¿Es una oportunidad para potenciar el consumo de prendas confeccionadas con lana, fibra amigable con el medio ambiente?
José L Trifoglio | Los productos a la venta en la Unión Europea (UE) pronto podrían requerir que incluyan una etiqueta que proporcione a los consumidores la evaluación de la UE de las credenciales ambientales de un producto, en un esfuerzo por guiar a los consumidores hacia la elección de los productos más sostenibles.
A través del proyecto “Product Environmental Footprinting” de la UE, se espera que pronto se convierta en el sistema de información de cara al mercado más influyente para las credenciales ambientales.
Al respecto, Australian Wool Innovation, (AWI) se ha unido con organizaciones internacionales de fibras naturales (como el algodón) y otras organizaciones para lanzar una nueva campaña llamada “Make the Label Count”, para ayudar a garantizar que la propuesta de la Unión Europea sea precisa y no perpetúe el lavado verde a favor de los sintéticos. La campaña tiene como objetivo evitar la introducción de puntuaciones medioambientales inexactas y deficientes para las fibras naturales como la lana en las etiquetas de la ropa en toda la Unión Europea.
Pero, además, según AWI, las nuevas leyes de etiquetado de productos de consumo, incluida la vestimenta, no cuentan toda la historia, principalmente de la hecha con fibras sintéticas y en ese sentido, el organismo australiano patrocina este proyecto para que con el apoyo de la ciencia puedan respaldar la reputación de la lana y así minimizar el riesgo de que pueda verse en desventaja a otras fibras.
Los europeos que establecen estos estándares, una vez que los ponen en marcha, en gran parte del resto del mundo sigue su ejemplo. Particularmente en moda y vestimenta. Por otra parte, el poliéster y los acrílicos y todas esas fibras que constituyen la mayor parte del mercado textil terminan en un vertedero.
Son miles de toneladas de micro plásticos que terminan en el océano y esto no está considerado en las leyes de etiquetado propuestas. Los micro plásticos son plásticos sintéticos que miden menos de cinco milímetros y ya no son biodegradables.
Según estimaciones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), alrededor de 1,5 millones de toneladas de micro plásticos se vierten a los océanos cada año, dos tercios de los cuales están compuestos por fibras sintéticas de prendas de vestir y textiles.
En base a todo esto es que AWI está trabajando para potenciar el consumo de prendas confeccionadas con la fibra lana que es biodegradable.
José L Trifoglio es el responsable del Dpto. de Lanas de Zambrano & Cía.
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