El empresario cuestionó el acuerdo Mercosur UE y planteó que con la carne del Mercosur se corre el riesgo de no cumplir con “los requisitos” del bloque y “se extienda al mercado francés”.
Montevideo | Todo El Campo | El Instituto Nacional de la Carne (INAC) envió una carta al director general de Carrefour, Alexandre Bompard, en el marco de la polémica desatada por la posición de esa empresa respecto a los productos del Mercosur, particularmente carne.
Bompard también es presidente de la Federación de Comercio y Distribución (FCD).
El 20 de noviembre, Bompard escribió en su cuenta personal de X @bompard: “En solidaridad con el mundo agrícola, Carrefour se compromete a no vender carne procedente del Mercosur. Éste es el significado de mi mensaje a los presidentes de los sindicatos agrícolas”.
La “solidaridad del mundo agrícola” a la que se refiere se vincula a la posición negativa del Gobierno francés y de los productores franceses de cerrar el acuerdo de la Unión Europea con el Mercosur.
Su comentario en X va acompañado de una carta dirigida a Arnaud Rousseau, presidente de la Federación Nacional de Sindicatos de Operadores Agrícolas (FNSEA), a quien expresa que Carrefour se compromete a no comercializar más carne procedente de los países del Mercosur.
En la carta dice: “Señor presidente, en todas partes de Francia escuchamos la consternación y la ira de los agricultores ante la propuesta de acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur, y el riesgo de que la producción de carne que no cumpla con sus requisitos se extienda al mercado francés y sus estándares. En respuesta a esta preocupación, Carrefour quiere formar un frente único con el mundo agrícola y hoy se compromete a no comercializar carne procedente del Mercosur”.
LA RESPUESTA DE INAC.
La misiva de INAC expresa que “en relación con la carne bovina, el acuerdo Unión Europea-Mercosur establece un acceso incremental a través de una cuota de 99.000 toneladas peso canal; lo que equivale al 1.6% del total del consumo del bloque europeo. Esta cuota podría ser utilizada para exportar a cualquier Estado miembro de la Unión Europea, por lo que no es posible estimar con exactitud el volumen que podría ingresar a Francia y por lo tanto, su impacto directo en dicho país. No obstante, las cifras mencionadas permiten asegurar que el incremento de la carne del Mercosur en la UE sería de proporciones insuficientes para afectar al sistema productivo francés o al europeo”.
Por otra parte, la carne que Uruguay exporta a la Unión Europea “cumple rigurosamente con los requisitos y estándares más altos”, lo que “incluye las regulaciones nacionales en materia sanitaria, medioambiental, de bienestar animal y de derechos laborales, entre otras”.
También “las estrictas condiciones de importación de carne bovina impuestas por la Unión Europea”.
“Uruguay promueve el comercio justo basado en reglas, sosteniendo los principios de transparencia y no discriminación”, añade INAC.
El Instituto de la Carne también menciona el Reglamento (UE) 2023/1115 (EUDR), previsto su aplicación para el 1° de enero de 2025.
“En Uruguay no hay deforestación, en Uruguay aumenta la superficie boscosa total. Para dar cumplimiento al reglamento se desarrolló una plataforma digital, que integra los bienes públicos existentes, entre ellos la trazabilidad individual obligatoria del rodeo bovino, el registro de todos los agentes intervinientes y los sistemas de información geográficos, para garantizar el cumplimiento de la carne bovina exportada a la Unión Europea con el EUDR”, subraya.
Además, nuestro país “es el único país que presentó una solución integral con estas características, considerando también a los países europeos”.
Por último INAC invitó al director general de Carrefour a conocer nuestro país e interiorizarse con “los sistemas productivos” que lo caracterizan, “y así evitar reiterar generalizaciones de esta índole”.
Firma la carta el presidente de INAC, Conrado Ferber.
Poden “reciprocidad” en los acuerdos comerciales de la UE y aunque es pronto para decirlo no descartan movilizaciones masivas como las que se han realizado en varios países de Europa.
Montevideo | Todo El Campo | El Comité de Organizaciones Profesionales Agrarias comunitarias (COPA) va a remitir una carta a los presidentes de Gobierno de la Unión Europea para mostrar su rechazo al acuerdo comercial con el bloque latinoamericano Mercosur, en la línea de los agricultores que están protestando en Francia.
El presidente de COPA, Massimiliano Giansanti, dijo las organizaciones agrarias de la Unión Europea (UE) no están de acuerdo con alcanzar un pacto con el Mercosur, tal como se presentan los términos actualmente, por ello se movilizan ante las instituciones comunitarias, para solicitar que sea reevaluado.
En declaraciones a EFEAgro Giansanti detalló que esta organización y la de las cooperativas comunitarias (Cogeca) ya han enviado una misiva a la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen y al presidente de turno de la UE, Viktor Orban, en la que han expuesto ese rechazo.
Los agricultores dicen que están dispuestos a movilizarse contra el acuerdo, también con motivo de la cumbre del G20, que se celebrará en Brasil los días lunes 18 y martes 19 de noviembre.
PIDEN RECIPROCIDAD.
Desde COPA se reclama “reciprocidad” en los acuerdos comerciales de la UE con países terceros y que haya condiciones “adecuadas” para proteger a la producción comunitaria.
A ese respecto, ha señalado que España, Italia y otros países del Mediterráneo ven en los mercados hortofrutícolas cómo compiten con otras partes del mundo donde los precios, las reglas fitosanitarias y las condiciones laborales “son desiguales”.
Cabe precisar que esas condiciones “desiguales” que se menciona no serían respecto al Mercosur.
NO SE DESCARTAN MOVILIZACIONES MASIVAS.
Preguntado por la posibilidad de que se repitan a escala europea las movilizaciones que protagonizaron los agricultores comunitarios en el primer semestre -por razones como los acuerdos comerciales, entre otras-, ha señalado que “todo es posible” pero que es pronto para predecirlo. (EFEAgro).
La aplicación de la ley europea de deforestación, que busca cerrar el mercado a productos procedentes de tierra deforestada, debe retrasarse un año para permitir a las empresas adaptarse.
Europa | Todo El Campo | Ante la inquietud entre los Estados miembros, terceros países, proveedores y operadores sobre las dificultades para adaptarse a la normativa si se aplica desde final de 2024, la Comisión propuso aplazar un año la fecha de aplicación de la ley. El pleno aprobó en octubre de 2024 tramitar la propuesta a través del procedimiento de urgencia. El jueves 14 respaldó posponerla y añadió varias enmiendas al texto, con 371 votos a favor, 240 en contra y 30 abstenciones.
Según lo votado por el pleno, los grandes operadores tendrán que respetar las obligaciones derivadas del presente Reglamento a partir del 30 de diciembre de 2025, mientras que las pequeñas empresas y las microempresas tendrán hasta el 30 de junio de 2026.
El Parlamento también acordó la creación de una nueva categoría de países «sin riesgo» para la deforestación, además de las tres categorías existentes de riesgo «bajo», «estándar» y «alto».
Los países clasificados como «sin riesgo», definidos por un desarrollo estable o creciente de zonas forestales, se enfrentarían a requisitos mucho menos estrictos, al considerar que presentan un riesgo insignificante o inexistente de deforestación. La Comisión tendrá que finalizar un sistema de evaluación comparativa por país a más tardar el 30 de junio de 2025.
El Parlamento devolvió el texto a la comisión de Medio Ambiente para abrir negociaciones interinstitucionales. Para entrar en vigor, la normativa acordada debe ser respaldada tanto por el Parlamento como por el Consejo y publicada en el Diario Oficial.
PÉRDIDA DE BOSQUES.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO por sus siglas en inglés) estima que entre 1990 y 2020 se perdieron 420 millones de hectáreas de bosque —una superficie mayor que la de la UE— debido a la deforestación. El consumo de la UE representa alrededor del 10% de la deforestación mundial, más de dos tercios del cual se deben al consumo de aceite de palma y de soja.
El nuevo reglamento, adoptado por el Parlamento el 19 de abril de 2023, busca luchar contra el cambio climático y la pérdida de biodiversidad mediante la prevención de la deforestación relacionada con el consumo de productos de ganado vacuno, cacao, café, aceite de palma, soja, madera, caucho, carbón vegetal y papel impreso. En vigor desde el 29 de junio de 2023, sus disposiciones debían empezar a aplicarse el 30 de diciembre de 2024.
Chile, Japón y Singapur también están emergiendo como mercados clave, con Japón mostrando una fuerte demanda de productos de alto valor añadido
Montevideo | Todo El Campo | Mientras Europa espera que la producción en la Unión Europea (UE) de carne de cerdo se estabilice, Brasil se posiciona y fortalece entre los principales países exportadores de esa carne.
UNIÓN EUROPEA. La Comisión Europea cree que 2024 terminará con una producción de 20,77 millones de toneladas de carne de cerdo, total apenas por debajo en 0,5% que en 2023.
En 2025 la baja sería más insignificante aún, el 0,5% en comparación de 2023.
Dado el escaso porcentaje de caída en la producción, la situación se considera de estabilidad.
El consumo también se muestra estable: 30,9 kg por persona en 2024 y 2025.
Respecto a las exportaciones, se espera que 2024 cierre con 2,93 millones de toneladas colocadas en el exterior (2,5% menos que en 2023).
BRASIL. En cuanto a Brasil, en los primeros nueve meses de 2024 tuvieron un aumento de ventas internacionales (+6,13%) medidas en volumen.
Solo en setiembre, Brasil exportó 25.600 toneladas de carne de cerdo fresca y congelada a Filipinas, lo que supone un aumento del 132,7% en comparación con el mismo mes de 2023. Este aumento se debe en parte al hecho de que Filipinas está intensificando las importaciones de carne de cerdo para hacer frente a los brotes en curso de peste porcina africana (PPA), como resultado de los cuales la producción local de carne de cerdo está luchando por recuperarse.
Brasil tiene una tasa de autosuficiencia del 149,2% y exporta a unos noventa países.
OTROS MERCADOS EMERGENTES. En cuanto a las cifras, Chile, Japón y Singapur también están emergiendo como mercados clave, con Japón mostrando una fuerte demanda de productos de alto valor añadido. En breve, tras la autorización sanitaria para exportar carne de cerdo y despojos, también se abrirá el canal de ventas a Malasia, lo que confirma la centralidad de la carne de cerdo en las mesas del sudeste asiático.
Brasil, gracias a la aceleración lograda en los últimos años y fortalecida aún más en 2024, con casi 2.300 millones de dólares en exportaciones entre enero y septiembre, se ha consolidado como uno de los principales exportadores del mundo.
CHINA. En abril, el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales de China informó que la producción porcina había crecido logrando una recomposición. También se afirmó que el ese Ministerio seguirá centrándose en estabilizar la capacidad de producción, las políticas y la producción y suministro de cerdos vivos, además de fortalecer la prevención y el control de enfermedades.
Sin embargo, los observadores internacionales dicen que China pierde terreno, y si bien se mantiene como el primer destino de la carne de cerdo y embutidos en el período enero-setiembre de 2024 con 181.000 toneladas de producto retirado (frente a las 311.000 del mismo período de 2023), en el trimestre julio-setiembre cede el cetro de las compras de Brasil a Filipinas, que está creciendo con fuerza. Con datos de EuroCarne y el análisis de Marika De Vincenzi y Ester Venturelli de Clal.it.
Las economías más pequeñas como las de Paraguay, Guatemala, Uruguay y Nicaragua son las que podrían sufrir el mayor impacto.
Asunción, Paraguay | Todo El Campo | Un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advierte que el Reglamento 1.115 afectará a los productores que no pueden cumplir las normativas ambientales y que incluso puede fomentar los cultivos ilícitos, como la coca, lo que preocupa especialmente a los sectores del cacao y el café.
El informe más reciente de Cepal presenta los desafíos que la regulación plantea para los productores de la región.
Señala que las exigencias de trazabilidad georreferenciada impuestas por la Unión Europea (UE) pueden superar las capacidades tecnológicas y financieras de muchos países de América Latina, creando una barrera de entrada considerable para sus exportaciones.
Cepal advierte que los productores que no puedan cumplir con estas normativas podrían redirigir sus exportaciones hacia mercados menos exigentes o, en el peor de los casos, reconvertirse hacia cultivos ilícitos, como la coca, una preocupación que afecta especial mente a los sectores del cacao y el café.
El documento resalta la incertidumbre que aún persiste sobre varios aspectos del Reglamento 1.115, lo que complica la preparación de los países para cumplir con sus disposiciones.
A partir del 1 de enero de 2025, la UE aplicará la normativa, prohibiendo la importación de productos agroindustriales procedentes de zonas de forestadas después del 31 de diciembre de 2020.
Esta medida afectará a productos como la carne vacuna, la soja, el aceite de palma, el café, el cacao, la madera y otros derivados, lo que podría tener un impacto significativo en las economías latinoamericanas.
Según el informe, América Latina exportó en 2022 productos comprendidos en esta nueva normativa por un valor de 26.328 millones de dólares a la UE.
Brasil encabeza la lista con casi 17.500 millones de dólares en exportaciones de soja, carne vacuna, café y productos de madera, que podrían verse afectadas.
Le siguen Argentina, con exportaciones de harina de soja y carne vacuna, y Colombia, principalmente con café y aceite de palma, con volúmenes muy por debajo de Brasil.
De acuerdo con el informe de Cepal, en términos proporcionales, las economías más pequeñas como las de Paraguay, Guatemala, Uruguay y Nicaragua son las que podrían sufrir el mayor impacto y enfrentar dificultades para adaptarse a las nuevas regulaciones.