de Transporte y Obras Públicas, Juan José Olaizola, manifestó que el Punta Indio “es fundamental para los intereses portuarios nacionales y existe voluntad de asumir el costo del dragado si las circunstancia así lo determinan”. Parecería que así será, aunque hay quienes creen que Argentina no abandonará Punta Indio. El tiempo dirá, pero hay que estar atentos.

Lacalle dijo que es posible un TLC desde México al sur.

Lacalle dijo que es posible un TLC desde México al sur.

¿No será momento de sincerar estas relaciones y que desde Celac se impulse una zona de libre comercio entre nuestros países? Desde México hasta el sur de América del Sur.

Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | El martes 24 se realizó en Buenos Aires la séptima cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), participando Uruguay con una delegación encabezada por el presiente Luis Lacalle.

Fiel a su estilo y profundizando su discurso aperturista que lo ha caracterizado, el mandatario hizo un llamado a la comunidad latinoamericana y caribeña a abrirse al mundo creando una zona de libre comercio que abarque a todos esos países, y criticó la visión hemipléjica en la defensa de la democracia.

Instó a los líderes reunidos en la cumbre a “pasar a la acción” para así “fortalecer este instrumento y que sea confiable”, indicó. Destacó que a pesar e las ideas y diferencias, todos los participantes buscan lo mejor para sus pueblos.

“¿No será momento de sincerar estas relaciones y que desde Celac se impulse una zona de libre comercio entre nuestros países? Desde México hasta el sur de América del Sur. ¿No podremos avanzar en ese sentido?”, planteó, y afirmó: “Muchas de nuestras economías son complementarias. Estoy seguro que podríamos avanzar en ese sentido”.

Asimismo, en un discurso de solo 10 minutos, reconoció las instancias de diálogo de la Celac con la Unión Europea, China, India y la Unión Africana.

RESPETO A LA DEMOCRACIA, LOS DERECHOS HUMANOS Y LAS INSTITUCIONES.

En otro orden, dijo que la declaración de la Celac hace un llamado a respetar la democracia, los derechos humanos y las instituciones, pero advirtió que en esa misma sala “hay países acá que no respetan ni la democracia, ni las instituciones, ni los derechos humanos. No tengamos una visión hemipléjica de la defensa de la democracia, de los derechos humanos y las instituciones, según el perfil ideológico”.

LOS MANDATARIOS QUE PARTICIPARON.

El presidente argentino, Alberto Fernández, se encargó de recibir y dar la bienvenida a las delegaciones que llegaron.

Los líderes participantes fueron el uruguayo Luis Lacalle, Luiz Da Silva (Lula), presidente de Brasil, y Mario Abdo Benítez (Paraguay) con lo cual se constituye el Mercosur por completo.

Gabriel Boric (Chile), Gustavo Petro (Colombia), Miguel Díaz-Canel (Cuba), Luis Arce (Bolivia), Xiomara Castro (Honduras), Mia Mottley (primera ministra de Barbados).

Se espera la presencia de Nicolás Maduro (Venezuela), pero éste canceló a última hora, en su lugar concurrió el canciller Yván Gil Pintos.

También faltó Joe Biden (Estados Unidos) que había sido invitado, lo representó el senador Christopher Dodd.

Daniel Ortega (Nicaragua) se hizo representar por su canciller, Andrés López Obrador (México) por el canciller Marcelo Ebrard, Guillermo Lasso (Ecuador) también estuvo ausente pero su país contó con la representación de la ministra Ana Díaz, y Dina Boluarte (Perú) no pudo concurrir por la situación crítica de su país. El mandatario chino, Xi Jinping, fue invitado, pero no concurrió.

El kirchnerismo consagró a Argentina como el único país con más de 200% de inflación.

Alberto Fernández: “Unidos somos más fuertes”.

Fernández resaltó que los países de la región son “enormes productores de alimentos” y pueden “ser, además, grandes proveedores de energía”, por ello llamó a “fundar otro Mercosur”.

El presidente de Argentina, Alberto Fernández, resaltó la importancia de la unión en el Mercosur; la unión nos fortalece, dijo y destacó que los países del Mercosur tienen “el imperativo moral de ponernos de acuerdo para producir los alimentos que el resto del mundo necesita”.

Las manifestaciones del presidente argentino fueron en la 60ª Cumbre del Mercosur que se realizó el jueves 21 de julio en Paraguay.

Fernández llamó a “hacer mucho más fuerte al Mercosur” porque “tenemos por delante una oportunidad formidable y única para ir en socorro del mundo hambriento, si es que sabemos ponernos de acuerdo para aprovecharla”.

Aseguró que “unidos somos más fuertes” e instó a sus pares del bloque a concentrarse en “ver cómo mancomunamos esfuerzos en un mundo que ha entrado en guerra. En este escenario tan difícil que nos toca enfrentar lo único que les pido a todos es que no nos ilusione la idea de buscar soluciones individuales, porque son de corto aliento”.

Asimismo, remarcó que «estamos caminando todos en la cornisa y yo no quiero que ninguno se caiga, quiero que sigamos transitando juntos esta etapa y que la superemos juntos”.

Fernández resaltó que los países de la región son “enormes productores de alimentos” y pueden “ser, además, grandes proveedores de energía”, por ello llamó a “fundar otro Mercosur que nos haga trabajar juntos y en el que nos prestemos la potencia que tenemos para que todos seamos más potentes”.

“Tenemos la enorme suerte de que América Latina es una zona de paz, es un continente sin vocación de guerra, y eso es una gran ventaja en el tiempo que vivimos”, formuló, y advirtió que “en el norte vuelan balas pero en el sur vuela el hambre, y eso es lo que no podemos seguir permitiendo”.

En ese sentido agrego que “lo que ocurre en cualquier latitud del mundo repercute inexorablemente sobre todas las regiones” y “el hemisferio sur es la principal víctima” de las consecuencias de la guerra.

“Éticamente tenemos el imperativo moral de ponernos de acuerdo para producir los alimentos que el resto del mundo necesita. Todos debemos querer un continente más justo, más equilibrado e igualitario y que interactúe con otra inteligencia, donde podamos hablar mucho más y tomar decisiones en conjunto porque el mundo que se viene es el mundo de las regiones, no de los países, y por eso debemos hacer mucho más fuerte a nuestra región y al Mercosur”, añadió.

“América Latina y el Caribe deben estar unidas de una vez y para siempre porque el mundo geopolíticamente ha cambiado y nadie se salva solo”, expresó el presidente argentino, y propuso avanzar en un proceso conjunto para “eliminar las asimetrías” que mantienen los países del bloque.

“Estamos en un continente que tiene lo que el mundo busca para el mañana, y si no nos damos cuenta que tenemos que estar más unidos que nunca, vamos a cometer el peor de los errores”, concluyó.

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