No rechazan los cuidados ambientales ni las políticas sustentables, pero entienden que todo lo que se haga a ese respecto debe tener sustento científico.
Montevideo | Todo El Campo | En el marco de la Expointer 2023 (realizada en Esteio, Brasil), la Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur (FARM) expresó su preocupación sobre una nueva forma de proteccionismo que aplica la Unión Europea. Consiste en realizar exigencias de forma unilateral sin conocer la forma de producción de los países exportadores, como Uruguay y el Mercosur.
No se rechazan los cuidados ambientales ni las políticas sustentables, pero se entiende que todo lo que se haga a ese respecto debe tener sustento científico y no limitarse a voluntarismo político.
REUNIDOS EN EXPOINTER.
Los integrantes de la FARM se reunieron en la Expointer donde emitieron un comunicado expresando que se reafirma el “compromiso en la producción responsable de alimentos, energías renovables y fibras, a partir de las buenas prácticas agrícola-ganaderas y uso de tecnología que garantiza la conservación de los recursos naturales y la biodiversidad”.
Subrayaron el apoyo de todos los integrantes de la FARM a las decisiones que promuevan “el crecimiento sostenible de la productividad, así como la producción de alimentos, nutritivos, seguros, y accesibles a la población”, pero esas decisiones deben estar “basadas en ciencia”.
Para eso “impulsamos la ampliación al acceso a los conocimientos científicos tanto para los productores como los responsables políticos para que en forma conjunta podamos diseñar políticas que respondan a los desafíos del cambio climático y atiendan las necesidades ambientales en forma equilibrada”.
Asimismo, reitera “la gran preocupación por las exigencias” que la Unión Europea está tomando “en forma unilateral” respecto a los países importadores.
De esa forma se conduce a “prohibiciones para acceder a su mercado, así como en mayores costos, restringiendo a la producción y al comercio de nuestros productos”, advierte, al tiempo que reclama que “la UE debe reconocer nuestros sistemas productivos sostenibles, muy distintos a los europeos, y evitar toda medida que lleve a un mayor proteccionismo”.
Esa forma de “proteccionismo verde”, si se amplía y es aplicada por otros países o bloques “a otros países presentaría un enorme problema para los países agroexportadores”.
La FARM está observando “iniciativas en China, EE.UU. y Reino Unido, entre otros, y confiamos a que las mismas no tomen el camino mencionado”, concluye.
INTEGRANTES DE LAS FARM.
Por Uruguay integran la FARM y firman el comunicado, la Asociación Rural del Uruguay (ARU) y la Federación Rural (FR); y de otros países: Confederación de Ganaderos de Bolivia, Confederación Nacional de Agricultura de Bolivia, Sociedad Rural Brasilera, Confederación de Agricultura y Ganadería-Brasil, Sociedad Nacional de Agricultura-Chile, Asociación Rural del Paraguay, Confederaciones Rurales Argentinas, Sociedad Rural Argentina.
Las nuevas tecnologías genómicas aplicadas a la agricultura ayudarían en el cumplimiento del Pacto Verde de la Unión Europea.
Montevideo | Todo El Campo | Desde la Unión Europea sigue llegando información sobre el cambio que ese bloque está protagonizando sobre determinadas tecnologías agrícolas cuestionadas y hasta prohibidas mediante criterios políticos y no científicos.
Una de las últimas novedades al respecto, es que los ministros de la UE están divididos sobre los riesgos y el potencial de reglas de edición de genes más laxas, informó Euractiv, un sitio web paneuropeo de noticias especializado en políticas de la UE.
MINISTROS DE AGRICULTURA COMENZARON A DISCUTIR FLEXIBILIZACIÓN DE LAS NORMAS.
El martes 25 de julio se llevó a cabo la reunión de ministros de agricultura de la UE donde debatieron por primera la propuesta de la Comisión Europea sobre nuevas técnicas genómicas (NTG) utilizadas para modificar genéticamente características específicas de los cultivos.
En una primera discusión sobre nuevas técnicas genómicas, muchos ministros de agricultura de la UE dieron la bienvenida a la flexibilización propuesta por la Comisión Europea de las reglas de edición de genes del bloque como un componente básico para la agricultura sostenible, mientras que otros expresaron su preocupación por los riesgos potenciales, escribió desde Bruselas, la periodista Julia Dahm.
Fue a inicios de julio que la Comisión Europea propuso desregular algunas NTG, manteniendo algunas restricciones y requisitos de trazabilidad para todos los cultivos editados genéticamente.
LAS NTG CONTRIBUYE CON EL PACTO VERDE.
La Comisión Europea señala que las NTG constituyen un elemento fundamental para que la UE pueda continuar en su esfuerzo de hacer que la agricultura sea más sostenible, como se consagra en los objetivos del Pacto Verde, al tiempo que garantizan niveles suficientes de producción de alimentos.
Stella Kyriakides, comisionada de Seguridad Alimentaria, dijo que la propuesta a estudio “ilustra nuestro compromiso de brindar a los agricultores las herramientas que necesitan”.
“La innovación es parte integrante del Pacto Verde de la EU. Queremos dar a nuestros agricultores las herramientas para producir alimentos sanos y seguros que también respeten nuestro planeta”, expresó.
These are key steps to safeguard our food systems, food security and our environment.
Luis Planas (foto principal), ministro de Agricultura de España y presidente del Consejo de Agricultura de la UE encargada de debatir el documento borrador, dijo al iniciar la sesión que “es muy importante no solo para la ciudadanía sino también para el sector agrario”. Agregó que es vital mostrar a los agricultores que “tenemos problemas que resolver, pero estamos buscando alternativas para avanzar”.
Julia Dahm explicó que no es habitual que el presidente de la comisión opine sobre un tema en debate, pero Planas lo hizo.
🇪🇺🇪🇸 Rueda de prensa con el Comisario europeo de #Agricultura, @jwojc, para dar cuenta del primer Consejo #AGRIFISH bajo presidencia española.
▶ Hemos iniciado el debate de aspectos importantes, como las nuevas técnicas genómicas, que pueden ser clave en la alimentación. pic.twitter.com/rK3uDZH3Ea
El viceministro italiano, Luigi D’Eramo, dijo que los NTG representan «el instrumento más eficaz que tenemos a nuestra disposición en el sector agrícola para mejorar la sostenibilidad de la producción».
El ministro de Agricultura de Francia, Marc Fesneau, también elogió la propuesta como un “paso importante y largamente esperado”. Fesneau también pidió un rápido progreso en el expediente, que corre el riesgo de no ser adoptado antes de las elecciones de la UE en junio de 2024.
Otros defensores de la liberalización de los NTG señalaron la necesidad de salvaguardar la competitividad de la producción de alimentos de la UE en comparación con otras partes del mundo.
Al hacer que las NTG estén disponibles, “se refuerza la posición de la UE en los mercados internacionales y podemos alcanzar a nuestros competidores que ya utilizan estas técnicas genéticas”, dijo el ministro finlandés Sari Essayah.
A pesar de esa complejidad, y luego de tanto años de negociaciones, “rescato como positivo que la UE y el Mercosur vuelvan a plantear la importancia que tiene cerrar este acuerdo”, expresó el doctor en Relaciones Internacionales.
Montevideo | Todo El Campo | Ignacio Bartesaghi, doctor en Relaciones Internacionales y director del Instituto de Negocios Internacionales de la Universidad Católica (INI/UCU) destacó que “en lo discursos” pronunciados en la Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) “se ratifica el interés de las partes por cerrar el acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea cuanto antes”.
En declaraciones al programa Diario Rural (radio Rural), explicó que por ahora solo en los discursos porque “falta la negociación técnica” y ahora “el Mercosur está evaluando su contrapropuesta a lo planteado por la UE” a atreves del agregado ambiental que es lo que “ha trabado el acuerdo desde 2019”.
A pesar de eso “rescato como positivo que la UE como el Mercosur vuelvan a plantear la importancia que tiene cerrar este acuerdo” luego de tantos años de negociaciones. Eso importa porque “se necesita de la voluntad política para dar ciertos pasos”.
Es importante que se avance “en estos meses” porque en 2024 hay elecciones en el Parlamento Europeo, ha cambios de comisarios en la Comisión Europea y “eso puede complicar un poco más las cosas”, señaló.
CAMINO DIFÍCIL DESDE 2019.
Recordó que en 2019 se firma el acuerdo entre ambos bloques un poco a la fuerza; “se cerró en lo técnico pero no en lo político”, aspecto en el cual “Francia y otros países comenzaron a plantear que no se cumplía con los requisitos ambientales básicos que forman parte del Pacto Verde de Europa”.
Lo que se dijo desde Europa es que se deberían realizar revisiones para agregar compromisos ambientales, porque de lo contrario no contaría con la aprobación del Consejo Europeo ni del Parlamento Europeo.
No hay que olvidar que el 1° de enero de 2019, en Brasil, asume Jair Bolsonaro como presidente y “negando el cambio climático” lo que “alejó al Mercosur de Europa porque la UE no quería sacarse una foto con el negador del cambio climático”.
A grandes rasgos “eso fue lo que sucedió desde 2019 en adelante, pero fue la UE la que no cumplió con lo que se cerró en 2019”, subrayó Bartesaghi.
LA PANDEMIA, LA INVASIÓN DE RUSIA A UCRANIA Y LA POSICIÓN DEL BRASIL DE LULA.
Mientras tanto el Mercosur “quedó esperando una propuesta de la UE sobre el agregado de los compromisos ambientales, el que demoró mucho en llegar”.
En ese tiempo se dio “la pandemia de por medio que enlenteció los procesos y cuando salíamos de ella se da la guerra de Ucrania”. Y “cuando Europa se da cuenta que estratégicamente necesita del Mercosur es cuando apura la presentación de sus compromisos adicionales en el capítulo ambiental y no abre los capítulos sobre otros temas. El Mercosur los recibe y comienza a analizarlos” con el presidente de Brasil Luiz Lula da Silva “adelantando su posición sobre el tema, expresando en varias oportunidades yo no voy a aceptar esto”. Y eso es lo que está trabajando ahora el Mercosur.
Pero “pueden darse algunas otras sorpresas de Argentina o Brasil que propongan abrir el acuerdo de 2019. En Bruselas vimos muy buena voluntad, hay que ver si esa voluntad política se termina reflejando en las propuestas técnicas”.
“PERDEMOS CREDIBILIDAD”.
Bartesaghi agregó: “No digo que con Lula no pueda haber un cambio, pero sigue teniendo una visión bastante proteccionista; además creo que el presidente de Francia, Emmanuel Macrón, no cambió un ápice de su visión anterior además de ser un presidente muy débil en su interna y eso le da poco margen para ir contra el lobby agrícola de su país. También hay otros países europeos con otras preocupaciones entre las que no está este tema, y hay países europeos que son proteccionistas. Es cansador y cuesta, hasta perdemos credibilidad tanto hablar de un acuerdo que se dice que se va a cerrar y eso no sucede”.
“Europa tiene interés en esta región, ha demostrado tener ideas con inversiones cuantiosas que no son nada despreciables. El punto es hasta donde quiere llegar a Europa si es que el Mercosur tiene interés en una negociación que en 2019 estaba cerrada”.
“Desde el punto de vista de la negociación lo veo muy complejo, cuesta creer que Europa acepte un no a todo, las dos partes tienen que ceder pero a Europa le estamos pidiendo demasiado. Por otro lado a Lula le vendría bien desde el punto de vista de su liderazgo cerrar el acuerdo”, reflexionó.
En resumen “es difícil cerrar un acuerdo, porque todo lleva tiempo: la traducción a los idiomas oficiales de la UE lleva 3 o 4 meses, analizarlo jurídicamente lleva otra cantidad de tiempo, y recién a mitad del año que viene se empezaría a discutir en el Parlamento Europeo que tiene elecciones”.
“Es un acuerdo que llegó tarde, especialmente para los intereses de Uruguay”, remarcó.
En la foto, Bartesaghi participando en SALMA/KAS Dialogue for Economic Cooperation Conference 2023, debate realizado en Italia.
Europa se dio cuenta que perdió 25 años dando la espalda al Mercosur y Latinoamérica.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | El presidente Luis Lacalle vino con un porte positivo de su viaje a Bruselas (Bélgica), donde participó de la Cumbre de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). Allí dijo que nuestro país cree firmemente en la integración y aludió a la necesidad de concretar el acuerdo Mercosur-UE, que lleva 25 años de negociaciones.
“Es la hora de avanzar”, sentenció el mandatario, y dijo sentir un “optimismo crítico”. Sin embargo, horas después, al regresar a Montevideo conversó con la prensa y dijo sentir un “moderado optimismo”.
El cambio de “optimismo crítico” a “moderado optimismo” es sutil, pero real.
Independiente de lo que se piensa del Gobierno de Luis Lacalle podrá objetarse que ese “moderado optimismo” es infundado y que responde a su deseo de concretar una apertura comercial más que a la observación objetiva de la realidad. Pero Úrsula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, reafirma ese pensamiento positivo del mandatario cuando dijo “me comprometo a sellar este acuerdo con rapidez”.
No es una expresión de deseo, hay mucho más que eso, mucho más fundamento. Ahora bien, la pregunta que nos hacemos todos es ¿por qué Europa tiene ahora ese interés en el Mercosur, interés que no demostró en 25 años? Una cosa es muy clara: Si la Unión Europea llega a avanzar y sellar un tratado con el bloque sudamericano no es por un acto caritativo o un voluntariado sano, sino porque favorece sus intereses. En política eso se llama pragmatismo.
La respuesta, o parte de ella, está en un artículo de la BBC publicado el martes 18, titulado: “La inversión de miles de millones de dólares con que la Unión Europea quiere combatir la influencia de China y Rusia en América Latina”. Son “miles de millones de dólares en inversión, promesas de acuerdos comerciales y palabras de unidad. Todo para recuperar el tiempo perdido”.
El artículo de la BBC, firmado por la Redacción, expresa que las “fuentes del Ministerio del Exterior de Brasil, especialistas internacionales y algunas autoridades europeas”, explican ese cambio de actitud en “tres puntos” que son: “La creciente influencia de China en América Latina, la rivalidad con Rusia y la sensación de que Europa ha perdido mucho tiempo en las últimas décadas”.
Reforzando esa posición está la propia Ursula von der Leyen, y la consultora Eurasia Group. Ésta última señaló que “la importancia del acuerdo UE-Mercosur ha aumentado aún más para Bruselas, ya que Europa ha decidido diversificar sus lazos comerciales tras una dura separación de Rusia luego la invasión de Ucrania y una evaluación de riesgos sobre su dependencia de los suministros chinos y el acceso al mercado”.
Por otra parte, en los últimos diez años China destinó miles de millones en infraestructuras en la región, África y Asia, y Europa también quisiera contrarrestar su influencia.
Todo parece estar alineado para que el acuerdo comercial finalmente se concrete. Si eso pasa, la realidad geopolítica triunfaría sobre las diferencias que han expuesto los diferentes gobernantes de los países que integran uno u otro bloque, durante 25 años.
Tendremos que ser pacientes y esperar. Eso sí, los 25 años perdidos no se recuperarán, ese ya es tiempo perdido y no tiene vuelta.
El Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), ha identificado 67 iniciativas nacionales y regionales para concretar la inversión europea en la región latinoamericana.
Bruselas, Bélgica | CAF | Todo El Campo | Durante la Mesa Empresarial UE – América Latina y el Caribe, organizada por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la Comisión Europea y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Ursula Von der Leyen anunció la inversión de 45.000 millones de euros en la región. CAF ha identificado 67 iniciativas nacionales y regionales para concretar la inversión europea en proyectos enfocados en reducir la pobreza y la desigualdad, impulsar la transición verde y justa y la transformación digital.
La Comisión Europea anunció una inversión de 45.000 millones de euros para llevar las relaciones entre la UE y América Latina y el Caribe a otro nivel. La nueva agenda de cooperación e inversiones se centrará en proyectos que van desde la producción de hidrógeno limpio, materias primas críticas o la ampliación de la red de cableado de datos de alto rendimiento, hasta la producción de vacunas de ARNm más avanzadas.
“América Latina y el Caribe tienen mucho para aportar al presente y el futuro de Europa. De la misma forma, Europa tiene la capacidad de aportar a nuestra región como un todo, pensando en el beneficio de los ciudadanos y el planeta”, dijo Sergio Díaz-Granados, presidente ejecutivo de CAF, uno de los organismos que está promoviendo activamente las relaciones entre la UE y la región, y que ha identificado 67 iniciativas nacionales y regionales para concretar la inversión europea.
Entre los ejemplos de proyectos de inversión en los que participará CAF están los relacionados con llevar conectividad al 85% de los colombianos para el 2026, la producción de hidrogeno en Chile y Uruguay, la movilidad sostenible en San José, Quito, Bogotá, Montevideo y Sao Paulo, la masificación de la energía renovable en Jamaica, y proyectos de agua y saneamiento para combatir la malnutrición infantil crónica en todo Ecuador, entre otros.
ENERGÍAS RENOVABLES, FORTALECIMIENTO DE LA AGROINDUSTRIA, ALGUNOS DE LOS CAMPOS DE ACCIÓN.
La agenda del Global Gateway (la plataforma de inversiones y cooperación de la UE a nivel global) se centrará en América Latina y el Caribe en la lucha contra el cambio climático, la promoción de energías renovables, servicios digitales, electromovilidad y un nuevo papel para los recursos naturales, con transferencia de tecnología y fortalecimiento de la agroindustria.
“Tenemos el interés de que las relaciones entre Europa y América Latina y el Caribe alcancen su máximo potencial. Compartimos el interés común de ver a nuestras industrias crecer, desarrollar cadenas de valor globales y de tener cada vez más personas en la clase media. No queremos que las relaciones sean puramente comerciales, sino que queremos crecer juntos”, dijo Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea.
“Para aprovechar las oportunidades es necesario que las regiones profundicemos nuestros acuerdos comerciales y en nuestra integración económica. Puedo confirmar que el avance en la ratificación de los acuerdos de la Unión Europea está muy cerca y esto tiene mucho que ver con el liderazgo de la presidencia de la Comisión Europea y confiamos por tanto que se produzca durante este semestre de la presidencia europea”, dijo Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España.
“Son las empresas, las universidades y la sociedad civil las que insuflan vida y continuidad a las relaciones entre los distintos países. Este encuentro confirma que nuestros emprendedores están plenamente comprometidos para relanzar esta alianza histórica basada en la seguridad de que el éxito de una de las partes es fundamental para todos”, dijo Luiz Ignacio Lula da Silva, presidente de Brasil.
“La nueva agenda de la Unión Europea para América Latina y el Caribe surge en momentos en que nuestra región se está desarrollando en áreas que son críticas para el futuro de todo el planeta. América Latina ahora está perfectamente posicionada para ser parte de la solución a los mayores desafíos del mundo, incluido el cambio climático, la inseguridad alimentaria y la protección de la biodiversidad. Al trabajar más juntos, los sectores públicos y privados de nuestras regiones pueden hacer realidad esta oportunidad”, dijo Ilan Goldfajn, presidente del BID.
CAF está desarrollando instrumentos financieros innovadores como garantías, seguros, coberturas financieras y swaps de deuda por conservación de la naturaleza, y un mejor aprovechamiento de los derechos especiales de giro, y para ello está ampliando sus alianzas con actores clave como el Banco Central Europeo y los directores europeos en el Fondo Monetario Internacional. “América Latina y el Caribe tienen una capacidad demostrada para proponer ideas, soluciones y caminos de acción provechosos y con alto impacto. Europa y América Latina y el Caribe son compatibles en sus valores, su visión del desarrollo y su comprensión del mundo. Somos un producto común de la historia. Nuestras luchas por la democracia y los movimientos sociales van de la mano. Vivimos una esencia compartida”, concluyó Díaz-Granados.