El proyecto fue ejecutado por IICA. El agua le cambió la vida a la comunidad; no hubiera sido posible sin los paneles solares.
Costa Rica | RFI | Todo El Campo | En medio de la selva de Costa Rica, los indígenas de la comunidad Nairi Awari ya no tienen que ir con baldes al río a buscar agua. La reciben en sus casas por primera vez gracias a paneles solares que permiten bombearla desde un manantial.
Las 20 familias de esta comunidad del pueblo originario cabécar viven en una zona montañosa, accesible solo por un embarrado sendero que cruza un bosque tropical, a cuatro kilómetros del camino rural más cercano.
“Tener agua cerca y limpia se siente bonito”, dice a la AFP Nelson Martínez, un miembro de esta comunidad asentada a 100 km al este de San José.
Para conseguirlo tuvieron que trasladar rodando por el sendero dos depósitos de 2.500 y 7.500 litros para instalarlos en un manantial cercano. Allí filtran y bombean el agua con energía obtenida con seis paneles solares, que generan 450 vatios cada uno.
Las casas de la comunidad siguen sin tener electricidad, pues la bomba de agua consume toda la energía de los paneles, colocados en un claro de la selva.
Fue “una odisea” el traslado de los paneles, cuenta a la AFP Kenneth Solano, coordinador de energía rural del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), entidad que ejecutó y da seguimiento al proyecto.
Martínez explica que antes iban con baldes a una quebrada cercana para sacar agua de un arroyo. “Era una pérdida de tiempo”, indica.
“Ahora es diferente, tenemos tubos y tanques, eso ayuda mucho”, agrega el hombre de 54 años, que saca agua de un grifo en su rústica casa. “Uno se siente contento”, dice sonriente.
“TODOS TENEMOS DERECHO”.
La red de agua de Nairi Awari es sencilla, limpia y barata. No fue instalada por el Estado, sino financiada por la Cooperación Española y costó 12.500 dólares.
“Podemos satisfacer esas necesidades que tienen las comunidades rurales” con “tecnologías de bajo impacto”, señala Solano.
En Costa Rica existen ocho pueblos originarios que representan al 2,4% de los 5,2 millones de habitantes del país, según datos oficiales. Los cabécar son unas 14.300 personas, que ocupan un territorio ancestral de unas 151.400 hectáreas.
Más del 92% de los costarricenses tienen suministro de agua potable, según datos oficiales. Sin embargo, la ONU dice que “solo el 40% de los indígenas tienen acceso a agua potable” en este país, de los más prósperos de Centroamérica.
“Todos tenemos derecho de tener agua en casa”, destaca Martínez.
“FUENTE DE VIDA”
Ladera abajo, en la pequeña escuela de la comunidad, una docena de niños aprende a sumar con ábacos. Un panel solar alimentaba de energía el aula y unas computadoras proporcionados por el Ministerio de Educación, pero se descompuso.
Mientras alguien llega para repararlo, el panel sirve como columpio para los pequeños.
La maestra Viviana Hernández explica que antes de la llegada del sistema de bombeo, los niños estaban expuestos a enfermedades estomacales por consumir “agua sucia” del río.
“Hace poco pasó que se había muerto un animal ahí en las aguas y ni cuenta nos habíamos dado”, relata la docente de 27 años, quien también es miembro de la comunidad.
El agua “es la fuente de vida de nosotros”, reflexiona en diálogo con la AFP.
Pero “el gobierno no se ha preocupado como para llegar a estas zonas y crear un sistema que realmente les funcione a las comunidades indígenas”, agrega.
A la hora del almuerzo los alumnos corren para comer arroz con frijoles y pollo con palmito que Noemí Martínez, cocinera de la escuela y de la comunidad, prepara en su rústica cocina de madera, que no dispone de gas.
Mientras lava la loza con agua limpia que sale del grifo, la mujer de 54 años resalta lo “bonito” que es “tener agua en las casas” y “no tener que ir lejos a traerla”.
La embajada uruguaya en Brasil organizó, junto con IICA, evento que significó la reunión con funcionarios de seis países sudamericanos para debatir sobre la integración logística como clave para la competitividad de los sistemas agroalimentarios en el Cono Sur.
Brasilia, Brasil | Todo El Campo | La embajada de Uruguay en Brasilia y la representación del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) en Brasil reunieron funcionarios de seis países sudamericanos en el seminario “La integración logística como fuente de competitividad de los sistemas agroalimentarios: oportunidades y desafíos para el Cono Sur”, en el que se debatieron aspectos estratégicos para una mejora de la competitividad.
Los participantes, de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, indicaron la necesidad de romper ciertas barreras para mejorar la integración logística, entre ellas la eliminación de la obligatoriedad de que la carga pase por un puerto nacional, sustituyéndola por la terminal más competitiva y la priorización de la intermodalidad.
También defendieron el desarrollo de mecanismos para que los medios que hagan las entregas regresen cargados con otros productos, reduciendo así los costos operativos.
Gabriel Delado, de IICA en Brasil, destacó la importancia de conocer el escenario y los desafíos logísticos de cada país y aunar esfuerzos para proponer soluciones conjuntas. “El margen de mejora de nuestra acción colectiva es enorme. Y todo esto afecta de forma muy fuerte y clara a la competitividad de nuestros productos y al costo de los insumos”, explicó.
El embajador de Uruguay en Brasil, Guillermo Valles, puntualizó que “necesitamos conocer los cuellos de botella logísticos de cada país y pensar en soluciones conjuntas de forma intermodal y desde el punto de vista de la mejora de las condiciones de competitividad y desarrollo de la producción agroalimentaria y recordando que el transporte de fibras, minerales y biocombustibles, por ejemplo, también se beneficiará, impactando en diversas cadenas productivas”.
Pedro Neto, secretario de Innovación del Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil (MAPA), también destacó la importancia del seminario para abordar la logística como vector de competitividad de los sistemas agroalimentarios de las Américas.
“Brasil ha avanzado mucho en innovación agrícola. Hemos aprendido a hacer agricultura tropical, agricultura con bajas emisiones de carbono, y hemos perfeccionado los sistemas de monitoreo que verifican los impactos en cuestiones socioambientales. Tenemos sistemas agroalimentarios cada vez más resilientes, pero sin el componente logístico, en el contexto de la competitividad, el país pierde beneficios”, explicó.
FERNANDO MATTOS: LA IMPORTANCIA DEL SUDESTE ASIÁTICO.
El ministro de Ganadería y Agricultura de Uruguay, Fernando Mattos, participó virtualmente y destacó que la logística es un factor limitante en el proceso de integración bi y multilateral del continente sudamericano y en la competitividad. “En 2050, más del 50% de la población mundial estará en el sudeste asiático. Así que necesitamos que los corredores bioceánicos que ya están planificados sean una realidad en el futuro para reducir costos y ofrecer tiempos de transporte más eficientes”, afirmó.
Además de los análisis de los representantes gubernamentales, el acto contó con expositores como el secretario general de la Aladi (Asociación Latinoamericana de Integración), Sergio Abreu, entre otros. (Con datos de IICA).
La afirmación es del director general del IICA, Dr. Otero, y otros actores clave del sector en el Borlaug Dialogue, un encuentro de alto nivel sobre agricultura y alimentación.
Montevideo | Todo El Campo | Borlaug Dialogue es un encuentro de alto nivel, referencia sobre los temas de agricultura y alimentación a nivel global, que reúne a líderes mundiales y expertos renombrados en desarrollo agrícola, políticas públicas, buenas prácticas y nutrición. Es organizado por la Fundación World Food Prize (WFP) en Des Moines, Iowa (Estados Unidos).
La producción animal tiene futuro, como herramienta clave para la seguridad alimentaria y la conservación ambiental y ese futuro está ligado a la ciencia y la innovación.
En el Norman Borlaug International Dialogue 2024, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) tuvo participación a través de su director general, Manuel Otero, en un panel sobre innovación y tendencias futuras en la producción animal sostenible, que unió voces de la producción, la investigación y la sociedad civil.
En la conversación quedó de manifiesto que la producción animal es y continuará siendo una parte importante de los sistemas agroalimentarios y que los productores están haciendo avances en cuanto a la sostenibilidad y la responsabilidad de su producción –en el difícil contexto de la crisis climática-, aunque queda trabajo por delante.
Los formuladores de políticas públicas deben jugar un rol activo para proveer herramientas innovadoras y fijar objetivos razonables a los actores en términos de productividad y sostenibilidad, fue una de las conclusiones. Se debe asegurar que las nuevas tecnologías sean accesibles para todos, especialmente los pequeños productores.
EL PASADO Y EL FUTURO.
El Borlaug Dialogue se inspira en la visión del científico Norman Borlaug, creador de la llamada Revolución Verde, y se propone discutir los temas cruciales de la agricultura integrando la sabiduría de la experiencia, la innovación de hoy y las necesidades más urgentes del futuro.
El panel sobre producción animal estuvo conformado por Manuel Otero (IICA); Surita Sandosham, CEO de Heifer International, organización que trabaja junto a agricultores familiares para mejorar su seguridad alimentaria y sus ingresos; Appolinaire Djikeng, director senior de Sistemas Basados en Ganadería de CGIAR y director general del Instituto Internacional de Investigación en Ganadería (ILRI), centro de investigación que trabaja en países en desarrollo; y Judith de Vor, productora láctea de los Países Bajos y miembro de la Red Global de Agricultores (GFN), participaron junto a Manuel Otero del panel sobre producción animal.
Otero expreso: “La ciencia y la innovación juegan un papel irremplazable en el presente y el futuro de la producción animal, con los productores como protagonistas de un nuevo tiempo y más alianzas público-privadas”.
El director general de IICA lideró la conversación en un doble rol de panelista y encargado de plantear los temas que dispararon las intervenciones del resto de los participantes.
“La producción animal está sin dudas en un proceso de transición para convertirse en un sector más regenerativo, que descanse en el concepto de la economía circular y esté más integrado con los bosques y la producción agrícola”, agregó.
Otero reveló que América Latina y el Caribe constituye la principal región proveedora para el mundo de proteína animal, ya que es líder en la producción de carnes rojas, carnes blancas y leche. En ese sentido, precisó que hay más de 400 millones de cabezas de ganado y más de 3,3 millones de productores ganaderos, especialmente pequeños y medianos.
“Representamos el 26% de la producción mundial y el 28% de las exportaciones, con lo que jugamos un papel fundamental en la seguridad alimentaria y nutricional del planeta”, afirmó.
El futuro de la producción animal pasa por ser más más eficientes, reducir la huella de carbono y la huella hídrica de la producción y poner más atención en el bienestar animal, explicó Otero.
En una reunión con representantes del Programa Mundial de Alimentos se destacó la importancia que las meriendas escolares tienen en el desempeño educativo y, al mismo tiempo, el rol que pueden jugar como apoyo para la agricultura de pequeña escala, las mujeres y los jóvenes rurales.
Montevideo | Todo El Campo | Manuel Otero, director general del Instituto Interamericano de Cooperación parala Agricultura (IICA), dijo que la agricultura es una herramienta para la paz y la estabilidad. Con ese espíritu integra el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Otero fue recibido en Roma por la subdirectora ejecutiva del PMA, Valerie Guarnieri, quien invitó al Instituto Interamericano a sumarse a la Coalición por las Comidas Escolares, una plataforma global que impulsa acciones para mejorar y ampliar los programas que garantizan a los niños al menos una comida en las escuelas.
En la reunión, Guarnieri estuvo acompañada por Carmen Burbano, directora de la División de Alimentación Escolar del PMA, y describió el alcance y la importancia del trabajo de la coalición, vital para mantener a los niños en la escuela, mejorar su aprendizaje y salud, y promover la seguridad alimentaria.
La Coalición por las Comidas Escolares impulsa acciones para mejorar y ampliar de forma urgente los programas de comidas escolares con el fin de garantizar que todos los niños puedan recibir una comida sana y nutritiva en la escuela.
La alta funcionaria del PMA subrayó la importancia que las meriendas escolares tienen en el desempeño educativo y, al mismo tiempo, el rol que pueden jugar como apoyo para la agricultura de pequeña escala, las mujeres y los jóvenes rurales.
Otero, a su turno, subrayó el trabajo y la capilaridad del IICA en Centroamérica y el Caribe.
A modo de ejemplo detalló sus acciones para la promoción de la acción colectiva de los países y la construcción de resiliencia en la ruralidad, incluso en países como Haití, donde el organismo cuenta con una oficina desde la que contribuye al fortalecimiento de la frágil agricultura familiar en este país, el más pobre de las Américas y uno de los tres más vulnerables del mundo a los efectos del cambio climático.
El caso de Haití es importante, porque el IICA es una de las contadas organizaciones internacionales que trabaja en áreas rurales de Haití, especialmente en asistencia técnica, priorizando la seguridad alimentaria y nutricional, y en temas como la inocuidad agroalimentaria, la educación y el desarrollo de capacidades.
En ese contexto, Otero subrayó la importancia de la agricultura como herramienta para la paz y la estabilidad.
EL PMA DE LA ONU ES LA MAYOR ORGANIZACIÓN HUMANITARIA MUNDIAL.
La visita al PMA se realizó en el marco de la misión oficial de Otero a Roma, quien mantuvo en la capital italiana reuniones con su colega de FAO, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, Qu Dongyu, el presidente del FIDA (Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola), Álvaro Lario, y en la que participó también de un diálogo con agricultores africanos organizado por la Academia Pontificia de la Vida y Bayer, además de distintas organizaciones de productores y el propio IICA.
El Programa Mundial de Alimentos (WFP), de la ONU, es la mayor organización humanitaria mundial.
Presente en más de 120 países y territorios, su misión incluye entregar alimentos a personas desplazadas por conflictos y desamparadas por catástrofes; también contribuye a la nutrición de mujeres y niños, ayuda a pequeños agricultores a mejorar la productividad y reducir pérdidas, a países y comunidades a prepararse y hacer frente a crisis relacionadas con el clima, y a impulsar el capital humano a través de sus programas de alimentación escolar.
Por este trabajo, que lo lleva a socorrer poblaciones exhaustas y utilizar la asistencia alimentaria para contribuir a la resolución de conflictos y la estabilidad, el PMA fue galardonado con el Nobel de la Paz en 2020. En la sede del PMA, Otero participó del homenaje realizado a los caídos de la organización en el cumplimiento de su misión humanitaria.
La capacitación se realizará a través del MGAP junto a IICA, a través del curso “Cambio Climático y Recuperación Verde para Mujeres Rurales”, presentado en la Expo Prado.
Montevideo |Todo El Campo | Casi 1.600 mujeres rurales del Uruguay serán capacitadas a través de herramientas prácticas y teóricas para abordar de mejor manera la crisis climática por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) de ese país, en una iniciativa que contará con el apoyo técnico del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).
El curso “Cambio Climático y Recuperación Verde para Mujeres Rurales” forma parte del Programa de Inclusión Digital y Acceso a la Información Agropecuaria para la toma de decisiones ante el cambio climático, conocido como “Formadas para transformar”. Este programa del gobierno uruguayo tiene como objetivo favorecer la adaptación de los sistemas productivos al cambio climático, mediante el conocimiento y el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.
Los contenidos de la capacitación son de creación conjunta del MGAP e IICA, que tiene un rol protagónico a nivel técnico en la iniciativa.
COMIENZA EN OCTUBRE.
En octubre se desarrollará la primera de las cuatro ediciones del curso, cada uno de ellos con un cupo de 400 inscriptas. La formación será virtual, autogestionada, con facilitación conjunta del IICA y el Ministerio y será gratuito para las participantes. Contará con diferentes niveles de capacitación en habilidades digitales y proveerá de dispositivos con conexión a internet a aquellas participantes que lo necesiten.
La presentación del curso fue realizada en Montevideo durante la Expo Prado, la mayor muestra anual agropecuaria del Uruguay, que se realiza anualmente desde 1913.
“Es muy importante este plan de capacitación digital para formar a las mujeres. Además, se les da oportunidad de tener un dispositivo tecnológico sencillo pero que les abre muchas puertas. Se trata de capacitarse, conectar con otras mujeres, aprender y trabajar”, destacó la directora de la Dirección General de Desarrollo Rural del Uruguay, Mercedes Yacosa.
“Cuando tomamos la decisión de llevar adelante el Plan Nacional de la Agricultura Familiar (PNAF) empezamos a buscar aliados estratégicos para ver cómo y quién lo van a llevar adelante”, recordó, por su lado, la directora general del MGAP, Fernanda Maldonado, al destacar la experiencia de IICA en el acceso de las mujeres rurales a herramientas de capacitación.
Braulio Cantera, de IICA, explicó que desde la Dirección de Desarrollo Rural del Uruguay se convocó al IICA para colaborar en la capacitación a las mujeres rurales en temas de cambio climático, de manera que puedan tomar decisiones. “Hemos estado en contacto con las mujeres rurales en territorio –afirmó- para conocer sus experiencias de primera mano y aprovechar las ventajas que nos da la tecnología. Se trata de un curso hecho por mujeres rurales, para mujeres rurales, ya que son ellas mismas las que brindarán testimonio y plantearán soluciones aplicadas para combatir la crisis climática”.