“La sanidad animal es un pilar estratégico para el país”.
Montevideo | Todo El Campo | La Federación Rural emitió un comunicado sobre el fideicomiso de la garrapata y la bichera en el que dice que es “incorrecto plantear una contraposición entre la campaña contra la garrapata y la política de Estado orientada a la erradicación de la mosca de la bichera”.
Esa “contradicción es falsa, ya que a nivel legal y presupuestal ambas están siendo implementadas”, sostiene, y propone “incorporar cambios al fideicomiso de la mosca de la bichera” que se mencionan a continuación:
Declaración de campaña de erradicación de bichera política de Estado en texto de artículo de la ley.
Dsegurar reserva de dinero exclusivo para bichera, de al menos 6,2 millones de dólares.
Dicha reserva se puede cambiar en su destino solo por unanimidad de votos en gobernanza de fideicomiso.
Gobernanza de fideicomiso con participación de productores en mayoría. (Gremiales de productores y gobierno).
Asegurar un porcentaje para destinar en investigación en salud animal.
Dejar un porcentaje de los ingresos de enfermedades prevalentes en dicho fondo. Al menos un 50%.
Posibilidad de redireccionamiento de recursos en casos de emergencias sanitarias.
Concluye que “la sanidad animal es un pilar estratégico para el país y que no puede quedar sujeta a decisiones coyunturales”.
Su atención requiere elaborar un programa de manejo integral.
Buenos Aires, Argentina | Todo El Campo | El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Alfredo Fratti, ha dicho que el de la garrapata es uno de los mayores problemas que tiene el país: “Es un desafío nacional, y créanme que debe ser de lo más importantes que tenemos como nación”, dijo en el cierre de la Expo Rocha en declaraciones publicadas por Todo El Campo (*).
Sin duda que es una afirmación que el común de la opinión pública no logra entender en su gravedad, porque a pesar de que se trata de un país ganadero -igual que Argentina y Brasil-, los ciudadanos viven y analizar la realidad como si su economía y las políticas sociales no dependiera de que a la agropecuaria le vaya bien. Eso pasa en prácticamente todos los países del mundo.
Lo real e indiscutible es que la garrapata es un serio desafío nacional y regional, y como bien dijo Fratti, es “de los más importantes” que un país ganadero puede tener. Piensen la catástrofe que significaría para las finanzas y el funcionamiento de nuestros países si la principal actividad económica se viera frenada por alguna circunstancia adversa.
Aquí en Argentina ocurre algo similar: “La garrapata representa hoy uno de los desafíos más serios para la sanidad animal”, así lo plantea un artículo publicado en la web de CREA Argentina. Pero no solo Argentina, Brasil y Uruguay enfrentan el desafío, también el mundo: “La garrapata representa hoy uno de los desafíos más serios para la producción ganadera a nivel mundial, especialmente en las regiones tropicales y subtropicales. Este ectoparásito, que afecta tanto a la sanidad animal como al rendimiento productivo, constituye el mayor obstáculo para una ganadería eficiente, rentable y, en especial, sustentable”.
Un dato: cada garrapata hembra (teleogina) puede consumir el equivalente a tres gramos de carne o hasta nueve mililitros de leche. En zonas favorables donde la infestación es persistente, se estima que un animal puede dejar de ganar entre 60 y 80 kilos de peso vivo al año. Esta pérdida no solo afecta el peso de faena, sino también la condición corporal de los vientres, repercutiendo directamente en la tasa de preñez.
La amenaza de la garrapata es real y se ha “extendido en múltiples países” con un impacto que “se ha intensificado debido a factores ambientales, sanitarios y económicos que obligan a repensar los modelos actuales de control con “pérdidas directas e indirectas que provoca la infestación por garrapatas”.
Algunas de las pérdidas directas se generan por “la merma en la producción de carne y leche, así como la mortalidad de animales”, en tanto que las pérdidas indirectas son “quizás las más preocupantes” y “tienen que ver con la transmisión de enfermedades como la tristeza bovina y la disminución en la eficiencia reproductiva, entre otros efectos. Este impacto acumulativo afecta no solo la rentabilidad de las empresas ganaderas, sino también su sostenibilidad”.
“Si no se logra un control efectivo de la garrapata, muchos sistemas ganaderos pueden quedar fuera del sistema productivo, es decir, está en juego la continuidad misma de la actividad en ciertas regiones”, dice el artículo de CREA Argentina en una advertencia que vale para todos los países del mundo.
Es que todo favorece a la garrapata: “Estudios recientes han mostrado que debido al cambio climático y modificaciones en los sistemas de producción, áreas que antes eran desfavorables ahora podrían convertirse en endémicas”.
“El futuro de la ganadería en muchas regiones dependerá de la capacidad de anticiparse a los problemas y no simplemente de reaccionar cuando las pérdidas ya son inevitables”, señala.
VÍNCULO GARRAPATA BICHERA.
La garrapata tiene un punto de encuentro con la miasis o bichera, “una complicación secundaria que se ha vuelto cada vez más frecuente debido a la resistencia de garrapatas a ciertos principios activos como las lactonas. Cuando una teleogina cae del animal, deja una herida sangrante que sirve como puerta de entrada para las larvas de la Cochliomyia hominivorax. En infestaciones masivas, estas heridas pueden afectar áreas sensibles como la vulva o la ubre, obligando incluso al descarte de animales. Aunque no siempre se cuantifica, este problema tiene un impacto económico considerable”.
Lo que es asumido como una obviedad, es que “no controlar la garrapata implica una cadena de consecuencias”; y “dejar garrapatear es condenar al sistema a la ineficiencia y a la pérdida de competitividad, tanto a nivel regional como internacional”.
DISEÑAR PROGRAMAS.
El combate a la garrapata no consiste únicamente en aplicar productos químicos, “sino de diseñar programas integrales de control basados en vigilancia, diagnóstico temprano, control sanitario responsable, rotación de principios activos y medidas de manejo que contemplen el ambiente y la estructura productiva. Si no se aborda este desafío con seriedad, no solo se compromete la rentabilidad de las explotaciones, sino la sustentabilidad misma del sistema ganadero”.
La lucha contra la garrapata exige un enfoque técnico, estratégico y colectivo. El diagnóstico de resistencia, el uso responsable de productos, el control sobre toda la población animal y el compromiso del productor y el veterinario son claves.
Al comparecer al Parlamento, Fratti dijo que la garrapata es “uno de los problemas más graves que tiene no el sector agropecuario, sino el país”, y que constituye “un desafío del gobierno nacional”.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Uno de los capítulos más trascendentes que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) está impulsando para los próximos años, es el Plan Nacional de Lucha contra la Garrapata, para el cual el proyecto de presupuesto en debate en la Cámara de Representantes prevé la asignación de recursos concretos.
Al comparecer a la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados, el ministro Alfredo Fratti explicó que para desarrollar el plan hay una acción sanitaria predial y el uso de hemovacunas.
A través de Dilave (División Laboratorios Veterinarios) y un laboratorio privado, Uruguay está produciendo hemovacunas que inmunizan a los terneros previniendo enfermedades que pueden ocasionar la muerte del animal.
En todo 2024 Dilave produjo 160.000, en lo que va de 2025 hasta agosto, la producción llegó a 271.000 dosis, precisó el ministro, y lo logra con el mismo personal y presupuesto.
Por otro lado, se aplica “una vieja ley de la garrapata, que había quedado en desuso”, anunció, y adelanto controles que, reconoció, van a ser “molestos” porque los productores ya van a reclamar: “¡Me interrumpieron la tropa!”; “No era una garrapata; era una cáscara”, dirán; pero “lo que nosotros decimos es que se acabó la circulación de animales con garrapata en este país, a no ser que vayan directamente a faena”, enfatizó.
En noviembre de este año comenzarán “las pruebas de inmunización contra la garrapata en 6.000 animales”, con la aplicación de “tres dosis cada veinte días”, por lo que se espera tener alguna novedad sobre su funcionamiento en el mes de marzo.
De todas formas, “los controles ya están” y se analiza reestablecerlos cuando se pasa de una “zona sucia a zona limpia”.
La otra opción es “seguir flexibilizando y permitiendo que (la garrapata) circule”, lo que no lleva al resultado que hemos obtenido hasta ahora: “Hemos sembrado la garrapata por todo el país”.
FOMENTAR EL USO DE BIOINSUMOS EN LA AGROPECUARIA.
Otra herramienta mencionada por Fratti es “fomentar la producción, el desarrollo, la innovación y el registro de bioinsumos de uso agropecuario, como alternativa a los productos químicos o combinaciones más efectivas. En el Ministerio ya había gente que estaba proponiendo bioinsumos como control de la garrapata”, pero el expediente estaba “en el último lugar del cajón. Lo que hicimos fue sacarlo del último lugar y ponerlo en el primero”, contó.
En ese sentido “fuimos dos veces a Tacuarembó” donde “hay una ingeniera agrónoma que está produciendo bioinsumos”. Sobre el resultado las opiniones están divididas, pero “yo creo que tenemos que cambiar nuestra concepción” respecto a la habilitación de esos productos, que son diferentes a los medicamentos. “No se puede esperar de un bioinsumo la misma respuesta que tiene un medicamento”.
“La interpretación para habilitar un bioinsumo y decir que es efectivo, lleva su tiempo. Además, implica un cambio en el chip de la interpretación que hacemos de los medicamentos para el combate a diferentes enfermedades”, explicó a los legisladores.
“Queremos fomentar la producción, desarrollo, innovación y registro de bioinsumos de uso agropecuario, como alternativa a los productos químicos o combinaciones más efectivas, porque en muchos casos pueden ser coadyuvantes”, señaló.
Asimismo, Fratti comentó que “el Ministerio está implementando el Plan Nacional de Bioinsumos” con aplicación ganadera y agrícola.
Uruguay “ya ha recibido devoluciones de contenedores porque encontraron residuos de medicamentos usados para controlar la garrapata. Es algo que no se termina de un día para el otro”, pero “capaz que se puede combinar con los bioinsumos, porque el producto que tenemos con menor tiempo de espera para faena lleva 40 días y la garrapata tiene un ciclo de 21 días. Es decir que si estás en una zona complicada de garrapata es muy difícil cumplir los tiempos de espera para faena”.
UN PLAN REALIZADO CON EL APOYO DE TODAS LAS INSTITUCIONES Y GREMIOS DEL AGRO.
En el proyecto de presupuesto, el artículo que refiere al Plan Nacional de Lucha contra la Garrapata es el 226, sobre el cual el director general de Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, Dr. Marcelo Rodríguez, definió su cometido.
Dijo que la garrapata no es solo un problema sanitario, también económico al representar una pérdida de unos US$ 100 millones por año.
El mal uso de productos químicos genera “multirresistencia, lo que “ha producido que en algunos lugares del país haya problemas serios”, agregó.
En respuesta a eso es que “necesitamos” que el laboratorio oficial (Dilave) sea “reforzado para llegar a la máxima cantidad posible de animales inmunizados, y así evitar las pérdidas”.
Ese refuerzo también refiere a “aspectos edilicios y de funcionamiento informático para hacer más eficiente el trabajo”, reclamó el Dr. Rodríguez ante los legisladores.
El Plan Nacional de Lucha contra la Garrapata “se ha realizado en apoyo de todas las instituciones y todos los gremios involucrados en la institucionalidad agropecuaria”, porque “el Ministerio solo no puede encarar esta tarea”.
Por lo tanto, “el objetivo de este artículo es reforzar todas las tareas que hace el Ministerio, tratar de llevar adelante el Plan Nacional de Lucha contra la Garrapata, reforzar los controles y tratar, en el plazo más breve posible, de disminuir la prevalencia de la enfermedad y también apoyarnos en los bioinsumos y en las vacunas que están en desarrollo en el país”.
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En la foto, el ministro Fratti en la Comisión de Presupuesto de Diputados | Foto de X @DiputadosUY
Sobre el programa Procría dijo que “le falta alguna cosa” en relación al “financiamiento a los productores”.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | Los campos están en muy buen estado, dijo el Ing. Agr. Jorge Riani. Eso es una buena noticia y debemos “valorarla”, agregó, pero también advirtió sobre la amenaza de la garrapata que ya está instalada en su zona de trabajo, el norte, e incluso en algunos departamentos más al sur. Es un problema al que corremos de atrás y que causa “desánimo emocional” en algunos productores, que piensan en abandonar la producción.
Riani fue presidente de la Federación Rural y de la Asociación Agropecuaria de Artigas, y de esta última actualmente integra el equipo directivo.
En el norte del país “los campos están verdes y con la expectativa de generar mucho pasto, lo que es fundamental” para la producción. “En ese sentido estamos bien y los precios acompañan; y la verdad que hay que disfrutar de estos momentos, y valorarlos”, dijo el productor a Todo El Campo.
Aún así, hay temas que preocupan, y uno de ellos es el de la garrapata, agregó. “En el norte hay garrapata y es un problema que le va a tocar a todo el país, una garrapata multirresistente que ha generado en algunos productores un desánimo emocional que como Asociación Agropecuaria nos preocupa. Gente que quiere dejar el rubro, sea estancia arrendada o propia”.
“Más allá de los números, ya sea que gasten 30 o 40 dólares por hectárea, más allá de eso hay un efecto emocional generado al salir a recorrer y encontrar una vaca muerta y al otro día otra. Eso nos preocupa en sobremanera y la Agropecuaria de Artigas está trabajando en ese sentido”.
Parte de ese trabajo consistió en traer al país técnicos argentinos ya que la garrapata viene del norte. “Brasil y algunas zonas de Argentina como Corrientes. Esos países tienen problemas graves, y los técnicos tienen mucha experiencia” en el abordaje del tema.
Consultado sobre el Plan Nacional de Lucha contra la Garrapata que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) presentó de forma oficial en la Expo Prado, Riani dijo que está “muy de acuerdo” con su implementación, y que desde la Agropecuaria de Artigas se había pedido “hace tiempo”.
Valoró positivamente que el Plan incluya a los “agentes dinamizadores sanitarios”, que también ha sido un reclamo “desde hace mucho” de la Agropecuaria artiguense.
La presencia de los “agentes dinamizadores sanitarios significa que habrá gente recorriendo la campaña viendo y evaluando dónde está realmente el problema para poder solucionarlo entre todos”, porque aquel productor que hace las cosas muy bien, si tiene un vecino con problemas de garrapata, no va a poder solucionar ni evitar padecer el mismo mal. Esos agentes dinamizadores deberán definir cuál es la zona problema, y al hacerlo, los productores y el Ministerio podrán trabajar en unificar criterios sanitarios de manera de eliminar el foco”.
“Es un problema que estamos corriéndolo de atrás”, definió, y recordó que “hace 6 o 7 años la Federación Rural lo advirtió. Decíamos ‘mire que se viene, en Argentina y en Brasil el problema es grave’, pero nos decían que el problema era solo del norte. Ahora ya hay garrapata en departamentos como Colonia, Maldonado y otros, quizá no multirresistente, pero las hay”.
“Ahora hay productos nuevos que combaten la garrapata multirresistente, pero tienen un costo muy elevado, entre 30 o 40 dólares por hectárea”, comentó.
AL PROGRAMA PROCRÍA LE FALTA FINANCIACIÓN PARA EL PEQUEÑO PRODUCTOR.
Sobre cómo observa la Expo Prado, Riani dijo que lo ve “con una energía diferente” ya que “la carne vacuna a más de 5.000 dólares la tonelada y con muy buena venta al exterior marca un futuro muy promisorio”.
Además, ha habido charlas sobre temas que “vienen como anillo al dedo”, como “el programa de Procría que es muy interesante. Somos un país que tiene posibilidades de aumentar un 30% los terneros y eso le va a venir muy bien a Uruguay”. Observó que al programa Procría “le falta alguna cosa” en relación al “financiamiento a los productores”. Eso es “básico”, dado que “si se lleva tecnología al productor chico pero este no tiene plata para comprar ración, destetar, alambrar, asegurarse el agua, si no tiene ese dinero que es muy difícil a nivel de bancos, no se como va a resultar. Ese es un tema que estamos planteando como agremiación, poque la tecnología puede ser muy buena, pero se necesita financiación”.
¿Qué estrategia tiene Uruguay para el control de la garrapata? INIA y el MGAP organizaron una actividad para contestar esta pregunta en la antesala del lanzamiento del Plan Nacional de Lucha contra la Garrapata.
Montevideo | Todo El Campo | En Uruguay el problema de la garrapata ocasiona pérdidas en el sector ganadero por unos US$ 50 millones cada año. Para hacer frente a este escenario, el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) organizaron una actividad donde adelantaron los lineamientos del Plan Nacional de Lucha Contra la Garrapata que lanzará Presidencia el 26 de agosto y compartieron los aportes de la ciencia agropecuaria en la materia.
La apertura estuvo a cargo de la Ing. Agr. Mariana Espino, directora de INIA Salto Grande; el Dr. Alejo Menchaca, coordinador de la Plataforma de Salud Animal (PSA) de INIA, y el Dr. Marcelo Rodríguez, quien dirige la Dirección General de Servicios Ganaderos (MGAP). Los tres destacaron que es un desafío prioritario para Uruguay y, por lo tanto, su abordaje requiere de esfuerzos interinstitucionales.
Luego tomó la palabra el director de Sanidad Animal del MGAP, Dr. Carlos Fuellis, quien repasó el estado de situación de la problemática. “Estamos ante una emergencia parasitaria, con un aumento sostenido de la prevalencia en predios, la expansión del parásito en zonas libes y la presencia de focos multirresistencia y de residuos de garrapaticidas en productos de origen animal, lo que genera riesgos en los mercados de exportación y en el consumo interno”, detalló.
Para hacer frente a esto, explicó que el Plan Nacional de Lucha contra la Garrapata tiene tres objetivos estratégicos: a) controlar la garrapata en la zona endémica, b) erradicarla de las áreas libres y c) consolidar el enfoque de “Una salud”.
Para lograr dichos objetivos, se plantearon metas específicas, como establecer un diagnóstico de base a través de muestreos y registros de datos; reducir la morbimortalidad por hemoparásitos ampliando la disponibilidad de hemovacunas; reducir y retrasar la multirresistencia, promoviendo diagnósticos poblacionales de sensibilidad y el uso responsable de acaricidas.
“Eliminar los residuos de garrapaticidas en la carne y subproductos es una prioridad. Por eso evaluamos reactivar programas como El Vigía, para registrar las ventas de productos veterinarios, y revitalizar los puestos de control sanitario en rutas estratégicas”, destacó Fuellis.
En materia legal, apuntó la necesidad de volver a aplicar la ley de garrapata N° 18.268, aprobada en 2008, “que provee todas las herramientas necesarias para enfrentar esta emergencia parasitaria”.
INIA TRABAJA EN UNA HERRAMIENTA DE CONTROL BIOLÓGICO/GENÉTICO.
En su turno, el Dr. Menchaca, resumió la problemática y la solución que está investigando la PSA de INIA. Explicó que “las garrapatas se alimentan de la sangre del huésped generando debilidad y sufrimiento a los animales, pero también transmiten diversas enfermedades que causan la muerte en una importante proporción de la población”.
“Habitualmente se usan productos químicos para combatirla y eso puede generar problemas de inocuidad en la carne y leche producida, limitando su uso en la ganadería de Uruguay”, agregó.
Para evitar estas dificultades, Menchaca explicó que INIA trabaja en una herramienta de control biológico/genético eficaz, que no requiera usar químicos y con un costo que posibilite su implementación. La solución busca generar machos cuyo genoma permite que, al cruzarse con garrapatas silvestres, las crías hembra no logren sobrevivir y se corte el ciclo reproductivo. “Mejor aún, las crías macho sí sobreviven y además son capaces de transmitir la misma característica a su descendencia. Así, generación tras generación, la población de la garrapata se verá controlada con la disminución de hembras”, señaló.
“Uruguay pierde anualmente cerca de mil millones de dólares por problemas sanitarios en animales, mientras la inversión en investigación es mínima. Innovar en nuevas soluciones es fundamental, al igual que lo es usar bien las herramientas actuales disponibles”, planteó Menchaca.
En esa línea, el Dr. Pablo Parodi, de la PSA de INIA, mostró experiencias prácticas sobre el control en campo. Subrayó que “la estrategia debe centrarse en el control y no en la erradicación, aplicando medidas como la rotación de acaricidas en base a pruebas de sensibilidad, la bioseguridad predial y el uso de hemovacunas”. También insistió en la necesidad de registrar datos y adaptar las prácticas a la realidad de cada establecimiento.
USO RESPONSABLE DE PRODUCTOS.
Sobre el final, tomó la palabra el Dr. Diego Moreira, coordinador del Programa Nacional de Residuos Biológicos. Señaló que en el marco del programa se analizan cerca de 7.000 muestras al año, con menos del 1% de no conformidad, “aunque la mayoría de los hallazgos corresponden a garrapaticidas como fipronil, clorpirifós y etión”. En este sentido, advirtió que el uso indebido de estos productos puede comprometer el acceso a mercados, como la Unión Europea o China, y subrayó la necesidad de “un uso responsable y regulado para garantizar inocuidad y sostenibilidad exportadora”. En el cierre, los expositores valoraron positivamente la instancia y coincidieron en la importancia de mantener el trabajo articulado entre instituciones, productores y academia. “No hay manera de que podamos enfrentar este problema individualmente. La autoridad oficial tiene su deber, pero debemos trabajar en conjunto para hacer frente a este problema de manera sostenible”, concluyeron.