JBS Australia celebró 50 años de corral de engorde y se planteó la importancia de ese tipo de producción.

JBS Australia celebró 50 años de corral de engorde y se planteó la importancia de ese tipo de producción.

“La decisión de construir (en 1974) el corral de engorde junto a su frigorífico de faena fue visionaria, y ha resistido la prueba del tiempo”.

Canberra, Australia | Todo El Campo | JBS Australia celebró 50 años del corral de engorde de Beef City. Ubicada a sólo 35 kilómetros al oeste de Toowoomba, en Darling Downs (estado de Queensland), Beef City es una parte integral de la producción de carne de vacuno alimentada con granos de la empresa y cumple un papel esencial en el suministro constante de carne de vacuno alimentada con granos, un producto seguro y de calidad que llega a clientes de todo el mundo.

Posee una capacidad de 25.000 cabezas, y desde que abrió en 1974 ha producido alrededor de 1,3 millones de toneladas de carne de vacuno. El corral tuvo comienzos más difíciles porque coincidió con la depresión de la carne vacuno de 1974-78.

En el desarrollo de la celebración, Brent Eastwood, director ejecutivo de JBS Australia, sostuvo que en 1974 la alimentación de granos en el país era un “segmento muy, muy pequeño de la industria general de la carne”, por lo que “la decisión de construir el corral de engorde junto a su frigorífico de faena, fue visionaria, y ha resistido la prueba del tiempo”. Beef City se creó en un momento en el que “ninguno de nosotros sabía realmente hacia dónde se dirigía el mundo” en materia de producción de carne vacuna.

No obstante, Australia ha sabido “convertirse en una industria de carne muy similar a la que se ve en Estados Unidos”, con “operadores dedicados de vacas, terneros, engorde y corrales de engorde que juegan un papel importante en la producción consistente y de alta calidad”, agregó.

EN 2030 AUSTRALIA TENDRÁ DOS MILLONES DE CABEZAS EN CORRAL.

El director de operaciones de JBS Northern -división norte-, Brendan Tatt, dijo que no hay muchas empresas de alimentos en el mundo que duren 50 años, particularmente en un segmento tan dinámico y volátil como la industria de la carne roja.

En Australia, JBS opera cinco corrales de engorde y cinco plantas de procesamiento de exportación, alimentando alrededor de 140.000 cabezas en un momento dado y procesando más de un millón de cabezas de ganado cada año.

En 2030 o próximo a él, Australia tendrá dos millones de cabezas en corral, agregó. “Eso se debe a un par de cosas: empresas como Beef City tienen una reputación firme por entregar cada semana el mismo tipo de carne, cosa que es imposible hacer, por ejemplo en Queensland, con un modelo a pasto, con la volatilidad de las estaciones”.

“Todos nuestros clientes nos dicen que no quieren carne para tres o seis meses al año, la quieren los 365 días del año. Quieren comprometerse con una marca, comprar la cultura y la historia que hay detrás, pero también quieren asegurarse de que esa carne esté disponible (para el consumidor) todas las semanas”.

Por lo tanto, la pregunta es ¿qué tan probable es que la futura industria australiana refleje el sistema de producción de carne de vacuno que tiene Estados Unidos, predominantemente alimentado con granos?, preguntó. La respuesta es que, siendo realistas, “la mitad norte de Australia siempre va a estar gobernada por condiciones climáticas realmente volátiles”, observó Tatt; y agregó: “Parece que Queensland, el territorio del norte y el noroeste de Nueva Gales del Sur, siempre están en sequía o se acercan a su próxima sequía”. Además, no es posible operar a nivel premium “sobre una base estacional”.

De ahí la importancia de la alimentación con granos: “Es un requisito previo”, porque los productores australianos “son increíblemente resistentes, son muy buenos para poner un ternero en el suelo y llevarlo a un peso similar al del corral, pero a menudo tenemos que esperar una temporada extra entera para terminar con ese animal a pasto”.

Otro aspecto mencionado por Tatt fue la sostenibilidad: “Ser más eficientes con los activos que tenemos”.

Foto de portado y artículo en base a Beef Central

Beef Central publicó mas información sobre el tema en este artículo de 2022.

Las financieras estarían por detrás de los certificados de sostenibilidad en la industria cárnica.

Las financieras estarían por detrás de los certificados de sostenibilidad en la industria cárnica.

La industria cárnica debería actuar urgentemente para lograr el reconocimiento de las métricas climáticas que diferencian el efecto de calentamiento de las emisiones de metano biogénico de corta duración en comparación con las emisiones de dióxido de carbono

Montevideo | Todo El Campo | Los principales impulsores de la presentación de informes sobre las credenciales de sostenibilidad en las cadenas de valor de la carne roja australiana no son los consumidores, sino los bancos y el Gobierno, dice un artículo publicado por Beef Central, un sitio web dedicado a la carne de vacuno australiana.

En un extenso artículo publicado el lunes 6, Beef Central hace referencia a un artículo científico publicado en la revista Agriculture el 29 de abril donde se asegura que “se encontró poca evidencia de que los consumidores sean los impulsores de la certificación de sostenibilidad”, por el contrario, “los principales impulsores” son “el sistema financiero mundial” que se expresa a través de “políticas coordinadas de acción climática por parte de los proveedores de servicios financieros y en la legislación financiera gubernamental emergente relacionada con el clima”.

El estudio referido fue publicado en la revista científica Agriculture el 29 de abril, titulado Drivers of Sustainability Credentialling in the Red Meat Value Chain: A Mixed Methods Study, escrito por el científico de CSIRO, el Dr. Bradley Ridoutt (*), y recomienda que la industria de la carne roja debería “actuar urgentemente” para lograr el reconocimiento de las métricas climáticas que diferencian el efecto de calentamiento de las emisiones de metano biogénico de corta duración en comparación con las emisiones de dióxido de carbono.

Agrega que la transición a cero emisiones netas de gases de efecto invernadero presenta muchos riesgos para las cadenas de valor de la carne roja, lo que podría implicar intervenciones costosas y un acceso más difícil a los servicios financieros, con implicaciones directas para los costos de producción y el valor de los activos.

Recomienda una “acción urgente” por parte de la industria de la carne roja para lograr el reconocimiento formal y el uso de métricas climáticas que diferencien el efecto de calentamiento de las emisiones biogénicas de metano de corta duración en comparación con las emisiones de dióxido de carbono.

Falta “un enfoque de la acción climática en las cadenas de valor de la carne roja que sea proporcional al perfil de emisiones de gases de efecto invernadero, que está dominado por el metano biogénico de vida corta”, agrega, y añade: “Los objetivos de estabilización climática del Acuerdo de París pueden cumplirse sin reducir estas emisiones a cero neto”.

Si bien hay alguna evidencia de que los consumidores están dispuestos a pagar más por productos cárnicos con credenciales de sostenibilidad, señala el informe, también hay evidencia que apunta a lo contrario.

“En general, la evidencia relativa a la disposición a pagar por productos cárnicos diferenciados por la acreditación de sostenibilidad es limitada, ya que se deriva principalmente de experimentos de elección utilizando productos hipotéticos en lugar de estudios realizados en entornos de consumidores reales”, dice.

Un mensaje recurrente del estudio es que los procesadores no ven valor en la acreditación de sostenibilidad a nivel de producto para los consumidores.

La consulta con los procesadores de carne roja reveló escasas pruebas de que las credenciales de sostenibilidad sean una oportunidad de creación de valor para los consumidores.

La principal excepción fue en el caso de los productos cárnicos rojos 100% alimentados con pasto, para los que existe una prima de precio en algunos mercados y donde las credenciales de sostenibilidad pueden mejorar la propuesta de valor general para los consumidores.

Varios procesadores destacaron la demanda de los consumidores de productos de carne roja 100% alimentados con pasto de primera calidad y señalaron que, para estos productos, las credenciales de sostenibilidad eran un atributo de apoyo.

Esto incluyó credenciales de sostenibilidad como “libre para deambular”, lo que implica un alto nivel de bienestar animal, libre de hormonas y antibióticos, y criado utilizando prácticas agrícolas regenerativas.

De manera abrumadora, los procesadores de carne roja australianos identificaron que la principal demanda de acreditación de sostenibilidad proviene de grandes entidades corporativas en la cadena de valor, de bancos y otros proveedores de servicios financieros, y del Gobierno: “La opinión común sobre las grandes entidades corporativas en la cadena de valor era que la acreditación de la sostenibilidad tenía menos que ver con aumentar el valor para los consumidores de carne roja y más con abordar sus propios requisitos para reportar información de sostenibilidad corporativa y abordar las políticas corporativas”.

REGULACIÓN GUBERNAMENTAL

Además de los impulsores de la acreditación de sostenibilidad en el sector financiero, la consulta con los procesadores de carne roja también identificó la regulación gubernamental emergente.

El Departamento del Tesoro del Gobierno de Australia ha propuesto un proyecto de ley con una implementación gradual que en un corto número de años requerirá que las empresas con un ingreso anual de 50 millones de dólares australianos y tan solo 100 empleados informen sobre los procesos de gobernanza relacionados con el clima, la planificación de la transición y los objetivos relacionados con el clima, y las emisiones de GEI.

Muchos procesadores de carne roja en Australia superarían estos umbrales de información, al igual que los minoristas corporativos de alimentos y comestibles.

El proyecto de ley exige a las empresas que divulguen las emisiones materiales de alcance 3, que se refieren a las emisiones que se producen en la cadena de valor de la entidad declarante.

En el caso de un procesador de carne roja, esto incluiría las emisiones asociadas con el sistema de producción que produjo el ganado y, en el caso de un minorista de carne roja, esto incluiría las emisiones de GEI asociadas con la cría y el procesamiento.

El estudio dice que el marco australiano de legislación en torno a la divulgación relacionada con el clima puede verse como una respuesta a los desarrollos emergentes de la información financiera internacional que han surgido como resultado del trabajo del Grupo de Trabajo sobre Divulgación Financiera Relacionada con el Clima establecido por el Consejo de Estabilidad Financiera del Banco de Pagos Internacionales (BPI), “que puede considerarse un impulsor de origen”.

Si bien las oportunidades para que las cadenas de valor de la carne roja se beneficien de la acreditación de la sostenibilidad pueden ser pocas, los impulsores de más allá de la cadena de valor presentan muchos riesgos, según el estudio.

“El riesgo es que, cada vez más, la toma de decisiones a nivel empresarial en la cadena de valor de la carne roja se vea directamente influenciada por los proveedores de servicios financieros”, agrega.

“Tampoco es descartable que los bancos puedan reequilibrar sus carteras de préstamos e inversiones lejos de los productores de carne roja, lo que dificultaría la refinanciación o la compra de granjas productoras de ganado ovino y vacuno sin intervenciones a gran escala para mitigar o compensar las emisiones a través del secuestro de carbono en los suelos y la vegetación”, lo que “sin duda tendría implicaciones para la productividad, la rentabilidad y el valor de los activos”.

Otro riesgo es que los productores más pequeños que no puedan cumplir con los nuevos requisitos de información corran el riesgo de quedar fuera de las cadenas de suministro.

Otra observación importante fue que los principales impulsores de la acreditación de la sostenibilidad no son locales, sino que se originan en la formulación de políticas globales, surgen de fuera de la cadena de valor y crean el riesgo de interferir con los procesos normales de funcionamiento de la cadena de valor que tradicionalmente se refieren a la producción eficiente de bienes y servicios que son valorados por los consumidores.

“Lo que está surgiendo es una situación en la que las instituciones financieras se alejan de las cadenas de valor y los consumidores y toman decisiones sobre el ritmo y el alcance del cambio social y ambiental”.

Artículo completo: Las instituciones financieras, no los consumidores, son el principal impulsor de la acreditación de sostenibilidad en la industria de la carne roja: estudio – Beef Central

(*) Texto completo gratuito | Impulsores de la acreditación de la sostenibilidad en la cadena de valor de la carne roja— Un estudio de métodos mixtos (mdpi.com)

Nota. El Dr. Ridoutt ha publicado anteriormente una investigación que muestra que el objetivo de “neutralidad climática” es realista para la industria australiana de la carne roja para 2026: La neutralidad climática es «realista y alcanzable» para el sector de la carne roja de Australia para 2026 – Beef Central

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