Era cuestión de tiempo, y más pronto que tarde los perros volvieron a sus andanzas y dejaron 40 ovejas mordidas. Quienes se sensibilizan cuando los productores las llevan a una plaza de la capital, harían bien, y sería muy coherente, que lo hicieran también ahora. Hacer como el avestruz no es un gesto inteligente.

En lugar de exigir acciones inmediatas para garantizar el bienestar de todos los animales, la sociedad prefirió detenerse a discutir si estuvo bien o mal que los productores llevaran animales muertos y lastimados frente a la Torre Ejecutiva, y los perros, como si supieran de la inacción humana, siguen de fiesta.

Volvió a ocurrir en Cerro Largo.

Miguel Núñez en Paso de los Gómez, sufrió el ataque de perros del vertedero de La Pedrera, más de 40 ovejas mordidas.

El registro gráfico fue enviado a Todo El Campo desde el lugar del suceso.

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