El presupuesto no contempla las necesidades de UTEC.

El presupuesto no contempla las necesidades de UTEC.

Los fondos otorgados son insuficientes para alcanzar las metas comprometidas; no se contemplan los gastos de funcionamiento y operativa de cada sede, incluida la nueva en Lavalleja próxima a inaugurarse.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | El mayor avance hacia la descentralización de las últimas décadas es la concreción de la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), que comenzó a recorrer su historia en 2014 con tan solo 44 estudiantes.

Pasaron 11 años, y los alumnos se multiplicaron por 81 y hoy suman 3.580 (8.136% más) en todas las carreras que ofrece el centro de estudio en todo el país.

El número de alumnos habla por sí solo de la necesidad de contar con una institución como UTEC. Más alumnos significa que los jóvenes quieren estudiar y capacitarse, y que la oferta de UTEC está amoldada a las necesidades de las nuevas generaciones. No sería de extrañar que cuando pasen otros diez años el alumnado sea aún mucho mayor al actual.

Pero hay otros datos interesantes: de los 3.580 alumnos, 3.000 (el 84% del total) son la primera generación de universitarios en sus familias. Dicho de otra forma, unos 8 alumnos de cada 10 acceden a la formación universitaria por primera vez en sus familias.

Los números del párrafo anterior bien merecen un análisis sociológico respecto al impacto que eso tiene en los jóvenes, en la familia a la que pertenecen y en la sociedad, generando oportunidades para quienes antes no la tenían, y con carreras no tradicionales, sino en campos muy innovadores y acordes a los nuevos desafíos que debe enfrentar la sociedad. El salto cualitativo es claro y prometedor.

Además, UTEC fortalece el interior del país, porque brinda educación de calidad y rompe con aquello de que, como dice la canción de Pablo Estramín, “cuando quieras estudiar, morís en la capital”. Incluso se está dando, gracias a la UTEC, un proceso a la inversa. No solo los jóvenes tienen la posibilidad de quedarse en su lugar de nacimiento donde tienen a sus familias y amigos, sino que los de Montevideo viajan a estudiar a los departamentos del interior, como está ocurriendo en este momento con estudiantes de la capital y Canelones asistiendo a clases de robótica o inteligencia artificial en Rivera.

Nótese: robótica e inteligencia artificial, dos áreas sumamente potentes en el mundo en materia de desarrollo tecnológico, por lo que implican como generadoras de trabajo y potencial de desarrollo, ya que el mundo camina hacia allí. O ya estamos ahí y ahora necesitamos científicos que impulsen esas disciplinas para que Uruguay no quede rezagado ni dependamos de expertos extranjeros. Bueno, UTEC forma a nuestros jóvenes en eso, y este es solo un ejemplo.

Lo dicho apenas es la punta del iceberg, solo una muestra de lo que UTEC representa para Uruguay y los uruguayos. Sería muy torpe no prestarle atención, y muy sabio considerar sus necesidades en profundidad ahora que el Parlamento estudia el proyecto de presupuesto enviado por el Poder Ejecutivo.

NÚMEROS INSUFICIENTES.

El problema es que como ocurre siempre, los dineros nunca alcanzan. Del total que se asigna a la educación pública, UTEC recibe menos del 1%.

UTEC ha advertido que en el próximo quinquenio, con lo designado por el gobierno, no podrá desarrollar ninguna carrera de grado o posgrado adicional.

Un documento de UTEC dirigido al Parlamento advierte que se está “restringiendo la capacidad de UTEC para otorgar apoyos económicos y oportunidades laborales, impactando directamente en la inclusión y permanencia estudiantil, especialmente en los sectores más vulnerables, que constituyen la mayoría de la matrícula de UTEC”.

Agrega que los fondos otorgados son “claramente insuficientes para alcanzar las metas comprometidas”, y “no se contemplan los gastos de funcionamiento y operativa de cada sede, incluida la nueva sede de Lavalleja próxima a inaugurarse”. Concluye: el proyecto de presupuesto “permite apenas sostener el funcionamiento mínimo de la UTEC, pero impide desplegar su Plan 2026-2030: una apuesta estratégica para formar talento, dinamizar territorios y asegurar un desarrollo con equidad. Se frena así la expansión a 15 departamentos, no se avanza en el derecho de muchos jóvenes del interior a acceder a la educación superior, se compromete la continuidad de inversiones realizadas, se limita el acceso a becas y empleo juvenil, y se restringen capacidades clave de investigación e innovación”.

Importante restaurante de Shanghái celebró su aniversario con carnes de Uruguay.

Importante restaurante de Shanghái celebró su aniversario con carnes de Uruguay.

La celebración reunió a destacadas personalidades y amantes de la buena cocina. Uruguay Meats, marca país para la promoción internacional de las carnes fue pieza protagonista de los festejos.

Montevideo | Todo El Campo | El sábado 20 de setiembre se realizó en Shanghái, China, un evento por el aniversario de Malabar, uno de los restaurantes donde se promocionan las carnes uruguayas, y Uruguay Meats no fue ausente de la celebración.

La jornada comenzó con un almuerzo para la delegación con la compañía de los más reconocidos especialistas en gastronomía de la ciudad, donde las carnes uruguayas se lucieron a cargo del chef Nicolas Acosta, invitado desde Uruguay.

Además de ser la ciudad más grande de China con 25 millones de habitantes, Shanghái (que en español significa sobre el mar) está ubicada en la costa este del país y constituye un importante núcleo financiero mundial. Su puerto moviliza 50 millones de contenedores por año, lo que hace que sea el de mayor movimiento en el mundo.

La celebración de Malabar permitió a Uruguay exponer toda la excelencia de sus carnes.

El restaurante Malabar es un referente gastronómico en Shanghái y embajador de la carne uruguaya en China.

La celebración reunió a destacadas personalidades y amantes de la buena cocina. Uruguay Meats, marca país para la promoción internacional de las carnes fue pieza protagonista de los festejos.

Como parte de la delegación del Instituto Nacional de Carnes (INAC) participaron su presidente, Gaston Scayola; la gerenta de marketing, Josefina Valenti; la gerenta de la oficina de INAC en Asia, Victoria Cai; y la responsable para INAC en Shanghái, Luna Wu.

La jornada comenzó con un almuerzo especial en el que los más reconocidos chefs de Shanghái pudieron disfrutar de la calidad y versatilidad de las carnes uruguayas.

El menú estuvo a cargo del chef uruguayo Nicolás Acosta, especialmente invitado para la ocasión.

Por la tarde, el festejo se extendió a los clientes preferenciales de Malabar, alcanzando la participación de más de 300 invitados, quienes vivieron de cerca la experiencia de degustar la carne uruguaya en un entorno único.

Este tipo de iniciativas consolidan la presencia de la carne uruguaya en los mercados más exigentes del mundo, reafirmando su reputación como un producto natural, confiable y de excelencia, valoró INAC.

El impacto de las temperaturas extremas en la producción agrícola.

El impacto de las temperaturas extremas en la producción agrícola.

Las temperaturas elevadas impactan en los precios de los alimentos y elevan el costo de la seguridad alimentaria.

Montevideo | Todo El Campo | Entre los efectos del aumento de las temperaturas que afectan a todo el mundo, el aumento de los precios de los alimentos es la segunda consecuencia más citada del cambio climático, después del calor extremo.

Los análisis econométricos recientes confirman que las temperaturas anormalmente altas afectan a la producción agrícola, lo que provoca escasez de suministro e inflación en los precios de los alimentos. Esto conduce a una cadena de repercusiones sociales que van desde el aumento de las desigualdades económicas y la carga sobre los sistemas de salud, hasta la desestabilización de los sistemas monetarios y políticos.

El primer origen de estos eventos es la reducción de los rendimientos debido a la disminución de la producción, el estrés por calor en el trabajo agrícola o los daños a la infraestructura causados por las inundaciones. Sin embargo, contextos socioeconómicos más complejos asociados con cambios en la demanda, interrupciones del transporte y especulación también intervienen en la dinámica de precios.

EFECTOS CONCRETOS A NIVEL GLOBAL.

En Asia, las temperaturas mensuales sin precedentes que afectaron a casi toda Corea del Sur y Japón, así como a gran parte de China e India, en 2024, provocaron un aumento sustancial del precio de la col coreana (un 70% más en setiembre de 2024 que en setiembre de 2023), del arroz japonés (un 48% más en setiembre de 2024 que en setiembre de 2023) y de los precios generales de las verduras en China (un aumento del 30% entre junio y agosto).

También se han observado impactos significativos en las economías occidentales avanzadas.

Dado que California representa más del 40% de la producción de frutas y verduras de EE.UU., la sequía sin precedentes de 2022 contribuyó a un aumento del 80% en los precios año tras año. Otro ejemplo es el aceite de oliva: España cubre más del 40% de la producción mundial, la sequía que afectó al sur de Europa en 2022/23 provocó un aumento del 50% de los precios en toda la UE.

Los recientes fenómenos meteorológicos extremos también han aumentado los precios de productos básicos importantes como el cacao y el café. Ghana y Costa de Marfil producen casi el 60% del cacao del mundo; las temperaturas mensuales sin precedentes registradas en ambos países en febrero de 2024, que se sumaron a la prolongada sequía del año anterior, provocaron un aumento de los precios del mercado mundial del cacao de alrededor del 300% en abril de 2024 en comparación con el año anterior. Se observaron efectos similares para el café después de las olas de calor y sequías en Vietnam y Brasil el año pasado. Estos efectos en los mercados internacionales plantean desafíos tanto para los proveedores como para los consumidores que viven en países alejados de los directamente afectados por eventos climáticos extremos.

SEGURIDAD ALIMENTARIA Y SALUD PÚBLICA.

También hay que considerar que el aumento de los precios tiene implicaciones que van más allá de la dimensión inflacionaria porque puede afectar directamente la seguridad alimentaria, particularmente para las familias de bajos ingresos que se ven obligadas a gastar un porcentaje aún mayor en alimentos, aumentando la desigualdad.

Por ejemplo, en los Estados Unidos, el quintil de ingresos más bajos gasta alrededor del 33% en alimentos en comparación con el 8% del quintil de ingresos más altos. El hecho de que los mayores aumentos de precios se produzcan en los países más cálidos y típicamente más pobres amplificará aún más estas consecuencias.

Vayamos a los efectos sobre la salud pública: cuando el aumento de los precios empuja a los consumidores a optar por productos más baratos, a menudo menos nutritivos, esto puede tener consecuencias en cadena en la calidad de los alimentos. Dado que las enfermedades relacionadas con la dieta son responsables de más muertes que cualquier otro riesgo, los aumentos de precios inducidos por el clima podrían exacerbar una serie de consecuencias para la salud, desde la desnutrición y las comorbilidades asociadas (particularmente entre los niños, que tienen mayores necesidades nutricionales) hasta una variedad de enfermedades crónicas.

ABORDAR LA CRISIS CON ACCIONES GLOBALES.

Luego, los efectos del aumento de las temperaturas en los precios de los alimentos también aumentan la inflación general, con mayores efectos de contagio para las economías débiles, lo que lleva a la inestabilidad. La historia, desde las revoluciones francesa y rusa hasta la reciente Primavera Árabe de 2011, nos enseña cómo el aumento de los precios de los alimentos también puede ser un precursor de la agitación política y social.

Estos ejemplos ponen de relieve los impactos del cambio climático no mitigado en el sistema alimentario y, en consecuencia, ponen de relieve la urgencia de aplicar medidas que reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero y limiten el calentamiento global en consonancia con los objetivos acordados a nivel mundial.

Esta sigue siendo la palanca fundamental para reducir el riesgo. Sin embargo, dado que las trayectorias actuales indican que es inevitable un mayor calentamiento, es necesario invertir en acciones de investigación y acordar opciones de políticas globales para facilitar la adaptación y crear resiliencia ante un problema que afecta a todo y a todos.

Fuente: Teseo News

Si INIA no mejora su financiación “se va a cuestionar su solidez institucional”.

Si INIA no mejora su financiación “se va a cuestionar su solidez institucional”.

Un instituto de investigación como INIA no puede tener insolvencia económica, ni una financiación sinuosa que ponga en riesgo o genere incertidumbre sobre el desarrollo de los trabajos que hace su personal técnico y científico.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | En el marco de la discusión sobre el presupuesto, y la importancia -todos estamos de acuerdo con esto- que tiene la investigación y la ciencia, es oportuno recordar la comparecencia de una delegación del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) a la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología del Senado, el día 4 de setiembre pasado.

Miguel Sierra, presidente de INIA, destacó la agropecuaria representa, en su eslabón primario, más del 6% del PBI, pero si se le agrega la industria y los servicios ese guarismo llega al 14% o 16%, con 217.000 trabajadores.

A la luz de esos números reflexionó: “Cuando se cierran empresas lácteas o hay conflictos en frigoríficos significan muchos puestos de trabajo”, además de que en exportaciones el sector agroindustrial y servicios “representa el 78%”, convirtiéndose en “una de las fuentes principales de divisas para el país”.

Un reciente informe de la FAO da cuenta de que “el sector agroalimentario contribuye a reducir todos los costos ambientales que le implican al Uruguay más de US$ 4.700 millones en temas de erosión de suelo, contaminación de agua, emisiones y un montón de efectos que requieren de políticas específicas para su atención”, dijo Sierra en la Comisión.

Por la tarea de investigación y difusión de conocimientos que realiza INIA a través de sus técnicos e investigadores, es claro el papel clave que cumple esta institución para mejorar la producción agropecuaria en general.

DESFASAJE EN LA FINANCIACIÓN.

¿Pero cómo se financia toda esa investigación que impulsa el desarrollo agropecuario nacional, desde la producción y se materializa en productos de calidad que consumen los mercados del mundo, incluso los más exigentes?

Sierra dijo ante los legisladores que “desde 2005” los aportes que corresponden a INIA están “desfasados con rentas generales corriendo de atrás en relación al aporte del Imeba” (Impuesto a la Enajenación de Bienes Agropecuarios).

Explicó que a partir de 2016 “se fijó un tope a la parte de rentas generales de 600 millones de pesos que estuvo congelado. Entre enero y diciembre de 2024 ese importe no lo hemos recibido, quiere decir que tenemos una falta de 600 millones”.

La actual propuesta del Ministerio de Economía y Finanzas implica un tope en $ 800 millones, “un incremento de 33%, que es positivo”, pero “tenemos una deuda que viene de este desfasaje entre rentas generales y el Imeba que acumulando es de US$ 36,8 millones” que se suman a los 600 millones antes mencionados.

Si no se atiende la financiación de INIA, “podría tener repercusiones en su gobernanza”, lo cual “sería un peligro porque puede derivar en lo que pasa en otros países y que el INIA se fragmente en varios institutos, como el instituto forestal, el de la carne bovina, de la carne ovina y el de frutas y hortalizas. Tener un instituto con una visión sistémica e integral es una fortaleza de Uruguay”, aseguró.

INIA EN EL PAÍS.

INIA posee “cinco estaciones experimentales con 750 personas, el 94% de nuestras capacidades están distribuidas en el territorio, solo somos 40 personas en Montevideo y el resto están en las cinco estaciones experimentales”.

Esa distribución es clave: “Aunque seamos un país de un tamaño que no es muy grande, sí tenemos realidades muy heterogéneas porque no es lo mismo la zona del este, que la zona de Tacuarembó, de Salto, de Colonia o de Canelones. Cada una de esas regiones se fue adaptando a distintas formas de producir y sistemas de producción lo que repercute también en la investigación que hacemos que tiene que ser adaptada a nuestro suelo, clima, temperatura, horas de frío, plagas, enfermedades y todo eso requiere de una investigación de contexto específica”, enfatizó Sierra.

“De los 750 funcionarios, hay 149 que hacen investigación”, constituyendo así “una de las capacidades de ciencia y tecnología más descentralizadas que hay en Uruguay. Un 90% de ellos cuentan con doctorados y realizan un trabajo muy intensivo en distintos proyectos de investigación que siempre se focalizan en los problemas del sector productivo por la propia modalidad de gobernanza del INIA”.

“INIA trabaja en red” con otras instituciones de investigación, producción o de gobierno (como ministerios) en una amplia área de actividades.

RETORNO QUE NO ES SOLO ECONÓMICO.

Los dos estudios de impacto realizados, uno en 2011 el otro en 2024, concluyen que “si no existiera INIA, habría que crearlo” por varias razones, una de ellas económica: “Por cada dólar que se invierte en INIA retorna 1,25 o 1,28 a la sociedad uruguaya”, lo que está en sintonía con importantes instituciones similares de varios países del mundo (Inrae de Francia, del IRTA de Cataluña, del Embrapa de Brasil y del INIA de Chile).

“Estamos al nivel de los mejores institutos del mundo”, subrayó. Ese retorno no es solo es económico “, es múltiple”, ya que “también hay un retorno porque existe gente capacitada en todo el territorio del país, soluciones ambientales y adecuadas a nuestro territorio y se evitan importaciones de muchos alimentos y tecnologías que, de lo contrario, habría que importar”.

Por ejemplo: “El 70% de los cultivares del área sembrada de arroz los genera INIA; Uruguay está entre el segundo y el tercer nivel de productividad de arroz a nivel mundial”.

Asimismo, “INIA Merín representa el 43%; esto le implicó a Uruguay US$ 60 millones en relación al cultivar que había por mayor rendimiento, menor uso de agroquímicos y por respetar los estándares de calidad de exportación”.

Como otros ejemplos mencionó las investigaciones de las lanas ultrafinas; la erradicación por control biológico de los gusanos de las manzanas y las peras; el menor uso de agroquímicos; el uso de tecnología en aplicaciones informáticas, gratuitas que se pueden descargar en todos los celulares; soluciones tecnológicas en ganadería, nutrición, metodologías de coinnovación, salud animal, entre otras de aplicación en el programa Procría; y control de la chicharrita, entre muchos más que se podrían mencionar.

GENERACIÓN DE INFORMACIÓN CIENTÍFICA.

Pero hay otro aporte importantísimo para los debates que se realizan al más alto nivel internacional, y es la generación de información científica, con respaldo científico y demostración científica sobre la producción sostenible y natural de Uruguay. “Muchas veces son ensayos de largo plazo que llevan 10, 15, 20 años” y aún más.

Esas investigaciones son necesarias porque permiten a Uruguay “demostrar en las grandes ligas, con indicadores científicos robustos, que tratamos la huella ambiental, la huella de carbono, la erosión de suelo, las emisiones”. Para hacerlo “precisamos plataformas en todo el territorio. No se puede hacer en Montevideo, hay que hacerlo en sistemas vivos” y en experimentos que llevan décadas, “con equipamiento de última generación, gente capacitada que tiene que ir al exterior y volver al Uruguay. Son inversiones que el país está haciendo y que requieren estabilidad en el tiempo”.

Si no se investiga para mejorar la producción y/o solucionar los problemas que tenemos, las pérdidas para el país son segura y posiblemente irán incrementándose.

Por salud animal, Uruguay pierde US$ 800 millones más otros US$ 224 millones, lo que totaliza “US$ 1.000 millones de pérdida en temas de salud animal; y estamos invirtiendo unos US$ 5 millones. Por tanto, hay un desfasaje entre lo que invertimos para conseguir soluciones y los problemas que tenemos”.

PLANIFICACIÓN ESTRATÉGICA.

El presidente de INIA enfatizó en “la planificación estratégica” que INIA hace “convocando a los sectores sociales” de donde “salen los temas que luego decimos que están muy focalizados porque invitamos a los referentes del sector productivo, los técnicos asesores, la academia y a actores de los ministerios a que nos ayuden a priorizar las temáticas”.

Más adelante, Sierra agregó que el mensaje a transmitir es que “la inversión en INIA tiene un retorno avalado por consultores internacionales, no es que lo decimos nosotros”, y que “invertir en INIA retorna con creces”, por lo que “como estrategia país, está fundamentado poner el dinero acá; es una inversión, no un gasto”.

En segundo lugar, explicó que “la inversión agropecuaria tiene sus tiempos de desarrollo: un cultivar, una mejora genética animal, un bioinsumo lleva de diez a doce años generarlo, y ahí viene el impacto y el retorno económico”.

“Precisamos estabilidad en el financiamiento para que el impacto sea el que uno busca. Si cortamos la financiación o tenemos las fluctuaciones que estamos teniendo, nos estamos pegando en la línea de flotación en una inversión que es rentable. Si no fuera rentable y con retorno, uno podría cuestionarlo, pero sabiendo que es con retorno y que tiene tiempos de maduración, corresponde y tenemos que hacer el máximo esfuerzo como sociedad”.

LA PROPUESTA DEL EJECUTIVO ES INSUFICIENTE.

Reconoció “la situación económica compleja”, del país; pero lo propuesto por el Ejecutivo es insuficiente. “El tope de 800 millones de pesos es un incremento de 33% con relación a 600 millones. Este primer año quisiéramos más, nos parece que se podría dar un poco más, pero lo que nos preocupa es a futuro. No podemos estar con estos vaivenes de que el dinero viene o no viene y con estos desfasajes que se siguen incrementando entre el lmeba y rentas generales, porque eso va a afectar la gobernanza del INIA”, vaticinó.

De continuar con el desfasaje, “en algún momento se va a empezar a cuestionar la solidez institucional. Ahí perdemos todos”, subrayó.

INIA EN LA COMISIÓN DE PRESUPUESTO DE DIPUTADOS: SIN PREGUNTAS.

Lo expuesto por el presidente de INIA fue en la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología del Senado, un ámbito diferente a la Comisión de Presupuesto que actualmente está analizado la el proyecto de ley de presupuesto nacional en Diputados. A esta última el INIA concurrió con una nutrida delegación el día 19 de setiembre realizando planteos del mismo tenor. Allí presentó el documento que se adjunta a continuación (al final del artículo).

Un dato curioso: en la Comisión de Presupuesto de Diputados, los legisladores no hicieron ninguna pregunta a la delegación de INIA, que se limitó a realizar su planteo. La presentación del Ing. Miguel Sierra, tuvo una duración menor a los 25 minutos: la delegación de INIA ingresó a sala a las 14.33 horas y la sesión se levantó a las 14.57 horas.

Dicha delegación estuvo integrada por: Ing. Agr. Miguel Sierra, presidente; Ing. Agr. Diego Bonino, integrante de la Junta Directiva; Ing. Agr. Elly Navajas, directora de Sistema Ganadero Extensivo; Dra. Sofía Stirling, directora de Sistema Lechero; Ing. Agr. Sebastián Mazzilli, director de Sistema Agrícola Ganadero; Ing. Agr. Fabio Montossi, investigador principal referente Sistema Ganadero Extensivo; Lic. María Inés Fornos, directora de la Unidad de Comunicación y Transferencia de Tecnología; Dra. Victoria Bonnecarrére, coordinadora del Área de Mejoramiento Genético y Biotecnología Vegetal; Lic. Guadalupe Tiscornia, coordinadora del GRAS -Sistemas de información y transformación digital; Irvin Rodríguez, presidente de la Federación de Funcionarios; Lic. Juan Mechelk, delegado de la Asociación de Funcionarios Universitarios.

UTU e INIA trabajan para una tecnicatura de Biotecnología.

UTU e INIA trabajan para una tecnicatura de Biotecnología.

El anuncio fue hecho por parte de INIA en el Senado luego de una pregunta realizada por uno de los legisladores; también se maneja la posibilidad de trabajar en informática y automatismos.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | A partir de una consulta del senador Sebastián Sabini a la delegación del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) que se reunió el 4 de setiembre con la Comisión de Ciencia, Innovación y Tecnología del Senado, la Dra. Victoria Bonnecarrere (INIA) explicó un proyecto en el cual dicho instituto está trabajando junto con UTU para generar “una tecnicatura de Biotecnología” en las instalaciones de INIA Las Brujas.

Bonnecarrere es la coordinadora del Área de Mejoramiento Genético y Biotecnología del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, e integró la delegación liderada por el presidente de INIA, junto con otros referentes e investigadores.

El local físico sería INIA Las Brujas (ruta 48, km 10, Canelones).

Explicó que se busca que asistan estudiantes “de la zona de influencia” de Las Brujas, “pero también de otras partes del país, gente del interior más profundo”, porque INIA Las Brujas tiene capacidad de ofrecer un lugar donde estar y para dormir, de lunes a viernes.

“La UTU quiere apoyar mucho todo el desarrollo de Biotecnología”, agregó.

En Las Brujas “se van a impartir las clases por parte de UTU y de INIA que dará todo el apoyo de laboratorios y de formación de los docentes, además de brindar el lugar para que estén los chiquilines”, dijo Bonnecarrere.

INFORMÁTICA Y AUTOMATISMO.

“También hay una idea de profundizar en otros temas”, vinculados a la tecnología de la “informática y automatismos”, algo en lo que “recién estamos empezando a ver qué se puede llegar a hacer”, adelantó la profesional.

Foto de portada: en agosto de 2025 un grupo de senadores y diputados de diferentes partidos concurrió a INIA Las Brujas invitados por el Instituto. La foto es del senador Camy, uno de los legisladores que visitó el centro de investigaciones.

Proyecto de INIA y Margrig BRF homenajeado en el marco del Premio Nova a la Innovación.

Proyecto de INIA y Margrig BRF homenajeado en el marco del Premio Nova a la Innovación.

Este año se celebran los 10 años del Premio Nova de una manera única, homenajeando a las historias de innovación más inspiradoras del país.

Montevideo | Todo El Campo | El proyecto “Diferenciación de productos a través del agregado de valor ambiental a la producción ganadera”, ejecutado por el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y Marfrig BRF, con financiación de la ANII ha resultado homenajeado en 2025 junto a otras nueve historias que “dejan huella en la innovación uruguaya”.

LA PROPUESTA DE INIA Y MARFRIG BRF.

Uruguay tiene una oportunidad casi única a nivel mundial: producir alimentos a través de la ganadería conservando un ecosistema de pastizales naturales de enorme valor y en particular su biodiversidad silvestre.

El proyecto homenajeado utiliza indicadores para comprender el estado ambiental de sistemas ganaderos e incorpora esa información en su gestión económico-productiva. Para eso considera la salud del suelo, calidad de agua, emisiones de gases de efecto invernadero, biodiversidad y servicios ecosistémicos emergentes. La iniciativa también incorpora estrategias de certificación de procesos para valorizar la producción proveniente de estos sistemas.

Apoya esta propuesta votando en el siguiente enlace: Votación del Público – Premio Nova – ANII (en caso de no poder abrir el enlace ingresar a https://votacion.premionova.org.uy/proyectos/1.php), colocar el documento y votar.

NOVA, EL PREMIO DE ANII.

El Premio Nacional de Innovación de Uruguay (Nova), organizado por la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII), distingue y reconoce la labor de individuos, empresas, organizaciones y estudiantes uruguayos con iniciativas innovadoras y con impacto concreto en la sociedad, buscando fomentar una cultura de innovación en el país.

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