Crónica detallada de la gira de la destacada raza ovina, que incluyó varias activades en el establecimiento La Magdalena, como charlas de salón, revisación de animales y actividades prácticas.

Ing. Agr. José Francisco Ramos | Todo El Campo | Después de dos postergaciones por pronósticos de lluvias, la gira anual de la Sociedad de Criadores de Merino Australiano del Uruguay con el apoyo del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), se desarrolló entre los días 3 y 4 de junio, en el departamento de Salto.

El primer día la actividad se concentró en el establecimiento La Magdalena de Los Tordos S. A., de la familia Otegui, en la zona de Colonia Itapebí. La visita a La Magdalena congregó más de 200 personas, entre productores, cabañeros, técnicos, estudiantes, referentes de la industria lanera y representantes de firmas comerciales, que desafiaron la niebla y se hicieron presentes en el establecimiento ubicado 70 km al este de la ciudad de Salto. En campos con predominio de suelos de basalto profundo, donde el índice Coneat promedio es de 125, la producción ovina comercial y de cabaña con Merino Australiano convive con la agricultura, con foco en arroz con destino a industria y semilla y cultivos de soja y maíz en base a riego, entre otros, y con la ganadería vacuna, con rodeos comerciales y planteles de varias razas (Hereford, Angus, Braford y Brangus) y engorde a corral.

Diego Otegui, principal de la firma, hizo un repaso de la historia de La Magdalena en las últimas tres décadas, relató el crecimiento y desarrollo de la raza Merino Australiano en la empresa desde 1991 y destacó especialmente el rol de todo el equipo de trabajo a cargo de los ovinos. La gira de campo incluyó varias paradas donde se examinaron la majada de cría adulta, las borregas 2 dientes generación 2023 encarneradas, las corderas generación 2024 y los borregos generación 2023.

En el caso de las categorías solteras y hembras de primera cría, se hizo particular hincapié en la importancia de la recría, un proceso que en general, en los sistemas ganaderos del norte del país, es poco priorizado. El Ing. Agr. Alejandro Stirling y Richard Goncalvez, integrantes de la firma, comentaron la importancia de alcanzar 40 kg como peso mínimo individual al servicio para las borregas de dos dientes (18 meses de edad), de modo de asegurar un buen desempeño reproductivo y no comprometer su vida productiva futura. Las corderas generales, nacidas en primavera de 2024, que se observaron en el campo, están pesando actualmente 24 kg en promedio, mientras que las borregas dos dientes encarneradas, nacidas en primavera de 2023, 42 kg promedio, con lana entre 15 y 17 micras según OFDA del segundo vellón.

Otra de las grandes áreas de mejora para los sistemas de producción ovina del basalto lo constituye la sobrevivencia de corderos. En La Magdalena, ante la inquietud por lograr mejores cosechas de corderos tanto en la majada comercial como en el plantel, desde 2015 se vienen utilizando distintos sistemas de parideras o refugios, que son en definitiva espacios controlados que ofrecen abrigo, y a la vez permiten una atención intensiva a las ovejas melliceras luego del parto. La utilización de esta herramienta junto con todo el paquete tecnológico tendiente a maximizar la cantidad de corderos señalados y destetados por oveja destinada a la reproducción (servicios de fin de verano -otoño, pariciones de fin de invierno- inicios de primavera, lactancia en primavera, uso de ecografía, esquila preparto, monitoreo de la condición corporal, loteo por fecha probable de parto, suplementación preparto, manejo sanitario ajustado), ha generado estabilidad en los registros de señalada en torno al 130%. Respecto al uso de las parideras o abrigos en general, se destacó la importancia de la capacitación del personal a cargo y el gusto por una tarea que requiere paciencia y esmero.

En la segunda parada de la gira de campo se observó, por un lado, un lote 1.500 ovejas de cría de la majada general, con 17,1 micras promedio y 54 kg de peso promedio. Por otro lado, completando el recorrido por todas las categorías del stock ovino, se examinó un lote de 500 borregos dos dientes, nacidos en primavera de 2023, pesando 41 kg promedio con lana de 18,1 micras promedio según OFDA del segundo vellón. Al igual que muchos sistemas de producción donde se utiliza la raza Merino Australiano, en La Magdalena los machos de la majada general se venden luego de la esquila de su segundo vellón con dos años de edad, procurando alcanzar el mayor peso vivo posible sin que resulte en carcasas de más de 25 kg en la industria. Alejandro Stirling manifestó su satisfacción con los avances logrados desde la década del 90, en cuanto a mejoramiento genético y nivel productivo, alcanzando, a su juicio, ovejas con buen tamaño corporal, lisas, libres de lana en la cara, con diámetros muy competitivos, buena cantidad de lana y adecuado desempeño reproductivo.

Luego del almuerzo, por la tarde, el equipo de La Magdalena mostró algunas de las tecnologías que se utilizan para optimizar el trabajo de los ovinos y la toma de registros productivos, insumo fundamental para las evaluaciones genéticas, en el caso del plantel. Se realizaron varias demostraciones: el trabajo de Flock Testing, con muestreo de lana, peso del cuerpo y esquila con peso de vellón, facilitado por la utilización de caravanas electrónicas con chip; uso del OFDA 2000 como herramienta para medir el diámetro promedio de los animales a nivel de campo y uso de arneses con tizas para la detección de celo con capones androgenizados. Además, la utilización de perros de trabajo, motos como vehículos para el desplazamiento del personal y bretes portátiles, constituyeron a lo largo de toda la jornada un ejemplo de un enfoque que busca eficiencia, eficacia y no “pasar trabajo” con los ovinos. A continuación, en las renovadas instalaciones para el trabajo con ovinos, cercanas al casco principal, se revisaron exhaustivamente varias categorías del plantel Merino Australiano, tanto en mochos como en astados. Se presentaron borregas y ovejas, en algunos casos agrupadas por padre o línea de sangre, lo que generó especial interés entre los asistentes. La Magdalena realiza periódicamente importaciones de genética australiana y varios de sus carneros padres se utilizan para las conexiones con otras cabañas en el marco de las Evaluaciones Genéticas Poblacionales. Por el volumen de animales en el plantel la examinación de la progenie de un reproductor, tanto machos como hembras, contribuye junto con los datos objetivos, a tener una idea más o menos cabal, del desempeño de los carneros como padres. En todos los casos los animales contaban con información de Desvíos Esperados en la Progenie (DEPs) provenientes de la Evaluación Genética Poblacional de la raza. Al cierre, en la zona de la cabaña, se observaron, por un lado, algunos machos de la generación 2024 y, por otro lado, los principales carneros padres y los borregos y carneros más destacados de cada generación que se preparan para las exposiciones y se usan como padres del plantel.

La numerosa concurrencia en La Magdalena felicitó el nivel y la presentación de los animales mostrados y destacó particularmente la generosidad de la empresa para compartir experiencias y resultados con nuevas tecnologías en el manejo de los ovinos y la toma de registros. Más allá del interés que despertaban los animales de cabaña, se subrayó la importancia de la majada comercial Merino Australiano en el sistema de producción, con una clara apuesta por la productividad en lana y carne ovina, en un marco general de diversificación de ingresos y complementariedad con otros rubros.

Por encima de las particularidades propias de un establecimiento como La Magdalena y las diferencias que puedan existir con otros sistemas de producción, hay elementos respecto a la organización del trabajo que pueden servir como referencia para cualquier empresa. Por un lado, la figura del empresario que conoce los lineamientos generales del rubro, plantea grandes definiciones y establece los objetivos de producción. Por otro lado, la presencia del equipo técnico, asesores y mandos medios que contribuyen a la definición de esos objetivos, a la construcción de un calendario de trabajo y a la decisión respecto de las tecnologías a utilizar. Por último, el personal de campo, motivado y comprometido, que constituye el brazo ejecutor de las tareas que le han sido asignadas y confiadas.

SEGUNDO DÍA DE LA GIRA MERINO AUSTRALIANO.

En el segundo día de la gira Merino Australiano, con una concurrencia cercana a las 100 personas, se visitó el Centro de Innovación y Capacitación Ovina Mario Azzarini (Cicoma), del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), ubicado en la zona de Colonia Lavalleja, 140 km al NE de la ciudad de Salto y 126 km al SW de la ciudad de Artigas. Este campo fue adquirido por SUL en abril de 2015, y cuenta con 623 ha, con índice Coneat promedio de 117, y predominio de suelos de Basalto profundo. Dentro de los principales objetivos del centro se encuentran la validación y transferencia de tecnología en ganadería y la capacitación en áreas relevantes de la explotación pecuaria. En Cicoma funciona un sistema con foco en la producción de lanas finas que ocupa 577 ha, con alta proporción de campo natural (505 ha) y 12,5% del área con pasturas sembradas (47 ha de praderas, 10 ha de verdeos de invierno y 15 ha de mejoramientos extensivos). En este sistema de lanas finas, se utiliza la raza Merino Australiano, con una carga total de 0,71 UG/ha, con casi 3 ovinos por ha y venta de corderos diente de leche/2 dientes o borregos 4 dientes luego de la esquila de su segundo vellón y un sistema de producción vacuna orientado a la recría e invernada. El lote de lana de Cicoma en la zafra 2024 registró 17,1 micras y 81,4% de rendimiento al lavado. En los últimos 5 años el promedio de señalada alcanza 92%, con muy buenos registros de sobrevivencia a la primera esquila (97% promedio), 9 kg de lana por ha y US$ 93/ha de margen bruto. Este resultado de margen bruto, que se calcula como el producto bruto ovino (lana y carne ovina) menos los costos directos (fundamentalmente alimentación, esquila y sanidad), permitiría cubrir, por ejemplo, los costos de arrendamiento promedio para tierras de uso ganadero en el departamento de Salto. Los resultados físicos y económicos de este módulo se apoyan en la aplicación de un paquete tecnológico que incluye: servicios de otoño; uso de carneros con datos de DEPs; ecografía; esquila pre parto con empresa acreditada Grifa Verde y certificación RWS; monitoreo de la condición corporal y eventual suplementación en el pre parto para la majada de cría; utilización de “parideras” para melliceras y únicas que no aceptan el cordero; plan sanitario ajustado con foco en parásitos gastrointestinales, con Lombritest actualizado y control mensual por HPG, y control de afecciones podales; utilización de potrero reservado para el destete de los corderos; loteo y suplementación de corderos con peso inferior a 20 kg al destete; suplementación invernal en la recría de corderas y uso de información de OFDA y peso de vellón para la selección de los reemplazos.

En la mañana, la visita incluyó charlas de salón a cargo de técnicos del SUL. José Ignacio Aguerre, responsable técnico del centro y técnico del SUL en Tacuarembó, realizó una presentación general de Cicoma. José Francisco Ramos, técnico del SUL en Paysandú y Río Negro, hizo una presentación titulada “Una mirada en perspectiva al negocio ovino con Merino Australiano: Años buenos y años malos”. Finalmente, Sergio Fierro, veterinario del SUL referente para la zona norte, brindó una charla titulada “Pietín: puesta a punto y nuevos datos”, donde repasó los fundamentos básicos del Plan de Control y Erradicación de Pietín que promueve la institución y los resultados que se pueden obtener de su aplicación. Además, Fierro compartió los más recientes avances del proyecto “Aportes al diagnóstico del Pietín”, que desarrollan INIA (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria) y SUL con el apoyo de ANII (Agencia Nacional de Investigación e Innovación) Por otra parte, recogió a través de una encuesta el testimonio de los presentes respecto a la incidencia y severidad de las afecciones podales en sus majadas y las dificultades en la implementación de los programas de control de la enfermedad.

Luego del almuerzo, en la tarde, se revisaron ovejas de cría, carneros y corderos/as de la generación 2024. Matías Orihuela y Gracialda Ferreira, técnicos del SUL en Salto y Artigas respectivamente, profundizaron en distintas estrategias de alimentación y manejo sanitario para mejorar la recría en sistemas ganaderos extensivos del basalto. Al finalizar la jornada, directivos de SUL y de la Sociedad de Criadores de Merino Australiano valoraron positivamente la actividad. Las autoridades de SUL destacaron que la gira anual de Merino Australiano haya decidido visitar Cicoma en el año en el que el centro cumple 10 años de existencia, mientras que desde la Sociedad de Criadores de Merino Australiano se subrayó la participación de la raza como recurso genético en un sistema de producción de lanas finas de alto valor, con el cual muchos productores del norte del país pueden sentirse identificados.

En Salto, el departamento con más ovinos del país, el único que supera el millón de animales según las declaraciones juradas de Dicose, donde los sistemas orientados a la producción de lana fina de alto valor son muy populares, la gira anual de la Sociedad de Criadores de Merino Australiano tuvo una muy buena convocatoria. Debe señalarse que el entusiasmo en este segmento de la producción ovina no es el mejor. Por un lado, incide la realidad del mercado lanero que ofrece precios aceptables para las lanas finas, pero poco satisfactorios o lejanos a las expectativas de los productores y, por otro lado, operan las dificultades que ha habido en estos últimos años en el manejo a nivel predial por los excesos de lluvia con sus contrariedades sanitarias asociadas. Sin embargo, estos sistemas producen la lana que recibe los mejores precios del mercado, con registros recientes de excelentes valores, como en 2022 y 2023. Además, no se pierden el negocio de la carne ovina, puesto que venden en su mayoría borregos después de la esquila de su segundo vellón, cuyo precio es prácticamente igual al que reciben otros productores, de otros sistemas de producción, por corderos pesados (animales al menos un año más jóvenes). De hecho, si pensamos en una definición estricta del término “doble propósito”, entendiendo por esto esquemas productivos que logran ingresos similares por lana y carne ovina, sistemas de producción como los visitados en la gira, con la raza Merino Australiano como recurso genético, constituyen verdaderos “doble propósito”. Existen también algunos sistemas, aún más laneros, donde se venden capones después de la esquila de su tercer vellón, con la dificultad que puede representar no excederse de los pesos máximos de carcasa que requiere la industria. Pero, en definitiva, ya sea por la venta de corderos (poco habitual), borregos, capones u ovejas, son esquemas que pueden y en muchos casos logran, muy buenos ingresos por carne ovina. La retención de categorías solteras para producción de lana, no es la alternativa más eficiente en cuanto a producción de carne ovina se refiere, pero es una opción operativamente muy atractiva, ya que se hace carga ovina y volumen de lana con animales de fácil cuidado, que requieren bajos niveles de intervención y que se terminan en condiciones de campo natural con relativa facilidad.

Los productores suelen inquietarse relativamente más por los precios en lana y carne ovina, que por los niveles de productividad que alcanzan. En aras de priorizar, parece lógico pensar en concentrarse más, en aquellos elementos que determinan el resultado económico de la empresa ovina, que están más al alcance de los productores. Los precios no son uno de ellos. El camino para valorizar los lotes de lana luce claro y los productores lo han interpretado así. La alternativa de ubicarse en segmentos de micronaje cada vez más finos, debería conducir a mayores precios por kg, con la expectativa de grandes diferencias a favor de lotes de lana superfinos (diámetro entre 15,6 y 18,5 micras, según AWEX) y ultrafinos (diámetro menor o igual a 15,5 micras, según AWEX) en escenarios de picos de precios, aunque deben manejarse con cautela los antagonismos que existen con otras características de interés, como peso de vellón, peso del cuerpo y adaptación al ambiente de producción, en términos muy generales. Es claro que la producción de más lana, más fina, de mayor calidad, con certificaciones, es un objetivo sensato y en muchos casos una realidad. Las posibilidades de acceder a los muy buenos precios que hoy presenta el mercado de carne ovina suponen también desafíos para los sistemas de producción con Merino Australiano, donde el peso, la conformación carnicera y los niveles de terminación en los animales de venta son fundamentales. En el caso de la carne ovina, no hay mucho por hacer en cuanto a mejorar el precio por kg, más allá de examinar los momentos del año donde en promedio hay mejores valores y mayor agilidad de colocación. Los principales determinantes de los ingresos por carne ovina en esquemas con Merino Australiano son el desempeño reproductivo, el peso de venta y el grado de terminación de los animales. Esto en muchos casos puede significar mayores niveles de intervención, con algunas de las muchas tecnologías que se difundieron en el marco de esta gira.

Durante toda la gira en este año 2025, se transmitió un mensaje común: la productividad sostiene resultados económicos atractivos en escenarios de precios poco satisfactorios. Si el entusiasmo, el ánimo y los resultados de estos sistemas de producción van a estar únicamente asociados al precio de la lana, serán, por naturaleza, volátiles.

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