La luz es fundamental para que las platas puedan realizar la fotosíntesis, pero bajo los sistemas de electroagricultura, el acetato y otras materias primas reemplazan la fotosíntesis para permitir el crecimiento de las plantas en interiores.
Estados Unidos | Todo El Campo | La industria agrícola depende de la fotosíntesis para cultivar alimentos y alimentar al mundo. Sin embargo, el proceso es lento y requiere muchos recursos, lo que lo hace ineficiente para satisfacer las necesidades globales.
Feng Jiao, profesor de la Universidad de Washington (WashU) y Robert E. Jinkerson, de la Universidad de California, proponen avanzar hacia la electroagricultura que combine la electrólisis del dióxido de carbono con sistemas biológicos para aumentar la eficiencia de la producción de alimentos. Un sistema de este tipo podría reducir el uso de tierras agrícolas en los Estados Unidos en casi un 90% y permitir que los alimentos se cultiven en áreas urbanas y desiertos sin necesidad de luz ni pesticidas. También permite a los agricultores utilizar los fertilizantes de forma más eficiente.
La electroagricultura es una técnica innovadora que permite cultivar plantas sin luz solar ni tierra, utilizando electricidad y energías renovables. Esta tecnología se basa en la electrolisis del CO2 para convertirlo en acetato, una molécula que sirve como alimento para las plantas.
Jiao, quien también es el coinvestigador principal del Centro de Investigación de Ingeniería (ERC) de Descarbonización Potenciada por la Biofabricación (CURB) en WashU, dijo que el enfoque podría reducir los impactos ambientales de la producción de alimentos, agilizar las cadenas de suministro y abordar la crisis alimentaria mundial.
El trabajo en curso de Jiao es optimizar el proceso de conversión de dióxido de carbono en acetato, que potencialmente podría servir como materia prima para las plantas en este sistema.
Las plantas pueden modificarse genéticamente para alimentarse de acetato y fotosíntesis, lo que hace que la agricultura vertical de interior sea mucho más eficiente desde el punto de vista energético.
POTENCIAL.
El objetivo es diseñar plantas que puedan depender completamente del acetato como combustible, lo que podría conducir a una reducción masiva en el uso de tierras agrícolas, tierras que, en cambio, se pueden destinar a la conservación y la descarbonización.
«La electroagricultura permitiría tanto la restauración ecológica como el secuestro natural de carbono a gran escala«, escriben los autores.
El método también se puede utilizar para producir combustible o materiales biodegradables porque los hongos, la levadura y las algas también pueden alimentarse de acetato.
No existen incentivos económicos para que esto reemplace a la agricultura tradicional en el corto plazo, pero la tecnología también tiene el potencial de estabilizar los mercados, prevenir la hambruna y cultivar alimentos en espacios inhóspitos.
Los esfuerzos iniciales se centran en la búsqueda de cultivos de alto valor como la lechuga y los tomates, escribieron los autores, pero la electroagricultura también ofrece la oportunidad de producir proteínas de huevo y lácteos a partir de fermentación de precisión alimentada con acetato o para carne cultivada en laboratorio.
«Esta tecnología presenta una oportunidad para reinventar la agricultura desde cero», aseguraron. «Y debe desarrollarse e implementarse cuidadosamente para evitar perpetuar las desigualdades que existen actualmente en el sistema alimentario mundial actual».
Foto Pixabay.
Lea más sobre el sistema de electroagricultura en una investigación publicada en Joule, una revista de Cell Press: Con la «electroagricultura», las plantas pueden producir | EurekAlert!
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