La inteligencia artificial en política, ya es real y nos pone frente a un mundo desconocido.
En las últimas elecciones de Reino Unido hubo un candidato no humano. El proyecto fracasó, casi no obtuvo votos, pero abrió interrogantes que no debemos postergar.
Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | ¿Es posible que en una campaña política participe un candidato que no es humano? Algo de eso ocurrió en Reino Unido, con AI Steve (en la foto), un candidato que prometía escuchar a cada votante, y que realmente tenía la capacidad de hacerlo. Con la información recolectada adaptaría sus decisiones a las inquietudes y problemáticas de la ciudadanía en tiempo real.
AI Steve fue candidato (virtual) en las elecciones del 4 de julio de 2024, pero detrás de él y quien lo representaría físicamente en el Parlamento -si lograba los votos- iba a ser el empresario Steven Endacott.
En un podcast de “Bajo la Lupa” de Diálogo Político (el proyecto de la Fundación Konrad Adenauer) se trató el tema que pone sobre la mesa asuntos que inquietan y nos interpelan sobre la sociedad y la política, o sea los seres humanos y la conducción que queremos.
El locutor se pregunta: “¿Puede una la inteligencia artificial realmente capturar la esencia de la representación democrática? Y, de ser así: ¿qué implicaciones tendría para la política y la legitimidad electoral? ¿Es acaso lo que necesitamos, lo que queremos?”.
La capacidad de AI Steve parece no tener límites: puede mantener conversaciones con 45.000 electores al mismo tiempo, y con esas opiniones se construye y modifica su plataforma electoral; estará accesible las 24 horas todos los días de la semana, disponibilidad total para recibir preguntas, propuestas, ideas de cualquier ciudadano”, continúa el locutor.
El candidato artificial hasta tiene una página web (*).
En las elecciones del 4 de julio, los votantes no se dejaron encantar por la AI Steve y le negaron el voto: apenas obtuvo 179 votos de un total de más de 50.000 que hubo en su lugar de votación
Pero lo importante aquí no la cantidad de votos que obtuvo, sino que -reitero- el antecedente que crea y las interrogantes que dejó sobre la política, la democracia, el funcionamiento de los países y las sociedades, los liderazgos.
Porque hasta el liderazgo se pierde ya que por su dinámica AI Steve toma e interpreta las opiniones de las personas y adapta su comportamiento para hacer lo que la gente quiere. Eso parece positivo, pero un dirigente político ante todo debe ser líder y conductor, no solo está para escuchar e interpretar a la gente, sino también indicarle el camino correcto ante diferentes cuestiones o problemas en debate.
Ximena Docarmo, fundadora de InnovaLab y magíster en políticas públicas, participó del podcast, y además escribió en un artículo (**) publicado en Diálogo Político: “En este contexto, la introducción de IA en la política, aunque innovadora, debe abordarse con cautela y un robusto marco ético y regulatorio para evitar socavar los principios democráticos. La promesa de una IA infalible se enfrenta a la realidad de un campo de batalla digital, donde la manipulación y la desinformación pueden ser las armas más potentes”.
Más adelante agrega: “Los líderes políticos tienen la obligación de cuestionarse si es viable transferir la legitimidad del poder a una entidad no humana, como AI Steve”.
Y plantea una serie de preguntas que todos deberíamos hacerlos: “¿Cómo redefinir la responsabilidad y la rendición de cuentas en un sistema donde las decisiones políticas serían tomadas por algoritmos y no por seres humanos? ¿Podrá la IA entender y representar con precisión las complejas dinámicas humanas y culturales que moldean América Latina? Y quizás lo más crucial: ¿qué impacto podría tener la IA en los principios fundamentales de la democracia y la gobernanza de la región?”
LA TECNOLOGÍA ABRUMADORA.
La tecnología parece desbordarnos por todas partes. No sabemos si estamos capacitados para lidiar con ella, pero seguimos avanzando a una velocidad que supera nuestra adaptación, nuestra aceptación a tanto cambio junto, y antes de que podamos definir qué queremos, qué consideramos correcto, qué riesgos enfrentar, surgen nuevas propuestas desafiantes que superan aquellas por las que aún no tomamos opinión como sociedad..
El caso de AI Steve fracasó electoralmente, pero dejó sembrada una semilla que está echando raíces para emerger fortalecida. Eso no quiere decir que la tecnología sea mala, ni que debemos esconderla en el sótano para que nadie la encuentre. Quiere decir sí que deberíamos estar preparados, la pregunta es cómo lograremos estarlo.
(*) PÁgina web AI Steve – Candidato independiente de AI para el Brighton Pavilion (ai-steve.co.uk)
(**) AI Steve, el primer candidato a un cargo político no humano – Diálogo Político (dialogopolitico.org)