Pastoreo racional: Montes del Plata y Supra trabajarán juntos para incorporar prácticas de vanguardia en ganadería sostenible

Pastoreo racional: Montes del Plata y Supra trabajarán juntos para incorporar prácticas de vanguardia en ganadería sostenible

El trabajo conjunto permitirá profundizar el modelo de ganadería sostenible en predios con forestación combinando conservación ambiental y producción ganadera eficiente.

Soriano | Todo El Campo | El pasado sábado 9 de noviembre, el Parador Municipal de Palmar, en el departamento de Soriano, fue el escenario de una jornada teórica y práctica sobre el manejo sostenible del campo natural, organizada por Montes del Plata y la Sociedad Uruguaya de Pastoreo Racional (Supra). Productores ganaderos y expertos participaron en esta actividad, orientada a promover prácticas ganaderas amigables con el ambiente y alineadas con la sostenibilidad. En la tarde, en un predio de Montes del Plata, se realizó la parte práctica.

La jornada, de nombre “Suelo-Planta-Animal: Consideraciones para un tridente exitoso”, a cargo de la Ing. Agr. Maira Soares de Lima, incluyó temas como los servicios ecosistémicos, el impacto del pastoreo en la biodiversidad, y el uso de herramientas de monitoreo y control de pasturas.

Actualmente, en Montes del Plata, casi 300 productores locales tienen más de 50.000 cabezas de ganado.

“Un rasgo distintivo de la forestación en nuestro país es que se integra con otras actividades tradicionales, como la ganadería. El ganado obtiene de los árboles abrigo en invierno y sombra en verano, lo que resulta en mayor productividad”, explicó Gonzalo Martin, gerente de Alianzas Estratégicas de Montes del Plata. 

“En un grupo de trabajo con Supra se buscará integrar la conservación del pastizal -un ecosistema en sí mismo de mucho valor para diferentes especies- con la sostenibilidad económica de la actividad ganadera y el confort animal. Estas iniciativas apuntan a reforzar el concepto de que es posible producir y conservar a la vez”, enfatizó.

En el marco de esta jornada, Montes del Plata y Supra firmaron un acuerdo para establecer un grupo de trabajo que fomente la ganadería sostenible mediante iniciativas conjuntas de capacitación, extensión y difusión, así como la promoción de sistemas de pastoreo racional en los predios forestales de Montes del Plata.

Montes del Plata implementará el sistema de pastoreo racional en uno de sus campos, donde se realizarán visitas de productores y estudiantes, además de obtener datos productivos y económicos de la ganadería en un entorno forestal.

Por otra parte, los productores asociados a Montes del Plata recibirán capacitaciones por parte de técnicos de Supra. Montes del Plata hoy gestiona casi 90.000 hectáreas de campo natural.

El puerto no puede parar.

El puerto no puede parar.

El punto es que puertos como el de Montevideo tienen una incidencia mínima en el mercado mundial y en medio de tanto caos los buques que esperan varios días en las afuera China, Japón, Europa, Estados Unidos y tal vez de Brasil, no estarán dispuestos a perder su tiempo en el de Montevideo. Por tanto, aquellos barcos que no son recibidos en los plazos lógicos y acostumbrados levantarán sus anclas y se irán sin descargar y sin cargar un solo kilo, como ya ha sucedido.

Hébert Dell’Onte Larrosa | En agosto, en el puerto de Los Ángeles (Estados Unidos), había casi 40 buques esperando para ingresar, algunos llevaban más de dos semanas allí, además de otros tantos barcos graneleros en situación similar. Ese mismo mes, el puerto chino de Ningbo-Zhoushan, uno de los más grandes del mundo cerró sus terminales por un brote de Covid, generando mayor caos en el tráfico marítimo internacional, azuzado por la incertidumbre del no saber hasta cuándo ni qué sucedería el día después. Estos son solo dos ejemplos de mediados de año sobre la confusa y a veces anárquica situación marítima.

El problema está lejos de solucionarse. Estamos viviendo “niveles de congestión nunca vistos desde la introducción de los contenedores en el comercio internacional, en la década de 1960”, con líneas de carga que “sufren demoras de hasta un mes en sus tráficos”, escribió el Ec. Pablo Maas en un medio argentino.

Efectivamente, si el lector busca en Google noticias referente a los puertos se desplegará ante su pantalla cientos de artículos de información y análisis, provenientes de todo el mundo y en todos los idiomas sobre el tema.

Sucede que el comercio mundial está muy entrelazado y todos dependemos de todos. Si la materia prima no sale de los puertos de origen miles de compañías dispersas en todos los continentes no podrán concluir la fabricación de cualquier cosa que sea que hagan.

A su vez y por razones vinculadas a lo anterior, en los países destino se demora la llegada de la mercancía, sean insumos, piezas, o el producto acabado pronto para comercializar. En Uruguay, por ejemplo, hay modelos de vehículos que tienen meses de atraso y eso implica pérdida de ventas que nunca se recuperarán.

Otra situación que debe observarse y que nos es un tema sensible como país es la falta (o amenaza de faltante) de insumos para la actividad agropecuaria. Los cultivos no van a esperar un fertilizante que no llega a tiempo, generando una distorsión en los rendimientos, golpeando toda la cadena productiva, las economías regionales y al país en general. Como vemos el problema es de múltiples aristas, y afecta a todos.

Como si fuera poco, la falta de materia prima y mercadería no es el único problema. Esa situación está también incidiendo sobre los precios, por lo que a las demoras y los inconvenientes se añaden costos disparados en porcentajes escandalosos.

Varios analistas han definido la situación como “tormenta perfecta”, otros prefieren llamarla “pesadilla logística”.

Sea una tormenta o una pesadilla da igual. Lo cierto es que todos los puertos del mundo la sufren, ninguno escapa a ella, ni los de mayor tamaño.

El punto es que puertos como el de Montevideo tienen una incidencia mínima en el mercado mundial y en medio de tanto caos los buques que esperan varios días en las afuera China, Japón, Europa, Estados Unidos y tal vez de Brasil, no estarán dispuestos a perder su tiempo en el de Montevideo. Por tanto, aquellos barcos que no son recibidos en los plazos lógicos y acostumbrados levantarán sus anclas y se irán sin descargar y sin cargar un solo kilo, como ya ha sucedido.

Nadie hará por Uruguay lo que los uruguayos no hacemos por nosotros mismos. Los funcionarios del puerto, más allá de sus legítimas reivindicaciones, deberían tenerlo en cuenta y plantear las medidas sindicales que consideren pertinente siempre y cuando no perjudiquen al resto del país. Si no es por el país, debería ser en solidaridad con cientos y miles de trabajadores que son afectados por la resolución de unos pocos de no trabajar. Y si el país ni la solidaridad “de clase” son suficientes, háganlo por sentido común.

Foto Twitter ANP.

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