Ante la suba de los fertilizantes, ¿cómo podemos producir más cuidando el suelo?
Podemos disminuir el impacto del precio de los fertilizantes cuyo aumento nos obliga a estudiar con más detalle el ciclo de los nutrientes. La materia orgánica y las lluvias pueden ser un aporte importante de nitrógeno.
“Hay que utilizar los conocimientos y los modelos para producir más y de manera sostenible”, y “el aumento de precios de los fertilizantes nos obliga a estudiar con más detalle el ciclo de los nutrientes y ver de qué manera podemos producir más, cuidando el suelo”, son dos afirmaciones de Gonzalo Berhongaray, un argentino especialista en suelos, nutrición de cultivos y pasturas.
A través de un hilo de Twitter, Berhongaray se refirió a la forma en que podemos disminuir el impacto del precio de los fertilizantes cuyo aumento “nos obliga a estudiar con más detalle el ciclo de los nutrientes y ver de qué manera podemos producir más, cuidando el suelo”, porque “la materia orgánica y las lluvias pueden ser un aporte importante de nitrógeno”, escribió.
La siguiente figura “muestra los pooles y flujos de nitrógeno en un maíz en la zona centro de Santa Fe”, importante provincia agrícola de Argentina.
Los cultivos de cosecha o de cobertura (CC) “tienen un rol importante también en el ciclo del nitrógeno (N)”, en el caso de “la vicia incorpora ~ 95 kg N/ha de FBN (fijación biológica de nitrógeno). El cual, 50% queda disponible para el cultivo siguiente”
En la zona pampeana los datos “muestras que el rendimiento del maíz aumentó significativamente después de CC de leguminosas (+7%)”.
Hay “otras leguminosas como arveja, soja y alfalfa que tiene también altas tasas de fijación biológica, y la disponibilidad de ese nitrógeno depende del destino, ya sea para grano, forraje para pastoreo, o para corte.
La siguiente gráfica muestra el balance de nutrientes según sistemas de tambo.
Pero Berhongaray aclara que “para poder fijar nitrógeno biológicamente primero hay que tener nódulos”, y para tener nódulos “hace falta: pH neutro, calcio, inoculante y aire”.
Seguidamente hace referencia a los elementos mencionados:
PH NEUTRO. El pH del suelo está “íntimamente ligado a la saturación de bases, principalmente Ca (calcio), Mg (magnesio), Na (sodio) y K (potasio). Debemos tener una saturación mayor a 80% para lograr pH entre 6,5 y 7”.
CALCIO. El Ca en “el medio de enraizamiento disminuye el efecto perjudicial del pH ácido en la nodulación. El Ca estimula la expresión de los genes de nodulación de rhizobium durante la fase inicial de unión a la raíz. El pH y el calcio se puede corregir con enmiendas calcíticas”.
INOCULANTE. Sobre la inoculación Berhongaray señaló que “asegura la presencia del inóculo específico”, y recomienda “no comprar semilla con más de 6 meses de inoculada y en lo posible inocular justo antes de la siembra”
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AIRE. Finalmente, el aire. “Las raíces y los nódulos necesitan aire para vivir. Es necesario una buena condición física del suelo para que trabajen”.
“¡A utilizar los conocimientos y los modelos para producir más y de manera sostenible!”, finaliza.