El Centro trabaja desde 1987 en la promoción de la agroecología, un espacio que además de la producción constituye un lugar de encuentro entre las familias y los productores.
Montevideo | Todo El Campo | La Comisión Honoraria del Plan Nacional de Agroecología (CHPNA) desarrolló una serie de audiovisuales que buscan mostrar diversas experiencias productivas en agroecología y transiciones agroecológicas.
Son 14 videos de corta duración.
El que Todo El Campo publica hoy recoge las palabras de la Ing. Agr. Raquel Malan de Centro Emmanuel en Colonia.
En el canal de YouTube del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca se han publicado otros cortos, como el de José Luis Bazzano, agricultor de Canelones.
La campaña de difusión de videos muestra el trabajo de productores, hombres y mujeres de diversos rubros, situados en distintos puntos de nuestro país, que apuestan por el cuidado y la regeneración del ambiente a la vez que generan el sustento para sus familias y benefician a sus comunidades.
Raquel Malan cuenta su experiencia en producción agroecológica del Centro Emmanuel en Colonia Valdense. Allí, las familias trabajan variados rubros productivos aplicando diferentes técnicas.
En el video que dura menos de 4 minutos, Malan cuenta que el Centro Emmanuel posé un tambo con 10 vacas en ordeñe, con cuya producción se elabora queso artesanal y dulce de leche; también posee un invernáculo con producción de huerta.
Otra producción es de maíz en diferentes variedades, blanco y amarillo, que se siembran previniendo cruces, con lo que se mantiene libre de transgénicos. Ese maíz también es comida para las vacas.
“Explorar las posibles sinergias de la edición del genoma con la agroecología, podría ayudar a la seguridad alimentaria y la integridad ambiental”.
Montevideo | Todo El Campo | ¿Es posible combinar la edición genómica y agricultura sostenible?, o planteado de otra forma: ¿la edición genómica y la agroecología se cruzarán en algún momento? La pregunta fue planteada en un artículo editorial publicado en la revista científica Nature.com y que afirma: “Explorar las posibles sinergias de la edición del genoma con modos de agricultura, como la agroecología, podría ayudar a la seguridad alimentaria y la integridad ambiental”.
Seguramente ningún científico ni técnico, como tampoco nadie que conozca los avances de la edición genómica, podría rechazar la pregunta y valorarla como de posible respuesta positiva; tampoco sería un problema para quienes defienden la agroecología con sinceridad y como una opción agrícola más. Sin embargo, podemos estar seguros que la combinación Crispr – agroecología no será aceptada por aquellos que hacen de la ecología agrícola una suerte de dogma político/ideológico que se opone irracionalmente a las pruebas científicas.
El artículo hace referencia al sistema Crispr (siglas en inglés de clustered regularly interspaced short palindromic repeats, “repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente espaciadas”).
Dice que “la seguridad alimentaria y el impacto ambiental de la agricultura siguen siendo desafíos cruciales de sostenibilidad a los que se enfrenta nuestro mundo”, y “en la última década la tecnología de edición genómica se aplica cada vez más para abordar estos problemas”.
Uno de los métodos agrícolas que busca “mejorar los cultivos es el sistema Crispr, que ofrece formas más rápidas, eficientes y precisas de editar el genoma”. Es una forma de “enorme potencial” que proporciona “más calorías a un mundo hambriento mediante la introducción de modificaciones asociadas con la mejora específica de rasgos relacionados con el rendimiento, el perfil nutricional de los cultivos y la tolerancia a plagas y condiciones climáticas extremas, entre muchos otros”.
“Por lo tanto, esta tecnología puede ayudar a reducir los impactos ambientales de la agricultura al disminuir la necesidad de insumos químicos y una mayor expansión agrícola”, afirma.
Crispr permite hacer modificaciones genómicas sin necesidad insertar ADN de otras especies, una meta revolucionaria que “ha producido una oleada de flexibilización reciente de las normas relativas a su uso en la agricultura”, en países como Estados Unidos, India, China y Nigeria. Incluso, en febrero pasado, el Parlamento Europeo ajustó su posición en la misma línea.
Es una herramienta “claramente beneficiosa”, enfatiza el artículo, y entre otras cosas plantea que “con el rápido avance de la tecnología genómica y su uso más amplio en el sector agrícola, se hace necesario comprender cómo se relaciona con modalidades agrícolas sostenibles como la agroecología, dos enfoques que pueden parecer contradictorios entre sí, pero en los últimos años ha habido discusiones sobre si pueden considerarse complementarios”.
Es “inevitable” buscar “nuevas formas de reconciliar diferentes enfoques” que compartan “el objetivo de la sostenibilidad agrícola”, dice el editorialista.
“El debate en curso sobre la promesa de la tecnología de edición genómica y sus asociaciones con otros enfoques en la agricultura para mejorar la seguridad alimentaria y la salud de los ecosistemas y el medio ambiente es interesante y relevante para la sostenibilidad”. Son positivos los trabajos que abordan la forma de usar la tecnología Crispr para una mejor “sostenibilidad de una manera holística, asegurando suficientes alimentos para todos y protegiendo la salud y el bienestar humano, animal y vegetal, y el del medio ambiente”.
Seis organizaciones serán las seleccionadas para ser designadas por el Poder Ejecutivo para integrar la citada Comisión.
Montevideo | Todo El Campo | El presidente de la Comisión Honoraria del Plan Nacional para el Fomento de la Producción con Bases Agroecológicas, creada por el artículo 3 de la Ley N° 19.717, de 21 de diciembre de 2018, realizó una invitación pública a las organizaciones de la sociedad civil a elegir sus candidatos para integrar la citada Comisión.
Dichas organizaciones dispondrán de un plazo de 30 días, contados a partir del siguiente a la publicación en el Diario Oficial, para presentar a sus candidatos uno en carácter de titular y otro de suplente.
Seis organizaciones serán las seleccionadas para ser designadas por el Poder Ejecutivo para integrar la citada Comisión.
CONDICIONES.
Podrán postularse las organizaciones que cumplan las siguientes condiciones:
A) trabajen directamente en la producción;
B) que el conjunto de las organizaciones refleje la representación de todos los sistemas productivos de base agroecológica; a modo de ejemplo -no taxativo-: agricultura urbana y suburbana, horticultura familiar, ganadería (con preminencia de la ganadería sobre campo natural) y lechería;
C) que cuenten con un reconocido trabajo de fomento de la producción con bases agroecológicas;
D) que dispongan de personería jurídica al momento de proponer al Poder Ejecutivo su delegado titular y su respectivo suplente.
Las propuestas deberán presentarse en el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, en la calle Constituyente N° 1476, Montevideo, en sobre cerrado, dirigido al presidente de la Comisión Honoraria del Plan Nacional para el Fomento de la Producción con Bases Agroecológicas.
Será hoy desde las 15.00 horas en el salón de eventos del MGAP.
Montevideo | Todo El Campo | Este miércoles, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) realizara el lanzamiento de Senda Agroecológica 2ª edición.
El acto tendrá lugar en el salón de eventos del Ministerio, ubicado en Garzón 456, comenzando a las 15.00 horas.
Senda Agroecológica 2ª edición es una convocatoria a las organizaciones de la producción agropecuaria a presentar propuestas de transición agroecológica.
La Dirección General de Desarrollo Rural (DGDR) del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, es la responsable de su implementación. El financiamiento es del Banco Mundial.
Participarán:
El director de Desarrollo Rural del MGAP, Carlos Rydström.
El presidente de Comisión Honoraria del Plan Nacional de Agroecología, Eduardo Blasina.
El gerente de Innovación y Comunicación del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), Miguel Sierra.
La presentación tuvo lugar en el Palacio Legislativo y convocó a los ministros de Ganadería, Agricultura y Pesca; Economía y Finanzas, y Ambiente, entre otras autoridades oficiales.
Montevideo | Todo El Campo | Ministros, senadores, diputados y referentes de la institucionalidad académica y agropecuaria del país se reunieron en el Palacio Legislativo con motivo del lanzamiento del libro “Aportes científicos y tecnológicos del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) del Uruguay a las trayectorias agroecológicas”.
La publicación constituye un aporte de INIA al proyecto “Sistemas Agroecológicos y Resilientes en Uruguay”, del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), y fue financiado por el Banco Mundial. Su cometido es presentar algunas de las contribuciones del Instituto junto a otras entidades a la generación de conocimiento y tecnologías que aportan a las transiciones agroecológicas en distintos sistemas de producción nacional, como el ganadero, el agrícola, el vegetal intensivo, el agrícola-ganadero, el forestal, el lechero, el arrocero y el familiar.
La apertura del evento estuvo a cargo del presidente de INIA, José Bonica; el ministro interino del MGAP, Ignacio Buffa; de Economía y Finanzas (MEF), Azucena Arbeleche, y de Ambiente (MA), Robert Bouvier; cada uno comentó la relevancia del tema para la cartera o institución que lidera y las contribuciones que ha hecho en la materia y que planifica concretar a futuro.
PRESENTACIÓN DEL LIBRO.
Luego tomaron la palabra el investigador de INIA y coeditor general del libro, José Paruelo, y el presidente de la Comisión Honoraria del Plan Nacional de Agroecología, Eduardo Blasina, para realizar la presentación del libro.
Como explicaron, desde una perspectiva institucional, INIA se refiere a la agroecología como la aplicación de principios y conceptos ecológicos al diseño y manejo de agroecosistemas más sostenibles. Las trayectorias agroecológicas, en tanto, implican cambios en los sistemas de producción que los tornen más sostenibles que los que se busca reemplazar.
Finalmente, se dio paso a una mesa de reflexión y diálogo conformada por los presidentes de las comisiones permanentes de Ganadería, Agricultura y Pesca de las cámaras de Senadores y de Representantes, Guillermo Domenech y Gonzalo Onetto, respectivamente, y el diputado Nelson Larzábal, quien fue uno de los promotores de la ley N° 19.717 que permitió la creación de la Comisión Honoraria Nacional y el Plan Nacional para fomentar la producción con bases agroecológicas.
Bajo la moderación del gerente de Innovación y Comunicación de INIA, Miguel Sierra, cada parlamentario reflexionó e hizo comentarios sobre la temática y de qué manera se está abordando desde la comisión que lidera.
CUATRO SECCIONES DEL LIBRO Y LAS DIMENSIONES AGROECOLÓGICAS.
El libro presentado está conformado por cuatro secciones.
La primera se titula “Transitando hacia la protección agroecológica de los cultivos”, la segunda “La agroecología y el manejo sustentable de los recursos naturales en los sistemas agropecuarios”, la tercera “Tecnologías con enfoque en la productividad y la calidad” y la cuarta “Innovación en agroecología: intercambios que generan valor”.
Investigadores y autoridades de INIA, de la Universidad de la República, del Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable y de la Universidad de Buenos Aires, fueron los responsables de recopilar y describir las tecnologías en cada sección. En todos los casos, se trata de soluciones que buscan impactar en alguna de las dimensiones asociadas a las transiciones agroecológicas, como a cuantificar su contribución a ellas.
Entre esas dimensiones se encuentra promover la biodiversidad, reducir aplicaciones productos químicos, mantener o restaurar áreas naturales, usar eficientemente los recursos naturales y promover procesos naturales, reciclar, reutilizar.
También promover la diversidad de hábitats, integrar prácticas en el paisaje, asumir la perspectiva de “Una salud”, facilitar la participación y entrenamiento de los productores, potenciar el intercambio de saberes, promover el desarrollo territorial, acercar la producción a los consumidores, cuidar la inocuidad de los alimentos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.