El Producto Interior Bruto (PIB) de China alcanzó el año pasado los 134,9 billones de yuanes, unos 19 billones de dólares.
Montevideo | Todo El Campo | China tuvo un crecimiento del 5% en 2024, cumpliendo con el objetivo que se planteó la autoridad económica de ese país para el año que finalizó, según un comunicado de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).
En 2024 el Producto Interior Bruto (PIB) chino fue de 19 billones de dólares, o sea unos 134,9 billones de yuanes.
El crecimiento del sector primario fue del 3,5%, el de la industria del 5,3% y el sector servicios del 5%.
Oficina Nacional de Estadísticas comentó: “En términos generales, la economía nacional en 2024 fue estable con un progreso constante, el desarrollo de alta calidad avanzó de manera constante y se dieron nuevos pasos sólidos en la construcción de la modernización china”.
“DIFICULTADES Y DESAFÍOS”.
Asimismo, los funcionarios advirtieron de que los efectos adversos provocados por el entorno externo “están aumentando”, mientras que la demanda interna es insuficiente, algunas empresas tienen dificultades en la producción y la economía aún enfrenta dificultades y desafíos.
La oficina agregó que se debe “profundizar aún más la reforma y la apertura, implementar políticas macroeconómicas más proactivas y efectivas, expandir las demandas internas, promover avances integrados en la innovación tecnológica e industrial, estabilizar las expectativas del mercado e impulsar la vitalidad interna, a fin de garantizar la continua recuperación y desarrollo económico”.
FLEXIBILIZACIÓN Y LA SOMBRA DE TRUMP.
“La economía recuperó algo de impulso el último trimestre, gracias a los vientos de cola de la reciente flexibilización de las políticas”, destacó Zichun Huang, economista para China de la consultora Capital Economics, para quien el estímulo fiscal debería seguir proporcionando apoyo a corto plazo a la actividad, “pero no impedirá que el crecimiento vuelva a desacelerarse a finales de 2025”.
“Aún esperamos que el crecimiento se desacelere en 2025 en su conjunto, ya que es probable que Trump cumpla pronto con sus amenazas arancelarias y los desequilibrios estructurales persistentes siguen pesando sobre la economía”, ha añadido.
Los períodos largos de crecimiento económico lento pueden provocar un repunte en la desigualdad. No obstante, un conjunto equilibrado de políticas puede prevenir ese desenlace.
Montevideo | Todo El Campo | Las perspectivas de crecimiento global que realizan diferentes organizaciones y economistas del mundo entero, muestran guarismo bajos y preocupantes. Es que “la economía mundial se ha atascado en un ritmo bajo de crecimiento, lo que podría suponer un serio revés en la lucha contra la pobreza y la desigualdad”, advirtió la Ec. Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional en un artículo de opinión al que accedió Todo El Campo.
Recientemente, “la economía mundial dio muestras alentadoras de resiliencia ante toda una serie de shocks” que el mundo entero a sufrido, que Georgieva no menciona a que se refiere, pero todo el mundo es consciente de cuánto golpeó la pandemia y cuánto golpea ahora la invasión de Rusia a Ucrania.
A pesar de esos golpes, “el mundo no entró en recesión, como predecían algunos, cuando los bancos centrales de todo el globo subieron las tasas de interés para contener la inflación”.
“Sin embargo, a medida que nos alejamos de los años de crisis de la pandemia, necesitamos evitar que el mundo caiga en un período prolongado de crecimiento anémico que perpetúe la pobreza y la desigualdad”, agregó.
La pandemia tuvo sus efectos adversos: “La pobreza extrema creció tras décadas de descenso continuado, mientras que el hambre en el mundo aumentó y la reducción de la desigualdad a largo plazo entre países se estancó”, pero si no somos capaces de tomar el camino del crecimiento, empeoraremos: “Los períodos de estancamiento que duran cuatro años o más tienden a provocar, dentro de los países, un aumento de la desigualdad de ingresos que roza el 20%, lo que supera considerablemente el aumento debido a una recesión manifiesta”.
Además, mientras dura el estancamiento “aumenta el desempleo estructural” y se “reduce la porción del ingreso de un país que acaba en manos de los trabajadores”. La combinación de ambos factores más “un espacio fiscal limitado”, tiende a agrandar la brecha del ingreso.
“Dicho de otro modo: cuanto más tiempo estemos atascados en un crecimiento bajo, más desigual será el mundo. Eso ya sería de por sí un serio revés para el progreso que hemos logrado en las últimas décadas. Además, como hemos visto, la desigualdad creciente puede promover el descontento ante los avances de la integración económica y tecnológica”.
PROMOVER LA COMPETENCIA Y MEJORAR EL FINANCIAMIENTO.
Con ese contexto, Kristalina Georgieva destaca algunos pasos claves de la política económica, por ejemplo menciona promover la competencia y mejorar el acceso al financiamiento, ya que eso “podría hacer que los recursos fluyan de manera más eficiente y se incremente la productividad”.
LIBRE COMERCIO.
Otro punto es “el papel que ha desempeñado el libre comercio como motor del crecimiento y la creación de empleo”; sin embargo “también es cierto que los beneficios del comercio no han llegado a todos por igual, motivo por el que debemos hacer más por garantizar que las ganancias se repartan de una manera justa. En cualquier caso, cerrar nuestras economías sería un error”.
POLÍTICA FISCAL CON TENOR SOCIAL.
Otra herramienta es “asegurarnos de que las políticas fiscales apoyen a los miembros más vulnerables de la sociedad”. Para lo cual “gravar las rentas del capital y las propiedades inmobiliarias, por ejemplo, es en definitiva una forma relativamente progresiva de incrementar los ingresos tributarios”.
“La gente necesita confiar en que los impuestos que paga se utilizarán para ofrecer servicios públicos, no para que los poderosos se enriquezcan”, de ahí la importancia de “aumentar la transparencia y disminuir la corrupción”.
Asimismo, los programas sociales “pueden marcar una gran diferencia en lo que respecta a la desigualdad, incluidas iniciativas como las ayudas para comedores escolares, las prestaciones por desempleo y las pensiones. Todo esto debe protegerse”.
Los estudios del FMI muestran que las políticas redistributivas potentes como los programas de gasto social y la inversión pública en educación, pueden reducir la desigualdad entre 1,5 y 5 veces más que las políticas menos decididas.
“RED MUNDIAL DE SEGURIDAD FINANCIERA PARA LOS PAÍSES QUE PRECISEN APOYO”.
Por último, la Ec. Georgieva subrayó que la comunidad internacional “necesita una red mundial de seguridad financiera fuerte para los países que precisen apoyo”.
Para los países que necesitan apoyo es clave garantizar que se ofrezca “financiamiento a tasas de interés asequibles”.
“Una de las lecciones que nos ha enseñado la historia reciente es que no debemos ignorar a aquellos a quienes el progreso económico y tecnológico deja atrás, ya sean individuos dentro de los países o naciones enteras que luchan por acortar esa distancia. Más bien, con las políticas adecuadas y a través de la colaboración, tenemos la posibilidad de construir un mundo próspero e igualitario para todos”, concluyó la economista. Foto de portada de Bicanski en Pixnio.com.
Para 2025 y 2026 los pronósticos de crecimiento por los consultados por el Banco Central, cae a 2,50%.
Montevideo | Todo El Campo | En 2024 el crecimiento de Uruguay sería del 3,30% y la inflación del 5.30%.
La Encuesta de Expectativas publicada el martes 20 de agosto por el Banco Central del Uruguay (BCU) mantuvo la proyección de crecimiento de la economía uruguaya en el 3,30% para 2024.
La encuesta que recoge la opinión de economistas e instituciones financieras mantiene el crecimiento que se estimó en julio y muestra un abanico que va desde un crecimiento del 2,50% (los más pesimistas), a 4,50% (los más optimistas).
Para 2025 y 2026 los pronósticos de crecimiento por los consultados por el Banco Central, cae a 2,50%.
INFLACIÓN.
En cuanto a la inflación, se prevé que en 2024 sea del 5,30%.
Foto de portada de Rene Garcia en X @garciarene1212
El año pasado Brasil creció 2,9%; Colombia 0,6%, Uruguay 0,4% y Chile 0,2%.
Montevideo | Todo El Campo | El Banco Central de Paraguay informó que en 2023 ese país creció 4,7% logrando liderar el crecimiento de los países de la región. Al que peor le fue, Argentina con crecimiento negativo: -1,6%.
La casa bancaria guaraní elaboró un completo informe de 34 páginas titulado “Reporte de Cuentas Nacionales Trimestrales (CNT)”.
En el ítem de la producción y conforme a los datos del cierre de la campaña agrícola 2022/2023 y estimaciones 2023/2024, proveídas por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) paraguaya, cerró 2023 con un crecimiento del 4,1%.
El año pasado Brasil creció 2,9%; Colombia 0,6%, Uruguay 0,4% y Chile 0,2%.
El diario asunceno ABC comentó que la expansión de la economía “se debe en parte al rebote estadístico y la recuperación de sectores que fueron muy afectados en el año 2022 por la sequía”, particularmente la agricultura y el sector energético, “como también por la recuperación de actividades que quedaron muy relegadas tras el impacto de la pandemia”, como es el caso de la industria y los servicios.
“REPORTE DE CUENTAS NACIONALES TRIMESTRALES (CNT)”.
Hay riesgos que escapan a la región y al control de los gobiernos latinoamericanos, pero que podrían afectar el avance de sus economías: tensiones geopolíticas, fenómenos meteorológicos y la desaceleración china.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | “Las perspectivas económicas de la región sugieren una recuperación gradual, con un crecimiento proyectado del 2,3% en 2024 y del 2,5% en 2025”, señala el Banco Mundial en el documento “Perspectivas económicas mundiales: Región de América Latina y el Caribe” elaborado en el mes de enero.
Para Uruguay señala que el crecimiento estimado del PIB en 2024 será del 3,2% y en 2025 del 2,6%.
En el caso de Brasil, el crecimiento se desacelerará al 1,5% en 2024, pero en 2025 se recuperará y se ubicará en el 2,2%.
México tendrá un crecimiento que “se atenuará hasta el 2,6% en 2024 y el 2,1% en 2025.
Respecto a Argentina, se prevé que su economía “se recupere y se expanda un 2,7% en 2024 y un 3,2% en 2025, tras la sequía de 2023”.
El crecimiento de Colombia “mejorará del 1,2% en 2023 al 1,8% en 2024 y 3% en 2025”.
En Chile, “el crecimiento será del 1,8% en 2024 y luego se acelerará al 2,3% en 2025”.
“Asimismo, se proyecta que Perú se recuperará de la contracción de 2023, con un crecimiento del 2,5% en 2024 y 2,3% en 2025”, gracias a la minería.
“Con exclusión de Guyana, que experimenta un auge de sus recursos, se espera que las economías del Caribe crezcan un 4,1% en 2024 y un 3,9% en 2025, en parte debido a la actual expansión del sector turístico” y América Central presentará “un crecimiento sostenido, con tasas del 3,7% en 2024 y 3,8% en 2025. Esta perspectiva se apoya en un aumento moderado de las remesas, en especial en 2024”, señala el Banco Central.
Por otro lado, el documento señala que “a largo plazo, la región deberá enfrentar desafíos persistentes”, como “la desaceleración de la productividad total” y “el envejecimiento de la población”, lo que lleva a que “el potencial de crecimiento económico disminuya”.
RIESGOS: TENSIONES GEOPOLÍTICAS, CAMBIO CLIMÁTICO Y DESACELERACIÓN CHINA.
Para el Banco Mundial, “la modesta expansión regional prevista está expuesta a múltiples riesgos”, entre los que menciona “la escalada de las tensiones geopolíticas, especialmente en Oriente Medio” que “podría perturbar los mercados energéticos y provocar un alza de los precios del petróleo”.
También “los fenómenos meteorológicos extremos, intensificados por el cambio climático, representan amenazas adicionales, en particular para los sectores sensibles al clima, como la agricultura, la energía y la pesca”.
Una “más abrupta desaceleración” de la economía china “podría tener importantes efectos secundarios en la demanda externa, lo que afectaría las exportaciones de productos básicos de la región”, advierte.