En el marco del convenio de responsabilidad social; los beneficiarios son productores del norte de Uruguay.
Montevideo | Todo El Campo | Con el compromiso de fomentar el desarrollo sostenible de la ganadería extensiva en el norte del Uruguay, el Centro Regional de Investigación en Lanas Ultrafinas (Crilu) ha formalizado un convenio de responsabilidad social que permite a pequeños y medianos productores acceder a carneros Merino de genética ultrafina superior. Esta iniciativa busca potenciar la productividad y el ingreso de los productores, fortaleciendo la competitividad del sector ovino en el país.
Este convenio es el resultado de un esfuerzo conjunto entre el Instituto Plan Agropecuario (IPA), el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y Crilu. En un modelo de cooperación interinstitucional, las entidades han trabajado en conjunto para garantizar que el material genético, con respaldo científico y tecnológico, le llegue a aquellos productores que de otra manera tienen dificultas para acceder a esta genética superior, promoviendo así la equidad en el sector, promoviendo así la responsabilidad social institucional.
El marco de este acuerdo también contempla capacitaciones y asistencia técnica personalizada para los productores beneficiarios y la divulgación de esta información a otros productores interesados, asegurando que el impacto de esta iniciativa trascienda en el tiempo y genere resultados sostenibles.
La implementación de este convenio reafirma el potencial de la colaboración público-privada en la generación de oportunidades que transformen la realidad de los productores rurales y posiciona a la ganadería extensiva como un pilar fundamental para el desarrollo del Uruguay.
El presidente de la SCCU pidió al próximo Gobierno que corrija la admisión temporaria de las lanas que llegan desde el exterior y salen del país como si fuera uruguaya, y reclamó políticas para la carne ovina.
Montevideo | Todo El Campo | Se realizó este lunes 9 de diciembre la Asamblea Anual de socios de la Sociedad de Criadores Corriedale del Uruguay (SCCU) con la presencia de cabañeros, técnicos del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA).
En la jornada, la Sociedad realizó un repaso de lo actuado en el año.
Rafael Elhordoy, presidente de la Corriedale Uruguay, dijo a Todo El Campo que transitamos por “un año muy difícil, pero hay que ver más lo positivo”.
Recordó que cuando asumió la presidencia de la Corriedale, hecho que ocurrió hace un año, “estábamos en un momento muy difícil para el ovino, y entonces dije que veía pequeñas luces al final del túnel, y eso se ha ido dando”. Por ejemplo, hace un año estábamos con muchísima lana en los galpones, sin colocación de ningún tipo, pero ha ido saliendo aunque a precios muy malos”, el resultado es que “hay muchísima menos lana en manos de los productores”.
El otro tema importante es que la carne ovina está en acenso; “hace un año estaba al US$ 3,18, hoy hablamos de un cordero de US$ 4,20”, además de que al llegar a esta época del año es normal que “el cordero empiece a bajar, no hay colocación, pero hoy sigue habiendo colocación”.
Por eso “hay que rescatar lo positivo y sin dudas que hay mucho para trabajar”, con “puntos importantes para plantear al próximo Gobierno que comenzará en marzo” de 2025.
Para el productor Corriedale no hay problema de colocación de sus corderos y a un precio que ha ido subiendo; eso motiva para que haya más trabajo y asumir que “el rubro ovino debe tener otra importancia en Uruguay”, planteó.
Sobe cómo lograr esa motivación, Elhordoy comentó que el 60% de la generación cuyos datos se presentaron, “está por debajo de las 23 micras y ese es un dato muy importante” en contraste “con las gráficas de 2013 cuando hablábamos de un grupito chico que era capaz de bajar a esas micras. Hoy el promedio dio 21 y poco tanto hembras como machos. Se nota el progreso y el trabajo de las cabañas y los planteles. Se ha perdido ese mito de que si afinábamos se perdía lana y carne”, subrayó.
Agregó que “los precios de la lana siguen siendo malos, pero con una buena cosecha, haciendo grifa, haciendo bien las cosas y posicionándose en finuras más acordes, la colocación de la lana es buena”.
Elhordoy también se refirió al el 17º Congreso Mundial Corriedale que se realizó los días 14, 15 y 16 de junio de este año en Arequipa, Perú, evento del que participaron cabañeros, técnicos y ovinos uruguayos que tuvieron muy buen desempeño y fueron muy bien valorados por los productores peruanos.
Es oportuno recordar que en el marco del Congreso, la cabaña La Lucha, La Estela y Granja Roland -las tres de nuestro país- realizaron importantes ventas. La Lucha vendió el Gran Campeón a US$ 25.800; La Estela colocó su ejemplar a US$ 15.800; y Granja Roland a US$ 15.400.
EN LAS PUERTAS DE UN NUEVO GOBIERNO: IMPULSAR LA CARNE.
El presidente de la Sociedad de Criadores dijo que hay varios temas que dialogar con el próximo Gobierno, no desde la raza sino para el ovino en general, buscando crear una cadena cárnica, contando con cajas negras.
“No podemos dormirnos” porque hay “ventanas importantes a nivel del mundo” y planteó que “sin duda hay que hacer un trabajo con el Instituto Nacional de la Carne (INAC), pero también trabajar para colocar la carne a nivel local”.
“Hay mucho para trabajar y una venta fluida va a motivar a encarnerar más ovejas y cruzar”, expresó.
LANA EXTRANJERA QUE SE VENDE COMO SI FUERA URUGUAYA.
Otro tema importante es la admisión temporaria de las lanas, que es muchísimo volumen y es algo para trabajar, dijo Elhordoy. “No pedimos que impidan la entrada, sino que compitan en igualdad con las lanas uruguayas, pagando los mismos impuestos, porque esas lanas que ingresan no los pagan”.
A Uruguay “entran lanas de Chile, Brasil, Argentina, Perú, viene lana de todos lados, no hay un control, es lana que se entrevera con las nuestras”.
“He escuchado a autoridades decir que esa lana se trae para mejorar la calidad de las lanas nuestras y decir eso es una barbaridad. No es cierto eso que se dice”, enfatizó.Esa lana llega “y sale como si fuera uruguaya, y no es poca. En los últimos diez o doce años estamos hablando que Uruguay produce 24 millones de kilos de lana y entran en admisión temporaria un promedio de 12 o 14 millones kilos. Eso no es justo”.
La iniciativa se desarrolla en los departamentos de Cerro Largo, Tacuarembó, Rivera y Durazno.
Montevideo | Todo El Campo | La semana pasada, se realizó en Vichadero (Rivera) la capacitación en procesamiento de lana rústica: Hilado, teñido y telar, actividad que tuvo lugar en el marco de la Intervención Territorial Específica (ITE) de Región noreste, denominada Agregado de valor a la producción ovina familiar, informó el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP); una instancia que es parte del Sistema Nacional de Innovación y Desarrollo Rural que lidera la Dirección General de Desarrollo Rural del MGAP, y en este rubro tiene como institución socia al Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL). Se desarrolla en los departamentos de Cerro Largo, Tacuarembó, Rivera y Durazno.
El pasado lunes comenzó en la localidad de Vichadero uno de los grupos que se capacitaron durante esta semana. Integrado por trece mujeres rurales y vinculadas al agro. La próxima semana se realizará en la localidad de Fraile Muerto con mujeres provenientes de Rincón de Py, alrededores de Melo y Eje de la Ruta 7.
Como antecedente diagnóstico de este proyecto, sabemos que el mercado lanero en Uruguay, es una actividad clave en el país y ha sido durante décadas el principal rubro de exportación y la base de la industria textil (Uruguay XXI, 2022).
Sin embargo, ha venido disminuyendo la demanda internacional que se agravó a partir de la pandemia de Covid-19, sumada a la mayor producción de fibras sintéticas a precios accesibles, afectó el precio de manera negativa, disminuyendo el valor principalmente en lanas medias y gruesas.
Según el SUL, Uruguay logra colocar en el mercado internacional, lanas finas y superfinas que se destinan a la industria indumentaria de alta gama. Sin embargo, acumula 40 millones de kilos de lanas medias y gruesas que no ha logrado comercializar. Estas lanas están sin acondicionamiento y poco estandarizadas, lo que dificulta mucho su colocación además del contexto actual del mercado lanero. Siendo en un porcentaje mínimo pautado, destinadas a su procesamiento artesanal y comercialización de dichos productos.
Con el fin de levantar estas restricciones, se visualizó la posibilidad de agregarle valor a este producto, la confección de prendas artesanales y su comercialización en el mercado local. Es así, que los equipos de la DGDR de la región noreste del país, acuerdan avanzar en una ITE que contemple el rubro ovino con agregado de valor.
Se busca promover una inserción socioproductiva, con base en el rubro ovino y precisamente en la lana. Se involucra la cooperación de productoras y productores familiares del rubro ovino, y artesanas y artesanos que trabajan la lana, generando, además un fondo común de lana sucia. Se promueve el desarrollo de planes de capacitación, desarrollo y perfeccionamiento de habilidades artesanales, cooperación de productores de la fase primaria y comercialización de productos textiles. Garantizando el acceso, a dicho insumo, a partir de la esquila y por un plazo de 18 meses que es lo que se estipula para llevar adelante esta intervención, que involucra los cuatro departamentos.
Se involucraron al proyecto, mujeres rurales del eje ruta 7 en el departamento de Cerro Largo, mujeres artesanas de Durazno y Tacuarembó, y mujeres integrantes del grupo Flor de Lana de Valle del Lunarejo, Rivera. En este caso, al estar en la zona de influencia de la zona protegida Valle del Lunarejo la confección de las prendas tienen una impronta natural de técnica de estampación botánica de teñido de la lana, con hierbas, frutos nativos y plantas.
Los actores llegaron a acuerdos que garantizan la materia prima para elaborar las prendas; con una distribución estratégica en el territorio, donde se llevará a cabo esta propuesta de intervención.
También hubo acuerdos sobre actividades en el marco del proyecto, entre las que se enumeran: un encuentro regional de participantes de la propuesta; visita a productores y productoras que proveerán de lana sucia, materia prima a ser procesada; redacción en conjunto de los documentos marco del proyecto (acuerdo de trabajo, reglamento, acuerdo de comercialización).
El primer ministro neozelandés dijo que “la lana ha sido cuestionada en los últimos 30 años por no innovar lo suficiente”, y remarcó la importancia de obtener más valor agregado de sus productos.
Wellington, Nueva Zelanda | Todo El Campo | La queratina extraída de la lana de Nueva Zelanda pronto podría encontrar su camino en productos utilizados para minimizar la osteoporosis, promover la salud intestinal y otros antiinflamatorios, dijo Howard Moore, director ejecutivo de Keraplast, una empresa de biotecnología especializada en recuperar proteínas de queratina bioactivas de lana de Nueva Zelanda cultivada de forma regenerativa.
La queratina es una proteína que se encuentra en las células epiteliales que revisten las superficies internas y externas del cuerpo. Las queratinas ayudan a formar los tejidos del cabello, las uñas y la capa externa de la piel.
Moore agregó que una investigación publicada recientemente por la Universidad de Otago también sugiere que podría ayudar a minimizar la resistencia a la insulina.
La compañía de biotecnología organizó recientemente una visita del primer ministro de Nueva Zelanda, Christopher Luxon, a sus nuevas instalaciones en la ciudad de Christchurch (Isla Sur), donde extrae queratina de la lana y la procesa en una variedad de ingredientes únicos de marca, la mayoría de los cuales se exportan para su uso en una variedad de productos de belleza y cuidado personal. Ahora tiene como objetivo expandirse a nutracéuticos y productos farmacéuticos.
La empresa comenzó en Keratec, una empresa de cartera de los brazos comerciales de la entonces New Zealand Wool Board, y fue adquirida en 2009 por la empresa estadounidense Keraplast Technologies. Aunque ahora es 100% de propiedad estadounidense, la compañía opera totalmente dentro de Nueva Zelanda, dijo Moore.
Agregó que con la investigación y el desarrollo se “garantiza que sigamos liderando la tecnología de queratina, impulsando innovaciones que beneficien a los consumidores en nuestros mercados internacionales”.
Un componente clave de la estrategia de sostenibilidad de Keraplast fue que toda su lana proviene de ovejas neozelandesas criadas de forma regenerativa. Precisamente, se dice que la agricultura regenerativa ofrece numerosos beneficios ambientales, como una mejor salud del suelo, una mayor biodiversidad, el secuestro de carbono y una mejor gestión del agua.
UN MERCADO MILLONARIO.
Moore dijo que el mercado global de queratina tenía un valor de alrededor de 2.000 millones de dólares, la mayoría de los cuales eran productos básicos fabricados en Brasil, China y México y gran parte de ellos fabricados con plumas de pollo. “Sin duda, somos únicos en los productos de queratina de valor añadido que fabricamos a partir de lana”.
En 2023 procesó 77 toneladas de lana. La nueva instalación, donde opera desde julio, podría manejar hasta 300 toneladas al año.
“La lana ha sido cuestionada en los últimos 30 años por no innovar lo suficiente”, comentó Luxon, que también valoró la importancia de obtener más valor agregado de sus productos, y añadió que el valor que Keraplast estaba extrayendo de la lana era “muy diferente de lo que otros van a obtener, haciendo alfombras o aislamiento, francamente, o cualquier otra cosa”. (En base a reporte de Rural News).
Cosas que “no se pueden tocar”, sin embargo “suponen un peso enorme en nuestras tradiciones y habilidades”.
Montevideo | Todo El Campo | El Sistema Cultural de la Lana fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial.
El acto se realizó en el salón de Eventos Especiales del Palacio Legislativo.
El Sistema Cultural de la Lana refiere al conjunto de saberes y prácticas interdependientes de productores y trabajadores de campo, esquiladores y clasificadores de lana, artesanos del teñido, tejido y fieltro, diseñadores y artistas plásticos que utilizan la lana como materia prima.
El ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira comentó en el acto que “desde hace unos años se generó una suerte de segunda generación de bienes patrimoniales: los inmateriales”.
Se refiere a aquellas cosas que “no se pueden tocar”, sin embargo “suponen un peso enorme en nuestras tradiciones y habilidades”.
La Guasquería, el Pericón y ahora el Sistema de la Lana entran en esa categoría y fueron declarados Patrimonio Cultural Nacional por la Comisión del Patrimonio Cultural de la Nación.
“Esto se inscribe en el ataque a una de las peores brechas que hay en Uruguay, la brecha entre Montevideo y el interior”, añadió.