Tenemos la posibilidad de manejar el campo natural que un recurso que ya tenemos, un tesoro que el mundo valora cada vez más.
Cuando hablamos de intensificación sostenible podemos resumirlo en “mejorar, producir más y sin romper” que para sintetizarlo “en tres palabras” se trata de “mejorar sin romper” dijo el Ing. Agr. Martín Jaurena.
Esta es una nueva propuesta de trabajo que surgió en la mesa de Campo Natural, y “lo que buscamos es mantener el campo natural como base productiva”, agregó.
Explicó que “hay otras formas de intensificación basada en pradera” y “cuando quisimos copiar a Nueva Zelanda no nos ha ido bien respecto a la ganadería extensiva, porque no se puede cambiar todo el campo por pradera” dado que éstas “no persisten”. Sin embargo “tenemos un recurso que cada vez podemos manejar mejor y es el campo natural” que a su vez es “un valor agregado natural, un capital enorme para el productor, es un tesoro que tenemos en el campo” cuando “el mundo está cada vez más contaminado”.
Este es “un producto que se genera en un sistema casi sin insumos, aprovechando el pasto que nos dio la naturaleza”, y nos permite “producir muy bien en forma natural y ecológica”. Esto “cada vez tiene más demanda y muy pocos competidores en el mercado mundial de la carne o la lana puede hacerlo porque ya no tienen este recurso”.
La propuesta es “mantener el campo natural y mejorar algunas debilidades”. Esas debilidades son, por ejemplo, que “en algunos momentos del año no hay buena calidad de forraje, la productividad invernal no es muy buena porque en la mayoría de los casos está formado por especie de verano”.
“La propuesta apunta también a que el sistema no es sólo campo natural” porque en un predio hay “otras pasturas que pueden ser usadas en la producción y es clave que sean usadas para mejorar el manejo el ese campo natural”. Si tenemos un 2% de un verdeo raigrás como otro recurso forrajero, no puede ser un fin en sí mismo sino algo que apoye y mejore el manejo del campo natural”, expresó.
MÁS PASTO, AJUSTE DE CARGA, BANCO DE PASTOS Y EL AGUA.
“El 60% u 80% de los sistemas ganaderos” tienen campo natural, por tanto si atendemos estos “vamos a mover la aguja de la producción y la rentabilidad”. Para eso Jaurena dijo que la propuesta es trabajar con más pasto, ajustar la carga de animales a la capacidad del campo, reservar forraje y formar bancos de pasto en el campo. “Y hay otro tema que suena cada vez más y es el del agua y subdivisiones”.
Esa subdivisión “puede tener un impacto muy bueno”, pero tenemos que tener el pasto, ajustada la carga y planificada la reserva antes, de lo contrario “difícilmente podamos tener impacto”, por tanto hay pasos “claves para intensificar”, y en eso “es fundamental el conocimiento y la formación del productor”.
Todo esto fue presentado por el propio Jaurena en el congreso de la Federación Rural que se realizó a fines de mayo en Tacuarembó, y consta de “una caja de herramienta” que se utilizarán según el predio.
“Hoy es fundamental adaptarse” porque “la única certeza que tenemos respecto al clima es la incertidumbre” y como “dicen que va a ser Niña, preparémonos, usemos las herramientas para que el sistema de producción sea robusto y no tengamos que complicarnos con una sequía. Hagamos el sistema de producción mucho más predecible”, sugirió.
VALOR AMBIENTAL.
Por otra parte Jaurena se refirió al interés creciente del productor de desarrollar el campo natural e incluso “producir con menos químicos”, es “una tendencia nueva que genera muchas oportunidades para que se pueda valorizar el sistema de producción. El carbono que hay en el suelo tiene un precio, eso el productor lo puede mantener y será un componente muy importante del valor productivo, no va a ser solo el valor de carne y la lana sino que en los próximos años vamos a tener el valor agregado ambiental”.
ENTREVISTA COMPLETA.
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