“En Uruguay, cada vaca custodia una hectárea de biodiversidad”, dijo el ministro Peña en la Conferencia Mundial sobre Biodiversidad.

“En Uruguay, cada vaca custodia una hectárea de biodiversidad”, dijo el ministro Peña en la Conferencia Mundial sobre Biodiversidad.

Uruguay presentó su experiencia en bioeconomía en un evento de la FAO, en tanto que la FAO participó en un evento sobre ganadería sostenible organizado por Uruguay.

Montevideo | Todo El Campo | Entre el 7 y 19 de diciemre se realizó en Montreal, Canadá, la Conferencia de Diversidad Biológica de la ONU (COP15), de la cual participó el ministro de Ambiente de Uruguay, Adrián Peña, acompañado de representantes del del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP).

Al hacer su exposición en nombre de nuestro país, Peña recordó la importancia que tiene Uruguay en el contexto mundial como productor de alimentos y señaló el rol de su cartera en el “gran desafío” de “articular las acciones de conservación con la producción, como forma de garantizar la calidad de vida de nuestra población, en el marco de un desarrollo sostenible”.

“En Uruguay, cada vaca custodia una hectárea de biodiversidad”, destacó y agregó que por lo tanto se trabaja en base a una política de Estado para que el aumento de la producción se realice “cumpliendo estrictamente con los compromisos climáticos y ambientales”.

Señaló además que “uno de los objetivos es mantener paisajes naturales y culturales de singular importancia, en los que se destacan actividades de producción sostenible como la ganadería con gran potencial para la conservación de la biodiversidad”.

Por otra parte, el viernes 16, Peña fue invitado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a disertar en el evento paralelo titulado “Alcanzar los objetivos posteriores a 2020 a través de la bioeconomía sostenible en los sistemas agroalimentarios”.

Allí expresó que “a nivel de planificación estratégica, el país ha generado de forma articulada y colaborativa su Estrategia Nacional de Biodiversidad y su Estrategia Climática de largo plazo, con sus contribuciones nacionales y sus Planes Nacionales de Adaptación y, más recientemente, la Estrategia de Bioeconomía Sostenible, que se articula fuertemente con la estrategia de Economía Circular que ha comenzado a elaborarse”.

El ministro dio más detalles sobre la Estrategia Nacional de Bioeconomía que comenzó a elaborarse en 2017, en el marco de un acuerdo entre el MGAP y el Ministerio Federal de Alimentación y Agricultura de Alemania (BMEL, en alemán), que ha recibido “apoyo sostenido” de la FAO, de la Sociedad Alemana para la Cooperación Internacional (GIZ, en alemán) y del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

Uruguay está iniciando ahora el diseño de su estrategia de economía circular y continúa articulando con la FAO para avanzar con el plan de acción para poner en marcha la Estrategia Nacional de Bioeconomía, porque se trata de un “abordaje clave para la sostenibilidad del país a través de la ciencia y la innovación”, así como de la mejora continua de sus prácticas productivas, según aseguró el titular uruguayo de Ambiente.

GANADERÍA SOSTENIBLE: “URUGUAY APUNTA A REDUCIR LAS EMISIONES DE GASES DE EFECTO INVERNADERO, CON FUERTES COMPROMISOS EN LA PRODUCCIÓN GANADERA”.

El sábado 17, el Ministerio de Ambiente organizó el evento paralelo “¿Es posible producir carne de manera sostenible? El caso de Uruguay”. En el evento presentó el trabajo realizado en el país para determinar la huella ambiental de su ganadería, como iniciativa interinstitucional, basada en 15 indicadores sobre el desempeño de la ganadería en sus distintas fases.

“El 51% de la superficie de nuestro país se encuentra ocupada por el ecosistema de pastizales”, también conocidos como campo natural, en los que se han registrado “casi 2.000 especies”, entre gramíneas mamíferos prioritarios y aves, explicó.

Peña detalló los servicios que proveen los pastizales en sustento a la ganadería uruguaya y sus 18 millones de cabezas de ganado, en 15 millones de hectáreas del territorio: provisión (carne, leche y lana), regulación (captura de carbono), soporte (base forrajera de la ganadería), cultura (identidad, modos de vida asociados y recreación).

Entre los resultados destacados del análisis de la huella ambiental realizado por Uruguay, figura el hecho que las zonas del país con mayor superficie de su territorio dedicada a la ganadería, son las que cuentan con el mayor porcentaje de ecosistemas naturales y son las de mayor valor para la conservación de la biodiversidad a nivel nacional y que, si bien el sector agropecuario es responsable del mayor porcentaje de emisiones, también es responsable de la mayor parte de la captura de gases de efecto invernadero a nivel nacional. “Es por eso que Uruguay apunta a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, con fuertes compromisos en la producción ganadera”, explicó el ministro.

Erosión, exportación de nutrientes y materia orgánica, residuos, consumo de agua y energía y los plaguicidas, fueron los principales desafíos ambientales señalados por Peña para ser atendidos en ese ámbito.

REGULAR LA GANADERÍA DE CORRAL.

Al cierre de la actividad, el ministro señaló que su cartera trabaja junto a la del MGAP en regular la ganadería de corral (que representa una proporción reducida de la ganadería en Uruguay), para asegurarse que esa forma de producir carne se haga con los menores impactos ambientales posibles. A su vez, destacó la importancia de tener en cuenta el valor ambiental de la producción sostenible de alimentos en el comercio internacional.

En base a comunicado de FAO.

Uruguay emitió bono indexado a indicadores de cambio climático por US$ 1.500 millones.

Uruguay emitió bono indexado a indicadores de cambio climático por US$ 1.500 millones.

Es un bono pionero porque es innovador, único en el país y en el mundo, destacó Arbeleche. Añadió que es la primera vez que las finanzas y el ambiente se entrelazan.

Del total de la emisión, unos 1.000 millones de dólares fueron realizados a cambio de efectivo y la demanda superó ampliamente el monto emitido, mediante 188 inversionistas de Estados Unidos, Europa, Asia, y Latinoamérica.

A pesar del contexto de alta incertidumbre global, Uruguay logró conseguir financiamiento de gran escala, a plazos intermedios, mediante un instrumento innovador, destacó la ministra Azucena Arbeleche.

Tal como informa el sitio oficial de Presidencia, Arbeleche realizó el anuncio en la tarde de este viernes 21 en Torre Ejecutiva, acompañada por los ministros de Ambiente, Adrián Peña, y de Industria, Energía y Minería, Omar Paganini; el subsecretario de Ganadería Agricultura y Pesca, Ignacio Buffa, y la subsecretaria de Relaciones Exteriores, Carolina Ache.

La emisión al mercado global de un nuevo bono indexado a indicadores de cambio climático (BIICC) fue realizada este jueves 20, en dólares, y con vencimiento final en 2034. Asimismo, se realizó una oferta de recompra de bonos globales en dólares de menor plazo.

Entre los objetivos de la operación están completar las necesidades de fondos del Gobierno en el mercado internacional, y vincular la estrategia de financiamiento soberana con los objetivos ambientales de Uruguay, con la implementación de un nuevo mecanismo simétrico de ajuste en la tasa de interés que indexa el costo de capital al logro de las metas climáticas y de conservación del capital natural del país.

Además, la operación apuntó a diversificar la base de inversionistas y mitigar el riesgo de refinanciamiento y aumentar los plazos promedio de la deuda.

En el diseño del bono participaron los ministerios de Economía y Finanzas; Ambiente; Ganadería, Agricultura y Pesca; Industria, Energía y Minería, y Relaciones Exteriores. El proceso obtuvo la asistencia técnica y financiera del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La transacción se ejecutó en un solo un día y comprendió, además de la emisión de un nuevo BIICC global en dólares con vencimiento final en 2034, la oferta de recompra de los bonos globales en dólares con vencimiento final en 2024, 2027, y 2031, conocidos como «bonos elegibles».

La emisión alcanzó unos 1.500 millones de dólares, de los cuales 1.000 millones de dólares fueron a cambio de efectivo, mientras que el remanente fue emitido para recomprar bonos elegibles. La demanda total llegó a unos 3.960 millones de dólares, con interés de 188 inversionistas de Estados Unidos, Europa, Asia, Uruguay y otros países de Latinoamérica. Unas 40 cuentas participaron por primera vez en una operación de Uruguay y muchas de ellas con un foco específico en emisiones de bonos sostenibles.

Es un bono pionero porque es innovador, único en el país y en el mundo, destacó Arbeleche. Añadió que es la primera vez que las finanzas y el ambiente se entrelazan, y la primera vez que en Uruguay se define un costo de financiamiento ligado al comportamiento ambiental. Para ello, hubo un largo trabajo de interacción con los inversores, indicó.

OBJETIVOS AMBIENTALES: REDUCCIÓN DE GASES DE EFECTO INVERNADERO Y CONSERVACIÓN DE BOSQUES.

La ministra explicó que el bono lanzado al mercado implica dos objetivos ambientales asociados. El primero de ellos es la reducción de gases de efecto invernadero y el segundo la conservación de bosques nativos. “El costo de la deuda tomada por Uruguay ayer estará ligado al cumplimiento de esos objetivos”, apuntó.

A su vez, esas dos metas adoptan los indicadores de los compromisos alcanzados en el Acuerdo de París y se medirán en 2025. Lo que está mostrando Uruguay con este producto innovador es que el ambiente importa y que tienen una consecuencia concreta si se cumplen o no, indicó.

Además, el instrumento permitirá al país disponer de una mayor información climática, con medición en una base anual, en el caso de los gases de efecto invernadero, y cada 4 años en lo que refiere a la forestación.

Consideró que es un instrumento importante porque, por un lado, alcanza al bienestar de los uruguayos, y por otro, porque el sello de calidad ambiental será cada vez más solicitado a la hora de concretar inversiones,  productos y exportaciones.

AGENCIA RATING AND INVESTMENT INFORMATION, CALIFICACIÓN BBB+

En igual sentido, Arbeleche valoró como una señal de credibilidad y confianza en Uruguay, el aumento de la calificación crediticia a BBB+, realizado por la agencia japonesa Rating and Investment Information. Es importante porque hace que nuestro financiamiento sea más barato en términos relativos y permite destinar esos recursos en áreas prioritarias para el país, señaló.

Hoy se celebra el Día Internacional contra la pérdida y el desperdicio de alimentos.

Hoy se celebra el Día Internacional contra la pérdida y el desperdicio de alimentos.

“Uruguay puede producir para 20 veces la cantidad de sus habitantes, pero debemos hacerlo en forma sostenible”, dijo el ministro Peña.

Ya está en funcionamiento el Comité Nacional para la Prevención y Reducción de las Pérdidas y los Desperdicios de Alimentos (PDA) que liderará el Ministerio de Ambiente con la secretaría técnica de la Organización de la Alimentación y la Agricultura (FAO), y administrará y financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). El relanzamiento del Comité se concretó en el marco de un nuevo Día Internacional de la Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, que se celebra este jueves 29 de setiembre.

El ministro de Ambiente, Adrián Peña, dijo que “el desperdicio de alimentos es un problema de ineficiencia, productivo y económico, pero además es un problema ético y de inequidad” porque hay “800 millones de personas en el mundo sufren inseguridad alimentaria”.

“Uruguay puede producir para 20 veces la cantidad de sus habitantes, pero debemos hacerlo en forma sostenible”, agregó el jerarca.

En Uruguay se pierde o desperdicia, por año 1 millón de toneladas, o sea el 11% del total de alimentos disponibles para el consumo humano.

PÉRDIDA Y DESPERDICIO.

La FAO define y explica los conceptos de pérdidas y desperdicios de alimentos.

Las pérdidas de alimentos se producen al inicio de la cadena, desde la producción agropecuaria y la cosecha de vegetales, el sacrificio o la captura de animales hasta que los alimentos llagan al minorista, pero sin incluirlo”.

El desperdicio de alimentos se produce en la venta al por menor y en el consumo, doméstico y de servicios gastronómicos públicos o privados, en los últimos eslabones de la cadena alimentaria”.

Uruguay pierde el 11% del total de alimentos disponibles para consumo humano, cerca de 1 millón de toneladas al año.

Uruguay pierde el 11% del total de alimentos disponibles para consumo humano, cerca de 1 millón de toneladas al año.

Nuestro país se moviliza contra la pérdida y el desperdicio de alimentos. El país contará con un ámbito interinstitucional para coordinar la lucha contra pérdidas y desperdicios alimentarios.

El lunes 26 de setiembre quedará reactivado el Comité Nacional para la Prevención y Reducción de las Pérdidas y los Desperdicios de Alimentos en lo que será la apertura de una semana de actividades en el marco Día Internacional de la Concientización sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos, declarado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cada 29 de setiembre.

Liderado por el Ministerio de Ambiente, con secretaría técnica de la Organización de la Alimentación y la Agricultura (FAO) y financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Comité Nacional para la Prevención y Reducción de las Pérdidas y los Desperdicios de Alimentos (PDA) en Uruguay quedará oficialmente conformado este lunes, en el marco de una actividad de lanzamiento prevista en la Torre Ejecutiva de 15.30 a 18.30 horas y que contará con la participación de: Adrián Peña, ministro de Ambiente; Fernando Cuenin, jefe de Operaciones del BID; Gonzalo Kmaid, asistente representante de Programa y Oficial a Cargo de la FAO; Natalia Basso, coordinadora de Gestión de Calidad del Ministerio de Agricultura Ganadería y Pesca de Argentina; Chiara Fioretto y Cynthia Lima, ambas del Ministerio de Ambiente.

PÉRDIDA DE ALIMENTOS DESDE EL INICIÓ DE LA PRODUCCIÓN.

Las pérdidas de alimentos se producen al inicio de la cadena, desde la producción agropecuaria y la cosecha de vegetales, el sacrificio o la captura de animales hasta que los alimentos llagan al minorista, pero sin incluirlo.

El desperdicio de alimentos se produce en la venta al por menor y en el consumo, doméstico y de servicios gastronómicos públicos o privados, en los últimos eslabones de la cadena alimentaria.

La reducción de las pérdidas y desperdicios de alimentos es una prioridad global acordada en los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) definida en 2015 y acordada entre todos los países miembros de la Organización de Naciones Unidas.

La meta 12.3 del ODS 12 Producción y Consumo Sostenible propone: “reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha”.

Uruguay no es ajeno a la problemática asociada a las PDA, ya que las primeras estimaciones con respecto a la generación de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos indican que aproximadamente el 11% del total de alimentos disponibles para consumo humano se pierde o se desperdicia anualmente, lo que equivale a cerca de 1 millón de toneladas al año.

OTRAS ACTIVIDADES.

Además del relanzamiento del Comité, la FAO organiza desde su sede regional en Santiago de Chile un seminario virtual de Conmemoración del Día Internacional, el mismo jueves 29 de setiembre de 12.00 a 13.30 horas de Uruguay, con participación del representante para América Latina y el Caribe y subdirector general de la FAO, el uruguayo Mario Lubetkin, y el intendente de Canelones, Yamandú Orsi, en ejercicio de la presidencia protempore de la Red de Ciudades Intermedias y sistemas agroalimentarios.

Además, el viernes 30 está prevista una actividad en la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM), en la que participará el ministro de Ambiente, junto a autoridades y referentes de la FAO, la Intendencia de Montevideo y la UAM.

También el viernes, se realiza el lanzamiento del Concurso Nacional de Recetas “Cocina sin desperdicios”, en el que la FAO participa como jurado, a través de una especialista regional.

Este conjunto de actividades se enmarca en la semana de Concientización sobre Pérdidas y Desperdicio de Alimentos en Uruguay, impulsada por el Ministerio de Ambiente, con apoyo de la FAO y el BID.

La agenda completa está disponible en el enlace a continuación: Lanzamiento Comité Nacional para la Prevención y Reducción de Pérdidas y Desperdicios de Alimentos (PDA) en Uruguay | Ministerio de Ambiente (www.gub.uy)

Peña: Los temas ambientales, “lejos de ser un problema, son una gran oportunidad”.

Peña: Los temas ambientales, “lejos de ser un problema, son una gran oportunidad”.

En una exposición ágil el ministro de Ambiente se refirió a los desafíos de Uruguay y el mundo en materia ambiental, y planteó como “central” integrar la dimensión ambiental en los sistemas productivos. Está en juego el futuro de Uruguay.

Hébert Dell’Onte | “Tiempo de Apertura y Reformas” se llamó el evento organizado por la Confederación de Cámaras Empresariales y que se llevó a cabo el viernes 9 de setiembre, en la Expo Prado, el día de la apertura de la exposición.

Expusieron el ministro de Trabajo y Seguridad Social (MTSS), Pablo Mieres, el ministro de Ambiente (MA), Adrián Peña, y el presidente del Banco Central del Uruguay, Diego Labat.

El ministro Peña destacó que la Expo Prado 2022 haya sido denominada como Expo Sustentable, “es una buena señal”, subrayó, y destacó “la importancia que tiene para un Ministerio nuevo poder participar”.

En el Ministerio de Ambiente “estamos trabajando en la construcción de un Uruguay sostenible; somos un país que tiene todas las condiciones para mostrarse ante el mundo como tal”.

Consideró que la sociedad “vive mejor que hace 300 años, vivimos más y mejor” y los indicadores así muestran: menos muertes de niños, baja de la pobreza, menos hambre en el mundo, todos son “indicadores claros” que nos muestran que la sociedad ha mejorado en los últimos siglos y ese no es un tema menor”.

Pero esa mejora en la calidad de vida “hoy se ve amenazada porque para lograrlo hemos cometido algunos excesos”, observó, y detalló: “Hoy hace 45 días que Uruguay agotó los recursos naturales que genero para este ese año, y desde el 28 de julio en términos bancarios estamos sobregirados, es como gastarse todo el suelo en 20 días”, ejemplificó.

Eso nos pone ante “el desafío de enfrentar la crisis climática y ambiental. El problema más grande en la historia de la humanidad es el cambio climático”, remarcó.

“Esa es una realidad que se puede ver de múltiples formas, por ejemplo, que un tercio de las especies marinas están en riesgo, la mitad de las especies globales están en peligro de extinción, la mitad de los bosques se ha perdido del 90 a hoy, en los últimos diez años 600.000 personas murieron por efecto del cambio climático y se estima que entre 2030 y 2050 esa cifra aumente en 250.000 personas por año, sobre todo los más vulnerables de los países más pobres del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, 9 de cada 10 personas en el mundo, respiran aire contaminado”, dijo.

Uruguay “no es causante de esos problemas porque apenas emitimos el 0,04% de las emisiones que explican el cambio climático, pero somos grandes afectados, y este problema ya está en Uruguay”.

“Nuestros técnicos dicen que a finales de siglo perderemos 12.000 hectáreas por aumento del nivel del mar, 28.000 km cuadrados por erosión, la temperatura en Uruguay va a aumentar de 3 a 5 grados sobre finales de siglo y las precipitaciones medias un 20%. Esto para Uruguay es un gran problema”, y por eso “este problema debe estar en la hoja de ruta”, porque ninguno de nosotros quiere vivir peor, pero si no se hace algo corremos el riesgo de perderlo todo.

Es por eso que “el Gobierno tiene un compromiso que comenzó con la creación del Ministerio de Ambiente que es una nueva institucionalidad en materia ambiental, que le da fortaleza y pone en la primera línea los temas ambientales”.

En ese marco Uruguay ha avanzado en decisiones: “Inversiones en agua por US$ 250 millones, una inversión en saneamiento, también de US$ 250 millones para llegar a más de 60 localidades en el olvidado interior”. “Estas dos, sumadas, suponen las inversiones más importantes en la historia del país en materia ambiental”.

Peña anunció que “por primera vez Uruguay realiza un plan de gestión de integral de residuos con acciones en todas las corrientes de residuos y un nuevo plan de envases liderado por la Cámara de Industrias” para distintos productos que se desechan como aparatos eléctricos y electrónicos o residuos de obra. Además, se trabaja con las intendencias en “el cierre de vertederos a cielo abierto en todo el país”.

Esas inversiones y los cambios necesarios pasar por “dos temas”, uno la mitigación de las emisiones y el más importante es adaptarnos a los cambios que se vienen y para eso el MA trabaja en conciencia ambiental, formando promotores que al final del período serán 2.000 en todo el país.

LA GRAN OPORTUNIDAD PARA URUGUAY.

“Otra faceta muy importante es el poder de decisión que tiene el ciudadano que compra, y éste está exigiendo trazabilidad, cómo es el trato de los empleados en la producción, cómo produjiste, cómo fue el tratamiento de los efluentes de la industria. Lo exige a la hora de consumir”.

Son las generaciones más jóvenes las que van camino a tener en cuenta esas decisiones a la hora de vincularse con una corporación, por tanto es un camino sin retorno”, sin embargo, “para Uruguay, lejos de ser un problema, es una gran oportunidad, la de posicionarse en el mundo como un país sostenible, la de distinguir sus productos con ese valor”.

“En el mundo vamos a ser 10.000 millones de habitantes a los que hay que darles de comer, Uruguay produce para diez veces la cantidad de sus habitantes y puede hacerlo para 20 veces la cantidad de sus habitantes, tiene un rol central en la seguridad alimentaria del mundo. Y si además lo puede hacer de manera sostenible y lo demuestra, tenemos un plus que no tiene ningún país del mundo y esa es una oportunidad para el Uruguay en esa nueva geopolítica que es la del clima”.

DEMOSTRAR CIENTÍFICAMENTE LA DIMENSIÓN AMBIENTAL EN LOS SISTEMAS PRODUCTIVOS.

“Incorporar la dimensión ambiental en la toma de decisiones es muy importante, y tiene que ver con el turismo sostenible, con el la movilidad sostenible, con los eventos sostenibles, y hoy en la expo Parado tiene que ver con integrar la dimensión ambiental en los sistemas productivos, eso es central”.

Son muchas cosas las que se hacen y una de ellas es la huella ambiental en los sistemas ganaderos, una herramienta que trabajamos con el MGAP, el INAC, INIA e Inale; “se estudian y miden los impactos de la ganadería en tres dimensiones: las emisiones y por eso medimos aire, agua y suelo, y biodiversidad. Uruguay tiene indicadores suficientes para mostrar al mundo, cosas que no tiene otros países. Uruguay lo puede demostrar, y por eso la importancia de certificar todos los procesos en todas las áreas porque lo que no se mide no existe”.

“Que somos un país natural, el campo natural, todo eso hay que decirlo, pero también hay que demostrarlo científicamente, eso es valor agregado que supone ingresos y mejoras para Uruguay”.

Es algo en lo que “todos tenemos que empujar para lograr esos objetivos, porque cuando vayamos a vender nos van a preguntar, por ejemplo, qué hacemos con el plástico y en 2024 vamos a tener un acuerdo vinculante sobre el plástico que va a establecer restricciones sobre los países, y se va a exigir conocer qué plástico se usa, en qué porcentaje, y si no se cumple con lo acordado no entramos a los mercados. Entonces hay que adelantarse, hay que prevenir. Es tiempo de actuar, no hay más tiempo para discursos”, finalizó.

Foto de Presidencia.

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