La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que la actividad comercial la lidera la soja, y el maíz tiene mayor competitividad, aunque con precios internacionales que se planchan.
Rosario, Santa Fe, Argentina | Todo El Campo | En la recta final de junio, la exportación de soja se acelera ya que todo el sector busca colocar la mayor cantidad de oleaginosa antes del 30 de junio (30J), fecha que el Gobierno argentino puso como límite y a partir del 1° de julio retomará el cobro de las retenciones, o impuesto a las exportaciones.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que la actividad comercial la lidera la soja, y el maíz tiene mayor competitividad, aunque con precios internacionales que se planchan.
Agrega que la situación se refleja, también en las declaraciones juradas de ventas al exterior (DJVE) del complejo, dice el Reporte del Mercado de Granos BCR que muestra los temas más resonantes de la coyuntura agroindustrial con foco en Argentina.
Paralelo a eso, los precios internacionales se estancan ante la falta de señales creíbles en la guerra comercial entre EE.UU. y China.
El maíz argentino se posiciona como el más competitivo del hemisferio sur, mientras la safrinha brasileña avanza lentamente. La modificación en las alícuotas de los derechos de exportación prevista para julio tendría un impacto estimado de US$ 227 millones sobre los ingresos de los productores santafesinos, considerando el volumen pendiente de comercialización de la campaña 2024/2025.
LA COMERCIALIZACIÓN DE SOJA ALCANZA NIVELES MÁXIMOS PARA LA CAMPAÑA DE CARA AL 30J.
Avanza la certeza de que la rebaja de las retenciones se terminará en la fecha indicada inicialmente para los granos gruesos, luego de la extensión del beneficio sólo para la próxima campaña de la fina, el acercamiento a la fecha clave del 30 de junio empezó a agitar el mercado de la oleaginosa. Este hecho se conjuga con el último sprint de la cosecha, que volvió a tomar ritmo en los últimos días para recortar el atraso causado por los excesos de humedad.
Según los datos de SioGranos, en junio se alcanzó el mayor volumen de pricing (fijación de precio) semanal en el año, con cerca de 1,47 Mt acumuladas en compras a precio hecho y fijaciones por soja. Esto implica un crecimiento del 30% respecto del promedio semanal de mayo. En el mes pasado, el volumen de pricing semanal se mantuvo estable entre 1,11 y 1,18 Mt.
Este mayor nivel de comercialización se mantuvo durante esta semana según los datos parciales de la misma fuente.
En el contexto actual, la soja en el mercado de Chicago se encuentra en un marco de gran incertidumbre debido a la indefinición sobre la política de biocombustibles en EE.UU. y de negociaciones en medio de la guerra comercial entre EE.UU. y China.
Sin expectativas para mejoras significativas en los precios internacionales y ante la inminencia del 30J (donde la alícuota de los Derechos de Exportación -DEX- para el poroto de soja pasará del 26 al 33% y la de la harina y del aceite se incrementará del 24,5 al 31%, que reducirá significativamente la capacidad de pago de la industria y la exportación, con el consecuente impacto en los precios del mercado), el panorama genera incentivos para aprovechar los precios actuales por parte de la oferta.
Por otro lado, comienza a observarse un crecimiento en el registro de DJVE del complejo soja con un crecimiento de la participación de los embarques posteriores al 30J.
CUANDO LA INCERTIDUMBRE CONSTANTE DEJA DE MOVER LOS PRECIOS.
El informe agrega que normalmente, cuando las reglas comerciales son claras y estables, los operadores se centran en los cambios genuinos de oferta y demanda para determinar el precio de los commodities.
No obstante, cuando se esperan cambios en las “reglas de juego” el mercado evalúa sus efectos y las descuenta en precios. Así ocurrió tras la victoria de Trump en 2024. La expectativa de una guerra comercial con China, el principal comprador de la soja estadounidense hizo que el mercado descontara rápidamente un precio menor. Los futuros de la soja se desplomaron desde los US$ 440/t en junio de 2024 a un promedio de US$ 365/t entre agosto y diciembre de ese año.
Sin embargo, la estrategia de la administración Trump de utilizar los aranceles como un instrumento de negociación flexible ha cambiado la dinámica. Al amenazar constantemente a sus socios comerciales, las reglas se volvieron inestables y poco creíbles.
El conflicto con China es el caso emblemático. Tras el Liberation Day, EE. UU. llegó a imponer aranceles del 145% a productos chinos. Apenas 31 días después, una tregua fruto de un acuerdo en Ginebra los redujo al 30%. Pese a que esta tregua se mantiene, las tensiones no han cesado.
Esta constante incertidumbre generó una fuerte reacción inicial en el mercado. Entre enero y fines de abril, los futuros de soja mostraron alta inestabilidad, operando en un rango de +/- 10% y alcanzando una dispersión media del 2,3%. Los precios tocaron los US$ 395/t en febrero para luego caer a US$ 359/t en abril y volver a subir a US$ 395/t semanas después.
Pero desde fines de abril, la volatilidad disminuyó drásticamente, y no porque la incertidumbre haya desaparecido. Al contrario, el mercado ha comenzado a invalidar la credibilidad de estos anuncios. Desde mayo, el precio de la soja ha operado dentro de un estrecho rango de +/- 3%, con una dispersión de apenas el 1%. Inclusive los fondos especulativos en Chicago mantienen una posición casi neutral en futuros de soja. Lo intermitente de las medidas han dejado precedente. El hecho de anunciar, para luego deshacerlo implica que el mercado necesita más razones para efectivamente decidir hacia qué lado moverse. Mientras tanto, las cotizaciones siguen “planchadas” y los fondos neutrales. Escenario que se conjuga con la agudización del “climático norteamericano”, combinación que puede ser explosiva.
EL MAÍZ ARGENTINO: EL MÁS COMPETITIVO EN EL SUR.
La cosecha de la safrinha en Brasil viene avanzando a paso de hombre. En Argentina se cosechó el 2% de la superficie objetivo, la mitad del avance promedio a esta altura y un cuarto de la superficie cosechada el año pasado. Sobre Mato Grosso, principal estado productor, el avance es del 2,5%, 9% por detrás del año pasado. El retraso de la cosecha era algo esperado por el mercado, que ya viene descontando desde la siembra de soja, cuando las labores se retrasaban por la falta de humedad en los perfiles. Sin embargo, en algunos estados, como el de Paraná, las lluvias de las últimas semanas habrían dilatado aún más el proceso. Más allá de esto, las condiciones de los cultivos parecen favorables y se han registrado valores elevados de densidad de vegetación sobre el centro oeste de Brasil, dando buenos indicios para lo que sería la segunda mejor safrinha de la historia.
Argentina está adentrándose en la ventana de cosecha del maíz tardío. A nivel nacional el avance es del 52%. Las labores se aceleraron desde junio.
La safrinha brasilera y el maíz argentino se combinan para abastecer al mercado internacional antes de que llegue la cosecha norteamericana a partir de setiembre. Es justamente la expectativa de una cosecha récord en EE.UU. lo que ha estado empujando las cotizaciones internacionales a la baja luego de alcanzar máximos en más de un año durante febrero.
DOCUMENTO COMPLETO LA BCR.
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