En la apertura, el presidente de Asociación de Productores Avícolas destacó la importancia de la avicultura y mencionó alguno de los desafíos.
Gustavo Clavijo | Maldonado | Todo El Campo | El martes 12 comenzó el mayor congreso avícola del continente. Se realiza en Punta del Este y se trata del 28º Congreso Latinoamericano de Avicultura (OVUM 2024).
El evento se lleva a cabo en el Centro de Convenciones de Punta del Este y se extenderá hasta el 15 de noviembre, reuniendo a importantes actores de la avicultura del continente y el mundo.
Joaquín Fernández, presidente de la Asociación Latinoamericana de la Avicultura (ALA), abrió el Congreso anunciando que el presidente de la República, Luis Lacalle, concurrirá el jueves 14 a las 15.00 horas, una confirmación reciente que no está en el programa.
Seguidamente comentó el valor turístico de nuestro país e invitó a los presentes a conocer Uruguay a través de sus opciones turísticas.
Fernández precisó que esta “es la primera vez que nos toca ser anfitriones de nuestros colegas productores de huevo y carne aviar de todo el continente”.
“América Latina es la principal región del mundo en producción y exportación de productos avícolas”, una posición “liderada por nuestros hermanos y vecinos de Brasil que hoy nos acompañan en una numerosa delegación”, agregó.
Asimismo saludó a los colegas de todo el continente, entre ellos a los de Guatemala donde se realizará el próximo congreso.
DESAFÍOS INELUDIBLES.
Señaló que “la avicultura en el continente enfrenta desafíos ineludibles” y que “somos el principal proveedor de proteína aviar del mundo, lo que nos da una enorme responsabilidad y nos genera muchas oportunidades teniendo en cuenta la seguridad alimentaria que todo el mundo busca” a través de los “alimentos de calidad y accesibles, producidos con un enfoque de sustentabilidad económica y ambiental”.
Sobre los “grandes desafíos sanitarios” destacó que “se renuevan y cada vez son más complejos, lo que nos lleva a actualizar permanentemente nuestros sistemas de gestión” para poder seguir dando “garantías de calidad, sanidad e inocuidad” que requieren todos los consumidores.
A nivel de calidad, las exigencias “son cada día mayores, no solo por cuestiones regulatorias, sino también por el propio consumidor que cada día es más exigente. Hoy tenemos un consumidor mucho más informado, con poder de voz al alcance de su mano o de su celular; un consumidor más sensible a la calidad de lo que consume; más preocupado y ocupado por su salud y bienestar”, y eso “también es una buena noticia” porque genera oportunidades “ya que nuestros productos son cada día más demandados y el consumo aumenta”, reflexionó.
Fernández señaló también que “el mundo es muy competitivo” con un “mercado dinámico” y todos “pelean por ganar la atención del comprador final”, además de que hay “otros alimentos que también compiten”.
En otro orden el presidente de ALA también se refirió a la “responsabilidad” que tienen los empresarios de desarrollar y adoptar la tecnología, innovación de sistemas productivos, calidad, eficiencia y rentabilidad, así como la “calidad de los empleos para nuestra gente y capacitación permanente”.
Mencionó que una de las características de la avicultura es que en su mayoría está compuesta por “empresas familiares, tanto a nivel industrial como en las diferentes etapas de cría”. Pero “empresa familiar no quiere decir artesanal ni rústica, se puede ser empresa familiar y al mismo tiempo tener una gestión profesional”, aseveró.
A eso se agrega “el enorme impacto social” de la actividad avícola, que “mantiene a la gente en sus comunidades” creando y distribuyendo riquezas y oportunidades.
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