Marcelo Pereira: “Hay problemas serios de falta de agua para las pasturas y el ganado, pero la condición del ganado ha mejorado notablemente”.

Marcelo Pereira: “Hay problemas serios de falta de agua para las pasturas y el ganado, pero la condición del ganado ha mejorado notablemente”.

“Hay una tendencia clara” en los cambios sobre los potreros, con un “aumento día a día del nivel de empotreramiento. “Hace 5 años en Uruguay había 168.000 potreros; hoy debe haber más de 200.000 porque se va subdividiendo”.

Montevideo | Todo El Campo | En junio comenzará el inverno, el período del año más difícil para la producción ganadera. Marcelo Pereira del Instituto Plan Agropecuario dijo que de acuerdo a la cantidad de pasto que tenían los establecimientos al comenzar el otoño “daban que el 70% los productores llegaron a marzo con poco menos de 5 centímetros” de pasto, y “eso es poco pasto”.

El dato es importante porque “en marzo se produce muy bien y a partir de ahí empieza un tobogán que llega a su piso en junio. Si comparamos este otoño con los anteriores, la cantidad de productores con poco pasto ha aumentado notablemente”, y “el 89% reportó que la condición de los ganados era menor a cuatro”.

Hoy la situación sigue “con poco pasto”, pero lo que “está cambiando y asombra, es la condición de los ganados, no puedo decir que sea en todos los establecimientos, pero sí en muchos”, precisó. Agregó que “sigue habiendo problemas serios de falta de agua para las pasturas y para el ganado, pero lo bueno es que la condición del ganado, en los últimos meses, ha mejorado notablemente”, insistió el ser entrevistado en el programa Diario Rural de radio Rural.

Sintetizando, Pereira comentó que “no se ha podido juntar pasto en el campo, pero en muchos lugares ese pasto se está juntando en los ganados. Y no es un detalle menor, el pasto se puede almacenar en pie, se pueden hacer fardos, silos, muchas cosas, o se puede enfardar en el lomo de las vacas” y eso generó un cambio en los animales.

Agregó que cuando el pasto supera los 5 centímetros es considerado “forraje rápidamente disponible, porque está pronto para comer y va a desembocar en buenos desempeños ganaderos”, por tanto es un dato “muy interesante” que “se vincula con la producción de carne”.

Además “está muy influenciado por el nivel de empotreramiento que se tenga, los potreros están vinculados a la cantidad de pasto que se pueda tener por encima de los 5 centímetros y esa proporción de campo se vincula con la producción de carne”.

CAMBIOS EN LA CONCEPCIÓN DE LOS POTREROS.

Pereira dijo que “hay una tendencia clara” en los cambios sobre los potreros, con un “aumento día a día del nivel de empotreramiento. “Hace 5 años en Uruguay había 168.000 potreros; hoy debe haber más de 200.000 porque se va subdividiendo”.

Explicó que “hay sistemas de pastoreos que han intensificado notoriamente le nivel de subdivisiones y todos los gobiernos, de una forma u otra, han hecho programas para que la gente tenga agua en el campo, y siempre hay problemas con la falta de agua. Eso es porque el agua va atrás de las subdivisiones, y cuesta más el manejo del agua porque es una infraestructura muy costosa, e ir de atrás con el agua es un síntoma de que hay una tendencia clara a utilizar cada vez más subdivisiones, muchas de ellas temporarias”.

POTREROS VIRTUALES.

El técnico agregó que el mundo ya está avanzando tecnológicamente en el manejo de los potreros. “En Australia y en Nueva Zelanda vi los alambrados virtuales”, contó. Explicó que se colocan “caravanas en los animales, se dibuja en la computadora el potrero en la forma que el productor quiera, y cuando el ganado se arrima a la frontera marcada recibe un pequeño choque eléctrico”.

“Se dice que son fronteras porosas porque algún animal pasa, pero el 98% se mantiene. Lo vi funcionando con ovejas y vacas, y los tamberos cambian los límites de los potreros virtuales varias veces al día”, lo que “contribuye a un mejor manejo”.

ENTREVISTA COMPLETA.

Marcelo Pereira en radio Rural.
El efecto de la sequía en el productor trasciende lo productivo o económico, también es emocional.

El efecto de la sequía en el productor trasciende lo productivo o económico, también es emocional.

Para reducir los impactos productivos, económicos y aún emocionales, lo importante es monitoreas y a partir de ahí tomar decisiones a tiempo.

Montevideo | Todo El Campo | Cada vez que llega una crisis como la falta de precipitaciones, parece que no estamos preparados como deberíamos, dijo Marcelo Pereira del Instituto Plan Agropecuario. En declaraciones al programa Diario Rural (radio Rural) señaló que la seca es de los peores golpes que recibe un productor y que sus secuelas no son solo productivas o económicas.

“Cada vez que llega una sequía, que es un fenómeno recurrente, siempre nos agarra mal parados”, pero cualquiera sea el pastoreo que se realice en el establecimiento, “estos fenómenos tiran por tierra a todos los que no tomaron decisiones a tiempo”.

Es por esa razón que el proyecto de gestión de pasto a tiene que “elaborar un manual que salga de lo tradicional que ya se conoce”, apuntó.

“Una de las cosas que quedan en claro es que hay que tener algún sistema de monitoreo que nos permita tomar decisiones a tiempo y evitar que esas cicatrices que siempre quedan luego de un fenómeno de déficit hídrico no sean muy profundas”.

No es lo mismo déficit hídrico que crisis forrajera, son dos conceptos diferentes, porque se puede tener déficit hídrico y no forrajera porque se tomaron medias a tiempo; pero para pasar un déficit hídrico con el menor impacto posible en el forraje, es crucial tener un sistema de monitoreo”, agregó.

Pereira comentó en la entrevista que “no hay ningún sistema que pueda permanecer igual ante un fenómeno de déficit hídrico como el de ahora en Uruguay que tiene zonas con tres primaveras secas acumuladas, en algunos lugares cuatro. Es imposible que quede igual”.

De ahí la importancia de monitoreas: “El monitoreo permite medir el pasto, la comida de los animales y permite tomar decisiones que pueden ser comprar comidas, vender animales, clasificarlos, reservar pasto, etc. Lo que hemos visto es que a partir de que comenzó el déficit hídrico la gente ha tomado una catarata de decisiones, ese es el tema, tomar decisiones, para que las cicatrices que siempre quedan, sean lo menor posible y las secuelas se puedan recuperar”.

Cuando hablamos de secuelas “siempre decimos el pasto, el ganado y la economía, pero hay secuelas que quedan en la cabeza de la gente. No hay un fenómeno que deprima más a un productor, incluso mucho más que una bajada de precios, como el de la sequía. Eso está estudiado a nivel internacional, está muy estudiado en Australia y Estados Unidos. El tema es que nunca se sabe cuándo termina, incluso para algunos establecimientos hoy no ha terminado y se viene el invierno”.

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