Todo El Campo ha seguido los hechos y se confirma el grave error del Senasa.

Montevideo | Todo El Campo | En los últimos días Todo El Campo ha seguido de cerca la situación generada en Corrientes, Argentina, con la avícola Santa Ana a la cual el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de Argentina (Senasa) le notificó que se sacrificarían 200.000 aves al detectarse animales enfermos con gripe aviar.

La comunicación de la autoridad sanitaria del vecino país llamó la atención a los responsables y operarios de Santa Ana que rápidamente se movilizaron porque no veían que las aves presentaran síntomas o comportamientos vinculantes a la enfermedad, tampoco registraban mortandad superior a la habitual.

El 11 de abril se informó que ante esa situación, por lo menos irregular, los trabajadores avícolas de Corrientes cuestionaban el análisis sanitario sobre gripe aviar y apelan a la justicia (Artículo: Trabajadores avícolas de Corrientes cuestionan análisis sanitarios sobre gripe aviar y apelan a la justicia. – Todo El Campo).

Dos días después la noticia era que la justicia dio lugar al reclamo de la avícola y ordenaba que no se sacrificaran los animales hasta que se realzaran otros análisis (Artículo: Justicia argentina da lugar al reclamo y frena el sacrificio de las aves hasta nuevos análisis. – Todo El Campo). En esa oportunidad Todo El Campo advirtió lo obvio y lo que todos están pensando en este momento: “Por supuesto que en caso de que los análisis dispuestos por el juez llegaran a dar negativo, el Senasa perderá, además de autoridad, su prestigio y reputación en lo interno como en el escenario mundial, lo cual será nocivo para Argentina como país exportador”.

Precisamente fue es lo que sucedió y el Senasa reconoció su error según documentación oficial en poder de Todo El Campo, la que señala: “Sobre las muestras del establecimiento comercial de Corrientes, la segunda muestra tomada a aves de la granja Avícola Santa Ana de Corrientes, dispuesta por orden de la justicia federal, dio resultado negativo a la presencia de Influenza Aviar según diagnosticó el Laboratorio Nacional del Senasa”. Además, la institución “considera pertinente mantener la interdicción por sospecha del establecimiento al menos hasta cumplidos 14 días desde la primera toma de muestras (4 de abril de 2023) y realizar una tercera toma de muestras para el desarrollo de técnicas tanto moleculares (RT- PCR) como serológicas, lo que fue comunicado a la autoridad judicial”.

“PAPELÓN INTERNACIONAL”

El sitio web Bichos de Campo confirmó el bochorno al publicar el Senasa está causando “un papelón internacional” porque “según adelantaron fuentes confiables, el segundo análisis realizado sobre esa avícola dio negativo”.

“Pudimos saber, como decía la empresa, no hay rastro en sus galpones de la peligrosa enfermedad, que como no tiene remedio obliga al sacrificio inmediato de todo el stock de aves del lugar. Es decir que afortunadamente 200.000 gallinas salvaron su pellejo y 300 empleados de la empresa sus puestos de trabajo”, agrega en su artículo.

¿ERROR HUMANO?

Pero la realidad parece ser más grave que un error humano o una falla científica, porque la empresa Santa Ana emitió “un comunicado informando que en realidad el primer estudio que dio origen a la orden de sacrificar las 200.000 gallinas ni siquiera existió, pues nunca se tomaron muestras”.

Bichos de Campo se pregunta: “¿Qué muestras serológicas se analizaron en el laboratorio central del Senasa para lanzar un veredicto sanitario que implicaba el sacrificio masivo en ese establecimiento productor de huevos? Por ahora, el organismo mantiene silencio sobre los detalles de ese operativo, aunque defendió tímidamente la intervención de su veterinario en el lugar”.

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