Brasilia/TodoElCampo-Los precios de la carne vacuna subieron en diciembre. Según los investigadores de Cepea, el impulso proviene de la fuerte demanda interna, como suele ocurrir durante este período, cuando los minoristas acumulan stocks para afrontar las festividades de fin de año.
Además, las exportaciones de carne fresca vacuna son intensas este mes: el promedio diario es de 8,85 mil toneladas enviadas, frente a 6,94 mil toneladas en diciembre de 2022, según datos de Secex.
Por el lado de la oferta, algunos frigoríficos informan de dificultades para cumplir con los calendarios de faena, lo que en consecuencia limita el suministro de carne a los mayoristas.
En diciembre , el promedio de una canal bovina se acerca a R$/kg 17 en el mercado mayorista del Gran São Paulo. Los cuartos traseros volvieron a cotizarse por encima de R$/kg 20, también en el mercado mayorista del Gran SP.
El pasado martes , cerró en un promedio de R$/kg 21,02, fuerte apreciación del 6% en el mes y el nivel nominal más alto desde mayo de este año.
En Brasil el mercado sigue firme en reales y la valorización del tipo de cambio potenció la tendencia en dólares. El boi gordo subió 4 centavos de dólar a US$ 3,13 el kilo carcasa, el valor más alto en más de 7 meses, desde mediados de mayo
“No descarto la idea de importar una raza de pelo, pero considero que ésta debería contar con las dos características que se necesitan para un sistema de producción de corderos: prolificidad y aptitudes carniceras. La Dorper es carnicera, pero no es prolífica y el Santa Inés es algo prolífica, pero no es carnicera”.
Ing. Agr. Dr. Gianni Bianchi Olascoaga | Montevideo | Todo El Campo | Más allá de que la decisión de importar una nueva raza está librada a cualquiera, vale la pena reflexionar sobre dos puntos a mi entender muy importantes (*):
1. Qué impacto se espera puede traer aparejado el desarrollo de ese material genético en el país.
2. Independientemente de la raza y dando por descontado de que se tomaron todos los recaudos sanitarios hay una serie de aspectos técnicos que deberían tenerse en cuenta, a saber: ¿qué información genética se dispone de los ejemplares importados?, ¿cuál es su origen?, ¿cuán representativos son los animales respecto de la raza en cuestión? y finalmente ¿cuántos animales (machos y hembras) se introducen?
En este caso particular se trata de dos razas de pelo, una ya existente en el país, Dorper, aunque desconozco el número de ejemplares puros disponibles y otra nueva como es el caso del Santa Inés. A priori se podría pensar que lo que se fue a buscar es razas que no sea necesario esquilarlas, habida cuenta de las dificultades que atraviesa la comercialización de lana en el Uruguay, salvo que se trate de fibra por debajo de 21 micras. Ahora bien, existen muchas razas de pelo en el mundo y en la región. No parece ser ésta una razón determinante para decidir su importación. Sin perder de vista, que el Dorper no sólo ya existe en el país, sino que también hay información científica generada en el ámbito local con esta raza en cruzamientos terminales y en forma comparativa con otra raza carnicera de las más antiguas del país como es el Southdown. Esa información se generó en la Facultad de Agronomía en Paysandú, cuando la Institución todavía consideraba importante el rubro y en forma muy resumida se concluyó que el cordero cruza Southdown no sólo no tiene nada que envidiarle al cordero cruza Dorper, sino que a pesos elevados se comparta mejor aquella que ésta, en virtud de la alta precocidad en lo que a deposición de grasa subcutánea se refiere que muestra la raza de origen sudafricano. Vale decir que la única diferencia entre el Dorper, y yo me atrevería a decir, y cualquiera de las demás razas carniceras existentes en el país, es que no tiene lana y que manifiesta rapidez en su terminación. Característica esta última que ya posee, sin ir más lejos, el Southdown y también el Hampshire Down.
Respecto al Santa Inés, como raza foránea que es, no hay información a nivel local. Sin embargo, es muy común en el noreste brasilero y a priori diría que es una raza maternal, pero no tengo expectativas en cuanto a su aporte carnicero.
En definitiva, no descarto la idea de importar una raza de pelo, pero considero que ésta debería contar con las dos características que se necesitan para un sistema de producción de corderos: prolificidad y aptitudes carniceras. La Dorper es carnicera, pero no es prolífica y el Santa Inés es algo prolífica, pero no es carnicera.
Me interesa analizar, aunque sea superficialmente los aspectos señalados en el segundo punto que entiendo vale la pena considerar cuando se piensa importar una raza. Es decir, más allá de los gustos personales y la disponibilidad de ejemplares en el país, la información disponible y la calidad de ésta es clave. Es muy importante la elección del lugar de dónde se trae y la cabaña seleccionada, pensando sobre todo en cómo se está trabajando la raza desde el punto de vista de los programas de mejora genética en el país de origen. También es importante cuántos ejemplares se traen y cuál es el objetivo de multiplicación que quien lo importa tiene pensado llevar adelante. Para que se entienda, pongo un ejemplo de lo que imaginó no pasó, ni va a pasar: se trajeron 10-12 ovejas y 2 carneros puros por cruza, sin considerar su origen por raza y sin ninguna evaluación genética y al año se empiezan a vender animales media sangre o 3/4 de la raza en cuestión. Creo que queda claro que si ese fuera el escenario (repito no creo o quiero no creerlo), no se tendría certeza de cuan representativa es la raza, qué puede trasmitir a la descendencia y además la presión de selección para la reposición y eventual venta sería nula.
Sin considerar, además, que sería deseable antes de difundir dicha genética (aun tomando los recaudos anteriores), contar con información objetiva y neutral. De ahí la importancia de que algún organismo de investigación apoye de alguna manera la decisión de importar nuevos materiales genéticos. Por el momento, eso no sólo no ha pasado, sino que nadie de ninguna institución vinculada al rubro, al menos que yo sepa, se ha expedido sobre esta noticia. Seguramente tenga que ver con lo reciente del tema y las fechas que transitamos y más temprano que tarde alguna de las instituciones que están dirigiendo los programas de mejora genética ovina nacional se expidan técnicamente al respecto, sobre todo cuando además tienen como objetivo promover el desarrollo del rubro ovino.
Si China se reciente, afectará a Uruguay. Pero el panorama emporará porque China es el principal cliente de Brasil, que también sentirá el impacto, multiplicando la afectación negativa en nuestro país en cuanto Brasil es nuestro principal socio comercial.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | La cercanía comercial con China es una cosa buena en cuanto a que ese país se ha convertido en el motor del mundo. Si China avanza, el mundo también, de ahí la importancia del acercamiento y los reiterados esfuerzos de Uruguay por lograr un tratado de libre comercio con el Mercosur o en solitario.
Además de la importancia que tiene para el mundo, China es nuestro segundo destino de exportaciones, detrás de Brasil.
Pero cuando se analiza el peso que China tiene en nuestra economía, surge el temor fundado de que estemos generando una dependencia importante que, ante cualquier traspié, se puede trasladar hacia nosotros causándonos problemas de magnitud.
EL DOCUMENTO DE CEPAL.
El libro Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe es un documento anual de más de 190 páginas elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en el cual se advierte que China podría ingresar en un período de desaceleración. En ese caso Uruguay sería el país de la región que quedaría más expuesto.
“En América Latina, los países más expuestos a una desaceleración de la economía china son los que la tienen como principal socio comercial, a saber, Chile, Perú, Panamá, Brasil y el Uruguay”, dice el informe.
Agrega que casi el 40% de las exportaciones de bienes de Chile, el 32% de las de Perú y Panamá; y que el 27% de las exportaciones de bienes de las de Brasil y Uruguay van a China. “Si además se trata de países en que las exportaciones de bienes representan una parte relevante de la actividad económica, entonces la exposición es aún mayor”.
Pero en realidad es más grave de lo que dice Cepal, porque una eventual crisis china afectaría a Uruguay como país que le exporta, pero también golpearía a Brasil que también se resentiría. Pues Brasil es nuestro principal destino, por lo que el impacto que recibiríamos sería doblemente negativo.
LA SITUACIÓN CHINA.
Sin embargo, cabe preguntarse cuán probable es que la economía china se frene al punto de afectarnos.
El libro de Cepal señala: “Dada la magnitud de la economía china y la relevancia del país como socio comercial de la región y como consumidor de materias primas a nivel mundial, su situación económica adquiere una importancia fundamental para América Latina y el Caribe. Esa relevancia se ve acentuada en el contexto actual caracterizado por la crisis del sector inmobiliario chino”.
Recuerda que en 2022 “China representó un 18% del PIB mundial y un 14,4% de las exportaciones de bienes mundiales. Además, representó un 23% de las importaciones mundiales de petróleo crudo y fue el mayor importador de gran parte de los principales metales y minerales: representó un 69% de las importaciones mundiales de minerales y concentrados de hierro, un 80% de las de aluminio, un 58% de las de cobre, y un 73% de las de níquel (ITC, 2023)”.
Por tanto, la región está atada comercialmente a China: “El desempeño de la economía china afecta de forma indirecta a la región a través de los precios de los productos básicos que muchos países exportan. En segundo lugar, también hay un efecto directo que se produce a través de la demanda externa de los productos que exportan los países de la región, para los que China es un mercado relevante”.
China desplazó a la Unión Europea y se convirtió en “el segundo socio comercial más importante de América Latina y el Caribe, después de Estados Unidos”, y su participación sigue creciendo.
Por tanto, y a modo de conclusión, la suerte de China (reitero, nuestro segundo socio comercial) nos debe interesar en sobremanera: por el impacto que tendrá en Uruguay, y por el impacto que tendrá en Brasil y éste por reflejo en nosotros.
Téngase en cuenta que China es clave para Brasil. El diario brasilero Valor Económico estima que 2023 cerraría con las exportaciones de Brasil llegando a un valor histórico y sin precedentes de US$ 100.000 millones. Efectivamente, una cantidad sin precedentes incluso teniendo en cuenta el comercio con otros países del mundo. Ese total sorprendió y mejoró las previsiones del equipo económico del Gobierno que preveía un máximo de US$ 90.000 millones.
Foto de portada, los presidentes de China y Brasil, Xi Jinping y Luis Lula da Silva | Foto de Ricardo Stuckert.
Cuando solo faltan algunas semanas para cerrar 2023, Horacio Jaume hace una reseña sobre diferentes temas de la agropecuaria nacional: agricultura, caballos, apicultura, hacienda y lechería.
Horacio Jaume | Montevideo | Todo El Campo | En la recta final de 2023, en la agricultura se está tratando de levantar la cosecha de invierno lo más rápido posible, aprovechando los momentos que permite el tiempo que es el principal problema, aunque se ha avanzado mucho con buenos resultados, pero la cosecha debe levantarse y guardarse. Los rendimientos son buenos y hay algunas zonas con problemas de camiones para movilizar los granos.
Si miramos hacia adelante, lo que se ve es que se está implantando la soja que es el que cultivo de mayor área y por la soja podría recuperarse un sector que ha sido seriamente afectado producto de el clima poco favorable que hemos tenido. Hasta ahora, lo que nos cuentan, es que el tema viene bien.
Otro tema que me llamó mucho la atención es la producción de caballos. Según el presidente de la Sociedad de Criadores de Caballos Criollos del Uruguay, José Campiotti, cada año se inscriben 6.000 animales, en Argentina 7.000 y en Brasil 14.000. Si uno mira el tamaño de los países uno puede ver que en este tema Uruguay se destaca, trata de mejorar o tiene buena repercusión los que trabajan en el tema, por la cantidad de animales inscriptos cada año además de que las ventas dan buenos números, lo que se nota en la satisfacción de quienes comercializan.
Campiotti también dijo que este año los caballos uruguayos se han destacado en competiciones, acreditando lo anterior sobre el desarrollo de los caballos.
Digo todo esto porque quizás muchas veces no le damos al caballo la importancia que realmente tiene, y todos estos datos hablan claro y deberíamos reparar en ellos, porque ha habido un crecimiento prolijo obteniendo resultados por demás destacados.
Como contracara, en la Sociedad Apícola del Uruguay hubo elecciones y allí hubo dos listas con los oficialistas obteniendo cuatro lugares y la oposición tres, pero todo eso tuvo que pasar por el Ministerio de Educación y Cultura que prácticamente intimó a la institución porque se demoró demasiado tiempo en conformarse la nueva Comisión Directiva que tengo entendido en las últimas horas tomó posición de cargo. Se dio una puja con protestas sobre cómo se llevó adelante la elección e impugnando algunos electores.
El sector apícola no pasa por sus mejores momentos, y encima los integrantes ponen nuevos problemas en el camino. Parece poco inteligente que las rencillas internas superen los temas importantes.
Pero dejemos eso como un tropiezo en la puesta en marcha de la nueva Comisión Directiva y que prontamente se dediquen a tratar los temas que a todos incumben, respetándose el voto de la gente que en definitiva es lo más importante.
Otro asunto es el mercado de haciendas. Allí no hay dudas que la primavera se terminó de instalar, hay una oferta de pasto muy importante y la consecuencia fue la calma necesaria para aquella premura que no hace tanto tiempo atrás existía para poder sacar animales u orejear si se podía reponer o no de acuerdo a la comida que se tenía.
Todas esas dudas se despejaron y tal es así que donde se hace reserva de forraje es común escuchar por los involucrados que como consecuencia de la dura experiencia del año pasado, la gente dobló la reserva de forraje, porque el recuerdo de estar detrás de las cosechadoras para hacernos de forraje de poca calidad por la necesidad de tener qué dar de comer al ganado, está muy vivo en la memoria de todos, y por lo tanto, frente a una oferta más que importante de pasto la gente trató de guardar la mayor cantidad posible.
Por tanto, quienes hacen reservas doblan la apuesta de inversión para no repetir aquellos momentos, y en las zonas donde esta práctica no es común se deja pasar la posibilidad de hacer las reservas necesarias, pero cuando vuelven los problemas lo único que quedará es marchar a la iglesia a rezar porque no hay otra alternativa.
Otro punto es la experiencia que está teniendo el sector lechero con el riego, logrando resultados muy buenos a través de diferentes esquemas. No hay que olvidarse que el riego es una solución de dos partes: manejar el agua es una llave en la producción y nadie lo duda. Lo que sí tiene que venir aparejado con el manejo del agua es saber hacerlo, y eso no se aprende de un día para el otro.
No es lo mismo regar arroz, que regar sorgo, maíz, pradera o campo natural. En general, en los distintos rubros, Uruguay no tiene experiencia de riego. Tenemos mucho que aprender, pero cuando esa falta de conocimiento queda latente aparecen otros problemas, porque este tipo de tecnologías van junto al tema de los costos, y no hay peor cosa que una tecnología mal aplicada.
La medida que seguramente tomará rápidamente Javier Milei luego de asumir el domingo 10, sin dudas afectará a Uruguay. Deberíamos estar preparados.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | El próximo domingo asumirá Javier Milei como presidente de Argentina. Nadie tiene del todo claro cómo será su Gobierno, qué promesas cumplirá ni cuáles postergará, aunque hay algunas declaraciones y señales que nos marcan el camino
Una de las cosas que seguramente hará, y sobre lo que hay una fuerte polémica, es liberar el merado de exportaciones de la carne, lo que afectará a países como Uruguay porque si Argentina pone todo el potencial en eso se convertirá en un competidor de peso. Capacidad tiene y Uruguay debería prepararse para que este jugador hasta ahora aletargado ingrese con toda la fuerza y toda la necesidad de desarrollar políticas adecuadas y lejanas de los controles socialistas del kirchnerismo que han ahogado al país.
LA POLÉMICA.
Eduardo Buzzi, expresidente de la Federación Agraria, reaccionó antes esa posibilidad y aseguró este viernes 8 que si se va por ese camino el kilo se disparará. Agregó que la nueva política de precios sin la regulación del Estado le “hará mucho daño a la gente”. Es “un razonamiento matemático”, teniendo en cuenta los valores internacionales que tienen los cortes argentinos”.
El dirigente continuó señalando que la liberación del comercio agropecuario implicaría que las empresas podrán equiparar los precios de exportación con los del mercado interno: “Si se deja fluir el precio de la carne, los frigoríficos van a exportar y uno va a pagar 25.000 pesos (argentinos) el kilo la carne, según el precio internacional”.
“En cualquier carnicería europea, el kilo vale (un equivalente a los) 20.000 o 25.000 pesos. Y el costo de exportación a China es de 15.000 a 18.000 dólares por tonelada; o sea, 15.000 o 18.000 pesos por kilo”, razonó.
“Esta política de ‘viva la libertad, carajo’ (que impuso Javier Milei), le va a hacer daño a mucha gente”, sostuvo en la emisora Radio 10.
LA CARNE SE DEBE PAGAR LO QUE VALE.
Uno de los que respondió las afirmaciones de Buzzi fue Diego Berazategui un argentino que vive en Australia y que se fue de su país “con la 125. No pude resistirlo, ahí creí que el país no tenía chances”.
Cabe hacer un paréntesis y precisar que “la 125” es la Resolución 125, impuesta en marzo de 2008 durante la Presidencia de Cristina Fernández y que consistió en la intención del Gobierno de transferir para sí parte de la renta de los productores rurales que ingresaban por soja, maíz, trigo y girasol que en ese momento alcanzaban precios históricos. A partir de ahí se generó un fuerte conflicto entre al kirchnerismo y el agro del cual el país nunca se compuso.
Volviendo a Berazategui, este agregó en su respuesta a Buzzi: “Hace 15 años que estoy en Australia comparando al detalle los sistemas, llegué a la conclusión de que Argentina tiene las instituciones infectadas de partidarios y todo lo demás es solo un síntoma”.
Descarta por “mentira o ignorancia” la afirmación de Buzzi de que Australia prohibió la exportación de carne a China y añadió: “La carne en Argentina la tienen que pagar lo que vale y los argentinos tiene que trabajar en industrias productivas que paguen salarios altos”; y “el agro va a poder pagar salarios altos (como en Australia) si le sacan las retenciones y dejan de expropiarles” las exportaciones.
El sistema que defienden quienes piensan como Buzzi ha sido perjudicial para los argentinos: “Argentina perdió 6 a 1 en crecimiento de las exportaciones con Brasil y Australia. También empató con Venezuela”, sostuvo y publicó el siguiente gráfico realizado con datos del Banco Mundial y OCDE.
“Quieren mantener la economía cerrada para que el Estado pueda seguir cobrando impuestos ridículamente altos y repartiéndose el dinero de los pagadores de impuestos entre los amigos”, comentó.
Subrayó que “Australia no prohibió la exportación de carne a China ni los políticos australianos podrían proponerlo, es una discusión saldada hace 30 años”. Solo un comentario final: si Argentina hace las cosas bien, en cuestión de poco tiempo la veremos a igual nivel que Australia y Brasil en el gráfico anterior.
Nuestros campos ya no están poblados sólo por gauchos, también hay algún cubano o venezolano.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Falta de relevo generacional, escasa mano de obra calificada, muy poca voluntad por trabajar en el medio rural. Todas esas son realidades que vive el sector agropecuario en general, en Uruguay y el mundo.
Por varias razones, las personas no quieren instalarse en el campo, les encanta la ciudad, y en ellas se sumergen aunque el campo sea imprescindible para la vida humana en cuanto es generador de alimentos.
Es que la agropecuaria es importante para la economía de muchos países que viven y crecen gracias a la producción rural, sin embargo, siempre falta mano de obra, falta quienes quieran trasladarse al campo o a un centro poblado cercano para poder trabajar allí. Durante la pandemia quedó en evidencia lo obvio: que es importante producir alimentos, y ahora que pasó volvemos a mirar para otro lado, como si no fuera un problema de todos.
¿Qué hacen otros países?, toman mano de obra extranjera, en algunos casos como los esquiladores uruguayos que durante la zafra viajan a España, permanecen algunos meses y regresan a Uruguay para volver al año siguiente. España es solo un ejemplo de muchos.
Por otra parte, para realizar tareas permanentes toman inmigrantes, por ejemplo en Estados Unidos, e incluso en Uruguay se ha dado esa situación. Nuestros campos ya no están poblados sólo por gauchos, también hay algún cubano o venezolano.
En 2021, un informe de la Organización Internacional de Trabajo (OIT), concluyó que en el mundo hay 169 millones de migrantes, de ese total 12 millones trabajan en la agricultura.
Otros dos datos de la OIT es que crece el número de jóvenes que migra en busca de empleo y el sector que más los emplea el de servicios, incluido el agro: “En numerosas regiones, los trabajadores migrantes internacionales representan una parte importante de la fuerza laboral, aportan contribuciones vitales a sus países, sociedades y economías de destino y ejercen oficios esenciales en sectores críticos como la asistencia sanitaria, el transporte, los servicios, la agricultura y el procesamiento de alimentos”.
Esta semana se conocieron en Uruguay los datos preliminares del censo 2023 que aportó cifras preocupantes en cuanto a lo poco que crecemos en población. En esa crisis demográfica un sector envejecido como el rural ve agrandado el problema, porque cuantos menos seamos menor será el número de interesados en trabajar en el campo.
En poco tiempo el Instituto Nacional de Estadísticas profundizará en la información y el censo aportará detalladamente cuántos trabajan en el medio rural y de ellos cuántos provienen de otros países. Tal vez ocurra lo del título: que sean los trabajadores extranjeros los que terminen salvado al agro.