“Explorar las posibles sinergias de la edición del genoma con la agroecología, podría ayudar a la seguridad alimentaria y la integridad ambiental”.

Montevideo | Todo El Campo | ¿Es posible combinar la edición genómica y agricultura sostenible?, o planteado de otra forma: ¿la edición genómica y la agroecología se cruzarán en algún momento? La pregunta fue planteada en un artículo editorial publicado en la revista científica Nature.com y que afirma: “Explorar las posibles sinergias de la edición del genoma con modos de agricultura, como la agroecología, podría ayudar a la seguridad alimentaria y la integridad ambiental”.

Seguramente ningún científico ni técnico, como tampoco nadie que conozca los avances de la edición genómica, podría rechazar la pregunta y valorarla como de posible respuesta positiva; tampoco sería un problema para quienes defienden la agroecología con sinceridad y como una opción agrícola más. Sin embargo, podemos estar seguros que la combinación Crispr – agroecología no será aceptada por aquellos que hacen de la ecología agrícola una suerte de dogma político/ideológico que se opone irracionalmente a las pruebas científicas.

El artículo hace referencia al sistema Crispr (siglas en inglés de clustered regularly interspaced short palindromic repeats, “repeticiones palindrómicas cortas agrupadas y regularmente espaciadas”).

Dice que “la seguridad alimentaria y el impacto ambiental de la agricultura siguen siendo desafíos cruciales de sostenibilidad a los que se enfrenta nuestro mundo”, y “en la última década la tecnología de edición genómica se aplica cada vez más para abordar estos problemas”.

Uno de los métodos agrícolas que busca “mejorar los cultivos es el sistema Crispr, que ofrece formas más rápidas, eficientes y precisas de editar el genoma”. Es una forma de “enorme potencial” que proporciona “más calorías a un mundo hambriento mediante la introducción de modificaciones asociadas con la mejora específica de rasgos relacionados con el rendimiento, el perfil nutricional de los cultivos y la tolerancia a plagas y condiciones climáticas extremas, entre muchos otros”.

“Por lo tanto, esta tecnología puede ayudar a reducir los impactos ambientales de la agricultura al disminuir la necesidad de insumos químicos y una mayor expansión agrícola”, afirma.

Crispr permite hacer modificaciones genómicas sin necesidad insertar ADN de otras especies, una meta revolucionaria que “ha producido una oleada de flexibilización reciente de las normas relativas a su uso en la agricultura”, en países como Estados Unidos, India, China y Nigeria. Incluso, en febrero pasado, el Parlamento Europeo ajustó su posición en la misma línea.

Es una herramienta “claramente beneficiosa”, enfatiza el artículo, y entre otras cosas plantea que “con el rápido avance de la tecnología genómica y su uso más amplio en el sector agrícola, se hace necesario comprender cómo se relaciona con modalidades agrícolas sostenibles como la agroecología, dos enfoques que pueden parecer contradictorios entre sí, pero en los últimos años ha habido discusiones sobre si pueden considerarse complementarios”.

Es “inevitable” buscar “nuevas formas de reconciliar diferentes enfoques” que compartan “el objetivo de la sostenibilidad agrícola”, dice el editorialista.

“El debate en curso sobre la promesa de la tecnología de edición genómica y sus asociaciones con otros enfoques en la agricultura para mejorar la seguridad alimentaria y la salud de los ecosistemas y el medio ambiente es interesante y relevante para la sostenibilidad”. Son positivos los trabajos que abordan la forma de usar la tecnología Crispr para una mejor “sostenibilidad de una manera holística, asegurando suficientes alimentos para todos y protegiendo la salud y el bienestar humano, animal y vegetal, y el del medio ambiente”.

Artículo: Edición genómica y agricultura sostenible – nature.com

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