Sector cárnico español inicia campaña para reducir el desperdicio de alimentos.

Sector cárnico español inicia campaña para reducir el desperdicio de alimentos.

En el mundo, “un tercio de los alimentos que se producen no se aprovechan”. Europa avanza en la toma de conciencia.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | En el mundo se producen millones de toneladas de desperdicios alimentos diarios, América y Europa son los continentes donde más alimentos se desperdician, pero en el combate a ese desperdicio, Europa paree llevarnos la delantera.

Esa delantera europea se ve en el accionar de las empresas, las leyes y la creciente concientización de la opinión pública.

Anafric, la Asociación Empresarial Cárnica, una entidad privada con sede en Barcelona (España), que reúne empresas de del sector cárnico, puso en marcha “una campaña de comunicación para frenar el desperdicio de los alimentos”, según lo anunció el miércoles 13 de setiembre.

En un comunicado llegado a Todo El Campo, Anafric considera que “el desperdicio alimentario se ha convertido en una de las preocupaciones más importantes a nivel mundial”.

Ese desperdicio “se genera en todas las etapas de la cadena alimenticia, desde la producción primaria hasta el consumo”, y según datos oficiales españoles “las cifras del desperdicio a nivel mundial son elevadas”, con estimaciones que muestran que “un tercio de los alimentos que se producen no se aprovechan”.

CARNES, LÁCTEOS Y OLEAGINOSAS: 20% DE LOS ALIMENTOS DESPERDICIADOS.

Las carnes “forman parte de los alimentos que menos se desperdician”, pero “con los lácteos y las semillas oleaginosas” representan “el 20% de los alimentos que se desperdician”.

Para cambiar eso, Anafric inició una campaña de comunicación que difunde “qué está haciendo el sector cárnico para poner freno al desperdicio y para concienciar de la contribución necesaria e imprescindible de todos los eslabones de la industria cárnica para detener el cambio climático y contribuir a una mejor distribución de los alimentos a nivel global”.

REDUCCIÓN DE DESPERDICIOS: DEBEMOS DECIRLO Y DEMOSTRAR QUE LO HACEMOS.

Con todos los públicos como objetivo, el presidente de Anafric, José Friguls, expresó: “Creemos que es necesario no sólo informar sobre la importancia de poner freno al desperdicio, sino notificar todos los proyectos que la industria cárnica y el sector de la restauración están llevando a cabo. Es necesario que la sociedad comprenda que las industrias estamos implicadas, llevamos años concienciadas porque nuestro futuro depende de lo que hagamos hoy”.

El sector cárnico realizará la campaña en diferentes escalones: “En noviembre se relacionará el desperdicio con el consumo doméstico. En febrero de 2024, la temática será el ámbito laboral y a partir del mes de mayo de 2024 las informaciones consistirán en consejos destinados a los establecimientos comerciales”.

Es un trabajo que debe comprometer a “todos”, enfatizó Friguls. “La prevención y la reducción debe formar parte de nuestro ADN, pero no sólo debemos decirlo, sino demostrar que lo hacemos”.

Uruguay desperdicia 1 millón de toneladas de alimentos por año.

Uruguay desperdicia 1 millón de toneladas de alimentos por año.

En Uruguay el 11% de los alimentos disponibles para consumo humano se pierde o desperdicia cada año, lo que represente cerca de 1 millón de toneladas anuales. Para corregirlo, el Parlamento y la FAO colaboran para reducir las pérdidas.

Cuatro expertos de la Organización de Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (FAO) aportaron datos para legislar en reducción de pérdidas y desperdicio de alimentos en la Comisión Especial de Derecho a la Alimentación del Parlamento uruguayo.

Las pérdidas y desperdicios de alimentos representan un desafío en el trabajo de los países para transformar los sistemas agroalimentarios, especialmente en un contexto de alza de precios de los alimentos y aumento del hambre e inseguridad alimentaria a nivel global”, indicó la oficial superior de Políticas de FAO para América Latina y el Caribe, Daniela Godoy.

La gran mayoría de los uruguayos no somos conscientes de lo que significa y el grado de importancia que tiene el desperdicio de alimentos en nuestro país. Capaz que el principio de todo, sabiendo lo que queremos lograr, es que tenemos que tratar de comunicar por qué tenemos un problema para después pensar en la solución”, declaró el Coordinador del Frente Parlamentario contra el Hambre de Uruguay y presidente de la Comisión, el diputado Armando Castaingdebat.

Para la FAO, las pérdidas de alimentos hacen referencia a la disminución de la cantidad o calidad de los alimentos como consecuencia de las decisiones y acciones de los proveedores de alimentos en la cadena, sin incluir la venta al por menor, los proveedores de servicios alimentarios y los consumidores.

En tanto, los desperdicios de alimentos son la disminución de la cantidad o calidad de los alimentos como resultado de las decisiones y acciones de los minoristas, los servicios alimentarios y los consumidores.

Reducir las pérdidas y desperdicios de alimentos debe ser una prioridad en la agenda global y en la de los países de América Latina y el Caribe, porque no solo tiene efectos en la inseguridad alimentaria, también tiene graves consecuencias sociales y económicas, y un gran impacto ambiental” precisó la especialista de la FAO en Pérdidas y Desperdicio de Alimentos, Sara Granados.

También estuvieron presentes para brindar elementos para el trabajo de la comisión, varios integrantes del equipo de la FAO en Uruguay que siguen este tema y, de manera virtual, otros miembros del equipo regional de la organización.

Pérdidas y desperdicios de alimentos en Uruguay: US$ 600 millones.

La experiencia internacional sugiere que reducir la pérdida y desperdicio de alimentos contribuye a mejorar el acceso económico a los alimentos y por lo tanto fortalece la seguridad alimentaria.

La información disponible sobre este tema en el país fue elaborada por la Fundación Ricaldoni a iniciativa de la FAO.

Un estudio publicado en 2017 establece que el volumen de pérdidas y desperdicios de alimentos están en el entorno del 11% de la oferta de alimentos disponible para consumo humano. Esto representa alrededor de 1 millón de toneladas por año, con un valor estimado de 600 millones de dólares, con base en la materia prima.

Además, el estudio publicado por la FAO indica que el 66% de las pérdidas y desperdicios se produce en las etapas de producción y poscosecha. En cuanto a al volumen de esas pérdidas por producto, se estableció que se trata de un 25% de cereales, 20% de lácteos, 19% de caña de azúcar, 15% de oleaginosos, 12% de frutas y hortalizas y 8% carne.

Los últimos datos del Estado de la Seguridad alimentaria y la nutrición relativos a Uruguay indican que la prevalencia de subalimentación (o hambre) pasaron de 3,9% en el periodo 2004-2006 a estar por debajo del 2,5 en 2018-2020 y la inseguridad alimentaria grave se redujo levemente de 6,8 % en 2014-16 a 6,7% en 2018-2020.

Sin embargo, la inseguridad alimentaria moderada o grave aumentó de 21,6% en 2014-16 a 23,5% de la población en 2018-2020.

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