Impulsan la cría intensiva de ovinos como oportunidad productiva: la ganadería hace que los sistemas agrícolas sean sostenibles en el tiempo, dijo Belén Morlacco, técnica del INTA.
Santa Fe, Argentina | Todo El Campo | Especialistas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Santa Fe destacaron las ventajas de diversificar la actividad productiva sumando ovinos a los establecimientos, y aseguran que los beneficios pasan por una alta productividad y rentabilidad, como buena calidad del producto.
La Patagonia es el sector argentino con el mayor stock ovino, representando el 56% de los animales, no obstante, la región centro aumentó un 16% la cantidad de cabezas. Puntualmente en Santa Fe, se producen 12.670 toneladas de reses con hueso de carne ovina, cuyo 30% se exporta.
Belén Morlacco -técnica de INTA Pago de los Arroyos, Santa Fe-, comentó que “actualmente, la producción ovina en la provincia está integrada de manera secundaria a otras actividades del establecimiento agropecuario, por lo que la carga y la intensidad es baja”. Pero “hay una oportunidad” en el negocio de producir carne ovina y hay “un paquete tecnológico hoy disponible para poder maximizar su potencial”.
El sistema de cría ovina intensiva, “inicialmente fue pensado para campos agrícolas con excelente aptitud de suelo y de condiciones ambientales, en los que se desarrolla la agricultura entre un 70 a 80% de su superficie”. A la par, en el 25% de la superficie se siembran pasturas de alta productividad y, de esa manera, logran diversificar la producción primaria que es la agricultura y complementarla con una con la producción de carne ovina, agregó Morlacco.
“Tanto la ganadería ovina como la vacuna son remediadores de los sistemas: son sanadores, recuperadores de suelos y hacen que los sistemas agrícolas sean sostenibles en el tiempo bajo el concepto de la rotación agrícola con pasturas perennes y con animales comiendo, bosteando, aportando materia orgánica al sistema y en este circuito de circulación de nutrientes y de recuperación de suelo”, subrayó.
Asimismo, reconoció que es necesario adecuar al circuito de faena para sumar a la actividad ovina: “Tener un punto de faena de la producción, posibilitaría entrar en el circuito legal de comercialización de productos y subproductos en carnicerías que potenciaría la aparición de intermediarios como productores, recreadores, engordadores y abastecedores que hoy no está desarrollado como en otras producciones cárnicas”.
DIFERENCIA EN LA CRÍA OVINA INTENSIVA O EXTENSIVA.
La diferencia entre la cría ovina intensiva a uno extensivo radica “en la productividad, en la calidad del producto, en la extensión, en la duración del sistema productivo y en la rentabilidad, en el recupero del capital invertido”, consideró.
En este sentido, Morlacco detalló que la cría intensiva de vacunos es un sistema que trata de maximizar la producción con un producto pesado, un borrego o borrega de producción de carne de 50 kilos en un plazo no mayor a 150 días y donde el refugio de la oveja y del carnero son productos bien encarnados de muy buena calidad carnicera y aptos también para el consumo.
Foto y fuente INTA.
Las expresiones de la técnica de INTA fueron hechas en el marco y previamente a la Jornada internacional para potenciar el sector ovino santafesino, que se realizó el sábado 15 en la sede de Sociedad Rural de Venado Tuerto, en Santa Fe.
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