Por circunstancias ajenas a Uruguay, el petróleo se ha disparado y eso repercute en todos los países del mundo que han debido subir sus combustibles. En los últimos 12 meses Italia tuvo un incremento del 52,6%, Brasil 42,7%, Argentina 41,1% y Uruguay 28,3%.

Hébert Dell’Onte | A diferencia de lo que a veces se escucha en el debate sobre la Ley de Urgente Consideración (LUC) las variaciones que ha tenido el precio de los combustibles no se deben a lo que esa norma establece sino que responde a otras cuestiones más complejas que no se arreglan con derogar o modificar algún artículo de una ley.

CED, el Centro de Estudios para el Desarrollo publicó un documento titulado ¿Qué pasa con los combustibles en el mundo y en Uruguay?: un aporte al debate riguroso y de calidad en el que se analiza el tema del combustible en Uruguay que tiene “dos principales variables de referencia para Ancap”, que son “el precio del petróleo Brent y el tipo de cambio”. En base a ellas el ente petrolero fija “sus precios de venta al público en función de sus costos”.

En febrero, el promedio del barril Brent fue de US$ 97, esto es un 57% más que en febrero de 2021, y “en los últimos días de febrero y comienzo del mes de marzo, los precios se dispararon, superando los 100 dólares por barril, cifras no registradas desde 2014”.

Eso se da “en un contexto de fundamentos sólidos y consistentes con un precio internacional del petróleo elevado” en un marco de mayor demanda por “mayor consumo de combustibles”, entre otros factores relevantes.

Mientras tanto, “la oferta se adapta con lentitud”, presenta “problemas en el suministro para los países de la OPEP y niveles de inventarios en mínimos de los últimos años”.

A su vez inciden fuertemente “los conflictos geopolíticos desatados en los últimos días”, principalmente la invasión de Rusia a Ucrania.  Rusia es el segundo principal exportador de petróleo del mundo.

Pero no es único conflicto preocupante, se debe sumar el de Estados Unidos e Irán, “en el cual el primero impuso sanciones sobre las ventas de petróleo iraní”, recuerda CED. Irán es el sexto exportador del mundo.

El escenario descrito parece inmejorable para que el petróleo siga fortaleciéndose “cual seguirá añadiendo presión sobre la oleada de inflación que está golpeando a casi todas las economías del mundo” por el generalizado aumento de los combustibles.

VARIACIÓN DEL PRECIO DEL COMBUSTIBLE EN EL MUNDO.

El siguiente cuadro muestra la variación del precio de la nafta en los últimos 12 meses de 9 países, con Italia encabezando la lista (52,6%), siguen Francia (51,5%), Alemania (49,8%), España (46,5%), Brasil (42,7%), Argentina (40,1%), Estados Unidos (36,4%), Chile (35%), y Uruguay (28,3%).

LA LUC NO GENERÓ CAMBIOS RELEVANTES.

El documento agrega que los artículos de la LUC referentes al combustible “no parecen haber generado ningún cambio relevante en la política de fijación de precios. También parece claro que su espíritu (precios que rápidamente reflejen las variaciones de los costos) está siendo dejado atrás por el gobierno”.

A esa conclusión lleva CED luego de observar que desde noviembre de 2021 “el Poder Ejecutivo decidió apartarse de la recomendación técnica de la Ursea que asumía ajustes al alza en noviembre, diciembre; así como ajustes mayores a los efectuados en febrero y marzo”.

Agrega que desde 2010 en adelante los precios del combustible al público “no reflejaron (en ningún sentido) los costos asumidos por Ancap para producir y distribuir los combustibles. Según estimaciones propias basadas en datos de ventas de combustibles (en litros) y series históricas de precios de venta al público y de PPI, se obtuvo el sobreprecio en millones de dólares pagado por los consumidores uruguayos o asumidos como pérdida por Ancap (subsidio) en los casos respectivos”.

Entre 2010 y 2014 “la nafta habría tenido un precio subsidiado por US$ 78 millones de dólares, mientras que, en caso contrario, el gas oíl evidenció un sobreprecio pagado por los uruguayos de aproximadamente US$ 1.181 millones”.

De 2015 a 2019 el sobreprecio de la nafta fue de US$ 443 millones, y del gas oíl de aproximadamente US$ 1.337 millones más que la referencia de precio de paridad de importación.

Y del 2020 al 2021 “se registraron sobreprecios en la nafta por US$ 14 millones y el gas oíl por US$ 67 millones.  Sin embargo, los resultados son sustancialmente distintos entre 2020 (cuando ambos combustibles pagaron sobreprecios) y 2021 (donde se vendieron por debajo del PPI)”.

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