En el mercado de carnes, “hay consenso en el crecimiento de la demanda (China) para los próximos 10 años”.
Rosario, Santa Fe, Argentina | Todo El Campo | Las estimaciones de largo plazo marcan que China importará cada vez más carne. La pregunta es ¿a qué tasa crecerán las importaciones en la próxima década?, planteó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en uno de sus últimos informes.
¿Cuánta soja y cuánta carne puede comprar China en la próxima década?, se pregunta los autores del documento que presenta información y gráficas sobre las expectativas para la soja
China es el principal importador mundial de alimentos y commodities agrícolas. Como tal desempeña “un papel central en el comercio internacional de estos productos”.
Por la importancia que tiene China en el comercio internacional, es bueno analizar el comportamiento de este gigante asiático y sus proyecciones de crecimiento en los próximos 10 años, dice la BCR. “Más aún, los planes de China de incrementar su producción agrícola y sus potenciales objetivos de autoabastecimiento hacen aún más relevante analizar las perspectivas del gigante asiático en la próxima década”.
“En 2023, China sembró 119 millones de hectáreas y la producción total de granos totalizó 695 millones de toneladas, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales de China, a través del Sistema de Monitoreo Agrícola y Alerta Temprana de China (Cames). No obstante, se espera que la producción de granos alcance 704 millones de toneladas en 2024, más de 738 millones de toneladas en 2028 y que supere los 766 millones en 2033”.
En 2023, el consumo de granos fue de 817 millones de toneladas. El consumo de maíz aumentó casi un 3% mientras que el de soja un 2,5%. Por su parte, las importaciones de granos crecieron un 11% en 2023, alcanzando 163 millones de toneladas y representando el 20% del consumo total de granos. Los principales productos importados fueron la soja (61%), seguida por maíz (16,6%), trigo (7,4%), cebada (6,9%), sorgo (3,2%) y arroz (2,3%).
Cames prevé “una disminución en el comercio total de granos hacia China entre 2024 y 2033” con la caída de las importaciones de granos “desde un estimado de 141 millones de toneladas en 2024 a 116 millones en 2028 y 110 millones en 2033, lo que representa una reducción del 30% en la próxima década”.
CARNE VACUNA.
¿Qué pasa con la carne vacuna? Cames proyecta que en 2024 la producción total de carne en China alcanzará los 96,7 millones de toneladas. Ese total está compuesto por “un 59% de carne porcina, un 27% de carne aviar y un 8% de carne vacuna, entre otras carnes que completan el total”.
Pero el consumo de carne subirá a 101 millones de toneladas, según el gobierno chino, por lo que “las importaciones de carne se acercarían a los 6 millones de toneladas en el año actual”.
Rosario, Santa Fe, Argentina | Todo El Campo | Argentina, Brasil y Estados Unidos han liderado, históricamente, las exportaciones de harina de soja. En el caso de Argentina, es el país líder de las exportaciones de harina de soja desde la campaña 1997/98, pero en 2022/23 sufrió el revés de la sequía más grave de los últimos 60 años, lo que impactó en la producción y Brasil le arrebató el liderazgo por primera vez en 25 años.
Pero al cierre del primer semestre de 2024, la Bolsa de Comercio de Rosario señaló que hay “una notable recuperación en el volumen exportado de harina de soja argentina”, logrando “incrementar sus exportaciones en un 46% respecto al primer semestre 2023, en virtud de haber retornado a su nivel normal de producción”.
IMPORTANCIA DE LA INFRAESTRUCTURA.
Pero “al evaluar el desempeño sobre el mediano plazo, la dinámica productiva local se ve sobrepasada por sus más cercanos competidores”; y “a pesar de contar con infraestructura para aumentar la molienda de soja, no se ha observado un aumento significativo en la producción sojera en los últimos años”.
Argentina tiene una “menor cantidad de plantas procesadoras, pero estas son más grandes y eficientes por lo que la capacidad teórica de procesamiento anual total es comparable” con Brasil y Estados Unidos.
Una ventaja comparativa de Argentina es que sus industrias están “geográficamente concentradas alrededor de la ciudad de Rosario donde se localiza prácticamente el 80% de la capacidad de crushing nacional”.
Ese posicionamiento estratégico de la industria es algo que la Bolsa de Comercio de Rosario ya ha destacado varias veces y desde hace unos cuantos años. En 2016 se leía en un informe de esa institución: “La principal diferencia entre el caso argentino y el resto de los países es la concentración geográfica de las plantas fronteras adentro, ya que alrededor del 80% de la capacidad de molienda argentina se ubica en la zona del Gran Rosario, listas para despachar los productos derivados de la industrialización a distintos destinos a través de las terminales del Up-River”.
La UE es la principal importadora global de harina de soja, producto del que Argentina es el primer exportador mundial. La plataforma Visec toma más importancia ante las normativas europeas de deforestación.
Rosario, Argentina | Todo El Campo | En volumen como valor, el complejo sojero argentino es el más orientado al mercado de la Unión Europea (UE), lo cual lo expone ante las regulaciones, según un análisis de la Bolsa de Comercio de Rosario.
El informe señala que en 2022, en las importaciones de la UE de porotos, harina y aceite de soja, Argentina tuvo una participación del 21% del volumen. Le siguieron Brasil (15,5%), Paraguay (11,5%) y Estados Unidos (7%).
Esos cuatro países juntos representan el 87% de las exportaciones globales de harina de soja de los últimos cinco años, cerca del 70% de las exportaciones mundiales de aceite de soja, y más del 93% del comercio global de poroto de soja.
Agrega que la elevada participación argentina en la UE se explica fundamentalmente por las exportaciones de harina. La UE es la principal compradora de este producto en Argentina, además de ser el principal importador del mundo.
La UE es el principal socio comercial del complejo soja argentino. El bloque europeo importa tres veces más harina de soja argentina que Indonesia o Vietnam, los países que ocupan el segundo y tercer lugar entre los destinos de las exportaciones argentinas de harina y pellets.
Argentina es el principal proveedor no europeo de aceite de soja para la UE, aunque con apenas en el 4% del consumo total del bloque.
Casi el 60% del consumo de harina de soja de la UE se abastece con importaciones, más del 80% del crush de soja se realiza con soja importada. La estructura exportadora de los complejos de soja de Brasil y Estados Unidos se muestra en la predominancia del poroto de soja. Entre estos dos países explican casi el 80% de las importaciones de poroto de soja de la UE.
Por otro lado, la industria aceitera de Argentina provee casi un tercio de las importaciones de harina de soja de la UE. En el promedio de los últimos cinco años, cerca del 70% de las exportaciones argentinas del complejo soja a la UE consistieron en harina de soja.
REGULACIÓN 1.115 DE LA UNIÓN EUROPEA.
El análisis tiene por contexto la pronta entrada en vigencia de la regulación 2023/1115. En ella, la UE busca que una serie de productos importados en los países del bloque no provengan de zonas deforestadas. Para Argentina, de entre estos productos se destacan los que derivan del ganado vacuno y de la soja, productos esenciales de las exportaciones argentinas.
La geolocalización y la trazabilidad de la producción emergen como insumos esenciales para el acceso al estratégico mercado europeo. No conforme con ello, múltiples proyectos legislativos en esta línea en otras partes del mundo dan aún más ímpetu a la importancia de avanzar en este sentido.
Por otra parte, la UEa es el principal destino de exportación del biodiesel argentino, producto actualmente excluido de las normativas europeas de deforestación. No obstante, la norma dispone que no más allá de junio del 2025 se hará una revisión de impacto, prestando especial atención a la posible inclusión de biocarburantes.
PLATAFORMA VISEC.
Con este contexto, Visec (Visión Sectorial del Gran Chaco Argentino), una plataforma destinada a asegurar embarques de soja y carne vacuna argentinas libres de deforestación, adquiere una importancia fundamental.
En base a nota de Guido D’Angelo y Patricia Bergero, Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) adaptada para Todo El Campo.
La chicharrita y el precio le juegan mal a maíz. El valor de las exportaciones para todo el ciclo 23/24 se proyecta en US$ 6.030 millones, una caída de US$ 245 millones en el ingreso respecto del ciclo previo.
Rosario, Argentina | Todo El Campo | La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) señaló en su último informe del viernes 19 de abril que en la campaña de maíz 2023/24 hay una reducción de la producción a causa de la chicharrita que recorta las exportaciones y marcará un descenso interanual en dólares. La preocupación por los menores suministros comienza a plasmarse en el mercado a término local.
El informe realizado por técnicos de la BCR: Emilce Terré, jefa de Estudios Económicos; Belén Maldonado, licenciada en Economía y analistas de mercados; Tomás Rodríguez Zurro, economista y analista de mercados.
“La última estimación mensual nacional de la Guía Estratégica para el Agro (GEA-BCR) indica que la cosecha del cereal podría ascender a 50,5 Mt durante el ciclo en curso, muy por debajo de las 57 Mt proyectadas el mes anterior, mientras se advierte que el daño provocado por la enfermedad podría seguir aumentando a medida que avance el ciclo del cultivo”, señala.
La consecuencia es que las exportaciones del cereal para la campaña actual caeríanrespecto a marzo en -12% alcanzando 33,5 Mt. Sin embargo, superarían en un 33% las ventas externas del ciclo 2022/23, las cuales totalizaron 25,2 Mt.
Pero el crecimiento en volumen en comparación a 2022/023 se encuentra con el desafío de precios internacionales en caída.
En resultado: “El valor de las exportaciones de maíz para todo el ciclo 2023/24 se proyecta en US$ 6.030 millones, marcando una caída de US$ 245 millones en el ingreso de divisas por ventas del cereal respecto del ciclo previo. Así, el valor de las ventas externas caería un 4% interanual, a pesar del aumento en el volumen exportado”.
CHICHARRITA EN EL NORTE Y CENTRO.
En las regiones norte y centro, las más afectadas por la chicharrita, “la estimación de cosecha descendió un 37% y 10%, respectivamente, en comparación con el mes anterior, en tanto la producción de la región sur cayó apenas un 2%”.
Por tanto: “Las exportaciones con origen en la región norte y centro, las cuales suelen despacharse desde los puertos del Up-River, sufrirían el mayor recorte, impactando en la logística interna del cereal”.
Esa menor logística se traduce en que, según lo proyectado, “ingresarían un poco más de 687.000 camiones con maíz a la zona portuaria del Gran Rosario durante la campaña 2023/24, una caída del 19% respecto de la proyección anterior de 846.000 camiones”.
No obstante, “a pesar de este contexto, se advierten registraciones récord de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) de maíz 2023/24. Según los datos provistos por la Secretaría de Bioeconomía, las mismas ascienden a 23,7 Mt en la actualidad, muy por encima del promedio de 18 Mt para igual fecha, y marcando un máximo histórico para esta altura del año”.
PROYECCIONES PARA ARGENTINA Y BRASIL.
En otro orden, la BCR dijo que su estimación para el maíz en Argentina es de 50,5MT, mientras que el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) proyecta para Argentina una producción de 55 Mt y la Secretaría de Bioeconomía proyecta 56 Mt para 2023/24. En Brasil, la Compañía Nacional de Abastecimiento (Conab) estima que la cosecha del cereal en ese país será de 111 Mt, mientras que USDA prevé una producción de 124 Mt, 12% más.
La Bolsa de Comercio de Rosario destaca que “la inversión de los productores de granos en la campaña 2022/2023 se ubicó entre las más altas de la historia”.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | En Argentina existe la idea, como resultado de una continua campaña de varios actores entre los que se encuentra el Gobierno nacional, de que el campo no se comporta de manera solidaria con el resto de la sociedad y que solo se ocupa de su propio enriquecimiento. Algunos en Uruguay piensan igual, más por prejuicios que por sentido común o un análisis objetivo, pero ese es otro asunto. Lo cierto es que tanto en Argentina como en nuestro país, los aportes que el campo hace a la sociedad son fundamentales para el desarrollo de las economías y el sostenimiento de las políticas sociales. Eso también pasa todos los países del mundo donde hay una agropecuaria desarrollada, y explica los subsidios de, por ejemplo, Europa.
En Argentina, que es el caso de este artículo, la fundación FADA (Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina) ha informado con datos objetivos de lo que económicamente significa la agropecuaria para la economía de ese país. Demás está mencionar el rol social que cumple el campo afincando a la población en el medio rural.
Ahora, un reciente informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destaca que “la inversión de los productores de granos en la campaña 2022/2023 se ubicó entre las más altas de la historia”. Todos sabemos que cuando se dice “inversión” implica derramar y poner en movimiento dinero que bien podrían guardar en un banco. Derramar y mover el dinero genera, por un lado, que la sociedad incorpore esos montos que se vuelcan, además que toda inversión implica un riesgo de pérdida.
La BCR lo explica así: “El financiamiento de las inversiones en el sector agrícola resulta de gran importancia debido a la naturaleza cíclica y prolongada del proceso de producción. Los productores se enfrentan cada año a un desafío financiero, ya que deben realizar inversiones significativas en insumos agrícolas, mano de obra y otros gastos operativos mucho antes de recibir ingresos por la venta de su producción. Los granos para los cuales se estima el costo de insumos, siembra y pulverización en esta nota son soja de primera y de segunda, maíz temprano y tardío, trigo, girasol, sorgo, cebada cervecera y cebada forrajera”.
“En la campaña 2022/23 los costos asociados a la producción fueron particularmente elevados”, agrega, en un escenario parecido al de Uruguay debido a “la conjunción de los altos costos de siembra y el tercer año consecutivo de escenario Niña, que generó una caída cercana al 40% en la producción granaría del país, terminaron de configurar una campaña más que complicada financieramente para el sector productor”.
Los costos de siembra, pulverización e insumos rondaron los US$ 16.456 millones, valor que es “de los más altos de, al menos, los últimos 7 años. Este importe resulta un 23,11% superior al de la campaña pasada, y un 47% mayor al promedio los últimos cinco ciclos agrícolas”.
Los siguientes cuadros muestran el salto dado por la inversión 2022/2023 que tuvo un aumento del 23,12% respecto a 2021/2022, pero además es el mayor guarismo desde 2016/2017.