China está en un “cambio de hábitos”, lo que hace caer el precio de cerdo en el mercado interno.
Con una población de 1.440 millones de personas, China consume 57 kgs de carne de cerdo por habitante y por año, lo que coloca al país con el mayor nivel en el mundo.
Montevideo | Todo El Campo | ¿Qué está pasando con la carne de cerdo en China cuya demanda cae y tira los precios al piso con una caída del 16% en lo que va del año? La pregunta la planteó el analista internacional Jorge Castro y él mismo dio la respuesta en una columna en la sección Rural del diario argentino Clarín.
Con el título “Se hunde el precio de la carne de cerdo en China”, Castro explica qué es lo que está sucediendo con ese país donde el cerdo representa el 60% de la carne consumida, y hacia allí va la mitad de la carne de cerdo que produce el mundo anualmente.
Para tener una idea del volumen que está en juego, a fines de 2023 la Asociación Brasilera de Frigoríficos (Abrafrigo) informó que en el tercer trimestre de ese año el consumo de carne de cerdo en China fue de 12,67 millones de toneladas. Agrega que los productores chinos han agrandado sus rebaños con la esperanza de que una recuperación económica más sólida aumente la demanda de carne, pero el consumo ha sido decepcionante.
Volviendo a Castro, el analista argentino sostiene que la caída de la demanda china se debe a “cambios de hábito de la población”.
En 2023 China tenía 423 millones de cabezas de cerdo, o sea “más de la mitad de la población porcina del mundo”, una especie que “fue devastada por la epidemia de ‘fiebre porcina’ que flageló a la República Popular entre 2018 y 2021, en la que se perdieron más de 400 millones de unidades que debieran ser eliminadas al resultar infectadas, lo que significa que adquirió características verdaderamente catastróficas”.
Ese fenómeno hizo que la carne de cerdo, “principal producto de consumo de la dieta popular, haya experimentado extraordinarias oscilaciones, hundiéndose y adquiriendo luego niveles récord sucesivamente”.
La caída de cerdos “en el momento más álgido de la epidemia” llegaron a registros de un “mínimo histórico de 314 millones de cabezas en 2019”. Fue cuando el precio de la carne porcina tocó “un récord histórico a contar desde 1949 con un aumento de más de 60% respecto al promedio de los 10 años previos; y con posterioridad, una vez concluido el flagelo, se hundió a los niveles más bajos de la historia, acentuando un clima de deflación” en China.
Castro se remonta a 1978, a la China de Deng Xiaoping, ya que fue durante su Gobierno y frente a la globalización, que el país “tuvo como primera y fundamental consecuencia un vuelco masivo al consumo de proteínas cárnicas”.
Ahora, la industria tiene como problema “su sobrecapacidad de producción, lo que ha tenido un efecto directo en la volatilidad extrema que caracteriza su precio en el mercado doméstico”.
LA NUEVA CLASE MEDIA CHINA.
“El precio de la carne de cerdo es un componente principal del índice de precios al consumidor (IPC) que es la expresión esencial de la tasa de inflación doméstica, y que el año pasado ascendió a menos de 3% anual”, agrega. En China, en 2023, el precio del cerdo bajó 13,6% al tiempo que cambia “la estructura dietaría de la población, especialmente entre los 500 millones de habitantes de la nueva clase media con niveles de ingresos comparables a los estadounidenses (US$ 35.000 / US$ 45. 000 anuales).
Esta nueva clase media tiene gustos alimentarios “cada vez más sofisticados, y una preocupación creciente por la salud y el sobrepeso”.
Son todos factores que frenan la demanda de la carne de cerdo, empujando los precios domésticos para abajo.
“No hay deflación en China, sino una modificación estructural e irreversible, un cambio de época”, finaliza Castro.
Foto de portada de Rachael Holzman| Pexels.