No todos los sistemas de producción ganadera son iguales, y es nuestra responsabilidad explicarlo con claridad.

No todos los sistemas de producción ganadera son iguales, y es nuestra responsabilidad explicarlo con claridad.

“Uruguay, un país que es ejemplo de sostenibilidad en la producción, especialmente en la carne, tiene un rol fundamental en la tarea de educar a esta población urbana y a la sociedad global”.

Salto | Todo El Campo | El vicepresidente de INIA; el Ing. Agr. Walter Beathgen, destacó la importancia de la buena comunicación “en un mundo cada vez más urbano”. En este sentido dijo que “no todos los sistemas de producción ganadera son iguales, y es nuestra responsabilidad explicar esto con claridad», en una realidad donde «entre el 80% y el 90% de la población reside en ciudades, muy lejos de donde se producen los alimentos, lo que genera un gran desconocimiento”.

Beathgen indicó que “Uruguay, un país que es ejemplo de sostenibilidad en la producción, especialmente en la carne, tiene un rol fundamental en la tarea de educar a esta población urbana y a la sociedad global”. El profesional indicó que la experiencia de la cadena productiva de la carne y el desarrollo de las «prácticas sostenibles” con las que se produce en el país, “deben ser compartidas y explicadas para romper con los prejuicios y las generalizaciones que dominan el debate”.

En este sentido, como ejemplo, recordó la publicación de un artículo donde “Bill Gates escribió en su blog que la única esperanza para combatir el cambio climático era dejar de consumir carne”, en contrapartida, “en lugar de responder con críticas o descalificaciones, el entonces presidente de INAC lo invitó a conocer Uruguay, explicándole que aquí se utiliza un sistema de producción muy distinto al que él imaginaba”.

Beathgen resaltó como un logro, “que como uruguayo me llena de orgullo”, que “dos años después, se estableció en Uruguay, liderado por INIA, un Observatorio de Ganadería Sostenible financiado por la Fundación Gates”.

Esa historia “ejemplifica la labor que todos debemos asumir», dijo el vicepresidente de INIA. En este sentido dijo que se debe «educar desde nuestro lugar, aclarar las diferencias y desmitificar los prejuicios”.

Por ejemplo, “muchas personas en Nueva York creen que la ganadería implica deforestación de bosques tropicales para plantar pasturas y criar ganado”, por lo que consideró “imperativo corregir estas percepciones erróneas”

(Cambio de Salto).

¿Efecto invernadero?, el problema no está en las vacas.

¿Efecto invernadero?, el problema no está en las vacas.

Más del 70% de los gases de efecto invernadero que se producen en el mundo provienen de las energías fósiles, el sector agropecuario representa sólo el 12%.

Los gases de efecto invernadero llevan ese nombre porque tiene sobre el planeta la capacidad de conservar el calor, tal como lo hace un invernadero usado en la agricultura.

Walter Beathgen, vicepresidente del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) explicó recientemente al ser entrevistado en radio Oriental que el fenómeno es “natural” porque la naturaleza lo aplica desde siempre y de no existir el planeta sería mucho más frio, unos 20 grados menos, de tal forma que la vida sería diferente a como la conocemos.

Resulta que en los últimos 300 años el hombre generó un incremento de gases de efecto invernadero causando mayor calentamiento, siendo el metano uno de esos gases, y la ganadería los produce, pero la mayor responsabilidad de este problema global la tienen los combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas natural).

Más del 70% de los gases de efecto invernadero que se producen en el mundo provienen de las energías fósiles, el sector agropecuario representa sólo el 12%.

Las investigaciones llevadas a cabo han demostrado que con cada pozo petrolero, con cada mina de carbón y con la producción y traslado de gas natural, es como más se liberan gases a la atmósfera superando con amplitud lo que producen la ganadería.

También se sabe que si las empresas de petróleo, carbón y gas natural reducen esa liberación que hacen de gases de efecto invernadero en un 30% sus ganancias no se verían afectadas y se ayudaría al medio ambiente y por tanto la calidad de vida de todos los seres que habitan el planeta.

A pesar de eso se insiste en la ganadería. Para el vicepresidente de INIA parece lógico que las grandes empresas de energía quieran apuntar a la ganadería para evitarse ellos hacer las correcciones necesarias.

Uruguay es responsable de menos del 1% de los gases de efecto invernadero en el mundo, produce una energía limpia y se trabaja para que la producción ganadera tengo cada vez menos incidencia. El mundo necesita sincerarse y comenzar a atacar el problema donde verdaderamente está, hacerse trampas al solitario puede causar daños irrecuperables.

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