Preocupación del comercio por el conflicto en el mar Rojo y la sequía en Panamá.

Preocupación del comercio por el conflicto en el mar Rojo y la sequía en Panamá.

Ambos fenómenos complican el transporte marítimo mundial; las empresas ya están buscando nuevas rutas y estimando costos. Estamos ante la mayor crisis en el transporte marítimo desde la Covid.

Montevideo | Todo El Campo | La agropecuaria y el precio del petróleo serán afectados por el conflicto en el mar Rojo y la seca en el canal de Panamá.

Desde 2019, a partir de la pandemia, el mundo no logra salir de la espiral de dificultades en que se ha metido. Superado el Covid y cuando todos esperábamos regresar a la normalidad se sucedieron una serie de hechos, algunos humanamente evitables como las guerras que se dan por todas partes.

Otros hechos son realmente imposibles de salvar, como las fuertes sequías o inundaciones que han sacudido los sistemas productivos de todo el mundo afectando a miles de agricultores que no tienen forma de evitar que se cultivos o animales sean perjudicados por el exceso o la falta extrema de agua.

RUTAS MARÍTIMAS EN PROBLEMAS.

Entre tantas dificultades no faltan los eventos adversos en rutas marítimas importantes, lo que vuelve a amenazar el comercio internacional, señala un artículo de Folha de S Paulo, uno de los principales diarios de Brasil.

Una sequía histórica ha reducido el nivel del agua en el canal de Panamá, lo que disminuye el flujo de barcos que cruzan el país de América Central, por donde pasa aproximadamente el 6% del comercio mundial. En el otro lado del planeta, los ataques de rebeldes houthis en el mar Rojo afectan toda la ruta que pasa por el canal de Suez, en Egipto, con alrededor del 12% del comercio mundial, señala la nota.

Estamos ante “la mayor crisis en el transporte marítimo desde la Covid” debido al aumento del tiempo y costo de los transportes, lo que afecta el precio de las exportaciones e importaciones.

El artículo refiere a los analistas y operadores logísticos de Brasil, sin embargo el comercio de todos los países del mundo, en mayor o menor medido, está bajo amenaza.

Agrega que las rutas que ingresan al mar Rojo a través del canal de Suez, por ejemplo, entre Asia y Europa, se desvían hacia el Cabo de Buena Esperanza, en el sur de África, para evitar ataques a embarcaciones.

Mientras tanto en el canal de Panamá, que ha limitado a 24 el número de barcos que pueden pasar diariamente debido al bajo nivel del agua, las empresas de logística buscan alternativas en otros medios de transporte.

Por ejemplo, DHL Global Forwarding ofreció a Brasil un enfoque híbrido entre transporte marítimo y aéreo para las rutas desde Brasil hacia la costa oeste de los Estados Unidos. De esa manera, en lugar de cruzar por Panamá, la carga se envía a Miami, en el sureste del país, y desde allí se traslada por vía aérea a la costa oeste, según indica la empresa.

La empresa danesa Maersk, una de las mayores compañías de transporte del mundo, anunció que utilizará ferrocarriles para atravesar Panamá mientras haya restricciones en el canal (En base a artículo de Folha de S Paulo cuyos autores son Thiago Amâncio y Paulo Ricardo Martins).

Foto: canal de Panamá | Eco-Tv-Panamá.

Conflicto en el mar Rojo entorpece el mercado y el movimiento de mercadería mundial.

Conflicto en el mar Rojo entorpece el mercado y el movimiento de mercadería mundial.

Además del peligro de una escalada bélica y cruenta -otra más en un mundo muy golpeado y violento-, se presenta un nuevo riesgo grave en lo comercial y de abastecimiento global.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | 2023 no fue un buen año para el comercio internacional, entre otras cosas por los problemas que ha tenido un eslabón fundamental: el traslado de mercancías.

Así como nuestro país no podría funcionar bien si no tuviera carreteras que permitan el tránsito ordenado y seguro, el mundo tampoco puede si las rutas en las que se mueve el comercio internacional están llenas de problemas de diversa índole, algunos humanos, como ocurre ahora con el mar Rojo, y otros naturales, como el canal de Panamá, donde la sequía ha generado retrasos importantes y encarecimientos millonarios.

La mala novedad de los últimos días es lo que sucede en el mar Rojo, una importantísima como antigua ruta comercial de casi 2.000 km de largo y apenas 300 Km en su parte más ancha, pero puede reducirse a 20 Km en su parte más angosta.

Según un informe de CNN publicado ayer, “el mar Rojo es uno de los cuerpos de agua más importantes del mundo para el comercio internacional, y baña las costas de Djibouti, Egipto, Jordania, Arabia Saudita, Etiopía, Eritrea, Sudán, Somalia, Israel y Yemen”.

Las dos partes más angostas son las de sus extremos: el estrecho Bab al-Mandab en el sur (con salida al mar Arábigo), y el canal de Suez (Egipto, que une los mares Mediterráneo y Rojo) al norte; este último también un sitio clave para el comercio que en 2021 fue noticia cuando el buque Ever Given, de gran porte, quedó cruzado en medio del canal impidiendo el paso de otros barcos, lo que causó distorsiones históricas.

El estrecho de Bab al-Mandab, entre Eritrea, Djibouti y Yemen, donde se afina el mar a escasos 20 kilómetros, es el lugar más vulnerable.

Es precisamente en esa zona, al sur del mar Rojo, donde se han dado incidentes graves que incluye el ataque y secuestro de buques de cargas originados o que se dirigen a Israel. Sucede que ahí está Yemen, lugar de acción de los rebeldes hutíes, un grupo vinculado a Irán y que declaró la guerra a los israelíes en el marco del conflicto Israel-Palestina.

Bajo el lema “Dios es el más grande, muerte para Estados Unidos, muerte para Israel, maldición para los judíos, victoria para el islam”, los hutíes establecieron un estricto orden islamista en el territorio que controlan en el norte de Yemen, combinando militancia religiosa con un estricto rumbo antioccidental y antiisraelí, según un reporte de la radio y televisión alemana (DW).

La acción de los terroristas hutíes -que incluye la toma de buques cargueros con el uso de helicópteros y armamento militar- agravó la belicosidad de la zona convirtiéndola en peligrosa. También ha puesto en peligro todo el comercio internacional ya que las empresas transportadoras de carga comenzaron a anunciar su retiro, lo que genera importantes perjuicios incluso a países que nada tienen que ver con el conflicto en Gaza.

LA RESPUESTA DE OCCIDENTE LIDERADO POR EE.UU.

Varios países occidentales, entre ellos Estados Unidos, hicieron un llamado a los hutíes para que no continúen los ataques, porque se arriesgan a una respuesta armada. Incluso se informó que Washington quiere formar un bloque marítimo “amplio”, e integrado por varios países, que tendría como finalidad proteger los buques que ingresan o quieren salir del mar Rojo. No se tolerarán los ataques hutíes, se ha advertido.

Pero el fanatismo religioso de los terroristas no les deja ver la realidad y continúan asegurando la continuidad de sus acciones armadas. El problema no es la religiosidad irracional, sino que una coalición occidental para controlar a los rebeldes de Yemen podría despertar una peligrosa solidaridad entre grupos, países o sectores afines.

La coalición liderada por Estados Unidos está conformada por Reino Unido, Francia, España, Italia, Países Bajos, Canadá, Noruega, Baréin y Seychelles, según informó en un comunicado el jefe del Pentágono, Lloyd J. Austin.

LA ALTERNATIVA PARA LOS BUQUES.

Como fue dicho, el mar Rojo está unido al Mediterráneo por el canal de Suez, y es la ruta marítima más corta entre Europa y Asia; por allí pasa el 12% del tráfico marítimo mundial. La opción es mucho más larga y por tanto más demorada y cara: el cabo de Buena Esperanza en el sur de África, subiendo por el océano Atlántico.

Ya algunas navieras han decidido tomar esa extensa ruta, priorizando la seguridad de su personal y de la mercadería que traslada, ellas son Hapag Lloyd, MSC y Maersk; también las petroleras BP y Frontline.

Además del peligro de una escalada bélica y cruenta -otra más en un mundo muy golpeado y violenta-, se presenta un peligro comercial y de abastecimiento grave. Veremos cómo sigue y si seremos capaces de mejorar en 2024.

Foto de portada de The Political Room, cuenta X @Political_Room

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