Alejandro Magno: “No tengo miedo de un ejército de leones dirigidos por una oveja; tengo miedo de un ejército de ovejas dirigidos por un león”.

Hébert Dell’Onte Larrosa | Montevideo | Todo El Campo | La semana pasada se conoció la encuesta de aceptación del presidente Yamandú Orsi, realizada por la empresa Factum: La aprobación de Orsi al inicio de la gestión, al mes de junio, es de un 46%, la desaprobación alcanza el 22% y quienes no aprueban ni desaprueban el 31%. “El saldo de aprobación es positivo, con una proporción relativamente alta de quienes no se ubican ni en la aprobación ni en la desaprobación”, publicó la consultora en su página web.

Las valoraciones que se han hecho sobre dicha encuesta han sido variadas y algunas de ellas contradictorias, pero es importante que cada ciudadano se desprenda de su simpatía e ideología para poder tener una visión clara de la situación.

¿Qué es lo que los uruguayos esperamos de la cabeza y guía del Gobierno? La mayoría espera contar con un líder que esté abierto al diálogo y a escuchar a todos. A los que piensan como él -lo que es una obviedad-, y lo más importante, que escuche a los que piensan diferente. La buena noticia es que por el momento Orsi parece estar dispuesto a escuchar.

Lo que se le cuestiona es si posee carácter, liderazgo, poder de decisión, y la capacidad y el don de mando necesarios para el cargo que desempeña. Esas son las cosas que definen a un presidente, porque si falla en eso se afectan las resoluciones y la ejecutividad del Gobierno y el país corre el riesgo de ingresar en una deriva que nadie desea.

Recordemos que “líder” tiene su origen en el inglés antiguo y significa guiar. De igual forma, la palabra “gobierno” deriva del latín “gubernare”, que significa dirigir el cual proviene del griego “kybernan”, cuyo significado es dirigir.

Para evitar un gobierno a la deriva, los asesores más próximos deberían advertir al mandatario sobre cómo construir un liderazgo efectivo que sea capaz de guiar y dirigir.

El Gobierno recién empieza y sigue con crédito suficiente para demostrar que es capaz de hacer las cosas bien, en especial en un país donde los ciudadanos no exigen demasiado.

Como dice la canción de Abel García (Rivera 1953) la gente “sueña sueños sencillos”, pero necesita de alguien que sea capaz de dárselos, capaz de ayudar a que esos sueños simples se hagan realidad, y para lograrlo el líder es fundamental.

Desde antes de Cristo, Alejandro Magno (332 a. C. – 323 a. C.) se había referido a la importancia de los líderes o conductores en aquella famosa afirmación: “No tengo miedo de un ejército de leones dirigidos por una oveja; tengo miedo de un ejército de ovejas dirigidos por un león”.

Ciertamente, lo que más importa es el líder. Si éste es capaz de interpretar la voluntad popular y sabe hacia dónde hay que ir, ya ganó la mitad del camino. La pregunta que aún nadie responde con certeza es qué clase de líder tiene Uruguay.

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