Por las características de la mosca, que se mueve en el medio rural, el trabajador rural es el más afectado. Se registran más de 800 casos por año.
Hébert Dell’Onte | El ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, abrió la presentación de los avances sobre el proyecto para la erradicación de la bichera que tuvo lugar el miércoles 14 de setiembre en la sala de Conferencias en la Expo Prado.
Dijo que el Gobierno decidió llevar adelante las acciones para erradicar la bichera y en eso “se ha trabajado mucho” desde la gestión del exministro Carlos María Uriarte -allí presente- a quien definió como “gran entusiasta” de ese tema, y como tal “en su rol de ministro”, cargo que desempeñó entre marzo 2020 y junio de 2021, dio un empuje importante a la iniciativa.
A nivel de productores “hay expectativa”, dijo el jerarca y bromeó diciendo que esa “expectativa no está reflejada en el auditorio” dado que en el momento de iniciar la actividad la sala estaba con un tercio de público. Sin embargo, minutos después la sala prácticamente se llenó con público de todas las edades, con muchos jóvenes, hecho que fue resaltado por los expositores.
Diego de Freitas, director de Servicios Ganaderos, se limitó a presentar a los técnicos que harían uso de la palabra, Laura Marques, representante del Departamento de Programas Sanitarios de la División Sanidad Animal y Federico Fernández, asesor técnico de la Dirección General de Servicios Ganaderos.
PÉRDIDAS DIRECTAS E INDIRECTAS, Y AFECTACIÓN A LA SALUD HUMANA.
En su presentación, Marques dijo que la bichera genera pérdidas directas e indirectas.
Las directas son la mortalidad en los animales, el gasto en los productos, gastos en mano de obra por la cantidad de gente y de horas de personas dedicadas a hacer curaciones, “ese es el costo más grande que tiene en el país esta parasitosis”, subrayó.
Las pérdidas indirectas son la disminución de la producción, daños en el manejo en el establecimiento porque se evitan determinadas actividades si estamos en la época de la bichera, se postergan o no se atienden otras tareas, dificultades para la contratación de personal, sobre todo si hay que trabajar con ovinos que es el más afectado.
Además, estamos ante un tema de bienestar animal, un tema que también afecta la fauna silvestre. Y algo muy importante es que afecta la salud humana porque es una zoonosis.
A su vez, también afecta al comercio internacional por dos motivos: primero por la inocuidad con el uso de productos para el manejo de la bichera, y segundo por la exportación de ganado en países libres de mosca como son los países árabes.
Sobre el contagio a humanos, Marques dijo que en 2006 se realizó una encuesta que estableció que el 0,7% de la población rural estaba afectada, lo que representa 818 personas por año.
“Es una mosca del área rural, no es doméstica, no la vemos en la casa”, precisó, “y eso hace que el trabajador rural esté expuesto”.
EN ESTADOS UNIDOS ES UNA ENFERMEDAD DESCONOCIDA.
El primer país en erradicar la mosca fue Estados Unidos, en 1966: “Desde esa fecha no hay un veterinario, un agrónomo, un productor, que haya visto una bichera”, razonó la técnica.
“Luego fue México en 1991” y desde ahí fue bajando hacia el sur con Guatemala en 1994, El Salvador 1995, hasta llegar a Panamá en 2006 que es donde está la última barrera biológica.
Esa barrera consiste en “dispersar continuamente moscas estériles de manera que no suban de Colombia hacia toda la zona que está libre, se dispersa por avión y a veces terrestre”.
UN PROCEDIMIENTO AMIGABLE CON EL MEDIO AMBIENTE.
Un detalle importante mencionado por Federico Fernández es que la técnica que asume Uruguay para erradicar la bichera ya fue “validada en muchos países”, inclusive en el nuestro, y “es amigable con el medio ambiente”.
ARGENTINA Y BRASIL NO ACOMPAÑAN.
Argentina y Brasil no acompañan la iniciativa de Uruguay en el combate a la bichera. Consultado el ministro Mattos sobre por qué ambos países se mantienen al margen, dijo que “no es que estén en contra, sino que para ellos no es una prioridad en sus programas sanitarios”.
La posición de uno y otro país es diferente: “Brasil está un poco más avanzado, no hay un compromiso escrito, pero sí de acompañar un convenio bilateral de ambos ministerios de colaborar”.
“Seguramente, desde el sector productor hay un poco más de decisión que en el sector oficial”, estimó.
Pero “son países continentales, tienen otras prioridades desde el punto de vista de la economía y no está dentro de los planes de prioridad mayor en sus agendas sanitarias”, concluyó.
La parasitosis fue erradicada en nueve países y casi dos continentes: “Lograron resolver este problema aún en países selváticos, donde la temperatura no baja de los 25° o 30° y la humedad promedio anda en el entorno del 80%, lo cual hace que sea un paraíso para el hábitat de las moscas”.
Alberto Bozzo, directivo y delegado de Cooperativas Agrarias Federadas (CAF) en el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), fue parte de la misión oficial del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) que viajó recientemente a Panamá para conocer la exitosa experiencia de ese país en el control de mosca de la bichera. “Con el apoyo de las gremiales agropecuarias y el compromiso del Poder Ejecutivo, en Uruguay tenemos una perspectiva bien interesante para solucionar este problema”, valoró.
La mosca de la bichera es un parásito que en Uruguay genera pérdidas por unos 40 millones dólares en el sector ganadero y presenta más de 1.000 casos por año en humanos. El Ministerio de Ganadería estableció un plan para erradicar esta plaga en cuatro años, luego de comenzar la dispersión de moscas ya esterilizadas, en setiembre del 2023.
En ese marco, una misión oficial encabezada por el ministro Fernando Mattos, visitó Panamá, en junio, para conocer las actividades realizadas por ese país en conjunto por el Gobierno panameño el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
El directivo de CAF, Alberto Bozzo, fue parte de esa delegación, que visitó la planta de la Comisión Panamá-Estados Unidos para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (Copeg), única planta en el mundo donde se producen las moscas estériles y se realizan los controles para evitar una reintroducción del parásito en las zonas saneadas.
“En Copeg trabajan 428 funcionarios que se dedican a todo lo que implica la campaña de erradicación, desde producir la mosca y efectuar los controles de calidad en laboratorios específicos de bioseguridad, hasta las tareas de dispersión y comunicación. A lo largo de todo el país, hay publicidad sensibilizando a la población sobre la importancia a estar atentos al control de la mosca y de avisar a Copeg en caso de percibir alguna anomalía”, explicó.
La campaña comenzó en Estados Unidos, continuó en México y en todos los países de Centroamérica, para culminar en Panamá.
La parasitosis fue erradicada en nueve países y casi dos continentes: “Lograron resolver este problema aún en países selváticos, donde la temperatura no baja de los 25° o 30° y la humedad promedio anda en el entorno del 80%, lo cual hace que sea un paraíso para el hábitat de las moscas”.
“Como ventaja, en Uruguay tenemos invierno, lo cual baja muchísimo la incidencia de la mosca y nos permite vislumbrar un éxito aún mayor de la campaña para la erradicación”, enfatizó el directivo de CAF.
Bozzo indicó que, como parte de la misión, tuvieron la oportunidad de estar a solo unos 20 kilómetros de la selva amazónica que limita Panamá y Colombia, donde se concentran los esfuerzos de erradicación. “Son 170 kilómetros a lo largo de los cuales se dispersan 15 millones de mosca por semana”. También remarcó que Copeg tendría la capacidad para abastecer toda la campaña de erradicación de Uruguay y que también está dispuesto a brindar apoyo técnico a nuestro país.
El plan del Gobierno uruguayo.
En setiembre de 2023, el MGAP intentará dispersar en todo el territorio nacional 25 millones de moscas por semana en las zonas previamente definidas, a fin de cubrir unos 1.000 kilómetros de frontera con Brasil y Argentina, explicó Mattos en conferencia de prensa. Las gremiales de productores serán quienes solventarán el programa.
El ministro destacó que la erradicación del parásito en Uruguay se concretará en unos cuatro años, a partir de la dispersión de las moscas esterilizadas, para luego generar una barrera biológica de contención que permita evitar el riesgo de reintroducción desde zonas endémicas transfronterizas. “Una vez que se haya logrado la erradicación, Uruguay mantendrá una barrera sanitaria de unos 1.000 kilómetros con Argentina y Brasil, en el escenario de que Brasil decida no seguir dispersando la mosca. Nosotros estamos convencidos de que, cuando vea los buenos éxitos de Uruguay, continuará el mismo camino”, comentó Bozzo.
El directivo señaló que mantener esa barrera con Brasil implicaría un costo de US$ 5.000.000 cuando hoy Uruguay pierde cada año US$ 40.000.000.
En setiembre de 2023 Uruguay comenzará a liberar moscas estériles y si Dios quiere, en 5 años podremos decir que Uruguay no tiene más bichera y pasaremos a la fase de la barrera para mantenerla fuera de nuestros límites, dijo.
El gerente del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), Ing. Agr. Romeo Volonté participó de la delegación uruguaya que viajó a Panamá para tratar el tema de la bichera. Fue una experiencia “muy positiva y muy significativa”, aseguró.
La delegación estuvo compuesta por “catorce miembros y fue encabezada por el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos. Hubo integrantes de los Servicios Ganaderos, técnicos, representantes de las gremiales de productores, y en mi caso por el Secretariado Uruguayo de la Lana” Regresamos “con mucho optimismo por lo que se está haciendo” sobre el tema en Copeg que es la comisión que trabaja en la prevención del del gusano barrenador del ganado.
En setiembre de 2023 Uruguay comenzará a liberar moscas estériles, pero “de acá hasta ahí hay que trabajar en mucha cosa y vienen meses claves para poder cumplir con ese objetivo, si Dios quiere, en 5 años podremos decir que Uruguay no tiene más bichera y pasaremos a la fase de la barrera para mantenerla fuera de nuestros límites”, comentó.
Para abordar el tema de la bichera, “Uruguay se divide en cuatro zonas” y ahora “los especialistas están viendo dónde delimitarlas”. Otro tema es que Copeg tiene una limitante en cuanto a las moscas que se deberán liberar, pero “la buena noticia es que alcanzan” en el número que Uruguay requiere para llevar adelante el programa.
El número de moscas que se liberará puede ir de 24 millones por semana a 29 o 30 millones en el mayor de los casos, pero el promedio será de 25 millones, especificó.
Agregó que el número se establece porque “se liberan 3.000 moscas por milla náutica, eso es lo que liberan los aviones, y con esa dosis es suficiente para que la técnica surta efecto” aunque “habrá que hacer ajustes” acordes a Uruguay.
Nuestro país “tiene ventajas” que otros países no, por ejemplo “tenemos bien marcadas las estaciones y según la dureza del invierno la mosca podría no tener actividad, por eso el objetivo es comenzar en el mes de setiembre (de 2023), porque el impacto va a ser mayor ya que habrá menos moscas silvestres en el ambiente”.
Las moscas son traídas desde Panamá y eso implica “una logística muy ajustada, procesos muy profesionales en cuanto a manejo de temperaturas y una cantidad de aspectos que hay que tener en cuenta porque es un ciclo biológico. El centro de dispersión estará en Santa Bernardina, en Durazno”.
Otro punto es que la liberación de las moscas demandará “una tarea muy importante en el territorio y un compromiso muy importante de los productores, algo en lo que no tenemos duda de que así va a ser, esa es la historia de los países en los que la bichera ya se erradicó”, comentó.
Volonté valoró la experiencia que hay en el tema por parte de los técnicos que se dedican a él porque llevan “50 años mejorando en forma continua en cada país que se aplica y para Uruguay es la gran oportunidad de sumarnos a ese barco exitoso en la gran mayoría de los casos. Estamos ante una posibilidad única”.
Serán entre 25 y 30 millones las moscas que se dispersarán por todo el territorio para erradicar al gusano barrenador del ganado, en el marco del Plan Nacional de Erradicación de la Mosca de la Bichera.
El lunes 4, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Fernando Mattos, junto a representantes de gremiales e instituciones agropecuarias, ofreció una conferencia de prensa en la que informó sobre el viaje que la delegación uruguaya realizó a Panamá para avanzar en el Programa de Erradicación de la Mosca de la Bichera.
Mattos y la delegación uruguaya visitó la planta de COPEG, la fábrica de Cooperación Panamá – EEUU para la Erradicación y Control del Gusano Barrenador del Ganado, única de su tipo biológico en actividad, que desarrolla desde hace tiempo una técnica exitosa.
El ministro viajó a Panamá junto con el director de Servicios Ganaderos, Diego de Freitas, el vicepresidente de Plan Agropecuario, Francisco Donagaray, el gerente del SUL, Romeo Volonté, el representante de las Cooperativas Agrarias Federadas, Alberto Bozzo, el representante de Comisión Nacional de Fomento Rural, Alejandro Henry, y técnicos de los institutos agro y gremiales: Daniel Castells, Adolfo Casaretto, Pablo Fresía y Anderson Saravia, todo quienes expresaron su satisfacción y confianza en la técnica a aplicarse en nuestro país con las adaptaciones correspondientes.
El insecto atacará el parásito que en Uruguay afecta a animales de producción y de compañía así como unos 1.000 humanos al año, de esa forma se ganar en calidad y en diferenciación en el mercado internacional.
En Uruguay debemos considerar nuestras propias características, esto no es un “copie y pegue”, dijo Mattos.
Recibiríamos las pupas en dormencia desde Panamá, luego a través de dispositivos muy delicados, ayudamos a la evolución de pupa a mosca para posteriormente dispersarlas por vía aérea” De acuerdo al ministro, Uruguay debería iniciar el proceso de dispersión de las moscas estériles, luego de los consensos correspondientes, en setiembre de 2023.
El desafío es la gran dimensión de nuestras fronteras y lo ideal sería una campaña de carácter regional, por lo que Uruguay trabaja para lograr la adhesión de nuestros vecinos.
“Para lograr una campaña sanitaria exitosa debemos contar con la colaboración directa de los productores rurales, mo sólo pasa por el aspecto productivo sino también por una generación de conciencia”, dijo el ministro.
En una misiva al Poder Ejecutivo plantearon sus reparos en extender el proyecto 10 años cuando se podría hacer en menos tiempo.
Jorge Riani, expresidente de la Federación Rural elevó, junto a otros expresidentes de esa institución, una carta al Poder Ejecutivo referente al combate a la bichera. Los otros firmantes son Julio Armand Ugón, Fernando Dighiero, Miguel Sanguinetti y el exministro Carlos María Uriarte.
Riani, productor de Artigas, explicó que los firmantes de la misiva están preocupados por el tema de la bichera y el objetivo es expresar el sentir que tienen sobre el tema. “La zona norte es muy ovejera y todos los años se pierde mucha plata” por esa causa. “Además de los abigeatos y los perros, el tema del ovino es también la bichera”, definió.
A fin de 2021 el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca hizo una presentación diciendo que el proyecto sobre el tema “iba a tener otra duración” a la anunciada previamente “y en lugar de comenzar este año comenzará en 2023, eso nos preocupa”.
“La mosca se puede erradicar, tenemos al Gobierno estadounidense con sus técnicos que nos van a dar una gran mano y no queríamos hacer una crítica sino colaborar para que salga lo más rápido posible”, dijo Riani.
Los proyectos que ha habido sobre el tema son dos, el de los norteamericanos que tiene un alcance de 5 años, y el del Ministerio tiene una duración de 10 años, lo que encarecería sustancialmente.
“La mosca se puede erradicar”, insistió, ya se hizo en otras partes del continente.
Que se extienda por 10 años genera incertidumbre porque no se sabe quien nos va a gobernar en ese momento, además se pretende poner el proyecto dentro del Ministerio de Ganadería cuando lo más apropiado sería que fuera independiente, con funcionarios que se contraten por un tiempo de inicio y término, sin añadir empleados públicos y sin incrementar el costo del Estado.