Hay riesgos que escapan a la región y al control de los gobiernos latinoamericanos, pero que podrían afectar el avance de sus economías: tensiones geopolíticas, fenómenos meteorológicos y la desaceleración china.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | “Las perspectivas económicas de la región sugieren una recuperación gradual, con un crecimiento proyectado del 2,3% en 2024 y del 2,5% en 2025”, señala el Banco Mundial en el documento “Perspectivas económicas mundiales: Región de América Latina y el Caribe” elaborado en el mes de enero.

Para Uruguay señala que el crecimiento estimado del PIB en 2024 será del 3,2% y en 2025 del 2,6%.

En el caso de Brasil, el crecimiento se desacelerará al 1,5% en 2024, pero en 2025 se recuperará y se ubicará en el 2,2%.

México tendrá un crecimiento que “se atenuará hasta el 2,6% en 2024 y el 2,1% en 2025.

Respecto a Argentina, se prevé que su economía “se recupere y se expanda un 2,7% en 2024 y un 3,2% en 2025, tras la sequía de 2023”.

El crecimiento de Colombia “mejorará del 1,2% en 2023 al 1,8% en 2024 y 3% en 2025”.

En Chile, “el crecimiento será del 1,8% en 2024 y luego se acelerará al 2,3% en 2025”.

“Asimismo, se proyecta que Perú se recuperará de la contracción de 2023, con un crecimiento del 2,5% en 2024 y 2,3% en 2025”, gracias a la minería.

“Con exclusión de Guyana, que experimenta un auge de sus recursos, se espera que las economías del Caribe crezcan un 4,1% en 2024 y un 3,9% en 2025, en parte debido a la actual expansión del sector turístico” y América Central presentará “un crecimiento sostenido, con tasas del 3,7% en 2024 y 3,8% en 2025. Esta perspectiva se apoya en un aumento moderado de las remesas, en especial en 2024”, señala el Banco Central.

Por otro lado, el documento señala que “a largo plazo, la región deberá enfrentar desafíos persistentes”, como “la desaceleración de la productividad total” y “el envejecimiento de la población”, lo que lleva a que “el potencial de crecimiento económico disminuya”.

RIESGOS: TENSIONES GEOPOLÍTICAS, CAMBIO CLIMÁTICO Y DESACELERACIÓN CHINA.

Para el Banco Mundial, “la modesta expansión regional prevista está expuesta a múltiples riesgos”, entre los que menciona “la escalada de las tensiones geopolíticas, especialmente en Oriente Medio” que “podría perturbar los mercados energéticos y provocar un alza de los precios del petróleo”.

También “los fenómenos meteorológicos extremos, intensificados por el cambio climático, representan amenazas adicionales, en particular para los sectores sensibles al clima, como la agricultura, la energía y la pesca”.

Una “más abrupta desaceleración” de la economía china “podría tener importantes efectos secundarios en la demanda externa, lo que afectaría las exportaciones de productos básicos de la región”, advierte.

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