Verlo en la ruta llama la atención por su color, pero es altamente dañino para el campo natural.
La belleza no siempre es sinónimo de bondad, la naturaleza está repleta de ejemplos tanto en el mundo animal como vegetal.
Es el caso del pasto rosado Melinis repens que “es tan lindo como peligroso”, advierte el Ing. Agr. Martín Jaurena, investigador del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA).
Se trata de “una gramínea invasora que puede bajar la producción, calidad y diversidad del campo natural”, señaló.
También observó que en el norte del país “el pasto rosado está aumentando en las rutas”, y divulgó en las redes sociales una fotografía de la ruta 30 en el departamento de Artigas.
“Si lo ves adentro del campo avisá. Por ahora identificarlo y vigilarlo es la mejor prevención”, subrayó.
Consultado sobre el motivo de su peligrosidad, Jaurena señaló que “sobrecompite con las especies nativas y las excluye. Queda un monocultivo de esta invasora que es menos productiva e inferior calidad que las nativas”.
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